El principio fue pura agonía. Cuando la luz se apagó y el grito desgarró el silencio todos se asustaron y pensaron que algo malo iba a ocurrir, pero solo cuatro se percataron de las dimensiones reales, de la magnitud brutal y terrorífica de los acontecimientos que iban a tomar lugar en aquella mansión francesa. Y cuatro fueron desgarrados.

Sintieron algo aguijoneando su cráneo a través de sus oídos y el dolor fue tal que vomitaron inmediata e instintivamente, o así lo sintieron ellos... Su visión se tornó roja y notaron hervir su sangre en las venas, romperse cada fibra de sus músculos, arder el tuétano en el interior de cada uno de sus huesos. Era una experiencia que estaba más allá de cualquier eufemismo mortal para el dolor, era una agonía pura, casi hermosa en su descarnada y aberrante perfección. Y entonces lo vieron.

Glorioso. De una belleza impura de tal calibre que les hizo vomitar de nuevo, esta vez de felicidad. Eran conscientes de que no eran sus pequeños ojos mortales quienes estaban admirando al Príncipe Gangrenoso, al Sultan de la Gloria Aberrante. No. Veían a través de los pólipos oscilantes de los Mi-go que habían plantado sus semillas en sus cerebros, expandiéndolos más allá de la mundanidad humana en la que habían estado enclaustrados toda la vida. Pero ahora veían. La degenerativa barbarie cósmica del Señor de los Mil Rostros se extendía en toda su putrefacta magnificencia ante ellos y no podían si no llorar y adorarle. ¡Él era el padre sempiterno que tejía el tapiz cósmico de la locura y la vida herética que todos le debían! ¡Y los había elegido a ellos! Y no conforme con eso solo... les habló.

- Hijos míos... - su voz era profunda, terrible, pero también más aguda que el rechinar del cristal - Os he... alzado, liberado de vuestras ataduras mortales... de esa caja de cadenas que conocéis por cordura... Para que me... sirváis... Sí...

La colosal criatura, el Rey de la Plaga Demencial, les hablaba desde la cúspide de su montaña-trono en la luna de K'vah-tzu mientras cientos de Mi-go volaban alrededor, algunos adorándole, otros alimentándole, otros controlando a los esclavos neurales que se arrastraban por el suelo como las patéticas hormigas que eran.

- Traedmelos... de uno en uno... Inoculad mi jugo de terrificación y serán míos... uno... cada... noche... No dejéis que os descubran... pues los Mi-go que os han parasitado no tendrán el control, serán ellos vuestra herramienta en lugar de vosotros la suya... NYAHAHAHAHA - los alaridos alocados del ente resonaban a través de los mundos y no pudieron menos que encogerse ante su poder y maravillarse con jolgorio del regalo infinito que les daba el Emisario de la Decadencia - Probad vuestra valía... y os recompensaré... fallad... y desearéis haber sido uno de los sacrificios... ¡¡NYAHAHAHAHAAHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!

Y retorciéndose para protegerse de la perfecta voz aberrante del Heraldo del millón de Mundos Sagrantes los cuatro vieron sus consciencias súbitamente devueltas a sus cuerpos en la vulgar y vieja Tierra.

- Desssspertad hijos míos... Es momento de brillar~

La voz del Eterno Enmascarado sacó del sueño a los cuatro sujetos de golpe. No tenían miedo, ¿pues que había que temer cuando cuentas con el arrullo protector de Nyarlatothep? Solo perderlo, es lo único que habría que temer...

Cuando se levantaron pudieron verse entre sí, tan claro como lo habían hecho en la luna alienígena a años luz de aquel lugar al ser elegidos. Al ser bendicidos con la larva de Mi-go que habitaba sus cerebros y les unía al Señor de los Mil Rostros.

La risa de su Amo se extinguió, dejándoles allí a su tarea. Debían decidir un humano al que eliminar. Sin embargo, uno de ellos emitía un aura asquerosa, pura como el vacío estelar, y notaron que no podrían acercarse a él. Era el Líder, el padre Emmanuel. Tenía un símbolo extraño dibujado con sangre en su frente, un pentáculo antiguo como el tiempo: el Símbolo Arcano. Alguien había ejecutado un ritual de protección sobre el sacerdote.

Pero el resto... el resto estaban listos para ser llevados ante el Padre.

