Partida Rol por web

Has regresado el tiempo y ahora te ofrecen... ¿Eutanasia? eso tiene mucho que ver con tu historia, con tu pecado. 

Vas a sufrir, y lo sabes... pero si caes antes de las votaciones, tu voto no contará. ¿Serias capaz de aguantar el dolor y pedirle a UNO que te mate justo después? ¿Cuanto dolor te sientes capaz de soportar antes de pedirselo? ¿o serás capaz de enfrentarte a él?

Tienes miedo...

Las próximas horas serán para ti una verdadera agonía. Sabes que si tu estómago contuviese algo, probablemente estarías empezando a tener problemas de incontinencia. El dolor viene por espasmos. Es un dolor que brota desde la raíz de tus nervios y te recorre en calambrazos hasta las extremidades. Aunque sabes que no aliviará la sensación, estás empezando a tensar los músculos solo para que los calambres no sean tan evidentes a ojos de los demás.

La vida se te escapa de las manos, se desvanece... y estás condenada a reconocer cada síntoma de declive. Sientes la cercanía de Iñaki, ese rudo cabezahueca, a tu lado. A pesar de todos los errores que tiene a la hora de expresarse, lo impropio, brusco e inadecuado... en este momento es el único que está demostrando tener la suficiente sensibilidad y presencia de ánimo como para estar a tu lado.

Porque tienes miedo... la perspectiva de la muerte es atroz, desesperante. Cuanto el dolor aumenta hay momentos donde sabes que podrías hasta gritar, pero callas y observas, aferrándote a ese último "algo" que tienes cerca de las manos, que puedes hacer y que te hace sentir útil. Seguramente, si dejases que UNO te matase, tu voto para este día desaparecería junto a tu vida. 

Y sin embargo, a medida que la sensación empeora, te preguntas una y otra vez... si quizás deberías aceptar su oferta en algún momento. ¿hasta donde llegará el dolor? es probable incluso que el nivel toxico de tu sangre empiece por hacerte alucinar... es probable que en tus últimas horas ni siquiera seas tu y solo puedas desvariar, llevada por el dolor. Si llegas a ese punto, no serás consciente de tu entorno, no serás consciente de nada. Solo del dolor y de tu propia muerte. 

Ahora es tu propia vida la que está en tus manos. Y la oscuridad del final da miedo...

Y en ese vacío irremediablemente revives tu propia historia y te preguntas... qué decisiones tomarías si empezaras de nuevo. No es algo que pueda expresarse, eres tu misma la que hace examen de conciencia ¿pero estas muriendo realmente? ya no importa, el dolor es real... esto es real... y te estás muriendo.

Y más allá de esa certeza, extrañamente, empieza a formarse una ilusión de aliento... el descanso... la aceptación de saber que hagas lo que hagas, no cambiará nada te proporciona descanso.

Tranquilidad...

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