Escuché las declaraciones de cada uno con atención. Si lo que decían era verdad, entonces ya sabíamos quiénes habían votado a Rydia: Shantotto, Snow, Firion, el Guerrero de la Luz, Lunafreya, Faris y Refia. Entonces… ¿Noctis no había hecho caso a Lunafreya? Dirigí una mirada de sorpresa hacia el chico.
—Noctis, no estoy de acuerdo con lo que dices. No creo que declarar a quiénes hemos votado revele ninguna información importante a Caos. Y sobre que pueden mentir… Sí, es cierto, pero si lo hacen las cuentas no encajarán. Si por ejemplo ahora alguien más dice haber votado a Rydia, sabremos que al menos uno de los ocho miente. Pueden parecer muchos, sí, pero varios de ellos ya informaron de que la iban a votar a ella. Podemos limitar la lista de sospechosos allá donde esté el descuadre. —Hice una pausa, deseando haberme explicado bien.
» Éramos 18 votantes, y los votos revelados por Cid suman 15. Lo que deja 3 votos inciertos. Por lo tanto tenemos cuatro grupos. —Con mi espada, hice unas marcas en el suelo para explicarme mejor:
Rydia (7):
- Shantotto - Snow
- Firion - Guerrero de la Luz
- Lunafreya - Faris
- Refia
Shantotto (4):
- Rydia
- Lightning
Cecil (4):
- Terra
- Irvine
Inciertos (3):
—Quizás penséis que esto no sirve de nada pero, como ya expliqué antes, si Rydia era culpable, ¿por qué iban los seguidores de Caos a votar a alguien que no fuese Shantotto? Y si Rydia era inocente, ¿por qué iban a votar a alguien que no fuese Rydia?
A continuación me acerqué hacia uno de los presentes. Un chico de pocas palabras.
—Te llamas Squall, ¿no? Antes dijiste que no te fiabas de Shantotto, ¿verdad? ¿Votaste por Shantotto?
Otra vez había discusiones, y yo tan solo quería quitarme de en medio... Como podían seguir discutiendo sobre lo de antes. Era impensable. ¿Así querían averiguar quienes eran los seguidores de caos? Yo dudaba mucho de que fueran siete los seguidores de caos, y mucho menos que hubiera cuatro... Que estos pudieran estar repartidos entre los votos acaecidos o simplemente ni siquera haber votado, era una opción...
Y entonces mi mente hizo click cuando Terra grabó los votos en el suelo, así que levanté la mano - Esto... se que no tiene que ver pero... Voté a Cecil... Es decir no tiene que ver con lo que voy a decir pero... ¿Y si Rydia y Shantotto son fieles a cosmos? Si ese fuera el caso daría igual a quien votara los seguidores de caos, ya que ninguno de los suyos estaría entre ellos. Igual por eso... los seguidores de caos no aportan mucho a las votaciones, para pasar desapercibidos y que nos lancemos los ataques los unos a los otros para ayudarles a hacer el trabajo sucio. Si es así... Tenemos un problema
Su mirada de desconfianza hacia Shantoto. Dejaba claro hacia quien había ido dirigido su voto, pero aun así lo dijo claro y alto. -Vote por Shantoto. Respondió a Terra que le preguntaba directamente. -Su explicación sobre el uso de su habilidad me dejo con dudas, solo tenia su palabra y las de aquellos que le apoyan, pero ¿como saben ellos que dice la verdad? porque lo defienden con tanta seguridad. Eso me puso en la duda. No es nada personal, pero me guio por mi intuición a falta de datos claros.
- Mi voto fue para Faris. - me encogí de hombros y miré a la susodicha. - ¡Lo siento! Pero quería votar a alguien de forma que mi voto no influyera, y estaba seguro de que no serías la persona más votada de por aquí. - expliqué. - Y eso es porque no tengo demasiado claro qué creer, la verdad. - suspiré. - Sinceramente, el discurso de Shantotto de esta mañana me convenció bastante. Creo que si estuviese del lado de Caos no se habría expuesto tanto. Aunque también pensé que, si de verdad era quien decía ser, probablemente no moriría por la votación. En cierta manera... ahora creo incluso más en ella. - miré a Shantotto. - Porque si Shantotto no es parte del grupo de Caos y todos los miembros de Caos la votasen... sería como estar dándole la razón, confirmar que era un peligro para ellos, ¿no?
Cid no dejaba de observar el cielo, comprobando que las negras nubes se arremolinaban en torno al rey de los dragones para cargar su poder. Estaba nervioso, más de lo que le habían visto y apenas prestaba real atención a lo que estaba pasando dentro de la cúpula, temiendo que el refugio no fuera suficiente.
En sus pupilas se reflejaron las llamaradas que guardaba Bahamut en su aliento, hinchando sus pulmones dispuesto a atacar.
¡Cubriros! – Sabía que de nada servía pero intentó apartar a todos del Megafulgor de Bahamut antes de que fuera demasiado tarde, colocándose frente a los guerreros y moviendo su bastón como creando un pequeño escudo. Cid sabía que eso no pararía las llamas y mucho menos la muerte que traería consigo, pero había hecho una problema que iba a cumplir, iba a protegerlos.- ¡¡Cosmos!!
Todos creían que iban a morir cuando fueron el torbellino ardiente que se acercaba a su posición. Había sido un ataque directo de Caos, una de sus mayores armas y ahora sabrían la potencia que guardaba… pero tal vez no fuera demasiado tarde.
Antes de que las llamas impactaran de lleno sobre la cúpula, Cosmos apareció en la cúspide colocando su báculo frente a ella y creando un escudo de luz con las pocas fuerzas que le quedaban. La diosa de la armonía estaba agotada y sufría, viéndose en los pequeños centímetros que retrocedía al no poder controlar tanto poder de oscuridad o cómo sus brazos temblaban por la tensión.
Estaba haciendo acopio de toda la magia que le quedaba, comprobando los guerreros que la cúpula que se mantenía gracias a su poder empezaba a resquebrajarse por algunos puntos aunque todavía se sostenía. Estaban protegidos pero, ¿por cuánto tiempo?
El silencio invadió la cúpula una vez habían resistido el ataque, pero ya no había rastro de Bahamut ni de Cosmos, tal sólo un halo de destrucción que había arrasado los alrededores, creando un inmenso cráter a su alrededor.
Pero ahí no había terminado todo.
Antes de que la oscuridad se despejara del cielo Caos había preparado un plan B en forma de esa serpiente oscura. Tal vez Bahamut sólo había sido una distracción para mantenerlos ocupados, tanto que ni siquiera se habían percatado de que el monstruo estaba estrangulando al joven Seed, Squall. Un crujido en su cuello hizo entender que había perdido la vida, esfumándose poco después su cuerpo al convertirse en un lúcilo.
Fin de la Noche 2, ¡pasamos al Día 3!