-"Bueno, creo que va siendo hora de ir señalando, hipp." Creo que el Brandy de Jerez esta causando efecto. "Querido señor magnífico Cristo, le voy a decir que ahora mismo, tal vez ande algo perdido, perdon Christoph, quería decir Christoph."Es probable que estuviera más chispado de lo que debiera. Dio otro pequeño sorbito al brandy. " Estoy totalmente de acuerdo con usted que al hacer una votación de confianza, toda ventaja recae sobre los nazis, también quiero decirle que para mí el que usted "asegure" que redirigió el ataque de los nazis hacia la señorita Emmy porque tenía sus sospechas y su insistencia inicial a que se sometiera a un linchamiento para demostrar su inocencia sólo lo puso en mi punto de mira, nadie puede asegurar que usted hiciera tal cosa, y sin embargo acusaba, y aún sigue haciéndolo de un modo mas light a la señorita. Puede ser que se sienta frustrado por no haber podido acabar con ella esa noche?, Supongo que más de un pensamos lo mismo. Intenta controlar nuestras mentes como si del mismo Fürer se tratara. Tal vez vuelva a equivocarme, pues carezco de más datos, pero usted es el que encabeza mi lista de sospechosos."
Ciertas chapetas empezaban a asomar ese era uno de los motivos por el que era irresistible a las mujeres, aunque él las ignoraba siempre.Prefería una buena copa de brandy.
-Tanto la opción G como la B son opciones pésimas, pero tenemos que decantarnos por alguna de ellas. Le he estado dando vueltas a una opción y a otra para intentar determinar cuál es, no ya la mejor, sino la menos malas. Analizando un poco, llego a esta conclusión:
Opción B: Votaciones Privadas. El número de votos que recibe cada uno se conoce al final. Los nachis pueden unificar votos contra algún inocente y eliminarlo, pero recordemos que los nachis son una minoría y con Aribert Heim eliminado no pueden quedar más de cuatro. Lo bueno de esto, además, es que en función de los votos podemos saber cuántos quedan si deciden votar todos contra alguien.
Opción G: Votaciones Públicas. Vamos a saber en todo momento quién vota a cada quién, y lo más probable es que los nachis se voten entre ellos para salvarse la vida unos a otros. Lo bueno es que lo veremos y es probable que tengamos una visión más clara de quienes serían los nachis. Lo malo es que con estas votaciones la probabilidad de que muera un inocente es mayor. Y lo peor de todo, en lo que no había pensado hasta que Stern preguntó, es que si hay empate a 0 votos, nos arriesgamos a que mueran no uno, sino varios inocentes, y la diferencia numérica entre demócratas y nachis se reduzca.
Tarde o temprano es probable que nos toque utilizar la G si no regresan las votaciones públicas, pero insisto, si podemos evitarla por ahora, sería lo mejor. Mi voto es para la Opción B.
Voto la Opción B
Aviso que es Socrates el que escoge...
Christop no pudo evitar sonreir, y es que algo le había causado gracia.
—Señorita Franklin, creo haber hecho incapié en la palabra MI antes de lista. En MI lista soy un inocente confirmado, porque como entenderá no se trata de LA lista sino de MI lista. Si usted quiere hacer SU lista puede hacerlo y en ella colocarse en donde crea pertinente. Me crea o no tengo la convicción de que soy un inocente porque lo soy, y por ello mi nombre está allí —explicó el asombroso Christoph—. Por cierto, aunque está en el puesto número uno sepa que no la veo en absoluto como una prácticamente nazi confirmada, como en cambio sí veía a Santiago y hasta hace no mucho a Noether. Simplemente la veo como una sospechosa... —dudó, mientras pensaba en la expresión correcta— más sopechosa que algunos otros.
El asombroso, magnánimo, ¡magnífico Christoph Helmchen! se giró hacia Jalón.
