De los que habían sobrevivido al día anterior, todos habían hecho acto de presencia nuevamente en aquel lugar a la hora prevista, es decir, cuando sus estómagos rugieron al unisono en busca de algo de comer para no morirse de hambre en aquel terrible lugar; pero ya los restos de conejo se habían desvanecido y ni las sobras quedaban. Este ya era el final.

Durante esta noche ha muerto nadie...
Pero en el día habéis escogido eliminar al último policía...
Tengo curiosidad por saber que pasó ahí...

Una voz rompe el silencio de aquella estancia para darse a conocer, esta vendría no de otro lugar que de aquella pantalla de televisión antigua que se encontraba en la estancia -una estancia tan grande solo para un televisor-, la hasta entonces estática se había despejado para mostrar la pixelada imágen de lo que parecía ser una bombilla con sombrero o algo similar, bajo fondo negro.

Pero porque mis agentes han muerto y no sé bien que pasó.
Supongo que puedos otorgaros el beneficio de la duda si aún queda al menos una buena persona ahí.
Si todos aceptáis abrir las puertas, estas se abrirán, pero cuidado...
Si un villano escapa puede decidir mataros... al igual que un Vigilante...

Aquella pantalla de televisión tan rápida como dio aquel mensaje, esta parecía desconectarse dejando nuevamente una pantalla cubierta de estática. Al parecer aquella situación a la que aquella persona misteriosa con la voz distorsionada les había metido estaba avanzando de forma favorable.

Lena parpadeó una, dos e incluso tres veces antes de mirar a Yugiri y agarrarle de la mano.

-Esto... Esto es una trampa. Ichigo es una vigilante, lo cual puede matar a uno de nosotros en cuanto salgamos por la puerta. Quedarnos otra noche más aquí cuando tenemos la libertad a un paso...

Miró al grupo nerviosa.

-Yugiri, Fukozi...¿Qué pensáis? Votamos o nos vamos a sabiendas que Ichigo puede matarnos.

Ichigo se puso la mano en la cara.

-¿Por que querria mataros?¿Que ganaria con ello? Creo que desde el principio me he presentado bastante proactiva y he dejado bien claro que mi unico deseo era acabar con los villanos, no tengo nada con nadie mas, y de hecho por eso solo use mi habilidad con alguien que nos amenazo abiertamente, para evitar que nos hiciera nada mas.

Luego suspiro.

-Pero mirad, a estas alturas, si os sentis mas seguros matandome pues adelante, yo mas no puedo hacer.

Dijo sentandose en la puerta, a la espera que el resto decidiese.

Mi esperanza de que Kaito hubiera sobrevivido y avisado a los de fuera para abrir las puertas se fue completamente al garete tras oír al secuestrador y ver los nuevos mensajes en las pantallas de las votaciones. Y encima ahora todavía había más confusión y dudas añadidas incluso si nos abrían las puertas. 

... ... 

Contuve la palabrota que iba a decir. Por todo lo dicho hasta ahora, Ichigo era la única "peligrosa" en este escenario, por así decirlo. La miré sin saber qué decirle. Literalmente no sabía qué opinar al respecto. Tengo tanta paranoia mental a estas alturas... pero no sé qué se supone que tengamos que hacer con los vigilantes nosotros, se suponía que era el trabajo de los policías... pero ya no quedan policías...

Fukuzou era el que siempre hablaba menos que los demás, así que me esperé a ver qué tenía que opinar él sobre esta "novedad". Y luego miré a Lena, devolviéndole el agarre de la mano. No la iba a soltar, pasase lo que pasase.

Con una sonrisa de desanimo me acerque al centro de la estancia juntos a las demás, para ver que otro día más, estábamos casi o igual que ayer con la diferencia de que ahora debíamos volver a elegir, como si los que llevaran el Royal, cambiaran las reglas a cada nuevo día solo para verlos sufrir.

-Bueno, bueno... Parece que tenemos que volver a elegir y me temo que estos policías, si realmente lo son aquellos que nos han encerrado, no nos dejaran salir hasta que no estén satisfechos y parece que acabar con Kaito por supervivencia, estando él de acuerdo incluso. -Me quite mi hermoso sombrero, perfectamente colocado en el corazón. -Nos les gusto. Como si estuvieramos elección.

-Yo al igual que todas vosotras ya no se que pensar. Es cierto que sabemos de la condición de Ichigo. Y como Lena yo también temo por lo que pueda pasar si salimos los cuatro. Tristemente y pudiendo mas mi supervivencia y el miedo al que pasara, yo también optaría por evitar la posible trampa que nuestros anfitriones nos han preparado. -Miré a Ichigo una vez mas, viendo que ella era mas victima que todos nosotros ese día.

Alce la cabeza una vez mas cubierta por un ecelente sombrero y quise responder a la prgunta que ayer no tuve tiempo para ello.
-Siento avisar que llevo ya un par de días sin objeto alguno. El ultimo de la lista fue para Sinichi y supongo que se lo llevo con él. Por lo que no, ayer no tenia nada que Kaito pudiera usar.

Esta decisión pesaba más que si tuviera una piedra sobre mis hombros. El estómago se me retorcía, o quizás eran las mariposas que sentía al tener a Lena cogida de la mano. No me gustaba nada el ambiente, ni la idea de que pudiéramos arriesgarnos a morir incluso saliendo por esa dichosa puerta. 

Héroes, villanos, y vigilantes... yo... necesito recordar bien todo lo que dijo Kaito acerca de los vigilantes... antes de tomar una decisión.

FIN DE LAS VOTACIONES

Una vez que todos los votos fueron hechos, las puertas se abrieron dejando la libertad para que todas las personas pudieran disfrutar de sus nuevos días como hombres y mujeres libres... salvo que, cuando llegaron al marco de la puerta; algunos sufrieron un empujón desde la espalda terminando al otro lado de la misma, en el lado de los lanzallamas.

Con las puertas cerrándose detrás de Mae Mia y de Fukuzou Moguro; lo único que estos dos elegidos del día podían ver fue como estas armas se preparaban para rostizarlos, algo que, en esta ocasión, hicieron sin dudar ni un solo instante.

Aquel día había sido largo, o quizás no... sea como fuera, al ver como habían traicionado a los dos últimos participantes, ellas concordaron en lo mismo: Era mejor dormir y ya mañana salir para ver qué hacer. A fin de cuentas, la democracia había hablado... y también la propia voluntad de ambas.

Por lo que una, a una, estas fueron regresando a aquel ruinoso aposento en donde se encontraban, con el misterio aún pendiente por resolver, pero con la conciencia tranquila de que podrían hacerlo si permanecían juntas y nadie era brutalmente asesinado en las próximas horas... esta vez sí que sí.