Partida Rol por web

Algo perturbó el sueño de Giorgio aquella noche. Infiltrándose en su estado onírico forzado una serie de oscuros susurros le llevaban a un estado de angustia y recelo, de miedo inquieto aún durante su sueoño. Su mano se cerró con fuerza sobre la empuñadura de su arma, buscando alguna clase de seguridad, pero era en su mente donde se encontraba el peligro...

¿O no era peligro acaso? Una voz, distorsionada y dificilmente indentificable le comenzaba a susurrar oscuras palabras de maldad, de tentación... y de traición.

- Giorgio... Sabes como acabará esto... Y tampoco te importa, ¿verdad? ¿Qué importa la vida de unos pocos pazguatos? Hehehe... Sabes que a veces es necesaria una purga para mejorar las cosas... así lo veía el Führer, y no estaba demasiado desencaminado, ¿no? - la voz rió morbosamente - Así que... ¿por qué sufrir? ¿Por qué morir como ganado cuando puedes ser un lobo que devore la carne de los débiles? Abandona tu estúpida humanidad... abre tus ojos a las verdades del Universos y deja que el Pútrido Padre te muestre todo lo que se te ha ocultado hasta ahora... Únete...

La voz venía acompañada de una desgradable sensación, como si una sustancia que no fuera sus sangre corriese por su interior. Como si sus venas fueran pequeñas serpientes o gusanos viscosos que se removía en su interior, deseosos de cambiar. De ser OTRA cosa. Giorgio Monicelli tenía una voluntad sólida, podría resistirlo si quisiera, pero... ¿lo hizo o no?

Algo perturbó el sueño de Nambaryn aquella noche. Infiltrándose en su estado onírico forzado una serie de oscuros susurros le llevaban a un estado de angustia y recelo, de miedo inquieto aún durante su sueoño. Su mano se cerró con fuerza sobre sus ropas, buscando alguna clase de seguridad, pero era en su mente donde se encontraba el peligro...

¿O no era peligro acaso? Una voz, distorsionada y dificilmente indentificable le comenzaba a susurrar oscuras palabras de maldad, de tentación... y de traición.

- Nambaryn, Nambaryn... Un anciano sabio jugando a ser idiota... a no entender... cuando en verdad lo cierto es que no te importa... ¿verdad? Sabes que estás rodeado de idiotas e incompetentes... Gente que no merece laa pena tratar de proteger... Y que está dispuesta a sacrificarte de la peor de las maneras pese a tus intentos por ayudarlos... ¡abandónalos! No merecen tus ayudas... sabes que lo inteligente aquí es cambiar al bando vencedor... Dejar que la verdad abra tu mente a un universo infinito al que has estado siempre ciego aunque lo buscases... Deja que el Señor de la Prole Demencial te lo muestre... Únete...

La voz venía acompañada de una desgradable sensación, como si una sustancia que no fuera sus sangre corriese por su interior. Como si sus venas fueran pequeñas serpientes o gusanos viscosos que se removía en su interior, deseosos de cambiar. De ser OTRA cosa. Nambaryn era un hombre imprevisible de mente muy aguda... ¿qué decidiría?

-Bueno, bueno... déjame pensarlo bien... Ciertamente es algo a meditar, pero...

-¡No! ¡Jaja, saludos! ¡Ya casi os tengo, pero vosotros no me tenéis a mí~!