Partida Rol por web

Hoikuen no kanjou/Emociones de la Escuela Infantil

Capitulo 0: Nuevas experiencias

Cargando editor
22/08/2019, 15:14
Kobayashi Mika

Vuestros padres habían tratado de no despertaros tan temprano, aunque puede que algunos ya lo hicierais debido a los movimientos que tenían que hacer para vestiros y poneros aquel uniforme que os habían comprado hace unos días antes... sabíais que tocaba. Quizás alguno ni siquiera sabía que alguien pudiera estar levantado en ese momento del día en el que en los despertadores había un muñeco de nieve, dos puntos y dos pelotas una al lado de otra.

Pero ya sabíais que tocaba, vuestros progenitores ya os habían hablado de ello, cosa que pudo traer mil emociones diferentes para vosotros que a lo mejor todavía ni conocíais por un nombre. Hoy sería el primer día de guardería, un lugar donde habría muchos niños como ustedes y donde se encargarían de cuidaros sin que vuestros padres estén presentes.  Y para llegar a ese lugar, esperasteis con el fresco de la mañana en el portal de vuestras viviendas con legañas en los ojos...

Para llevaros hacia aquel lugar, un microbus de color azul y negro, de aspecto retro y con el logo de un girasol dibujado a mano sobre la carrocería de éste. La cabina del conductor parecía estar cerrada con cristales tintados, impidiendo tanto a padres como hijos ver quien conducía... aunque de él siempre salía la misma mujer, joven, que como mucho tendría veinticinco años, de cabello verde y con una sonrisa encantadora y dulce, la cual se encargaba de hablar con los padres y de recoger y acomodar a los pequeños en sus asientos, ya fuera ofreciéndole la mano a los pequeños somnolientos que aún no querían dejar a sus padres o directamente cargando con los que todavía habían conseguido permanecer dormidos, poniéndoles a todos el cinturón con mimo.

Así parada tras otra, hasta que el autobús estuvo lleno de en total 18 pequeñines y 3 adultos (uno de ellos tan visiblemente dormido que incluso lo pudisteis notar), de entre los cuales, vuestra acomodadora se levantó con un pequeño megáfono para poder dirigirse a todos ustedes, pudiéndola ahora mirar mucho mejor.

Muy buenos días a todos chiquitines- os habló a todos la profesora, con voz alegre y cariñosa -Ya hemos recogido a todos, y ahora nos dirigimos todos hacia la guardería Himawari... ¿nerviosos? ¿ilusionados como yo?- preguntó la mujer mirándoos a todos -Se que para muchos este será vuestro primer día en una guardería y puede dar un poco de miedo... pero que sepáis que no estáis solos. También es mi primer día, y seguro que todos juntos lo pasaremos muy bien- terminó diciendo con una sonrisa muy dulce.

Notas de juego

Pues ya esta, ¡ahora si que ha empezado oficialmente la partida de bebes! (Aunque podríamos decir que ya la empezasteis con las cinco páginas de off-topic)

Esta escena pre-guarde es para que podáis rolear un poco si fue un despertar tranquilo, si consiguieron poneros los uniformes, que cosas os habéis traído y demás... ya sabéis, para preparar el equipamiento toddler para la aventura.

Cargando editor
22/08/2019, 17:04
Konoe Homura

Aquella era la hora del gallo, como papá la llamaba, tiempo en que me despertaba y él también intentaba hacerlo pero casi siempre sin éxito, refunfuñando...¿cuántas veces tuve que picarle la nariz o abrirle un ojo para que reaccionara? Al menos era divertido verle correr luego.

Pero no este día, hoy era importante para mi, dijo, el inicio de un nuevo nivel en mi vida, así que cuando yo apenas estaba abriendo los ojitos él ya estaba listo y en forma, todo elegante. Dándome mi nueva ropa, a lo que él se refería como "uniforme", me indicó cómo ponérmela haciendo mímica frente a mi para que como niña grande aprendiera, pero al final terminó ayudándome porque el suéter se me quedó atorado en la cabeza y no conseguía hacerlo bajar...

Superado aquello estaba ya lista para el primer día en la guardería, "los twaini gwons(*)" a saber de papá, donde junto a otros muchos enanos comenzaría a aprender nuevas cosas y a divertirme de maneras que no conocía. Ciertamente eso me ponía nerviosa, triste por tener que dejarlo solo (y es que el pobre me necesita todo el rato a su lado), pero al menos me tranquilizaba el hecho de que Azu-chi y Kaowu-ki estarían allí también, pues los consideraba mis mejores amigos en todo, todo el mundo mundial, queriéndolos no nueve mil sino novecientos cuatrocientos doscientos mil ocho más uno, siempre más uno.

Con un peculiar rugido, el bus que iba a recogerme llegó y de ahí salió una señora con el cabello gracioso, como de lechuga, voz amigable y cara linda. Mi papá me explicó que ella era como una mamá pero...¿no tenían ya los otros niños sus mamás también? ¿para qué queríamos otra? Bueno, yo sí que no tenía, pero es que la mía fue al ba...va...baljala, eso, luego de que yo naciera, para salvar mi vida. Toda una heroína según papá, una heroína que molaba.

Luego de que hablaran los grandes llegó el momento de subirme, tiempo en que, por alguna razón, mis ojos se pusieron muy mojados, como cuando me duele algo, pero además pude ver que los de papá también...¿acaso le estaba doliendo? ¿le rugía la pancita? achuchándome explicó que era normal tener nervios, pero que solo estaríamos separados por un rato y que al final él siempre iría por mi, que no se le olvidaría como cuando dejó el calentador prendido y explotó mientras no estábamos...yo le creí.

Al entrar fui acompañada y guiada por la adulta pero decidí sentarme sola, detrás de un niño que estaba tan dormido que salía de su nariz una burbujota de moco (que dicho sea de paso, no intenté romper para no despertarle, pues yo me pondría de mal humor si me pasaba lo mismo), esperando a ver si veía a Azu-chi o a Kaowu-ki , hasta que la señora verde comenzó a hablar.

Cuando terminó, parecía querer que alguien dijera algo, o al menos eso pensaba yo dado que cuando papá me contaba cosas solía preguntarme lo que opinaba, así que levanté la mano lo más alto que pude.

¡Señoa Señoa! — dije fuerte — ¿Puqué es vewde? Su pelo... — antes de opinar sobre nada, había cuestiones importantes por resolver.

Notas de juego

(*)Training Grouds

Azuchi = Azuki-chin

Kaowuki = Kaoru Kidd

Cargando editor
22/08/2019, 21:24
Wakahisha Kaoru "Kidd"

Hoy el mar estaba muy tranquilo y no se veía ni una sola nube en el cielo. Las olas rompían en el casco de un barco muy muy muy, pero que muy grande que se levantaba encima de estas. Es el gran Barco de Guerra “El gran Barco del Capitan Kidd” , donde estaban los piratas más valientes y fuertes del mundo mundial entero! Pero solo había alguien que podía manejar a esas personas, y ese soy yo! El CAPITÁN KIDD, el mejor pirata de todos, siempre con ganas de conseguir nuevos tesoros y vivir nuevas aventuras! Y a veces, porque papi me obligaba, estaba también la Capitana Azu y la Capitana Homuchi.

