En un charco de la sangre de Detective T se encontraba un teléfono móvil con la pantalla completamente destrozada y parpadeando, al parecer solo tenía un único mensaje recibido en la noche de ayer:
He confirmado que la identidad de uno de los participantes es la 7ª y ha mirado a la 12ª, habría esperado por confirmar los otros dos, pero de momento prefiero darte los primeros pasos a seguir. Ya mañana si obtengo más información te la diré. Por lo que se confirma que dos de los sospechosos son, en efecto culpables. Intenta aliarte con el resto de policías para poder hacer un núcleo fuerte contra esta amenaza.
Ante la sorpresa de lo sucedido escasos segundos, deje mi te en la mesa, tras sorber y dejarlo vacío y volví a reunirme con el resto para quedar casi tan impactado como muchos de los presentes.
-Bueno, bueno... ¿Soy el único que necesita mas información sobre lo que acaba de ocurrir? -¿Una chica tenia una mascota o muchas y esta acababa de devorar a alguien sin mas? -Mantenía una sonrisa intranquila y nerviosa, aun no tenia claro el porque o que significaba todo aquello.
Mire, señor, puede quedarse con las bragas (págame por ellas, ¿no?), pero agradecería que me devolviera las cartas del tarot de mi difunta abuela. Son una herencia familiar y agradecería que me las entregara.
¿Cartas, que cartas? Eso no sirve para nada, solo estas bellezas.
Le doy un beso a las bragas de Lena Nanami, antes de doblarlas y ponerlas con el resto de la colección que ya ha sido doblada y colocada.
No me señales, si no tienes pruebas muchachita ingrata.
Miro la escena de los conejos horrorizado, y recojo mi colección a toda velocidad.
Alejad a esas fieras de mis bellezas. Se las querrán comer seguro.
Rápido, vayamos a un lugar seguro.
Les sigo a la habitación.
Voy a la habitación 10
Al escuchar los chillidos y alborotos regresó alarmado para encontrarse con la horrorosa escena.
- Dios mio...- miraría hacia Ninjin Usagi como un monstruo.
- Pero que demonios...Que demonios acabas de hacer...-
Se acerca hasta el cuerpo con cautela de la dueña de los conejos, para intentar ver lo que ponía el celular.
Respondiendole a Fukuzou Moguro, dice mientras deja el celular sobre el suelo.
- Lo que acaba de pasar...es que la señorita es una enemiga de la humanidad. Y supongo que tengo que decirlo. Soy Policia. Al parecer esta persona estaba por ponerse en contacto conmigo y otros del cuerpo. Esta claro que a algunos no les gusta que haya policias entre ellos. ¿No es así señorita Usagi? -
Se pone de pie tras estar arrodillado.
- Si no soy el siguiente objetivo, les podré decir información importante sobre la muerte de Panda. Si lo soy, solo diré. Atrápenlos y elimínenlos. Estaré en mi habitación.-
Aquello fue terrible, muy malo, pero no habia otra forma de evitar que ocurriera.
Mis conejos necesitan comer, tan solo les he dado comida. Cuando no tienen que comer se vuelven malos. Además esa persona se estaba comunicando con alguien. Seguro que el es malo o algo, dijo que se aliara con los policias asi que no debe de ser un policia sino otra cosa. Quienes son los otros polis?. Cuantos hay?.
- ¿Mas malo que asesinar con la excusa de dar de comer a tus conejos? Los hechos hablan por si solos. Mi voto lo tengo claro
Pero qué abuelito más majo. dije con una sonrisa divertida.
La conversación sobre los muertos no era de mi interés, no era divertida. Saqué una lima para limarme las uñas mientras esperaba a que terminaran con todas aquella cosas de investigación y de series de la tele que nunca veía, cuando Usagi sacó un montón de conejitos de su habitación.
Lejos de preocuparme del recién muerto, miré fascinada a la sangre y los conejitos teñidos de rojo. Aaah qué rojo tan bonito, y qué conejitos tan monos.
Esto digo... miré alrededor dándome cuenta de mis palabras. Kawaiiko-chan, ¡sálvame! ¡Estoy asustada!. Dije abrazándome a 17. Akira Takahashi con un miedo muy exagerado.
Motivo: A quien abrazar
Tirada: 1d20
Resultado: 10 [10]
Motivo: Abreazo a
Tirada: 1d20
Resultado: 17 [17]
Se le notaba decaído, no era un santo de ningún tipo y de hecho, se lo aclaró a ambas damas.
- Oh no, mis hermanas, solo estoy en el lugar de nuestra previa Hermana Mayor que falleció ante una serie de eventos trágicos. -Su mirada se ensombreció al pensar en ello, como si toda la previsión, visión y unidad de la que balbuceaba todo el bendito tiempo siempre se hubiese ido, dejando ojos opacos y muertos, pero eso acabó y el brillo en su ser volvió, desacongojándose como podía en este escenario cada vez más deprimente y desgarrador.- Solo Shingetsu o Shin está bien, mis hermanas, y hermanos igual.
Abría sus brazos a todos... Pero luego pasó lo que pasó.
Si bien no apreciaba lo que escuchó en aquel móvil, con culpas tiradas y desunión, esa mujer no sentía pena alguna, nada de piedad. ¡Nada de compasión! Y tuvo que controlarse, apretando fuerte el ícono colgando en su pecho y tomando aire, pero su ceño se entrefrunció, no pudo evitarlo.
