Por su parte Yoru Bochi explotó de ira, aunque no con el rostro de antaño, sino uno mucho más aniñado, inflando sus propios mofletes mientras este protestaba por el trato que Kenji le estaba dando en estos momentos. ¡Le estaba ignorando!.
-¡Ey! -Exclamó el muchacho persiguiendo a Kenji- ¡No me cortes la leche! ¡Te he dado la oportunidad de escoger quien querías que desapareciera e incluso he aceptado que me escogieras a mi de todos esos desnatados, Kenji-chan!. ¿Y ahora me ignoras?. ¡Esto es la leche!. ¡Inaudito!.
Yoru finalmente se planta con los brazos cruzados enfrente de Kenji, no iba a dejar que el muchacho escapara, no ahora que había dicho que iba a desaparecer él.
-¡Kenji-chan! ¡Ya que me has hecho desaparecer para antes de la próxima mañana exijo que pases conmigo unos momentos inolvidables de la leche en el tiempo que permanezcamos juntos en la Academia!.
-¡En mi cuarto tengo unas pistolas de agua! ¡Podemos llenarlas de leche y jugar a dispararnos mutuamente hasta quedar completamente empapados de leche o algo así!.
Monokuma aparece de repente.
- ¿Ir a la habitación... a dispararse leche mutuamente... hasta quedar empapados...? - el oso bicolor respira agitadamente, acalorado y sudando. ¿Cómo puede sudar un oso de peluche?
- ¡Eso no está permitido! ¡No, no, no! ¡Tenemos que mantener este juego en la calificación de PEGI13! - dice alzando los brazos con enfado.
- Así que ya sabéis, si alguien quiere quedar empapado en leche, que juegue con su propia pistola y a solas en su cuarto. ¡Nada de visitar el de los demás!
Y... desaparece.
El hecho de que tuviera que venir Monokuma a cortarles el rollo, o quizás a salvar a Kenji Miyaichi de lo que sería una experiencia inolvidable, húmeda y muy pero que muy rica en calcio y en omega 3...
¿Y si traigo aquí las pistolas y los cántaros de leche?.
Hizo la pregunta al aire, puesto que ya dudaba acerca de si el oso iba a aparecer para volverle a romper los sueños en donde dos alumnos se disparasen leche mutuamente en una instalación pública delante de otros adolescentes que quizás sí quizás no, quisieran unirse en uno de los bandos de la contienda.
Kazuki se sentía bastante sorprendido por los comentarios del chico de la leche y sobretodo de Monokuma, no pudo evitar reaccionar, aunque sobretodo habló para si mismo.
Realmente se piensan que esto es un videojuego...
Había estado bastante tiempo callado y había observado bastantes cosas, por lo que decidió proponer algo para todos. - Bueno, tal y como dije, he estado callado un buen rato, pero se acerca la noche y me gustaría proponer algo. Voy a usar mi poder para borrar las votaciones de mañana. Creo que nos beneficia a todos y ahora explico por qué. - empezó a revisar su bloc de notas, se le notaba un poco confuso.
Os he estado observando y clasificando... Pero aún me quedan muchos inconclusos.
Así que para darnos a todos más tiempo para pensar, mejor no votar aún. Esto beneficia a todos los bandos por varios motivos.
Para los "inocentes", las probabilidades de colgar a alguien de vuestro propio bando o a mí son más altas que las de colgar a un oso, así que mejor pasar a una segunda noche para que investiguéis, protejáis o lo que sea que hagáis por la noche los "inocentes". Mejor perder solo dos inocentes que tres ¿no?
Para los osos amorosos, mejor no arriesgarse a perder a alguien durante las votaciones, que aunque las probabilidades sean bajas, existen. Además podéis hacer dos asesinatos de seguido, lo cual os viene bien también.
A mi me viene bien también porque así demuestro que al menos, soy capaz de pasar de día y borrar las votaciones. Aunque claro, no estaría demostrando que puedo saltar la noche... Respecto a mi última carga, la usaría para seguir teniendo algo de valor y defenderme, para proteger a mi hermana y que dure hasta las ultimas noches o votaciones o para salvarme el culo. Una de esas tres.