El barco se acercaba a una isla gigantesca donde nos esperaba el mayor tesoro que habían descubierto jamás, pero algo nos impedía avanzar a ella. Uno de los piratas de cubierta gritó algo muy raro:

-Capitan! Hay que marcharse! Vamos que no hay tiempo!-

-No nos podemos ir! El Tesoro está a nuestro alcance!-  conteste. ¡Si no conseguimos este tesoro los otros piratas se reirían! ¡Eso no PUEDE PASAR PORQUE SOY EL CAPITÁN KIDD! El ma…. El mai…. El “maior” pirata de todos!

Entonces de repente, apareció de la nada una tormenta que la traía muchísimo viento, y donde pasamos mucho frío. Por suerte, el viento se calmó, y un olor a la colonia de papi se paseaba por la cubierta, pero aun así la tormenta no se había ido.

Otro olor se mezcló con el olor conocido, esta vez no sabía de dónde venía y cesó, hasta que luego un trueno cayó cerquisima del barco….

-AAAH!- Ya no estaba en un barco… sino en una silla muy muy rara que tenía muchos colorines y líneas muy raras… ¿donde estaba? Era un “Vrum Vrum” muy grande…. Y habían muchos niños… y Azu!

-¿Donde esztamoz Azu?- miro a todos los lados y son todos niños como Azu y como yo… aunque no habían muchos por ahora… -¿Donde eszta papi?-

Mami siempre estaba fuera ayudando a todos las personas buenas y no volvía hasta que el sol salía, papi siempre nos contaba a Azu y a mi que mami siempre estaba muy dormida por la mañana y no podía estar con nosotros hasta por la tarde…. Aunque siempre escuchábamos unos ruidos de monstruo dentro del cuarto… ¿Estaría luchando con el que teníamos en el armario?

Así que probablemente ahora estaría en el cuarto, porque el sol estaba muy muyyy alto! Aunque todos los pensamientos se fueron cuando una señora de pelo verde se puso a hablar fuertisimo…. Era “como” alta alta como hablaba! Y tenía algo raro en la boca parecía a Pingö, el pingüino que salía por la tele… y dijo que vamos a una guarde...que?  Papi me dijo que iríamos a una “isla” muy grande y que conoceríamos nuevas personas…. Estaba diciendo eso?

-ZEÑORA, ZEÑORA, porque erez Pingö y zuenasz muy fuerte?- 

Notas de juego

Lo que ha pasado mientras Kaoru estaba dormido:

El padre ha intentado despertarle diciendo que había que marcharse, y Kaoru somnoliento le contesta:

-No podemoz ir… cozas brilli brilli por aaaqui….. zzzzz-

Entonces el padre le desviste y le pone el uniforme, se lo entrega a la profe, y ella le coloca en un asiento. En cuanto arranca el autocar despierta.

Kaoru lleva siempre un gorro pirata consigo, que seguro que el padre se lo haya entregado a la profe de pelo verde.

Cargando editor
22/08/2019, 23:31
Wakahisha Azuki

¿Con que suelen soñar los crios? Con cosas de crios... ¿Pero yo? Para nada, mis sueños eran de una autentica dama. Corriendo por el campo junto a Agi y mi amiga Homuchan, mientras que Kaoru se hundía con su barco atrapado en la tierra. Sin embargo, los sueños no duran tanto y comencé a sentir como aquel mundo se me agitaba.

Al abrir poquito los ojos vi a mama moviendome mientras me decía que despertara con su dulce voz - ¿Mama?... - pregunté aún muy dormida - ¿Que pasa? - pregunté y aún dormida no entendí nada de lo que me decían. Papa estaba intentando despertar a mi hermanito sin conseguirlo, mientras mama me vestía poco a poco - Tengo pis - Dije mientras mama terminaba de vestirme y papa empezaba a vestir a Kaoru.

Ya en el baño y con mama vigilante me desperté un poco más cuando vió que di una cabezada y me despertó otra vez - E-estoy... estoy despiedta... - dije siendo que era mentira. Pues hasta que no salimos fuera de la casa esperando en la entrada y con el sol dandome en los ojos obligandome a despertar y cerrar los ojos, no me desperté bien. Fue entonces que me di cuenta de las palabras que mama me dijo antes - M-mama... ¿Es necesadio? - Dije antes de abrazarme a su pierna

-N-no quiedo id. ¿Y si el monstduo del admadio te come? ¿Y si papa vuelve a quemad la comida? ¿Y si no estamos mi hedmano y su capitan kiddd y yo pada protegedte? - Eran preguntas inocentes tras el manto de lagrimas que empezó a formarse cuando el autobus estaba por llegar. Mama me abrazó entonces tratando calmarme y consolarme e intentando... ¿razonar dijo? conmigo de que era lo mejor un gran paso en nuestras vidas... La mia y la de mi hermano... pero el muy ceporro estaba dormido. Hasta papa me abrazó aprovechando eso. Y ellos también lloraban. ¿Por qué?

Llegó el autobus y di un paso atrás escondiendome tras mama. Pero ella volvió a convencerme y yo me dejé. Di un par de pasos junto a ellos mirando hacia atrás para ver que me seguían y fue entonces cuando lo ví - ¿Y AGI? - pregunté alarmada - N-no me voy sin Agi. M-mama. - Le lloré incluso y sabía que no iba a hacerlo. Donde iba yo iba Agi. Por eso entré corriendo en la casa y recogí a mi peluche conejo de al lado de mi futón antes de volver yendo más lenta. Con una pequeña voz de prisa de mis papas corrí para entonces mirar a la mujer peliverde.

Con dudas le dí mi mano y entré con ella despidiendome con lagrimas aún en los ojos de mis papis. Al irme a sentar vi a Homuchan y mi cara cambió di un saltito para tirar con mi peso de la seño - ¿P-puedo id con HomuChan, seño? - Al ver que no se negaba me subí al asiento - Hola HomuChan. - Me dejé abrochar el cinturon con Agi a mi lado - N-no quiedo que le ocudda nada malo. - La seño me dejó y me alegré más. Finalmente abracé a Homuchan - Contigo aquí es mejod. - Y finalmente mi hermano se despertó

-Dodmilón... Escucha a la seño. - dije pues estaba a punto de decirlo ella. Y me mantuve callada hasta la pregunta de mi amiga la cual hizo que me tirara de la punta de la coleta para ver mi pelo rosa. Como no tenía ninguna pregunta simplemente abracé a Agi.

Cargando editor
23/08/2019, 11:58
Akiyama Hana

Hana emitió un leve murmulló cuando su madre la agitó para despertarla, y dio media vuelta para seguir durmiendo mientras trataba de recordar para qué se suponía que estaban despertándola. ¿Acaso tocaba médico? No le sonaba... Pero no le hizo falta pensar mucho más, su propia madre fue la que le recordó que hoy iba a ser su primer día de guardería.

