Partida Rol por web

Lleváis un rato en el Gran Comedor, alrededor de la mesa con golosinas. Los alumnos van cambiando de sitio. Se levantan a pasear, al baño, a hablar con la profesora o la enfermera, a coger golosinas a la otra punta de la mesa, y cuando se sientan, a veces no vuelven al mismo lugar.

Es así como vosotros cuatro habéis terminado sentados juntos. Casualidad, o quizás alguien se movió a propósito y lo ha ideado todo.

No sois conscientes de nada hasta que escucháis que uno de vosotros pronuncia "¡Muffliato!" en un susurro y sentís la energía a vuestro alrededor.

Valeria se encogió al percatarse del hechizo cercano, soltando un gritito de miedo y cerrando los ojos. Estaaba muy asustada, pero pronto se percató de que no había sido una maldición, si no uno de los encantamientos más básicos e inofensivos del manual: muffliato.

Cuando abrió los ojos miró tímidamente a su alrededor para ver quienes estaban con ella en la campana protectora del hechizo, y se alegró de ver a Galadriel.

_{- Galadriel... -} gimoteó la muchacha asustada. No se atrevía a acercarse... ¿Y si ella fuera una de las sirvientes de Quien No Debe Ser Nombrado?  _{- Tengo miedo... No se quien... como...  ¿qué hacemos? -} es lo único que se le ocurría preguntarle. Quería que la consolara y le dijera que todo iba a estar bien, pero le daba mucho mucho miedo que la engañasen y terminase siendo de ayuda para los malvados por hacer o decir algo que no debiera.

De repente, un zumbido resonó en mis oídos. Lo reconocí al instante, no era la primera vez que era partícipe de aquel hechizo, era muy útil para hablar en clase sin que el profesor molestara. -Muffliato...-Pensé.
Al mirar quién estaba dentro de la burbuja, vi que estaba acompañado de Ladien, Valeria y Galadriel. No entendía muy bien por qué lo habían conjurado, pero agradecía poder hablar con mi compañero de casa sin que nadie más nos escuchara, aunque igual las otras dos eran un problema.
Al escuchar a Valeria sentí una pequeña presión en la boca del estómago. No había hablado con ella muchas veces, pero siempre que lo hacía me ponía muy nervioso.
-Tran... tranquila Va-valeria. -Mi voz sonaba torpe, tartamudeando cada poco tiempo.-Yo.. yo estoy a-aquí para... para proteger-gerte...-Cuando terminé la frase mis mejillas estaban incendiadas, y mantenía la cabeza agachada, mirando hacia la mesa. ¿Por qué acabo de decir esta idiotez? ¿Qué te está pasando Greengrass? Despierta -Me dije a mi mismo. -Lo-lo siento... Quiero decir que... Todos estamos aquí... No hay por qué tener mi-miedo... -Me rascaba la nuca y sonreía, sin mirarla a los ojos, como un imbécil.

Después de esa vergonzosa escena, intenté cambiar rápidamente el foco de atención. -¿Alguna idea Ladien? ¿Ya has podido descubrir algo? -Pregunté a mi compañero de casa, del que estaba completamente seguro y en el cual confiaba casi ciegamente, al menos por el momento.

Gala había utilizado Muffliato para poder conversar un momento a solas con sus compañeros. Miró algo intranquila a Valeria, quien era casi su "única amiga". Era la única persona con quien no discutía y le hacía reír. 

Al sentir su voz algo asustada y percatarse de su actitud, intuyó que sospechaba de ella. Lanzó una mirada a la mesa de pena o agobio. Su "pena" se vio interrumpida cuando Nathan habló. Lo miró algo indecisa de si reír o golpearlo en la cabeza por la actitud que había tomado. 

-No sabía que tu amigo también era algo gallina...- Sonrió hacia Nathan, para luego mirar a Ladien. -Bueno, a lo que vinimos. Tenemos que hacer algo, tomar una decisión o algo por el estilo- Miró con preocupación a sus compañeros.