Comienza la Noche I

El Conde se despejó en la oscuridad y con sarcástica sonrisa pudo ver la hermosa y grotesca mirada que se podía entrever en cada uno de sus tres compañeros.

Creo que fue un buen comienzo amigos. Me alegra que hayamos llegado todos juntos hasta la primera noche, tras la que tendremos que disfrutar de nuestro primer sacrificio. Ahora nos toca a nosotros, tenemos que decidir- hizo una pausa para mirar a cada uno de ellos directamente al rostro oculto en las sombras-. Tengo tres caminos posibles. Atacar a un punto fuerte como es el propio Jim; desmoronarles arrancándoles la esperanza e inocencia de la señorita Winmarkt y en la tercera opción creo que desearía deshacerme de Tina o Demetria, algo me hace pensar que estaré más cómodo sin la bondad y al energía de estas dos últimas.                                            

¿Coincido con alguno de vosotros? ¿Que opináis? Contadme que bellos planes se os han podido ocurrir tras la hermosa fiesta que nos han brindado jejeje...

Caminaba lentamente por los pasillos hasta encontrarse con sus hermanos mirándolos a todos fijamente, con curiosidad.

 -Mis queridos compañeros... deberíamos pensar con cautela y tratar de hacer sospechar a otros. Creo que el objetivo más claro es eliminar a ese bocazas de Jim. Creo que es nuestra mejor opción para no levantar tantas sospechas, ahora mismo. Pensad que ya hay algunos que se votaron por simple amiguismo, y eso podría ser utilizado como una ventaja, más adelante...- sonreía de forma sarcástica también a medida que se sentaba lenta y delicadamente, como meditando y pensando bien sus palabras. -Debo felicitarte Iker, por sus palabras. Creo que te has "integrado" bien en el grupo de... alimentos, hehe... Y no creo que sospechen de ti para nada, por ahora. Incluso diría que le has caído bien a muchos. Actuemos con cautela y nuestro señor estará complacido. Así pues, ¿qué decís vosotros dos?- preguntaba mientras se colocaba una mano en el rostro, mirándoos.

-Jim si podrá servir como sacrificio para nuestro padre, gracias Marie Anne después de todo debemos parecer como ellos. Espero poder usar esos que confían en mi para mayor gloria de nuestro Amo y Señor. 

-Es correcto. Solo nos quedaría saber la opinión de nuestro estimado Józef, primera semilla, además. Quiero recordaros que gracias a que no hemos tenido muchos votos, sobre todo vosotros dos...-señalaba ligeramente a Józef y a Pierre -la gente pensará que simplemente hemos salvado a dos posibles inocentes, y por ese motivo, no hemos levantado sospechas votándonos entre nosotros para lógicamente, no fallar en la misión de nuestro Amo y Señor. A mi tampoco me gustan nada las actitudes de Kathe ni del líder, por cierto...-mostraba bastante asco cuando hablaba de él, posiblemente por el aura que desplegaba. -Además, tengo la sensación de que muy pronto podría volverse en su contra. No puede morir, y el hecho de haber elegido rápidamente la moción de censura, sin conocernos de nada... podría resultar muy sospechoso. Dejemos que los demás piensen que algunos otros son los elegidos de nuestro señor y sacrifiquemos nosotros a la escoria fácil y lógica. Verdaderamente ese Jim es un auténtico problema, sabe demasiado, y habla más de lo que me gustaría...-carraspeaba. -Por eso mismo los voté,a ambos, para no levantar sospechas y abogar por la paz y la seguridad JAJAJA. Estúpidos...- esbozaba una sonrisa sinuosa.

-Me gustaría comentaros un detalle...acerca del liderazgo. En cuanto un líder no cumpla con el ritual, seguramente muera apaleado por el resto. Quizá nosotros no deberíamos ser líderes hasta que no pasase un tiempo. Y ese tal Emmanuel... ya caerá, tiempo al tiempo... Con la moción de censura que ha decidido y sabiendo que no va a morir esta noche... quizá podríamos hacer que pareciera un intruso, pero con cuidado, y siempre después que hables algunos otros... Ya noto ciertos descontentos, como en el caso de Leonor. Quizá podríamos aprovecharnos de eso, más tarde-.

Marie Anne pensaba estrategias para las futuras actuaciones, esperando opiniones y respuestas de los demás compañeros.