Para otros neutrales no sé si les vendrá bien que salte el día o no. Pero bueno, vamos a decir que sí, para que hagan sus cosas de neutrales no pronunciados.
Por último y respecto lo último que tiene que ver conmigo. Dejaré una marca personalmente después de pasar de día, para así aceptar la autoría del cambio, ya que no sé si alguien podría controlarme o robarme el poder. Así que si no dejo dicha marca o dejo algo que no tenga demasiado sentido, seguramente no he sido yo.
Bueno. - miró a los demás. - Y esa es mi propuesta, aunque me gustaría saber que opináis los demás. Creo que nos beneficia a todos, así que no creo que mucha gente se oponga...
¿Qué opináis?
Akihiro lentamente se había retirado al papel que más le gustaba, el de observador, limitándose a escuchar al resto de sus compañeros y a fijarse en las amistades (Y no tan amistades) que se iban formando, y pensando en lo extraño que era saber que muchas de ellas posiblemente no tendrían buen final.
Fue sólo la última intervención de Kazuki la que lo animó a hablar, a media voz.
─ Aunque es una forma de demostrar que no mentías... ─ Frunció el ceño, mirándolo ─ Si puedes usar tu poder dos veces, y en ambas ocasiones puedes elegir si vas a saltar una noche o un día... ¿No podrías saltar esta noche en vez del día siguiente? Sabríamos que dices la verdad, porque todos estaríamos vivos, pero no pondrías esa ventaja en mano de los Osos.
Hizo una mueca.
─ E íncluso en el peor de los casos, si nos equivocamos en la votación... Las cosas serán iguales cuando llegue el siguiente día. Nosotros habríamos perdido a dos, y ellos a ninguno ─ Ladeó levemente la cabeza ─ Diría que también te es más conveniente a ti. Si la votación es pública, va a ser díficil que nadie justifique votarte después de que nos salves durante una noche. Por otra parte, de tener la oportunidad, los Osos podrían ver más conveniente quitarte del camino por mucho que hayas dejado clara tu neutralidad, y no tendrías forma de defenderte.
Iba a seguir preguntando cosas al compañero con el que estaba hablando cuando escuché a Kazuki exponer su idea. Giré la cabeza en su dirección, atendiendo.
Cuando terminó y uno de mis compañeros expresó su opinión, pensé que era mi turno de dar la mía.
Votar ahora mismo tiene sus riesgos, ya que hay más posibilidades de matar a un alumno, a un 'inocente' que a un oso o a un neutral, y aunque yo ya tengo algunas sospechas, no querría votar a alguien y equivocarme; el remordimiento me mataría.
El único problema es que así los osos tendrían doble muerte, y nos estarías quitando la opción de matar a algún oso, aunque fuera por casualidad.
Me quedé durante un par de segundos dudando; buscando soluciones.
Si nos podemos votar a nosotros mismos, entonces creo que es lo que deberíamos hacer. Si alguien no se vota a sí mismo, se le pondría el punto de mira: sería sospechoso, y así los osos no ganarían dos asesinatos.
Me crucé de brazos, acercándome un poco al centro de la sala.
Si no nos podemos votar a nosotros, entonces estoy de tu parte, y creo que deberíamos pasar la votación.
Tras los comentarios de Arisaka, Kazuki negó brutalmente con la cabeza.
Hacer eso no beneficiaría a nadie. Los "inocentes" no conseguiríais más información, ya que imagino que quien pueda ver cosas lo hará por la noche, los osos no pueden matar a nadie durante la noche, lo cual también les fastidia y por supuesto estoy yo, que al no tener información sobre quien es un posible oso amoroso y por miedo a matar a un inocente, me podéis colgar. - suspiró entonces con ligera pesadez. - No me voy a saltar esta noche.