-Sé que no soy de su mayor simpatía, pero tenemos a cuatro seguidores de Tom entre nosotros- dijo con voz afligida. -¿Tienen a alguien en mente?- preguntó para hacerse una idea de qué paso seguir.

Todo esta mañana estaba siendo muy pero que muy raro, se podía cortar con un cuchillo la tensión en el aire y era imposible mirar a algún lado sin ver caras de terror en los demás compañeros. ¿Quiénes serán?...- pienso. 

- En una situación como esta es muy difícil mantener la calma Gala - respondo  con cara seria a su broma sobre Nathan - Ni siquiera yo esperaba sentirme nunca de la manera en la que me siento ahora mismo, reconozco que tengo miedo y estoy seguro de que tú también - le digo a Gala con la intención de dejar las bromas a un lado y centrarnos. Es un tema bastante serio, algunos de nuestros compañeros van a intentar petrificarnos y dejar que Lord Voldemort se alimente de nuestras almas, sin embargo tampoco quiero crear más tensión de la que ya hay, así que me acerco al oído de Gala y le susurro en broma - de todos modos, no creo que sea miedo lo que siente Nathan, mira sus mejillas - le digo con una sonrisa en la cara mientras le hago señas con las cejas para señalar a mi amigo.

- Supongo que he descubierto lo mismo que vosotros Nathan. Por ahora lo único que sé es que hay cuatro personas que intentar vender al resto para entregárselos a Voldemort - se puede notar perfectamente el nerviosismo en mi voz. Nathan es la única persona en la que puedo confiar cien por cien ahora mismo y la verdad que me tranquiliza poder hablar con él sin que nos escuche toda la sala. Ahora lo que tenemos que hacer es intentar descubrir quiénes pueden ser esos cuatro y mantenernos juntos para que no puedan venir a por nosotros - digo dirigiéndome a mis tres compañeros - aquí no hay favoritos - suelto mientras miro a Galadriel por su último comentario. A pesar de ser una sangre sucia igual que Lavinia, no sé porqué...pero hay algo en ella que consigue llamar siempre mi atención. Estamos todos en esto y lo importante es sobrevivir. Está claro que pueden estar en cualquiera de las cuatro casas, todos tenemos amigos y todos en casas diferentes, así que por ahora es muy difícil acusar a alguien a la ligera...Por lo menos a mí no se me ocurre quién pueda ser, lo que tengo claro es que no creo que sean todos de la misma casa.

Guardo silencio durante unos segundos y luego miro a Valeria que parecía estar tan asustada como el resto:

- ¿Se te ocurre alguna idea? ¿Algún libro que podamos consultar o alguno en el que haya algo que nos pueda servir de ayuda? Quizá esto ha pasado otras veces o quizá podamos encontrar algún hechizo que nos ayude en algo.

- ¿Se te ocurre alguna idea? ¿Algún libro que podamos consultar o alguno en el que haya algo que nos pueda servir de ayuda? Quizá esto ha pasado otras veces o quizá podamos encontrar algún hechizo que nos ayude en algo.

- S-se me ocurren algunas cosas... - contestó la chica con dudas - Pero... es que aún no se si alguno de vosotros... no quiero pensar mal - dijo rápidamente levantando las manos. -  Es solo que si digo una estrategia y alguno es malo... Les estaría ayudando. Pero... uhm bueno, pienso que algunos alumnos pueden tener dones o capacidades especiales, ¿no? Jugo de mandrágora u otras pociones... o alguno puede que domine el encantamiento Protego... o dotes de Oclumancia, Adivinación o quizás algunos amuletos protectores... Muchas cosas que podríamos usar en nuestro favor. ¿Quizás una de esas sirva para conocer la inocencia de algunos? - sugirió, siendo la mejor información neutra que se le ocurría.