- Fue arriesgada esta primera votación, pero creo que como bien decís nos salvamos de forma perfecta sin levantar sospechas.  Lo ideal sería acabar con un objetivo en quien confían mucho o en alguien que vote a gente con pocos votos, para que así sea más fácil sobrevivir las siguientes mociones de confianza. – Se froto la barbilla, paseándose en círculos – Pero también es cierto que algunos de ellos son muy observadores, aunque también imbéciles, como Kathe Winmarkt o Leonnor Giovanni. Ese tal… Jim R.Martin también es un buen objetivo. Yo aceptaría acabar con Kathe o Jim esta noche, no creo que estos estúpidos mortales alcancen a ver más allá de su muerte, seguramente se sientan más confusos.

Sonrió levemente, observando a sus camaradas.

-Creo que ha llegado el momento. ¿Estáis de acuerdo hermanos?- tras esto pasa su mano derecha desde su frente hasta su nuca atusando su cabello

-Me alegra saber que nos entendemos tan bien para y por nuestro amado Señor. Sigamos así, pareciendo uno de ellos, y la fiesta continuará... un rato más, jojojo- sonreía cual dama adinerada de la época, colocándose una mano en la boca. -En cuanto a los demás invitados... todo a su tiempo-. Sonreía maliciosamente mientras pronunciaba con cierta lentitud sus últimas palabras esa oscura y perfecta noche.

Bien,  por lo general tratare siempre de ser uno de los últimos en votar por si hubiese que salvar alguno de ustedes, tratando de ser cuanto menos descarado posible.  Por ahora vayamos tranquilos, que muevan primero ellos ficha.

-¡Bien hecho Józef!

Pierre permanecía sentado en la oscuridad en el reposo de una mesita escuchándo a sus compañeros complacido. Tras oir las votaciones salto de ésta divertido y se dispuso a votar.

-¡Que así sea pues! ¡Acabemos con este valiente! Voy a disfrutar bastante con ello.

La noche era oscura, al igual que las intenciones de los únicos cuatro despiertos durante la misma. Se habían despojado de su humanidad en pos de un poder mayor, más antiguo, más profundo y primigenio. Y en pro de este poder no dudaban en llevar a cabo la voluntad de su abyecto señor.

Cuando decidieron una víctima no tuvieron más que acercarse a ella. Todos dormían desperdigados por el salon, tirados en los sofás, las alfombras y los cojines. Jim R. Martin había caido dormido en una silla, su cabeza apoyada sobre la mesa con el ceño fruncido, como si presagiase el peligro que se cernía sobre él. Pero aunque hubiera sido así y no un simple mal sueño por las circunstancias, nada podría hacer el detective. Y sus verdugos bien lo sabían...

No tuvieron que obrar conscientemente siquiera, pues notaron el pútrido hedor de la consciencia de su Señor instruyéndoles, guiándoles. Del cielo de su paladar notaron desplegarse un órgano que nunca antes habían tenido, unpar de pinzas entre las que asomaba un aguijón retractil en el que bullía un veneno terrible. Una sustancia que enviaría al humano a las fauces del Padre de las Catástrofes en pocas horas...

Con silenciosa letalidad aguijonearon al hombre: en sus brazos, en su cuello y en su pecho. En su cabeza escucharon la risa caótica del Caos Reptante. Estaba hecho... solo quedaba volver a dormir y... esperar al espectáculo.

Fin de la Noche I

Una vez más, en la profunda penumbra de la noche, las consciencias de los cuatro Elegidos del Caos se alinearon, sacándoles del trance onírico en el que todos estaban suspendidos.

La voz del Padre reía en sus cabezas...

- NYHAHAHAHA... Buen trabajo, buen trabajo mis pequeños... seguid así.

El eco de su macabra magnificencia se fue disolviendo tras las cuencas de sus ojos, dejándoles para elegir una vez más quien llevarían a él como sacrificio, como bocado de la noche. La diversión no había hecho si no comenzar...

Y más considerando que aquella noche no se veía el Símbolo Arcano en ninguno de los presentes...

Comienza la Noche II

Esta vez Marie Anne se levantó la primera, observándolos a todos muy seriamente, a la par que divertida.

