Schrödinger sonrió altivo:
- Tranquilo, el anzuelo está echado. Si alguien se está señalando aquí y colocándose en una posición arriesgada soy yo, mientras haya gente sospechando de ustedes los nazis preferirán dejarle con vida. Mi plan es el siguiente:
· Si soy sospechoso, los nazis no me atacarán de noche porque les sirvo como distractor.
· Si en algún momento del día, entre los que sabemos que somos inocentes - guiñó un ojo Erwin a su nuevo amigo mientras hacía el gesto de las comillas con las manos en alto-, observamos un grupo de detractores contra alguno de nosotros en concreto, sabremos quién son los nazis.
· A base de aislar elementos y comprobar sus "habilidades", con el tiempo podremos tener una lista más o menos fiable y otra lista negra.
En cuanto Servet me dé indicios de que es verdad lo que dice, será usted libre. Cuente con ello.
-Difícil que alguien admita cosas en publico cuando los nazis están buscando razones para matar a los útiles antes. -Comentaba el fan de los planetas. -Por cierto, dicen que hay dos secuestradores, usted es uno de ellos eso esta claro. ¿Quien es el segundo? ¿Se conocen? -Tenia su lógica para Stern, que al igual que los científicos de la misma rama o nazis, se conocieran que también lo hicieran quienes tuvieran habilidades similares.
-¿Entiendo que ese segundo secuestrador también puede liberar a la gente? Y si puede meter a mas gente en este... chiste cuántico, meta a Servet y zanjemos mi cautiverio, aclarando las cosas. -Decía sin mirar a uno de los gatos, uno que tenia un ojo blanco y una pata rota -Aunque... Aquí estoy a salvo de que me maten esos asesinos atemporales, ¿Verdad?
-El señor Servet no tiene que reconocer nada, sólo hablar. Y de momento no lo hace. Castigarle a usted por ese motivo me parece un poco inconsistente, aún no sé qué haré. Me sorprende que usted sepa lo que está ocurriendo ahí fuera, la verdad. Esperaré un poco más a ver si Servet se digna en defenderle, a ver qué demonios pasa en este rato.
- No sé si es justo mantenerlo aquí por el mutismo de Servet y arriesgarnos a que arrastre su suerte tras la mía. le daré un voto de confianza, espero no equivocarme.
-Se agradece, colega cientifico. Al menos, ya tengo una mas para la lista de inocentes. -Le hizo un gesto con la mano a modo de aprobación.