La profesora os envía a dormir cada uno a vuestro dormitorio, y al separados en hechizo se rompe.

Estáis sentados juntos en la mesa, quizás casualidad, quizás alguien lo ha elegido así.

Estáis distraídos cuando escucháis una voz decir "¡muflliatto!", y sentís la magia alrededor.

Estaba junto a Adrien y del otro costado se encontraba Ladien, sin querer o sin darme cuenta,  una energía rodea mi cuerpo y al parecer no era solo a mi. También estaba incluido el Slytherin. - Mmm creo que alguien ha lanzado algo sobre nosotros y nos permite hablar en secreto. ¿Qué opinas de esto?  No sé que pensar y no comprendo porqué a Valeria. - expreso entre susurros a sabiendas que solo aquel chico podía escucharme. 

Y mientras esperaba su respuesta,  observo la mesa con mis compañeros en ella. Los traidores estaban aquí pero aún me costaba creer en ello. 

Di un pequeño salto del susto justo antes de escuchar que Maren me hablaba.

- Sí, parece un Muffliato. Nathan nos habló de esto ayer en la Sala Común, por lo que parece, ayer él, Gala y Valeria también se vieron como nosotros - abro los ojos como platos - espero que no sea algo premonitorio...Valeria...después de haber pasado por esto fue petrificada - digo con algo de miedo en mi voz. Yo tampoco sé qué pensar. Valeria era una chica tranquila y que yo sepa no tenía enemigos, incluso yo, que reconozco que soy de los menos queridos de la escuela le tenía aprecio. Lo único que se me ocurre...- digo algo dudoso y con nervios antes de empezar a explicarle la historia -...ojalá que no, es de las pocas personas que me caen bien en Hogwarts, pero...tampoco la conozco tanto y no sé...Ga-gala - suelto como puedo pues parece que las palabras se me atragantan - Anoche Nathan nos explicó que los tres estuvieron bajo un encantamiento Muffliato y que Gala estaba muy interesada en saber si había alguna forma de parar a los mortífagos, en su momento no me extrañó, es decir, es normal que todos estemos interesados en saber cómo acabar con ellos, pero... - trago saliva - ¿y si la petrificó porque era la que más conocimientos podía tener? Según dijo Nathan nombró un par de libros y algunas formas de protegerse, aunque claro, el muy tonto no se acuerda...Además, piénsalo, ni en Gryffindor ni en Slytherin ha pasado nada raro esta noche, absolutamente nada, las únicas casas que han tenido incidentes esta noche fueron las de Valeria y Galadriel - miro al suelo negando con la cabeza - Espero no tener razón pero en momentos como estos no sé qué pensar...quizá estaría bien hacer una alianza Gryffindor-Slytherin, durante años han sido casas enfrentadas, no estaría mal poner fin a esa estúpida guerra al menos durante una situación como esta y ayudarnos mutuamente. Pertenecemos, para mí, a las dos casas más poderosas de Hogwarts, de donde han salido los magos más poderosos de toda la historia, cooperando podríamos llegar a acabar con esto. A ti te aprecian mucho y no solo en Gryffindor y yo puedo hablar con mis compañeros de casa, podemos cazar a uno de los traidores y evitar que esta noche vuelta a actuar.

Cuando Ladien me cuenta en primer lugar sobre el muffliato se me pone la piel de gallina,  el mero hecho de pensar que podíamos ser las futuras víctimas daba miedo si. Al margen de ello,  me mantuve atenta a sus explicaciones y asentía en lo que estaba de acuerdo. - Si lo analizas,  Gala y Valeria son dos puntos fuertes en sus casas,  lo cual como tu dices la Raven cuenta con mucha información que debió ser silenciada. No sé que pensar de Gala...  A ver,  vive metiéndose contra nosotros pero de ahí a colaborar en petrificarnos...  Es mucho pero como tu dices, no está mal mirarla de cerca. - respondo un tanto preocupada,  para mi todo se basaba en la lealtad y la confianza,  Valeria era amiga mía y Gala no. 