—¿Que nadie puede asegurar que yo haya hecho tal cosa? —le preguntó con una sonrisa y abriendo los brazos, luego mirándose a sí mismo los pies y por último volviendo su mirada hacia su interlocutor—. Discrepo. Yo le puedo asegurar que ha sido obra mía. Por supuesto, está en usted creerme o no, teniendo en cuenta mi forma de actuar previa, contemporánea y posterior al ataque a la obstinada mujer. Ya sabe, puede tomar en cuenta mis argumentos, las cosas que hizo y dijo Noether, las cosas que otros dijeron de Noether, o lo que a usted le parezca, y en base a eso formar una opinión sustentada. —Helmchen se acomodó las gafas y parpadeo un par de veces, como intentando sacarse alguna basurilla de los ojos—. En cuanto a que la sigo acusando de forma más lait... Si usted piensa que decir que alguien es un inocente casi confirmado es acusarlo, no sé yo qué no lo sea. Además, ya mencioné que al intentar linchar a la señorita en cuestión estaríamos perdiendo una oportunidad de linchar a un nazi, pero que por otro lado ganaríamos a una inocente totalmente confirmada. Si tuviéramos a un sospechoso de facto sin duda sería mejor lincharlo a él, pero sin tener a alguien puntual... No sé yo qué sea mejor —opinó—. Y yo no intento controlar a nadie... —dijo mientras su mirada se ponía sobre Sócrates—. Ehm. A ver, a Sócrates simplemente le exigí que respetase la opinión popular y que abriese un debate antes de actuar por su cuenta, nada más. Por el resto, emito mi opinión junto con mis argumentos. Si no le gusta lo invito siempre a intentar rebatirlos o proponer sus propias hipótesis. En cuanto a que si me sentí frustrado cuando no murió... Es cierto —admitió sin miedo alguno—. Si hubiese muerto significaría que estaba mintiendo, lo cual muy posiblemente significaría que era una nazi. Dígame, ¿por qué razón cree usted que un nazi, teniendo a tantas posibles víctimas, elegiría a aquella persona que A —dijo levantando el indice—, está a favor de la opción que más le beneficia al bando del Fürer —la G—, B — prosiguió, levantando el dedo medio—, ha evitado la muerte una vez, y C —dijo levantando el anular—, afirma que evitará la muerte innumerables veces? ¿No cree usted que tendría que haber un nazi muy estúpido para intentar algo así por voluntad propia?
Christoph tosió. Hablaba demasiado, eso era un hecho, así como también era un hecho el hecho de que su garganta le hacía saber que aquel hecho no le hacía ninguna gracia.
—En cuanto a las votaciones... La opción B es infinitamente mejor si y solo si nos ponemos de acuerdo sobre a quién linchar. La opción G nos hará pedazos, hay demasiadas variables en juego que podrían hacer que las cosas se descontrolasen. No la recomiendo en absoluto.
Con una tranquila sonrisa, Rosalind levantó la copa para tomar un pequeño sorbo de vino.
- Señor Helmchen, entendí perfectamente el concepto de "su lista" en su primer discurso, mas eso no hace que me parezca menos curioso el hecho de que se autoproclame "inocente confirmado". De todas maneras, como ya dije, no es que lo considere sospechoso.
Después, se giró hacia el señor Jalón levantando una ceja.
- Señor Jalón, en este punto debo darle la razón al señor Helmchen. Está defendiendo a la señorita Noether y casi demostrando que no es una nazi. A mi opinión la señorita Noether, si fuera nazi, no tendría la necesidad de llamar tanto la atención, sobre todo con esa magnífica defensa que tiene - a Rosalind, defender a una mujer científica como ella le salió tan natural como el aire que respiraba.
-Bien entonces es como pensaba, esa opción G... es la pesadilla de todo hombre de bien, es como si ese tipo de votaciones hubieran salido del nazi mas malo de todos... Ejem... Creo que esa G debe ser evitada a toda costa, ahora que estoy seguro de como funciona. -Ahora sabia y esperaba que Socrates, escuchara no solo a él, si no a todos los que estaban en contra de ella, por obvia razones.