Inmediatamente, la pequeña abrió los ojos como un búho y su cerebro se activó con nerviosismo, eliminando toda sensación de sueño en un segundo. ¡Hacía muchos días que esperaba aquello! ¡Allí podría conocer a otros niños y niñas de su edad y hacer amistades! ¡Estaba deseando ir!

Pero primero a hacer pis, desayunar, lavarse los dientes, vestirse... ¡Demasiadas cosas! ¡Ella quería ir ya! Su madre trataba de hacerle las trenzas en el pelo mientras Hana lanzaba sin cesar las mismas preguntas que llevaba una semana repitiendo. ¡Debía asegurarse de que su madre no cambiaba su versión! Mientras, ésta le daba las mismas respuestas y le enderezaba la cabeza una y otra vez para que dejase de girarse mientras le insistía, sin éxito y en un tono progresivamente más serio, que se estuviese quieta.

Miyako notaba el movimiento nada habitual de aquella mañana, y seguía a la familia con aspecto animado y moviendo la cola, espectante de ver de qué se trataba. Cada vez que alguien miraba en su dirección, aunque fuese accidentalmente, ella inmediatamente bajaba la cabeza y separaba las patas delanteras mientras levantaba el trasero, en posición de juego, pues ella también quería participar de aquel nuevo evento. Solamente Hana le hizo caso un par de veces, que se acercó a abrazarla, pero eso no parecía importar a Miyako, que seguía insistiendo en jugar a cualquiera que pasara.

Para cuando su madre logró terminar de peinar y vestir a una increíblemente inquieta Hana, su hermana mayor ya las esperaba tranquilamente en la puerta de casa completamente preparada y con la mochila colgada.

Y así fueron las cuatro en dirección a la parada del autobús de la guardería. Hana llevaba la correa de Miyako y trataba de quitarse aquel gorro amarillo para observarlo detenidamente. Su hermana la tomaba de la mano y la observaba tranquilamente. Y su madre atendía la llamada de su padre, que estaba trabajando en Tokio pero quería saber cómo iba todo y ser partícipe como el que más.

Hana observó emocionada, dando saltitos, cómo llegaba el bus. Sonrió felizmente cuando la puerta se abrió y se llevó las manitas a la cara cuando salió aquella mujer desconocida... y de repente, su sonrisa se descompuso cuando entendió que no iba a ver a su familia... durante al menos... ¡mucho rato! ¡¿Y si no volvía nunca a casa?! Por supuesto, no es como si no lo supiera, pero una cosa era saberlo y otra vivirlo. Además, su madre estaba llorando... ¡Ahí estaba pasando algo malo!

-¡Nu! ¡No quero ir! -comenzó repentinamente mientras hundía la cara en el vientre de su hermana- ¡Io quero estar con vo'otras y Miyakooo! -su madre y su hermana razonaron con ella, y la aparente amabilidad de la profesora hizo que Hana cediese al fin, aunque seguía mirando a todo con desconfianza.

Subió al autobús, mirando todo con los mofletes hinchados preventivamente por si era necesaria una rabieta. Allí había mucha gente que no conocía... sí, eran niños de su edad, pero aún así... decidió que el hombre que dormía sería el menos peligroso de todos y tomó asiento junto a él mientras la profesora le ponía el cinturón del asiento.

La mujer se presentó y algunos niños comenzaron a hacer preguntas. Hana vio que levantaban la mano para hacerlas, y ella les imitó, aunque la bajó rápidamente y negó con la cabecita en cuanto notó que al hacerlo, todos se giraban para mirarla.

Hana se fue tranquilizando mientras escuchaba hablar a los demás, y terminó mirando por la ventana cómo pasaba el paisaje, casi hipnotizada, mientras que la vibración del motor y el suave vaivén de las curvas completaron el conjuro.

Como si le hubiesen dado al interruptor, la cabeza le cayó a un lado y su cuerpo se apoyó contra el costado de aquel hombre desconocido. Había caído completamente dormida.

Cargando editor
23/08/2019, 19:16
Makihara Subaru

Subaru casi no había podido dormir aquella noche. O eso le había parecido a él, porque la verdad es que había dormido bastantes horas. Pero los nervios por lo que iba a ocurrir al día siguiente habían hecho que se despertara muchas veces, y que al llegar el amanecer ya estuviera con los ojos como platos, esperando con temor el instante en que mamá llegaría para sacarlo de la cama.

Por fin, llegó el momento. Subaru escuchó el despertador de sus padres, y se quedó muy quieto y callado, como un reo a la espera de la sentencia. No le hacía ninguna gracia ir a la guardería, porque era un sitio que no conocía, y ni sus papis ni su hermana Akari estarían con él. Llevaba toda la noche poniéndose en lo peor... ¿Y si el resto de los niños eran malos? ¿Y si los cuidadores se enfadaban con él? ¿Y si su camión se perdía, o se lo quitaban? Había estado más de una hora sopesando si llevárselo o dejarlo en casa...

En esas estaba cuando entró mamá, con una sonrisa, y él se hizo el dormido. Pero mamá le tenía calado. Lo cogió en brazos y le ayudó a vestirse, mientras le animaba diciéndole que iba a pasarlo genial y a hacer muchos amigos. Pero Subaru tenía un nudo en la garganta y no podía hablar. Mamá terminó de vestirle, le llevó a hacer pis y a desayunar, y luego a lavarse los dientes.

El autobús llegó puntual, y al ver que estaba hasta arriba de niños, Subaru volvió a sentir que su procupación crecía. No dijo nada cuando aquella mujer le tomó de la mano para sentarlo en uno de los asientos, pero se asomó a la ventanilla y pudo ver a mamá despidiéndose de él, con una sonrisa radiante. Él tragó saliva, y cuando quiso levantar la manita para decir adiós, el autobús volvió a ponerse en marcha. Subaru se quedó en silencio, tratando de hacerse aún más pequeño de lo que era, para pasar desapercibido. Mientras oía la algarabía de gritos, llantos y risas de los demás pequeños, se apoyó en uno de los lados acolchados del asiento y cerró los ojos. No tardó en quedarse dormido, aunque un segundo antes se dio cuenta de que se había dejado el camión de juguete en casa...

Cargando editor
24/08/2019, 13:00
Genji Nonoko

La abuela fue quien me despertó esa mañana, aunque si somos sinceros, el que me despertó fue el señor plumín, el gallo de la familia. Sobre las seis de la madrugada ya había empezado a cantar y antes de llegar a las siete de la madrugada, yo ya estaba despierta y sentada sobre la cama jugando con Don Cascabel, mi más mejor amigo del mundo mundial y más. Cuando la abuela entró en la habitación la miré con cierta preocupación, y es que eso de ir a un lugar con desconocidos... No lo estaba gestionando demasiado bien. Mientras la abuela se encargaba de ayudarme a vestirme entre juegos, mamá se encargaba de preparar el desayuno y la merienda. 