Luego mencionó sobre una posible unión de las casas,  sabía que Ladien y yo tenemos voz allí, cada uno se lo ha ganado a su manera. En mi caso, compartiendo todo con los Gryffindor al ser su amiga,  cumpliendo con nuestro lema. - No me parece mala idea Ladien, es más puedo hablar con mis compañeros y ver si aceptan una alianza. Nuestras casas por historia fueron enemigas muchos años pero yo no tengo bronca alguna hacia uds. Lo intentaría Ladien,  más aún para proteger a mis amigos y cuidarnos entre nosotros. Curioso seria que los mortifagos estuvieran en Ravenclaw y Hufflepuff. - afirmo analizando todo y ofreciendo mi colaboración para unir las casas. Ladien tenía peso allí y yo también. 

Maren me sorprende muy gratamente. Por su apariencia parece una simple niña pequeña como otra cualquiera, indefensa, pero al hablar hora directamente con ella me parece una chica bastante fuerte. Parece que ambos coincidimos más o menos en casi todo, espero poder llegar a algún sitio colaborando, está claro que solos no llegaremos a ninguna parte.

- Ya - digo mientras bajo la mirada - yo tampoco quiero imaginarme a Galadriel siendo capaz de petrificar a alguien, pero ¿de verdad tú te imaginas a alguno de nosotros entregándole un compañero al Señor Oscuro? Somos 24 y 4 de nosotros lo harían, ya lo dijo el fantasma, así que está claro que las apariencias engañan...el más bondadoso puede resultar que esconda algo y el que todos creían un capullo puede que no sea tan imbécil como parecía - explico esta vez con cara seria. Ha pasado solo un día desde todo esto y todavía no sé muy bien qué pensar de nadie, ni en quién confiar. En otro momento nunca hubiera dicho que Gala pudiera ser un mortífago, es algo borde, sí, pero yo también lo soy y no por eso iba a ser uno de los traidores...pero sus comportamientos no me acaban de convencer del todo - No me gustaría aparecer mañana en una camilla convertido en piedra - la idea de poder ser petrificado me da miedo. Vale que pueden devolverte a la normalidad, pero a lo mejor cuando lo vayan a hacer es demasiado tarde...

- Vale Marien - le digo sonriendo - entonces estamos de acuerdo en que sería buena idea unir ambas casas. Esperemos que nuestros compañeros piensen igual que nosotros, de todos modos, ten cuidado...yo tampoco quiero pensar que en mi propia casa haya un traidor, pero recuerda que son cuatro y no tenemos ni idea de quiénes pueden ser. No sé porqué pero confío en ti.

Luego de contemplar a mis amigos durante unos segundos, desvío la mirada hacia Ladien para escuchar sus respuestas. Todo lo que decía tenía mucho sentido, pensaba igual y el miedo estaba latente en mi. - Eso me da que pensar y no, no imagino a alguno de mis compañeros colaborando para que nos petrifique. Y si...  Cualquiera puede ser,  lo sé, imagina que he molestado todo el primer año junto a mis amigos a uds,  haciéndole bromas y como era de esperar se devolvía. Vamos como parte de un juego entre tu casa y la mía pero esto...  Llegar al extremo de hacer daño real,  yo no puedo Ladien...  Y me cuesta pensar en que alguien sea capaz, el problema es que los hechos están a la vista y no hay margen de dudas... - confieso envuelta en un halo de sinceridad, era muy traviesa y me gustaba generar disyuntivas inocentes entre Slytherin y Gryffindor pero esto ya era un extremo que escapaba de mis propios ideales o valores. 

