Hmmmm Comprendo~comprendo... bueno, si a Cosmos le parece correcto decidir de esta manera, no voy a ser yo quien le contradiga - mientras comenzaba a caminar hacia el Hume no tan joven que estaba fumando - Como dije hace un rato, se me conoce como Shantotto... aunque igual pueden referirse a mi como la Magnifica o la gran Ilustre... lo que les resulte mas cómodo Oh'hohohohoh...
Y seré sincera contigo señorita hume...- mientras apuntaba a la muchacha Terra - si es cierto lo que dijo el de ropajes de carnaval sobre que ya hubo un tiempo en que tu voluntad estuvo bajo el control de otros Hume... pues déjame pecar de paranoica y decir que es muy probable que una entidad como Caos no tuviera problemas para entrar en tu cabeza... pues ya saben..
puedes unir todas las piezas y usar el mejor adhesivo para pegar la vasija rota...
las grietas seguirán allí...
Y el agua caerá... tarde.. o temprano...
Dio una calada antes de tirar el cigarrillo al suelo, pisándolo poco después y dejando en su suela rastro de cenizas y humo. Alzó la mirada sin demasiado interés hacia Yitan, quien le había preguntado directamente provocándole una molesta sonrisa.
¿Por qué no ibas a votar monito? Los Guadianes queremos proteger a Cosmos y para eso hay que encontrar a los súbditos de Caos, no votar te señala como enemigo.- Miró a los que faltaban por votar o todavía no habían abierto los labios siquiera para hablar, empezando a sospechar de todos y en ninguno.- Y no te preocupes, yo me encargo de que no haya empates.
Está situación era demasiado, quería estar con mis amigos para pelear con ellos. Supongo que debo confiar en ellos.
Y que hacemos, votar al azar no creo que sea la solución. ¿Estáis seguros de que hay un traidor? ¿Cómo sabemos queno nos mienten?
Sonrío confiado ante la pregunta de la rubia* sobre porqué deberíamos creer a Cosmos, ladeo la cabeza y le guiño un ojo antes de responder con una voz completamente confidencial y confidente a partes iguales.
Cosmos es demasiado guapa como para no creerla.
Tras mi respuesta vuelvo a mirar a mi acusado**, que sigue en silencio.
No parece que vayas a esquivar al bala con ese silencio sepulcral, colega.
Guardo el rifle. No hay mucho más que hacer o decir. Me giro hacia la chica de pomposo vestido que nos tildaba de piratas para soltar una carcajada enorme, sólo una, para acto seguido acercarme con un gesto de compasión.
Pequeña, hay que tomar decisiones. O actuamos para intentar limpiar el Caos o el Caos actuará para limpiarnos a todos. ¿Vas a ayudar a Cosmos o al Caos? Yo lo tengo bastante claro.
*Refia
**Cecil
***Faris
Todo se estaba lleno por las ramas, estaba claro que ahí no estaba a salvo, quería volver a su reino, y seguir con los problemas diarios que atañen un gobierno. Pero tal parece que de momento es imposible.
Y... ¿Si esas decisiones no son correctas? Estaríamos sacrificando a un inocente y no a un sicario de Caos, pero, quien es quien realmente, en cuanto a ayudar a Cosmos, puedes contar conmigo, señor Kinneas
Cuando por fin mis uñas están relucientes y sin rastro de pelusilla de los calcetines incrustadas en ellas me calzo y observo a los presentes con una sonrisa de tiburón dibujada en mi rostro.
Vaya vaya, los buenecitos, todos ellos insignes héroes de sus mundos están decidiendo a quien mandar a la muerte... Y todo esto sin el más mínimo gesto de duda o arrepentimiento
Me acerco de nuevo a la moguri calva y le ofrezco unas nueces Creo que la pequeña tiene razón, si yo tuviera que controlar a una volvería a hacerlo con Terra, ya demostró que es altamente manipulable, además que ella y otros se pudieran a acusar sin tener pruebas y sin ni siquiera saber que estaba sucediendo aquí resulta más que sospechoso
El tiempo pasaba y Cid empezaba a impacientarse, animando a los más rezagados para que movieran el culo hacia la fila y anotar todos los nombres, sonriendo por algunas sorpresas y otras más evidentes. Interesante, así que estos son vuestros sospechosos.- Sonrió mientras chasqueaba los dedos al tiempo de que pequeñas explosiones resonaban por fuera de la cúpula, intentando seguir una melodía sin demasiada armonía.
Acabó levantándose, aprovechando que estaba por fin de pie para estirar las extremidades y crujiendo los huesos de los brazos y los hombros.
Muy bien, hagamos vuestra voluntad. Por el bien de todo, esperemos que hayáis acertado.- Se llevó las manos a la espalda, abriendo paso como si de un paseo militar se tratase frente a los guerreros. Se paró al llegar frente al pequeño mago de sombrero picudo, unido a su inseparable amigo.- El tercero más votado ha sido Vivi Ornitier, con 3 votos.- Miró fijamente al muñeco antes de caminar un par de pasos más.- El segundo, el mudo de Cecil, con 5 votos.- Esperó por si el guerrero se inmutaba tras tanto silencio, apartándose poco después para volver a dirigirse hacia el asiento, tirándose de forma pesada y cansada.- Y por último, con 7 votos y vuestro favorito…- Alzó una mano, un poco teatral pero que claramente le divertía.
Kefka
Chasqueó una única vez los dedos, haciendo que el suelo donde se encontraban vibrase bajo sus pies, sabiendo que algo o alguien se estaba acercando a su posición. Y no tardaron en verlo, un pequeño salto colocó a una criatura verdosa con espinas y bastante parecido a un cactus con extremidades rígidas que en esos momentos daba saltitos de alegría sobre el respaldo del asiento donde Cid descansaba.
El pequeño, aparentemente inofensivo, bajó del asiento para colocarse frente a Kefka emitiendo un agudo gruñido antes de agachar su cuerpo… y atacar.
1000 espinas salieron de su cuerpo, hiriendo y atravesando a Kefka quien, incapaz de poder esquivarlo, recibía las fatales heridas. Antes siquiera de que el Cactilio hubiera terminado su ataque él ya había muerto, sepultado por las espinas cubiertas de sangre y haciendo desaparecer su cuerpo frente a todos.
Fin del Día 1, continuamos en Noche 1