De la nada, hizo acto de presencia una mujer pálida con cabello de distintos tonos de rosa, esta portaba un vestido de encaje negro, una corona oscura con piedras preciosas de distintas tonalidades moradas, así como un enorme par de cuernos.
Aunque lo más interesante de esta no era su apariencia física, sino que esta estuviera volando a un palmo del suelo o que hubiera aparecido de la nada en la sala en donde todos estaban tratando de empujar a aquellos tres empatados.
¡Maestro! ¡Mira que la has armado buena!
¡Ainsss...! ¡Y yo que pensaba que no tenía que salvarte!
¡Que con mi presencia guiándote iba a ser suficiente!
¡Supongo que es mi culpa! ¡Que si sigo contigo nunca madurarás!
¡Así que te salvaré otra vez más y a partir de ahí quedas por tu cuenta!
Y no solo fueron palabras, las que esta muchacha voladora dijo, sino que directamente, sobrevolando el resto de cabezas de los presentes, salió por su cuenta y riesgo al exterior del Bunker y, mientras el resto de las personas estaban siendo expulsadas hacia la muerte esta se preparó.
¡Prepárate! ¡Maestro! ¡Debes sobrevivir!
Y mientras aquellos tres eran empujados al exterior, esta giró sobre sí misma y dio una fuerte patada directamente en todo el pecho de Aayuichiro Umehara, patada con tal potencia de mandarlo de vuelta al interior de la estancia, potencia tal que incluso tiró al suelo al resto de las personas que estaban participando en la triple ejecución.
¡Ya nos volveremos a encontrar en un futuro!
Y con esto, las puertas del bunker se cerraron, dejándo a esta presencia al igual que a Aoi Ai y a Luke Walker enfrentarse a los lanzallamas.
¡¡¡¡¡No murasaki ...... tuuuu noooooo!!!!!
Aquel día había sido largo, o quizás no... sea como fuera, todos los presentes que habían participado de manera más directa o más indirecta a la casi triple ejecución, se quedaron viendo aquella doble masacre, pues solo escucharon los gritos de los dos votados, y todos ellos concordaron en lo mismo: Era mejor dormir y ya mañana salir para ver qué hacer.
Por lo que uno, a uno, estos fueron regresando a aquellos ruinosos aposentos en donde se encontraban, con el misterio aún pendiente por resolver, pero con la conciencia tranquila de que podrían hacerlo si permanecían todos juntos y nadie era brutalmente asesinado en las próximas horas... esta vez sí que sí.