La hora de vestirme se había alargado más de lo debido, yo lo sabía, sí sí... Porque soy una niña muy lista y observadora. Y bueno, porque la abuela dijo unas cuantas palabras prohibidas a la par que me decía "Eso no se dice" "No digas jamás esto" o "Chispas, quise decir chispas.." Finalmente con la ayuda de la abuela me bajé de la cama y salí de la habitación de su mano a la par que mamá gritaba desde abajo para meter prisa. Y es que la vida de los adultos era eso.. Prisa y más prisa.-  ¡Cascabeeeeeel! ¡No me quiero ir sin Don Cascabeeeeel! -Grité al darme cuenta de que mi mejor amigo se había quedado en el cuarto durmiendo.- Abu...-Con ojitos brillantes la abuela no pudo evitarlo y con una suave sonrisa en su rostro me dijo que bajase, que ella lo iría a buscar. Y es que yo no podía irme sin él ¿Con quién hablaría? ¿Con quien jugaría?¿Con quien me escondería? ¡Repollos, pero cuantas preocupaciones me habían surgido de repente! 

Mamá me observó y se acercó, creo que ella percibió lo que pasaba y mientras me peinaba cuidadosamente, me habló.

 - Hoy conocerás a otros niños y a las profesoras, estoy segura de que te gustará muchísimo, cariño. Y tan sólo será durante unas horas ¿Vale? - Bueno, yo podía entenderlo, pero no quererlo ¿No? O al menos eso era lo que mamá siempre me decía. Que estaba bien sentirse triste, enfadada e incluso querer gritar y llorar. Y no tardé en hacerlo, sentada en la banqueta mientras mamá me peinaba me eché a llorar desconsolada mientras me frotaba la cara con la manga de mi uniforme. Yo no quería ir, me gustaba quedarme en casa con la abuela, ayudarle en el huerto y mirar los bichitos. Aún así, sólo lloré, aunque ahora abrazada a don Cascabel pues la abuela me lo había puesto en los brazos. ¡Jolin! Pero porqué era tan difícil.

Yo no es que llore demasiado, pero cuando lloro, lloro con ganas y muy de verdad ¿Eh? Sorbiéndome la nariz terminé de desayunar, justo al tiempo en el que la abuela y mamá se terminaban de poner sus chaquetas y cogían la mía. Las tres salimos de la casa de campo. Mamá y la abuela iban hablando, mientras que yo me entretenía jugando por la orilla del camino persiguiendo aquellos bichitos que saltaban tanto. Creo que mamá los llama... Salta.... Salta... Saltamontes, aunque yo no sé por qué, si saltan chiquito.

Nonoko, aquí es. No te alejes, por favor.-

Miré a mamá y asentí. Mochila a la espalda, peluchin bajo el brazo y sombrerito puesto. Lista y preparada. Mientras venía y no el autobús me dediqué a recoger flores, aunque cuando sentí el ruido del brumbrum, corrí a esconderme detrás de mamá. A mamá le costó despegarme, pero cuando lo consiguió mis ojos miraron a la profesora.-  N-no quiero....-Otra vez esas ganas de llorar, jopé, pero era injusto yo no soy una niña llorona.... 

Abracé a la abuela y mamá cómo si fuera el último abrazo, y entre lágrimas dejé que la mujer de cabellos verdes me llevase al interior. Desde la ventana me despedí otra vez de mamá y tras eso me senté en silencio, agarrando muy muy fuerte a Don Cascabel, porque... No sé si os lo dije, pero él huele como mamá y me ayuda a estar tranquila. En la otra manita llevaba un pequeño puñado de flores, que cómo siguiera apretándolas así iban a llegar muy mustias.

Cargando editor
28/08/2019, 02:19
Director

La mujer solo tenía pensado presentarse e intentar tranquilizar con sus palabras a aquellos chiquillos que compartieron una despedida lacrimógena de sus padres... pero cuando vio que un par de pequeñines se atrevieron a hacerle preguntas, la mujer permaneció de pie dispuesta a responder -¿Porque mi pelo es verde? Mis padres también lo tenían, quizás sea por eso- respondió de forma breve y clara a Homura... apta para el entendimiento de su joven público, siempre sonriendo con simpatía. Luego pasó al chico que recién se despertó, Kaoru -Es por este aparato tan útil, mira. Ahora hablo normal, AHORA HABLO ALTO, ¿lo ves? Si quieres te dejo probarlo a lo largo del día- dijo la mujer, hablando tanto con el megáfono delante como sin él para que notarais la diferencia. Dejó una pausa, antes de volver a sentarse y hablar una última vez -Se que muchos preferiréis estar con vuestros padres, o dormir... pero os puedo asegurar a todos, tanto dormidos como despiertos, que mis compañeros y yo nos comprometemos con vosotros a que el rato que pasemos juntos sea el mejor. Ahora disfrutad del resto del viaje- terminó diciendo, bajando del todo el megáfono y tomando asiento.

El resto del viaje duró unos veinte minutos, donde algunos niños más también lo pasaron durmiendo y otros hablando con sus compañeros de asiento, comentando todo lo que pasaba por sus curiosas mentes. Hasta que al final, por el lado izquierdo del autobús, terminasteis por empezar a ver la guardería. Era un edificio en una de las zonas límites de vuestra pequeña ciudad, haciendo esquina con la calle. Era un gran edificio con forma de L y un patio en el centro rodeado por setos y unos pocos árboles, con un amplio patio de tierra con unas pocas atracciones como la de los parques infantiles: unas barras, un tobogán, un par de columpios y una pequeña pirámide de cilindros de colores vistosos.

El autobús se detuvo delante de la candela, y abrió sus puertas. Las primeras en levantarse fueron las dos profesoras, la mujer con pelo de menta y otra mujer que se veía más mayor y robusta que ella con una edad que podría ser tanto de madre como abuela primeriza, de pelo corto y castaño vestida con una camisa amarilla y vaqueros. Ambas mujeres se acercaron a vuestros asientos y empezaron a ayudaros a quitaros el cinturón de seguridad. De paso, la mujer menta le dio a cierto capitán pirata su sombrero el cual le dio su padre mientras el batallaba en sus sueños.

El otro profesor que quedaba fue de los últimos en bajar, básicamente porque se había despertado hace poco... encontrándose con que cierta pequeña con trenzas lo había estado usando de almohada. El hombre, que era muy alto y parecía ser un joven un poco mayor que la profesora menta vestido con camisa de manga corta blanca y pantalones negros y con el pelo también verde aunque de tono mucho más oscuro y cara de apatía, vio con indiferencia a la pequeña... antes de tomarla en brazos y llevársela fuera apoyando su cabeza sobre su hombro, teniendo cuidado de que no se despertase hasta que ella no quisiera hacerlo y bajarse de él.

Una vez bajados, el autobús cerró las puertas y se marchó girando la esquina, seguramente para ir a aparcar en la parte trasera de la guardería.

