Está bien... tatuar es una habilidad interesante en verdad.
Bromeo con ella.
Si salen peor que mal... se quedará sin energía y las consciencias vagarán por la eternidad. Espero que no se dé el caso. Y yo... Yo volveré. Y conseguiré que vuelvas.
Le sonrío.
La eternidad sin tí es, todavía, más eterna.
Dorothea se queda sin respuesta posible. Simplemente toma su mano, y espera a ver qué sucede con la parte de ella que está caminando hacia la nueva sala.
Mientras espera, muchas dudas se plantean sobre el futuro. Tranquila, aún con la mano de UNO en la suya, pregunta:
- Oye, UNO... No hemos sido abducidos, simplemente nuestras consciencias han sido descargadas. Si las cosas salieran mal... ¿podríamos volver a descargar a alguno de ellos, verdad? ¿Formar una nueva tripulación quedándonos con los que evaluemos como mejores?
Asiento con la cabeza.
Sólo es una copia de seguridad... sus mentes podrían volver a ser descargadas, sí, en el estado en el que consigamos hacer la copia... y volviendo a instalar un programa de ayuda a la Burbuja. No es tan frío como eso, pero es un buen modo de enfocarlo.
- Y... ¿es necesario darles programas de desprogramadores o virus? ¿No podemos darles simplemente programas constructivos, con los que formar desde el principio un grupo Guía?
- Si por lo que fuera tú no pudieras regresar, y yo sí lo hiciera, me gustaría saber cómo descargarte. - termina, segura de sí misma.
No es posible. No hay parámetros, provengo de un punto de inflexión. Tanto para mí como para EVA, una muerte es el final.
No hay ni miedo ni duda en mi voz, sólo la más pura firmeza.
Los programas son descargados en función de las necesidades, escogidas por... mí, cuando yo era la Burbuja. Ahora... Ahora están en manos de Hallbert.