Entonces miró a Ayaki, la cual había hecho un comentario interesante, pero Kazuki ya sabía que era imposible que funcionara. - La idea de votarse todos a si mismos es muy ideal, si no fuera por dos hechos. El primero es que no sabemos que pasa en caso de empate. ¿Mueren todos los empatados? ¿No muere nadie? - entonces señaló al mayordomo. - El segundo factor es él. Ya ha dicho que su voz vale más que la de nadie, si nos autovotaramos todos, sí o sí moriría él.
Akihiro apretó un poco los labios y asintió en acuerdo con Ayaki. Era algo que podía ocurrir, pero él tampoco quería pensar en cómo sería equivocarse en la votación.
─ ¿De modo que pararías toda la habilidad nocturna? ─ Preguntó, rascándose un poco el cuello y dejando caer los hombros ─ Así visto, entiendo más tu decisión. Sólo había pensado en ello desde la perspectiva del puro azar. Dos noches seguidas sin votación significa que es seguro que morirán dos inocentes, pero una votación, íncluso a ciegas, nos daba al menos una posibilidad, por pequeña que fuera. Pero tener información certera es mucho más valioso que esperar que la suerte esté de nuestro lado.
Estaba claro que la suerte no estaba de su lado, de todas formas, si habían terminado allí.
─ Aún así, sí que es raro que las normas no mencionen nada sobre qué pasaría si hay un empate.
El pequeñín volvió a llamar mi atención. Sin duda, no le gustaba pasar desapercibido.
—Ay, chiquitín. Creo que estás muy equivocado —le digo, con voz cariñosa—. Si he entendido bien las reglas, eso de quitar un día sólo serviría para ayudar a los ositos. Como ya ha dicho Arisaka-kun, una noche es una muerte segura de uno de los buenos, y un día no tiene por qué. Sólo estarías consiguiendo que nos eliminaran más rápido. Además, asumes que todos tienen habilidades que sólo se pueden usar por la noche. ¿Qué te hace pensar eso?—A continuación, tras mi voz melosa se notó un claro matiz de resentimiento, aunque sin perder la sonrisa—. Y no creo que te convenga enemistarte con la mayoría, o seguramente te eliminarán rápido. Apuesto a que no quieres eso, ¿no?
No podemos arriesgarnos sino sabemos que puede pasar, aunque dudo que nos matara a todos, los osos podrían usarlo para eliminar a mas de uno usando sus votos contra los inocentes. Yo creo que deberíamos hacer caso a Kazuki, hasta ahora es el que mas sentido común esta teniendo en mi opinión.
Miro a la chica de pelo rosa.
Es un arma de doble filo, habría que tratar de usarlo mas adelante. Quitar un día es peligroso, pero una noche también. No olvidemos las votaciones.
¿No deberíamos buscar a los osos y dejar al neutral que podría ayudarnos en paz? Yo no lo pondría en nuestra contra, puede ser un gran aliado para nosotros mas adelante.
El muchacho amante de la ficción se encontraba perdido en su mundo de juegos y referencias, hasta que es "interceptado" en pleno vuelo mental por aquella persona Chiyoko, que parecía tener la naturaleza más misteriosa de todos los presentes. De hecho, Kadogemu ni siquiera sabía si se trataba de un chico o una chico (pues tampoco había escuchado TODA la conversación). Sin embargo, debido a su apariencia femenina, el muchacho se ruborizó y se encogió contra la pared, con una sonrisa nerviosa.
¡Gulp! E-Este, y-yo... ¡Creo que he vi-visto cosas similares a esto! Muchas películas que t-t-tratan sobre la supervivencia a través de las muertes de los demás. Battle Royale, CIRCLE... O... o... películas donde u grupo de personas son encerradas en lugares mortales, como The Cube o S.A.W... aunque debo admitir que... esta idea es distinta a todo ello...
Las otras preguntas de aquella persona eran un poco más sombrías, lo cual hicieron que se borrara la sonrisa del muchacho por un momento. Pero al final de sus palabras, un hilo de esperanza se alzaba.
- Usualmente... terminan con mucha gente muerta. Pero... podría ser que ese no sea nuestro caso, ¿verdad? ¡Somos lo forjadores de nuestro propio destino! ¡Excalibur!