Ahora, todos los pequeños estabais en aquel patio, siguiendo las indicaciones de la profesora que indicaba que esperarais un momento. De nuevo, la primera en tomar la iniciativa de hablar fue la profesora hierbabuena -Bienvenidos a la guardería Himawari, ¿os gusta como es?- dijo la mujer con su buen humor perpetuo -Pues ahora es el momento de presentarnos. Yo soy la señorita Kobayashi, ella es la señorita Masuda y él es el señor Fuji... y cada uno será el profesor de seis de vosotros, pero todos trataremos de cuidaros a todos. Iremos diciendo vuestros nombres, y a medida que los digamos, quiero que digáis un "¡Si!" muy alto y enérgico, ¿de acuerdo chiquitines?- terminó preguntándoos la mujer, esperando que esos "Sies" empezaran ahora.

Cargando editor
29/08/2019, 01:23
Konoe Homura

Con Azuchi a mi lado y Kaowuki no muy lejos, el viaje en el bus se sentía mucho menos largo y hasta divertido, ya que estando ellos ahí también significaba que papá estaría con los papás suyos, por lo que no se sentiría TAN solo. Achuché a Azuchi cuando ella me achuchó a mi, pero mirando a Agi me di cuenta de que  Woso no venía conmigo...

Verán: pese a que Azuchi y Kaowuki eran mis mejores amigos en todo el mundo mundial, Woso era el que jugaba conmigo cuando ellos no estaban, sobre él dormía usándolo como almohada y me dejaba morderlo cuando estaba ansiosa (no como Azuchi que lloraba o papá que me regañaba...); víctima de esa certeza mis ojos, oh mis ojos, espejos de mi alma, se cristalizaron todavía más que al dejar a papá...y ahí si no pude evitarlo.

Woso...el seño Woso no vino...Azuchi... — ya que me achuchaba la achuché más fuerte, incluso llegué a acariciar a Agi-chan con mis dedos gorditos, y acto seguido mordí o intente morder (pero suavecito) la oreja de mi amiga-chan. Quería llorar, quería volver a casa a por Woso, y ni la explicación de la maestra sobre el porqué de su verdosidad ni la demostración que le hizo a Kaowuki me distrajeron de mi pena.

Para cuando llegamos a nuestro destino y el Sr.Bus se fue, dejándonos con más gente grande, mi aflicción casi había desaparecido y no porque hubiese dejado de extrañar a Woso, sino porque la guardería era tan grande como...como... como una cosa grande, más que mi casa, probablemente más que la de mis amigos también, y eso que papá me había dicho que nadie vivía ahí (yo entonces comencé a pensar que quizás él no sabía lo que decía).

De manera tan compuesta como pude, seguí las indicaciones de la pelo-lechuga junto a mis amigos, aunque bueno, por más que lo intentara no podía hacerme responsable de que Azuchi y Kaowuki (especialmente este último) siguieran nada, al menos no sin llorar, y si me ponía a eso recordaría a Woso y,y...y ¡oh Dioses! 

Dolida apreté mis puñitos y escuché a la adulta hablando, diciendo que el lugar se llamaba Himawawi ¡es muy wande! — grité desde donde estaba, con el entrecejo fruncido ya que no entendía porqué era tan, tan wande, pero inocente al fin y al cabo mi ánimo cambió casi al instante siguiente, cuando escuché a la aceitunada decir mi nombre  me puse las manos alrededor de la boca y grité con todo lo que dieron mis pulmoncitos — ¡SI! —, respondiendo ante "Konoe Homura", no obstante luego tuve que carraspear porque me dolió la garganta. Vi entonces a los hermanos — ¿No tienen fwío? — intenté tocarles los cachetes si estaban cerca, para mostrar cómo mis manitas estaban como cuando todo se ponía blanco y papá se olvidaba de mis guantes, pero lo cierto es que no estaba temblorosa ni tenía más mocos de lo normal...¿por qué otra razón podría sentir frío?

Cargando editor
29/08/2019, 11:41
Makihara Subaru

Subaru había hecho todo el viaje hasta la guardería dormido como un tronco. La noche de poco descanso temiendo lo que iba a ocurrir al día siguiente se dejó notar en cuanto le colocaron el cinturón en el autobús. Pero al llegar a la guardería, despertó. Por un momento no supo donde estaba, e hizo un par de pucheros. Pero luego recordó y los ojos se le abrieron mucho. La guardería no parecía un sitio tan terrible...

El pequeño bajó con todos los demás hasta el patio, mirando todo a su alrededor. Cuando la profesora Kobayashi se presentó e hizo aquella pregunta, Subaru notó que tenía la boca seca.

Sí...

Su respuesta apenas se oyó entre las voces de sus compañeros. Se quedó muy quieto y atento. No quería estar despistado cuando la profesora dijese su nombre...

Cargando editor
29/08/2019, 14:06
Wakahisha Azuki

Estaba un tanto más tranquila al estar junto a Agi y Homuchan a mis lados... No obstante no podía evitar pensar que seguía lejos de papa y mama, y aún me daba miedo lo del monstruo que estaba en el armario y mama en la misma habitación, sobre todo después de las malas ideas que me metió Kaoru a lo largo del tiempo que escuchabamos aquellos sonidos raros.

Cuando Homuchan me dijo aquello sobre woso, me sorprendí y la miré tanto a ella como a la mochila - Cdei que lo llevabas en la mochila. - Y tras eso le di otro fuerte achuchon - Tdanquila, Agi y yo sedemos tu woso pod hoy. - dije muy segura de que podría con ello hasta que me mordió levemente la oreja cosa que me hizo tensarme y humedecerseme los ojos mientras mis mejillas se sonrojaban. De repente me sentí un tanto nerviosa y mi voz salio muy pequeña - P-p-p-pedo... p-pod f-favod... N-no nos c-comas. - Si no dejaba que nadie me mordiera era por una razón sencilla... No quería ser comida por nadie.

Ya mi mama me metió miedo cuando lo dijo con papa y con niichan y conmigo y no fue hasta que aclaró que era a besos que no dejé de huir todo el rato de ella cuando decía de comernos. Por ello los mordiscos de Homuchan, aunque leves, me hacían llorar, porque pensaba que mi mejor amiga quería comerme.

Después de las explicaciones de la pelo col, al final el autobus llegó a la guardería. Me sorprendi al ver un lugar tan grande. - Es una mansion - dije aun sorprendida por el tamaño del lugar. Al ver la parte de los columpios suspire al pensar que el capitan kidd arrebatara a todos los niños al menos uno. Agarre de la mano a Homuchan y agarre a Agi mientras nos quitaban los cinturones y empezamos a bajar.