- Detrás de todo el valor que pueda tener... Miedo tengo pero haré lo posible para colaborar. Cuento contigo Ladien y eso es muy importante ya que si logramos unir las casas...  Romperiamos con esta eterna rivalidad y encontraríamos a los traidores. - respondo reflejando en la mirada una clara preocupación, la confianza para mi lo era todo y si cuatro compañeros atentaban contra la salud del resto rompiendo aquello,  me dolería mucho pero sacaría valor para enfrentarlos. 

Ahora sosteniendo su mano durante unos segundos susurro. - Haré lo posible para que no te suceda nada, cierto es que no sé como y si...  Estaré pendiente de mis amigos aunque confío ciegamente en ellos. Esto no cambiará mi forma de ser ni de pensar,  solo es prepararse para lo peor. Sin amigos o personas en quien confiar estamos perdidos Ladien. Por eso creo en tí. - suelto su mano y le dedico una sonrisa. 

Escucho todo lo que me dice Maren.

- Lo sé. Yo solía meterme con todo el mundo y siempre intentaba crear tensión entre personas para poder observarlo desde un margen, era mi forma de divertirme - digo con cara de pena sin poder mirarle a los ojos - y por eso me gané que algunas personas me dijeran a la cara que en una situación como esta no estarían a mi lado. Sé que muchas personas pueden odiarme y no les culpo por ello, puede que yo mismo me odiara si me viera desde fuera, pero cada uno somos como somos y eso no implica que en el fondo no tengamos corazón - me tiembla mucho la voz, hablar de estas cosas es algo que nunca se me ha dado bien - Y estoy de acuerdo con lo que dices, ese "rifi rafe" entre ambas casas era una forma de pasar el rato también.

Sigo escuchando atentamente a la Gryffindor cuando de repente noto su mano sobre la mía. Una sensación muy extraña me invade, me recorre desde el cuerpo desde la punta de los pies hasta la cabeza...¿Qué es esto? ¿Ladien qué te está pasando? ¿Te estás volviendo un blando? En ese momento no puedo evitar agarrar más fuerte la mano de Maren para mostrarle mi apoyo y mi confianza o puede que mi calor.

- Yo tampoco voy a dejar que te pase nada - le digo muy de cerca mirándole a los ojos ahora sí directamente, como si me sumergiera en ellos y pudiéramos hablar con nuestro más íntimo ser - Entiendo que confíes en tus amigos, yo confío plenamente en Nathan también, así que es totalmente normal, pero por favor, ten cuidado - no puedo evitar ver su sonrisa cuando me suelta la mano y la distancia a la que me había puesto para hablarle hace que instintivamente me acerque a su mejilla y le dé un beso - Cuanto más apoyo tengamos más fuertes seremos, eso está claro...lo único que nos falta es saber buscar el apoyo adecuado - digo ya desde una distancia prudencial y volviendo a hablar seriamente sobre el tema - Dentro de poco tendremos que darle a Sprout un nombre, ¿qué hacemos?. 

Todo lo que me decía ahora mismo restaba de importancia, era extraño y poco a poco comencé a relacionar los sucesos. -¿Por qué me has mentido Ladien? Sé perfectamente que Gala no ha dicho nada sobre la petrificación, además tu estabas con ellos junto a Nathan y Valeria.  ¿Por qué lo haces? Entiendes que no me das otra alternativa... más que desconfiar de ti. -expreso confundida, visiblemente enojada y decepcionada. Había depositado toda mi confianza en él y me estaba mintiendo en la cara. No iba a quedar así esto. 

No estaba enfadado con ella por lo que había hecho. Es normal que nadie ahora mismo sepa a quién acusar y ya sabía de antemano que sería un blanco fácil...No voy a negar que en un principio la rabia inundó mi cuerpo, pero ahora ya no, estoy tranquilo, que tenga lo que tenga que pasar y eso es todo. Si al final ganan esta supuesta guerra, podrán despetrificarme y ver que yo no he hecho nada, esperaré ahí sus más sinceras disculpas.