Estáis dando todos vuelta sobre lo mismo - expresa Mauren al verlos revolotear como pájaros carroñeros al rededor del mismo tema. -Vais a votar sin haber pasado nada? - mira al mayordomo que se ha ofrecido y lo señala con el dedo -Y tú.. que estás ofreciendo favores, súmame a tus acreedores, ya te diré que quiero. Desde ya me declaro en guerra contra los mugr-osos aliados del bicho ese de dos colores, ya empiezo a veros a todos y me hago una idea de en quienes puedo confiar en principio- Asumiendo que como en principio no le prestarían mucha atención, se retira hacia un lado nuevamente.
Suspiro al escuchar las quejas de Yoru, quien, como no podía ser de otra forma, había seguido mis pasos. Justo cuando voy a contestarle, el oso entra en escena. "Éramos pocos y parió la abuela" -pienso cuando Monokuma hace un breve acto de presencia simplemente para hacer una advertencia general, aunque conociendo al chico de los bricks seguramente le entraría por un oído y le saldría por el otro. Una vez desaparece el oso Dos Caras, vuelvo la vista a Yoru, bastante más molesto que antes.
-¿Por qué tanta obsesión conmigo? Eres un pesado -le increpo encarándome con él sacando a relucir una mala leche (vaya, mira qué curioso utilizar estas palabras) hasta entonces no vista en mí-. Date una vuelta por la sala y búscate a otro con el que practicar tus juegos homoeróticos con las pistolas lanza-leche. Tienes aquí un amplio catálogo de personas a las que molestar -extiendo el brazo haciendo un recorrido por todo el gimnasio-. Pero que te quede claro, conmigo no cuentes -sentencio cruzándome de brazos, resoplando exasperado y ladeando la cabeza hacia un lado en un claro gesto de cansancio.
"Cálmate, Kenji. Respira hondo y relájate. Piensa en notas musicales" -me repito constantemente para no perder más si cabe la compostura. Cómo echo en falta mi piano para dejar fluir la creatividad y que el sonido de las teclas inunde mi ser... Tanto me estaba desconcentrando el chico con sus referencias lácteas que los comentarios que mantenían los demás habían pasado a un segundo plano pese a que eran interesantes porque se estaban debatiendo estrategias sobre cómo actuar en los días y noches venideros.
A Chiyoko no pareció importarle lo más mínimo la reacción de Kadogemu, pues no hizo ademán de agradarse ni molestarse por su reacción, quedándose a la misma distancia que antes.
- Vaya, vaya. Debo descartar la parte de ciencia ficción por motivos obvios pero está claro que estamos aquí por gracia de una mente "distinta". Ahora piensa qué será lo que hay fuera o lo que no quiere que veamos Monokuma-san. Podría ser interesante saber qué teorías tienes.
Chiyoko entrecerró los ojos ligeramente, en un gesto que podría ser tanto amenazador como dulce. Al oír lo último, dejó caer la cabeza hacia atrás, pensativa.
- Destino... Todavía no he podido demostrar si es real o no. - murmuró, antes de volver a mirar bruscamente a Kadogemu - Pero en cualquier caso, esta vez es mentira. Podemos intentar defendernos. Hablar. Usar las MonoTools. Pero nosotros no decidimos por nosotros. Decidimos por los demás y los demás deciden por nuestra vida. Así que... - Chiyoko soltó una pequeña risa contenida, como si acabase de pillar el chiste. Así que es eso... - Sólo podemos tener esperanza en los demás, Excalibur-kun.
Dicho esto, inclinó la cabeza hacia Kazuki-kun, volviendo a mirar al techo, como si quisiera hablar para todos.
- Si no hay muerte, no hay pista. Si salvamos una noche, sólo vamos a alargar lo inevitable. Y a gastar a Kazuki-kun, cosa que sería muy conveniente para los graci-osos amigos de Monokuma-san. - se giró del todo para mirar al "neutral" - Al final la decisión es tuya, Kazuki-kun.