Los cuidadores eran un tanto extraños ya que si bien la pelihierba era la mas alegre, otra parecia una mama aunque un poco mas cascarrabias. El ultimo parecia muy joven y guapo,pero tambien parecia un tanto vago, como papa a veces. Por ahora solo me fiaria de Homuchan y de niichan, aunque tambien tendria que fiarme de la señorita Kobayashi. - S-si. - respondi escondiendome tras mi amiga.

cuando dijo que tenia frio y me puso las manos en las mejillas la mire con los ojos muy abiertos. - Seda que aun necesitas abdigadte un poco. - realmente no entendia el porque de su frio, pero aun asi no deje de preocuparme siendo que cogi sus manos y hecho aire caliente de mi boca para calentarla

Cargando editor
29/08/2019, 18:37
Wakahisha Kaoru "Kidd"

-HUALA! Yo también quiero, Yo también quiero!- mis manos actuaban por si solas mientras intentaban acercarse a ese objeto tan raro…. Es maravilloso! Seguro que con ese aparato podría conquistar cualquier isla!  

Según dijeron papi y mami ayer, estaríamos todo el día en ese lugar nuevo. Y YO NO SOY COMO AZU, NO SEÑOR! YO NO LLORO POR NO VER A PAPI Y A MAMI! Además, seguro que habrá muchíiiiiiiiisimas cosas que ver y tesoros descubrir…. Aii que nervios!

Tardé poco en sacarme el sueño que tenía encima y ver más con detalle donde estábamos, y me fijé que también estaba…. HOMUCHI! -HOMUCHI, TU TAMBIÉN VIENEZ! BIEEEEN!- Homuchi, Azu y yo nos conocemos desde recién nacidos según nuestros papis y el “tito” Kenzo, el padre de Homuchi y hemos sido super-duper-mega-amigos desde ese momento! También llevaba como Azu siempre consigo un peluche llamado Woso, y me sorprendió cuando dijo que se lo había dejado en casa.

 -No te precupez Homu…. Woso estará ziendo el guardián de “tito” Kenzo, y no dejará que paze nada en tu caza!..... Y…. y…. -  Mientras lo decía empezó a mordisquear a Azu, y la pobrecita no se lo toma a bien, Aunque es muy divertido perseguirla mientras corretea por la casa intentando “atraparla para comerla”!…. -Homuchi! Azu no ze puede comer! Me dejaríaz zin imouto-chan…. Ademáz, zabría a chica… PUAJ! Zeguro que ez un azco!-  Seguro que sabría como a mami, una mezcla entre el jabón “raro” de agua ,que nos obligaba ponerlo para tener las manos bien limpitas antes de comer, y algo más…. De chica seguro!

Cuando el autobús llegó a la guardería la profe “Pingö” me desabrochó el cinturon y….. MI SOMBRERO! EL CAPITAN KIDD JAMAS SALE DE AVENTURA SIN SU SOMBRERO! Se lo arrebaté de immediato, aunque noté (o eso creo) los ojos de Azu mirandome detrás mezclando furia/tristeza, asi que me obligué decirlo antes que emepzara a llorar o hacer algo NO JUSTO! - Gr-gracias -

Y justo cuando bajamos vi donde estaríamos todo el dia…. Es….. Es grandioso, más grande que… que mi barco! Aquí hay mucha cosa que explorar! Es Genial! No me contenía de la emoción y mis pies estaban actuando por sí solos dando saltitos como si fuera a recorrerme todo el lugar, Y LO HARÉ COMO ME LLAMO EL CAPITÁN KIDD! No fué hasta que Azu me cogió por la manga y me dijo que me estaban llamando cuando dije el mayor “SÍIIIII” que mi voz pudo sacar afuera. Estaba tan excitado que no pude notar que Homuchi también me tocaba el cachete porque al parecer tenia frío…. Pero no hacia frío aquí! Al menos aun no tenia….

Cargando editor
01/09/2019, 21:17
Genji Nonoko

Don Cascabel estaba conmigo y el olor de mamá me tranquilizó lo suficiente cómo para que sintiera cómo mi cuerpo se amodorraba con el suave movimiento del autobús. Yo no quería dormirme, no no no, porque había muchas cosas nuevas que ver, pero mis párpados se empeñaban en cerrarse un poquito y despacito, tan tan despacito que apenas me podía dar cuenta. Y cuando me daba cuenta de que eso pasaba, daba brinquitos en el asiento. Porque... Yo soy una niña grande que jamás se duerme en el coche, eso es de bebés. Me removí un poco en el asiento, pero cuando me volví a acomodar, me quedé dormida. Jolín es que no era justo... Así no podía verlo todo, y ahí estaba yo... Dejando caer mi pequeño cuerpecito contra el ventanal, pero sin soltar mis flores y peluchito ¿eh? Que seguro se escondían si me despistaba.

Al notar que el coche grande no se movía abrí los ojos, me los froté con el puñito y solté un sonoro bostezo que se asemejaba más al de un animalillo que a otra cosa. Miré con curiosidad cómo los nenes iban bajándose y cuando nadie más se puso en mi camino, me bajé despacio del sillón. Con paso decidido fui hacia la parte de delante, pero me quedé mirando los escalones con el ceño fruncido.- Alaaa... Está tan alto cómo.. como... ¡Cómo la luna! -Exclamé realmente sorprendida, aún así yo soy una niña super valiente, por lo que me puse de espaldas  ¡Y a la aventuraaaa!

Para bajar sujeté a Don Cascabel por su bracito y con cuidado empecé a bajar los escalones de espaldas, apoyando las rodillas. Al llegar al último me senté y dejé que mis piernecillas colgaran.- Uuhh... -Yo es que soy muy pequeñita, más que los demás, pero eso no me importa ni un poquito, porque me puedo meter en lugares que nadie buscaría. Con un suspiro me giré una última vez y deslicé mi cuerpo por el escalón hasta que mis piesecitos tocaron el suelo ¡Pero cómo podía estar tan tan tan alto! Una vez en tierra solté una exclamación de triunfo y salté emocionada ¡Lo había conseguidoooo! Cogí mi peluchito bien y me puse en la fila con los demás. Los otros nenes parecían conocerse y ... Eran altos, cómo cómo.... ¡Esos animalitos con manchas que tienen el cuello laaaaaargo! Yo no sé que había dicho la profesora, pero al ver que los nenes decían sí, yo también lo dije, aunque tímida y medio escondiéndome detrás del nene que llevaba el gorrito de barco chachi.

Cargando editor
01/09/2019, 23:08
Akiyama Hana

El movimiento de que la subieran en brazos despertó a Hana, que arrulló en plena neblina somnolienta. Se agarró con sus manitas a la ropa del hombre. ¿Acaso había vuelto su papá a casa? Pero no olía como papá...

Abrió un poquito los ojos para encontrarse con que un completo desconocido la tenía atrapada. Abrió mucho los ojos, con mucho susto, hasta que la memoria volvió y recordó que era el hombre del autobús. ¡Entonces recordó que no estaba en casa! ¿Dónde estaba?

Hana miró alrededor con sorpresa, alucinando tanto ante aquel sitio que hasta se olvidó de nuevo que el que la llevaba en brazos era un completo desconocido.

Escuchó que todos los niños decían que sí a algo... pero ella no sabía a qué. Les miró confundida, y luego al hombre, luego a la señorita peliverde que no sabía ya cómo se llamaba, y luego otra vez a los niños. ¿Qué estaba pasando?