- Aprecio, mis hermanos, que tengamos claridad. Y ahora, temo, hermana Yugiri que aunque TV nos de datos útiles, nos engaña constantemente con sus reglas truncadas y falsos testimonios. "El sendero al infierno..." tú sabes como va la frase. Aquí esta joven temo que no busca la piedad.
Miró un único instante a la niña conejo al decir estas palabras y luego volvió a la cocina.
Así, buscó alimentar a los que pudo con lo que pudo, que no era mucho, aunque como iban las cosas parecía que todos morirían pronto y los verdaderos malos en vez de los supuestamente asignados por el hombre de la TV terminarían ganando en un juego más arreglado que la lucha libre moderna, y la verdad es que muchos de los deportes a nivel profesional, él sabría un asunto u otro de eso como deportista competitivo en tiempos ajenos a su trabajo como organizador y administrador de su propio credo.
- Sí, no es mucho pero por lo menos podría llenarte un poco, hermano, en tiempos de hambre se busca la saciedad en la humildad.
Así, buscó alimentar a Luke, al igual que a Lena con lo qud pudo y vió que Fukuzou también parecía medio formar parte con su té. Apreciaba la elegancia del mismo y sus palabras, muy como el estilo, moderno y vistoso pero refinado de Lena. Asintió entonces y sentado buscando superar el estrés, suspiró.
Y quiso hablarle a todos.
- ¿No creeréis, hermanos y hermanas, en palabras salidas de cualquier lado, no? Yo podría decir que soy bueno, que soy malo, el tipo de la TV dice que la señorita Nanami no disponía de sus prendas interiores a propósito cuando eso era mentira, y así sucesivamente. Debemos omitir las mentiras y empezar a unirnos ya o sino terminará por seguir de esta misma forma.
Pausó y pensó en confesar algo.
- No tengo un Quirk. No lo tuve desde que nací, pero puedo dar mi buena voluntad y la protección que guío a través de mis palabras, si os interesa.
Necesitaba pensar, pero no podía, ese era el dilema.
Por cierto, si me permites, ¿puedo preguntar qué le ha pasado? Lo digo por su cojera.
- Oh, es que soy muy perezoso para levantar los dos pies al andar - respondería con evidente sarcasmo a la pregunta, antes de añadir de forma más sincera. -. Digamos que soy alguien con muchos enemigos en la sociedad actual... Uno se aseguró de dejármelo claro.
Mientras alguien llamaba a la paz y buscaba calmar las mentes de todos con comida, se desataría otro "accidente" que reduciría nuevamente los números.
- Ya ven: descartado lo de las mujeres o el pelo teñido... - se atrevería a comentar el hombre que, pese a tener la capacidad para hacer un comentario como ese en dicha situación, igualmente tuvo que llevarse su mano libre a la boca y nariz en un sutil intento de no presenciar los restos de la carnicería.
Definitivamente ya había una tensión en toda la sala: una cosa el asesinato en secreto, y otro hacerlo de forma tan evidente e incluso excusarse por ello...
- ¿Entonces hay policías entre nosotros, pero no se conocen? - preguntaría como conclusión a lo que entendía por el mensaje y las palabras de Kaito. -. Seria útil que tuviesen algo encima con lo que identificarse...
Fue entonces que las palabras del Sacerdote llamarían por primera vez tanto la atención de Ford, quién asentiría a su observación sobre intentar identificar lo que era cierto de lo falso: en ese tipo de situaciones la paranoia era el peor enemigo.
- Personalmente no soy de sacar conjeturas por los primeros eventos: es poco probable que 18. sea la única con un quirk que le permita acabar con alguien aquí. Hay que saber diferenciar a los enemigos de los que simplemente intentan tomarse la justicia por su mano, o... poner a sus mascotas por delante del resto - señalaría el hombre antes de hacer un gesto de mano antes de que alguien fuese a señalarle lo evidente. -. No me malentiendan, no la estoy defendiendo: solo deduzco que así como deben haber enemigos de la sociedad entre nosotros, también habrán gente para enfrentarlos directamente... La pregunta es cuantos estarán dispuestos a pensar fríamente y cuantos actuarán manchándose las manos de inocentes. Yo personalmente prefiero no arriesgarme, y retirar a quién en algún momento pueda resultar una amenaza para mi vida o la de otros....
Al parecer por una mayoría aplastante lo que la gente del lugar había decidido era que la persona más votada fuera, no otra que Ninjin Usagi, quizás por lo hecho con sus mascotas, quizás porque no se supo explicar bien o quizás por un odio hacia los teriomorfos; estos empezaron a agarrar de las orejas tanto a conejos como a la propia Ninjin Usagi y expulsarlos al exterior por la puerta principal, y cuando terminaron, cerraron la compuerta...
El lado bueno es que ahora olía que alimentaba, conejo asado... Con sacar una mano ya tendrían comida, cena y desayuno por mucho tiempo...
Aquel día había sido largo, o quizás no... sea como fuera, todos los presentes que se habían atrevido a tomar el toro por los cuernos, o en este caso a los conejos por las orejas, así como aquellos que se quedaron más rezagados viendo aquella masacre, todos ellos concordaron en lo mismo: Era mejor dormir y ya mañana salir para ver qué hacer.
Por lo que uno, a uno, estos fueron regresando a aquellos ruinosos aposentos en donde se encontraban, con el misterio aún pendiente por resolver, pero con la conciencia tranquila de que podrían hacerlo si permanecían todos juntos y nadie era brutalmente asesinado en las próximas horas... esta vez sí.