Asistí con el ceño fruncido al "cruce" de acusaciones entre el señor Helmchen y la señorita Franklin... de ellos... ¿cual era más probable que fuese nazi, en caso de que alguno lo fuera? Esta caza de brujas sin... sin brújula que nos guiara comenzaba a sacarme de quicio...
Señorita Goodall... la noto muy callada... ¿forma parte de algún ritual simiesco que el resto no conozcamos? ¿podría decirnos quien o quienes son los más sospechosos, para usted claro? - seguíamos dando palos de ciego... y era un error, a cada "palo" nos llevábamos un palo por parte de los nazis...
Mi querido Christoph, el Grande, el elocuente, el más entre los más... su lista me parece muy acertada, o quizás es más correcto decir que se parece muy mucho a la que me hice para mi mismo... tan solo cambiaría de sitio a tres. Noether no me inspira ni confianza ni desconfianza... sencillamente no la puedo colocar, por tanto la "colocaría" en cero absoluto (¿la llamó así, señor?). Obviamente yo me pondría a mi en inocentes, por razones análogas a las suyas, señor Helmchen. Y por último, a la señorita Goodall la mandaría a los sospechosos, por pura intuición, sencillamente me desconcierta lo poco que ha intervenido y la manera en que lo hizo cuando lo hizo...
Yo no quiero influir en el señor Sócrates, por tanto no opinaré sobre que modo de votación es preferible para la siguiente ronda... o igual es un modo de eludir la responsabilidad... - pensé
Sócrates observaba sus apuntes todo el tiempo y hacia correcciones - Mi decisión está tomada, al principio yo no estuve de acuerdo en esta opción porque sabía lo que podía ocurrir, pero ahora somos una cantidad considerable para lograr producir una hipótesis, la opción será... - El anciano hizo una pausa talvez para intentar leer las expresiones faciales de los presentes y solo para hacerla de emoción - G
Voto por la opción G
Los acontecimientos acaecidos en aquel período fueron de los más curiosos y extraños, y el doctor Fleming se quedó pensativo tratando de entender las razones de los sucesos. Las sospechas de los presentes seguían siendo manifestadas y en Sócrates habia recaído el elegir que opción de votación emplearían al final.
- Uff, la opción G, ¿Está convencido, señor Sócrates? Yo tampoco habría sido partícipe de elegir esa opción tan destructiva teniendo la posibilidad de elegir la B, pero lo hecho, hecho está, supongo. - comentó antes de nada, sin saber bien a donde les llevaría tal decisión. Por mi parte, decir que fui yo quién decidió eliminar al señor Schrödingher por mi mera intuición y mis propias sospechas. ¿Me equivoqué? Puede, o puede que no. Al menos ha dejado en visto varias cosas...
Uno, que realmente era uno de los secuestradores, aunque según el señor Stern y la señorita Franklin, era el secuestrador "bueno" que devolvía a sus secuestrados tras "interrogarlos".
Dos, que su vida estaba vinculada con la del señor Maxwell, razón por la que éste también murió, no por que mi persona hubiese realizado un doble ataque. Tras resucitar por ciencia infusa y explicarnos que él fue el responsable de vincular a ambos, no tengo porqué no creer en sus afirmaciones. Señor Maxwell, ¿Fue obra suya el regresar a la vida o alguien externo lo hizo por usted?
Esa es una de las cuestiones que me escaman, y es que me resulta extraño ver tantos regresos a la vida de entre los muertos.
Lo que si puedo afirmar es que el señor Faraday era un ente fantasmal en el "infierno", al que considero que era el mediador entre vivos y muertos pese a no tener una certeza absoluta. Resultó ser tan poco hablador, tanto en vida como tras su muerte en aquel espacio.
Fleming no sabía si había más dudas que pudiese responder que pudiesen ser de ayuda. Su estadía en el más allá fue bastante breve, pero sabía a ciencia cierta que las razones de que hubiese tantos resucitados se debía a que había más de uno con la habilidad de hacerlo. La cuestión era, ¿Todos los que regresaban eran inocentes? ¿Quién movía los hilos tras tantos casos?