Cargando editor
03/09/2019, 22:54
Kobayashi Mika

El hombre de pelo verde vio a la cría (Hana) de entre sus brazos despertarse, mirar todo confundida y demás -Ah, ya te despertaste... tranquila- te dijo el joven profesor con voz tranquila y algo apática -La profe nueva se esta emocionando mucho, solo eso... ahora os asignarán clase- le explicó con voz relajada mientras mantenía la cara inexpresiva. El chico todavía la mantenía en brazos hasta cuando ella quisiera... luego sin problemas la dejaría en el suelo.

"¡SIII!"- la mayoría de niños le respondieron con efusividad a la profesora... había algún que otro que no, pero siempre había excepciones. Los profesores iban diciendo nombres, uno cada vez, y así los niños iban yendo con el adulto que les tocaba, hasta que al final la cosa quedó así:

La clase de la señora Masuda

La clase del señor Fuji

Y vuestra clase, la clase de la profesora Kobayashi

¡Muy bien chiquitines! ¡Lo habéis hecho genial!- terminó diciendo la profesora menta con alegría al ver todos los grupos hechos -¡Pues ahora todo el mundo dentro de su clase y que empiece la diversión!- terminó diciendo, yendo para la clase que más se encontraba a la izquierda del edificio tras una puerta corredera de cristal.


El aula parecía ser un lugar muy bonito. Había una pared con un dibujo enorme tras una placa de color verde con la palabra "Bienvenidos" dibujada en blanco y dentro de una NUBE QUE LANZABA ARCOIRIS CON UN UNICORNIO A LA DERECHA Y UNA ESPADA A LA IZQUIERDA... un poco mal hechos la verdad; pero la intención era lo que contaba. Había cuatro mesas en total: tres grandes para parejas, y una más grande para la profe, tras la cual había una estantería con libros, juguetes y muchas más cosas.

La profesora os hizo poneros en circulo alrededor suya, dando permiso para sentaros si queríais, ella lo hizo con las piernas cruzadas para estar más cerca vuestra y del suelo -Pues hola a todos chiquitines, yo seré vuestra profesora, ¿estáis contentos?- preguntó ilusionada juntando las manos delante de ella -Pues muy bien, para poder divertirnos, vamos a empezar por presentarnos y elegir una pareja de pupitre. ¡Y luego escogeremos el nombre de nuestra clase!. Cada uno dirá su nombre y una cosa que le guste, ¿de acuerdo?- propuso la mujer muy alegre -¡Empezaré yo! Me llamo Kobayashi Mika, y me gusta mucho trabajar con niños porque... ¡oish, sois superadorables, os comía los mofletines!- dijo la profesora mirando a todos con una sonrisa encantadora -Aunque es broma, tranquilos... no se comen los mofletes de los niños- terminó diciendo.

Cargando editor
04/09/2019, 11:31
Makihara Subaru

Subaru no dijo nada cuando la profesora Kobayashi les introdujo a todos en el aula que les había tocado. Miró alrededor y para su sorpresa, comprobó que le gustaba. Y la profesora de pelo verde también era la que mejor le había caído, así que era una suerte que se hubiese quedado a su cargo.

Mientras la profesora les explicaba todo, miró alrededor y comprobó que no conocía a ninguno de los niños que le habían tocado como compañeros. Se puso un poco nervioso... pero bueno, seguro que encontraría la manera de pasar el rato hasta volver a casa. Al pensar en eso, miró alrededor para comprobar si había libros en la clase. A lo mejor encontraba alguno con dibujos grandes que no hubiera visto todavía...

Cargando editor
05/09/2019, 18:13
Wakahisha Azuki

Abrazando fuerte a Agi y quedandome cerca de Homuchan y Kaoru, empecé a seguir a la profesora quien hasta ahora parecía simpatica. Al entrar en aquella clase me quedé asombrada, había muchas cosas de mi estatura, como las sillas, y los juguetes, las sillas y la arcilla y la plastilina, y también las sillas. Tenía muchas ganas de sentarme en una de esas sillas para sentirme como una niña grande, sin embargo la profesora nos detuvo para sentarnos alrededor suyo.

De nuevo me quedé junto a mis hermanitos... Bueno Homuchan no era hermanita según papa, pero era tan cercana como mi hermanito, así que era mi hermanita. Pareciamos un coro de niños a punto de conocernos, casi como nos conocimos Homuchan y nosotros, o al menos eso nos dijo mama.

Me asusté un poco cuando la profesora dijo de comernos los mofletes, tanto que me escondrí detrás de Homuchan, un error extraño ya que no me di cuenta hasta verle la cara que me alejé muy poquito por si me quería comer ella - Estoy dodeada de gente que me quiede comed.

Al ver que nos tocaba presentarnos a nosotros y que nadie parecía alzar la voz, yo lo hice tras Homuchan. - Y-yo me llamo A-Azuki. M-me gustan los conejos y... ya también me gusta mucho jugad. - Tras decir aquello cogí la mano de Homuchan - Señodita Kobayashi, podemos sed yo y Homuchan "padeja de pupitde"... y... ¿Y que es un pupitde? - Tenía idea de que era todo lo que nos rodeaba, pero nunca escuché la palabra pupitre

Cargando editor
06/09/2019, 16:26
Konoe Homura

— No te wa comew — respondí a Azuchi separándome de su oreja, algo avergonzada dado que solo entonces recordé que ella tenía mucho miedo a ser devorada: al parecer su mamá era una especie de caníbal y Kaowuki había heredado mucho de eso, condenando a mi amiguísima a tener que cuidarse los mofletes toooodo el día (que miedo podían dar las mamás) — pewón... — le murmuré después. Por suerte el mal ánimo sobre aquello duró poco ya que luego el Capi impuso su energía en donde estábamos, distrayéndonos aunque fuera por un rato.

Así como Azuchi era mi confidente, la que me acompañaba incluso al baño y la que intercambiaba achuches conmigo, Kaowuki era el que siempre tenía algo chistoso para decir, el que casi nunca parecía tener miedo y el que a veces nos dejaba a Azuchi y a mi subir a su barco... aunque nunca supe de dónde saco uno, para empezar.

— Azuchi sabe wica — le contesté al peque tratando de que la susodicha no escuchara, no quería meterle más miedo — pewo si me la como me quedo sin hewmanita también — luego agregué, ya que pese a no tener relación sanguínea llevábamos juntos "tanto tiempo" que se sentía de esa forma, así que entendía al Capitán.

Les dije luego lo del frío porque...porque estaba nerviosa, creo, o un pelín asustada porque seguía extrañando al ahora lejano Woso; ellos, al igual que yo, no parecían entender del todo mis sentimientos...pero sus intentos de ayudarme fueron suficiente para que poco a poco volviera a estar tibiesita.

Ya cuando dijeron con quién iríamos me alegré porque ¡resultó que estaría con los Wawaisa*! Si nos juntaban no me sentiría sola incluso sin Woso y papá para acompañarme, y aunque no debía morder mucho a Azuchi, siempre podríamos jugar ¡incluso con Kaowuki si no se ponía loquito!