-¿Cómo os encontráis, qué os ha parecido nuestro segundo golpe? Yo debo decir que me la he jugado bastante, pero con lo que ha pasado... si fueran listos, pensarán que soy el Protegido y no me acusarán por ello. Mañana hablaré comentando que si desde luego Emmanuel había decidido eliminar a Samuel porque se pensaba que era cómplice mío, que estaba terriblemente equivocado. Otra cosa no, pero desde luego como líder, está siendo un auténtico inútil JAJAJA- reía con malicia la mujer. -Por eso mismo... hay que dejarlo ahí, un poquito más... Porque hay muchas más cosas raras que han aparecido en estas últimas acusaciones, y como siempre, hay que dejar que sean ellos mismos los que se maten entre sí-.

-Hay varias cosas de las que debemos hablar esta noche, así que pido que sean rápidos. Porque Jósef... yo me la he jugado hablando, pero ten por seguro que no tardarás en ser diana para el resto por ser de aquellos que ni siquiera han votado. No lo hagas más, te pido que seas más participativo. No hablar apenas o no dar el voto es terriblemente sospechoso. Y menos tú, que eres la primera semilla... De eso quería hablar, antes de continuar. Deberíamos decidir también a quién invitar para que sea uno de los nuestros y servir a nuestro Señor. ¿Qué opináis? Y por cierto, ¿a quién queréis matar esta noche? Yo tengo varias estrategias en mente, pero quiero escuchar las vuestras, mis queridos hermanos...- la mujer se sentaba de forma elegante en una de las sillas.

El polaco se levantó, dando varias vueltas escuchando las palabras de Marie, con una terrible sonrisa de satisfacción en su rostro.

Buen trabajo Marie, hiciste un espléndido trabajo llevando las dudas hacia Emmanuel y entiendo tus miedos, pero esta votación no requería de mi intervención, pero no te quepa duda que tomare más cartas en el asunto para infligir más caos en sus corazones.  - Se llevo una mano a la boca, carraspeando - Primero, deberíamos plantear un objetivo al que matar, desde mi punto de vista, Bixente Vergaresse y Lizárazu o Carmen Justo son nuestras mejores bazas para esta noche. Lo segundo, un objetivo al que atrapar en nuestras redes, mi poder como primera semilla no es tan glorioso como el de nuestro padre… así que el objetivo ha de tener dudas en su corazón, es arriesgado, así que por mi parte optaría por atraer a nuestro bando a alguien como Kathe o Nambaryn, están en situaciones delicadas pero pueden ser salvados discretamente por nosotros, sin ponernos en riesgo. Por último, tocaría plantear un nuevo objetivo para todos, en caso de que se celebre una votación completamente oculta deberíamos tratar de votar los 4 al mismo objetivo, no creo que esto ocurra, pero si ocurre debemos estar preparados. ¿Qué os parece? 

Marie Anne disfrutó con las palabras de Józef. No podía sentirse más de acuerdo con él. 

-Yo creo que Carmen Justo es la mejor opción para el sacrificio de esta noche. Alguien que parece inocente a ojos de muchos, que efectivamente lo es y, además, que tampoco genera mucho caos en la sala. Aún podemos divertirnos más con personas como Bixentre, que hace declaraciones de inocentes y culpables muy interesantes y ventajosas para nosotros. Lo único "malo" de el Mongol o Kathe, es que ahora mismo pueden ser vistos ya de por sí como posibles compañeros, y me temo que a lo mejor le podríamos dar esa habilidad cuando quizá son sacrificados próximamente. Esperemos un poco más... En la siguiente ronda, yo votaré por Demetria por generar una acción sospechosa, por el hecho de no haberse presenciado siquiera, y aún así, que saliera ilesa. En cuanto a una votación secreta... No sabría bien qué votar. ¿Qué se os ocurre a vosotros?-

Para la votación secreta, considero que Sir Brian Medwar o Giorgio Monicelli son buenos objetivos, no destacan demasiado y es difícil vincularlos con alguien. Y aunque sea arriesgado o poco útil nuestro futuro hermano, sería mejor tratar de conseguir uno ya por si algo me ocurriese, si no consiguiera atraerlo a nuestro bando solamente tendría que intentarlo en un futuro con un caso perdido para asegurarme que no fallo.

-Creo que la mejor opción que tenemos para esta noche es el padre Bixente, si la votación es secreta deberíamos ir a por el líder directamente. Si no lo es lo más sencillo sería ver como se desarrolla la situación y mantener la calma. 

Sonrió de manera maliciosa y respiró hondo.

-Parece que todavía no tienen nada claro lo cual nos ayuda para que se maten entre ellos.