Ya desde la sala común el ambiente era de alegría. Todos habían despertado. Tyler con su sonrisa radiante se puso los cascos y puso el primer tema musical para celebrar el nuevo día. Bajó las escaleras con la esperanza de poder reunirse con todos sus compañeros y abrazar a Maren, pero sobre todo plantarle su primer beso de amor a Galadriel.
Una vez que alcanzó el Gran Comedor, que para su alegría estaba abarrotado de gente, se deslizó sobre el suelo como la famosa escena de Tom Cruise en Risky Business, haciendo su llegada más teatral que de costumbre.
Cuando diviso entre la multitud a su amiga alzó la mirada y fue hasta ella para abrazarla. Maren estaba radiante. Rodeandola con sus brazos para abrazarla la levantó de su sitio. – ¡Sí! Lo logramos! Me alegro de verte.- la depositó de nuevo en el suelo. – Siempre podrás confiar en mi.- le susurró al mismo tiempo que le entregaba su Giratiempo. Por fortuna fue Tyler el primero quien la encontró petrificada.
Luego alzó la mano para saludar a sus dos colegas de casa, Troy y Zanahoria, que chocaran con él. –Debo confesar que algunos empezamos a sospechar de ti, a escondidas te apodamos “la serpiente camuflada”.- le propinó un codazo bromeando y llegó hasta la Trenzas, tomándola de las manos. –Zanahoria quería ponerte un apodo más ridículo … jajajaja- rio de buena gana recordándolo.
-Sin ti esto no habría sido posible.- besó con la elegancia de un sir inglés las manos de Marty antes de guiñarle el ojo y seguir su baile hasta Galadriel que estaba distraída hablando con sus compañeros.
Y sin que se lo esperase le sorprendió robándole un beso en los labios, antes de tomarle la mano.-Te he echado de menos… Sobre todo esa mirada de diva yo lo molo todo de Harpía que tienes.- esperó unos segundos para continuar.- Si, exacto, esa mirada.- le dijo señalándole la cara de mal humor que estaba poniendo por robarle un beso delante de todos. Pero a lo que estaba seguro de que le seguiría una tímida sonrisa.
Acompañando el gesto de todos, y sin soltar la mano de Galadriel, Tyler alzó su varita susurrando “Luminos”
Cuando Valeria se acerca a Galadriel, Tyler inconscientemente aferra más la mano de la chica aproximándola más a él. Se había demostrado que habían sido sucumbidos por el hechizo Imperio, pero el americano seguía sin confiar.