- ¿Cómo sabes tú eso? - le pregunto muy desconcertado - Está bien, me has cogido y voy a seguir mintiendo. No quería que nadie supiera que he estado en dos encantamientos Muffliatos durante dos días seguidos...sería algo bastante sospechoso. Hay muchas cosas que puedo hacer que no me gusta que la gente se entere de que soy capaz de hacerlas, así que simplemente las oculto...desconfía de mí, no te lo voy a impedir. Solo creo que Gala es una candidata bastante posible de ser un mortífago y no se me ocurría otra forma de que más gente me apoyara, su comportamiento en general me choca y soy el primero que desea que no lo sea, ya dije que es de las pocas personas a las que aprecio, pero con la muerte de por medio no hay aprecio que valga. Pero bueno...supongo que ya está todo hecho, seré el siguiente gracias a ti - no lo digo con intención de lastimarla o culparla de mi más que probable petrificación, sino para hacer ver que no me importa, la entiendo, yo también lo hubiera hecho. Así que me vuelvo a girar de cara hacia la mesa y con la cabeza mirando al suelo compungido. 

- Has traicionado mi confianza... Eso es mucho. Podía haber colaborado, intentando unir las casas por un bien mayor pero no... Me mentiste y eso duele Ladien, mucho. No tengo nada contra ti y sé que al igual que tú estoy en la mira por culparte, toda una casa en mi contra y lo asumo. Si eres inocente, intentaré ayudarte y seré la primera en pedirte perdón, de lo contrario recuerda que salvar a los inocentes está primero. - termino por decir ya sin ganas de hablar, esto era una batalla y tal vez sería la primera de muchas. 

- Tranquila no creo que vayan a por ti, obviamente y siéndote sincero, a mí no me queda otra esperanza que culparte a ti - le reconozco - sin ninguna maldad, pero eres tú o yo, aunque a ver...siendo realistas no creo que seas tú todos te quieren. No creo que seas capaz de ayudarme ahora - le digo mientras me río - ya me has condenado, algo de lo que no te culpo y que entiendo después de que yo te haya intentado convencer de algo que yo pensaba de esta manera, pero ya no hay vuelta atrás.

- El día que comprendas lo leal que soy, te darías cuenta de que soy incapaz de hacerle daño a alguien. Si lo hice fue porque me has mentido y eso no lo puedo permitir. ¿Cómo confiar ciegamente en alguien que es capaz de mentirme en la cara? Lo que ves, esto soy... No hay más detrás. ¿Comprendes? - respondo y pregunto, se notaba mi decepción pero al fin de cuentas no quería ser mala con nadie. No podía, yo no era así. 

Luego de su confesión, le dedico una mirada. - Gracias... No me has dejado opción. -  susurro un tanto triste.

- Créeme que como tú yo solo quiero que salgan de aquí los menos heridos posibles - le digo a la chica con la sonrisa más grande que me permitían todas las emociones que recorrían mi cuerpo en un momento como este. No es fácil saber que vas a ser el primer condenado por tus amigos - Y te repito que te entiendo, no busco explicaciones por tu parte, te mentí, me descubriste y lo admito. Ahora no vas a poder creer a una palabra más de lo que diga, así que poco más podré decir. Yo seré el primer petrificado por nuestros compañeros, ya lo tengo claro - le admito - pero ten cuidado, acabas de dejar claro en público que sabes muchas cosas y los mortífagos volverán a atacar, tienes muchas papeletas de que vayan a por ti. Por favor, no te tomes esto como una amenaza porque es lo último que quiero que sea...si de verdad eres buena, protégete y lucha por sacar de esta a la escuela - creo que no había sido más sincero diciéndole a alguien que se cuide en toda mi vida. A pesar de que me acaba de dejar en evidencia y que acaba de hacer que todos me vean como el traidor, no estoy enfadado con ella...es más...la admiro y ahora la aprecio todavía más de lo que podía hacer antes.