Camino al otro lugar tomé la mano de Azuchi y junto con el Capi seguimos a la señora kiwi, llegando al fin a un cuarto gwaaaande pero no tanto como donde estuvimos antes, además era mucho más bonito, lleno de colores, papeles y figuras, casi como la "oficina" donde papá hacía su trabajo en casa.

Siendo más poquitos pude además ver mejor a los otros que no eran mis hewmanitos ni la señoa: una niña con twenzas y la cabeza muy muy redonda, una pequeñita que parecía muy joven (¿se habría perdido?) así como un peque cuya voz no había alcanzado a escuchar aún; cuando la pimiento mentolada comenzó a hablar, yo me distraje un momento para hacerles un ademán de saludo a los mencionados si es que me veían, sin embargo cuando esuché a Azuchi que estaba junto a mí, recordé que papá había dicho que pusiera atención a los gwandes. Entrando en situación, antes que nada correspondí al agarre de Azuchi y entonces comprendí que debía hablar:

Konoe Homuwa — dije dando apellido y todo, pues si no seguro que no sabrían que soy yo (aunque antes escuché mi nombre, ahora que lo pienso) — Me gustan los Wosos, los pewitus, los gatitus, los conejitus, los… — continué por unos instantes mencionando a cada animal que podía recordar, incluso los que veía en Discowewi (pero no los feos) — me gusta papá, me gusta dibujaw, me gusta jugaw, me gusta…(no podía decir que morder las cosas, papá me advirtió) —  casi disociando sonreí a todos, pero luego recordé en lo que estaba — ¡me gustan Azuchi y Kaowuki! ¡cuando sea gwande sewé su waffle…wa…waifu! — corregí “a tiempo”, por suerte, emocionada.

Yo quiewo a ella — señalé a Azuchi — y a él — luego al Capi, pasando tres pueblos del concepto de pareja pero no por rebeldía o berrinche, sino porque no entendía muy bien porqué debía quedarme solo con uno, aún si Kaowuki  a veces decía que no quería que Azuchi y yo llenáramos su barco de “cosas de niñas”…

Luego planeaba echarle bronca a la señoa Kowawashi por unirse al grupo de los que quieren comerse a Azuchi, pero por suerte pronto aclaró que no era enserio… aunque llegados a ese punto yo comencé a preguntarme: ¿también a ella le gustaría morder cosas como a mi? ¿mordería Woso si lo llevaba? ¿su cabello sabría a lechuga?

Cargando editor
06/09/2019, 21:36
Akiyama Hana

-¡Oof! ¡Oof! -Hana finalmente decidió que prefería estar en el suelo, y comenzó a sacar el aire del esfuerzo para intentar alcanzar el terreno con sus bracitos. Finalmente el hombre la bajó, y ella quedó satisfecha, mirando a los demás con curiosidad y no entendiendo demasiado qué ocurría... o quizá con demasiadas cosas nuevas para ver, como para prestar su atención a lo que ocurría.

Al parecer los habían separado por grupos y ahora ella iba con la mujer de pelo lechuga de cuyo nombre ya se había olvidado... ¿Se había presentado? Bueno... a ella le daba lo mismo, solo quería volver pronto a casa, así que si hacía caso quizá volvería antes.

Siguió a los demás en silencio, mirándoles con cautela y lanzando vistazos a su entorno de vez en cuando. Llegaron a una habitación donde había muchas cosas chulas de colores y cosas de dibujo y cosos varios.

Inmediatamente, Hana se acercó a una de las mesas y tomó papel para comenzar un dibujo, cuando la profesora les pidió que se acercasen para presentarse. Ella escuchó en silencio como una niña buena, con el papel aún en la mano y cara de póker. Boca ligeramente incluída. ¿Poner nombre de clase? ¿Comerse mofletes? No entendía. Debía haberse perdido alguna explicación antes, así que mejor no preguntar ahora para que no se diesen cuenta que no había prestado atención.

Los demás fueron presentándose, a lo que Hana prestó mucha atención. A la niña que se llamaba Kokoe Homuwa parecía que le gustaban muchas cosas. Parecía simpática. Pero entonces notó que todos la miraban. ¿Era su turno?

Hana comenzó a juguetear con la hoja de papel, arrugándola un poco sin querer y levantándola un poco para taparse la cara.

-Soy Hana... me gustan 'os pewitos... -dijo primero con un hilo de voz- Y Miyako... -añadió con más firmeza. Entonces quiso añadir también a toda su familia, pero recordó que la profesora que había dicho su nombre hacía un instante y ya había olvidado, había dicho que solo dijeran una cosa... y ella ya había dicho dos, así que se calló.

Cargando editor
08/09/2019, 19:00
Genji Nonoko

Vamos a ver, no es que sea yo la más miedosa, pero ese lugar olía distinto, se veía distinto y... Ni siquiera se asemejaba un poco a casita. Y la verdad, verdadosa.... Me pone cómo un poquito nerviosa. Quizás por eso preferí mantenerme escondida detrás del nene de gorrito, él parecía estar tranquilo y saber, quizás si me mantenía quietita.... ¿No me veían? Lo dudaba tanto cómo... Cómo, bueno... Cómo no sé. Seguí al grupo de cerquita, incluso me atreví a agarrar el uniforme de Kaoru, no lo conocía de nada, nadita. Pero es que al único que conocía infinito era a mi compañerito Cascabel y a él ya estaba muy sujeta, porque si lo soltaba un poquito seguro se escondía, que yo lo sé, que lo ha hecho más veces.

Al llegar al aula me asomé un poquito, pero me volví a esconder de nuevo. Aunque desde dónde estaba podía ver todo lo que me rodeaba y la verdad.... ¡¡Era súper mega hiper bonito! ¡¡ERA COMO UN JARDÍN!! Tantos colores bonitos. Oh, pero que hermoso. Sí, sí. Mamá dice que soy cómo una abejita, me llaman tanto los colores cómo a ellas. Mis ojitos dieron con un juguete que no estaba muy lejos de mi, por lo que me agaché despacito y sin soltar la prenda de mi compañero alargué mi mano tanto cómo infinito, hasta que conseguí coger aquella girafa con ruedas, la moví en el suelo con suavidad, al hacerlo hizo un chistoso ruido de bolas y eso me hizo soltar una carcajada, aunque cuando me di cuenta me tapé la boca y volví a esconderme detrás de Kaoru. Yo quería jugar, aquel juguete era genial... Y había otros tantos que me llamaban, cómo las sillas de mi tamaño ¡¡Menudo invento!! 

Fui observando a las distintos nenes cuando se presentaban y cuando nadie más habló... Tomé la iniciativa, porque no sé si os lo dije, pese a que me estoy escondiendo, yo hablo mucho, mamá dice que no tengo freno y que hablo hasta por los codos, aunque no entiendo muy bien esa expresión... Mis codos no hablan.- Y-yo.... Soy Don Cascabel.-Dije con suavidad mientras sacaba mi bracito y movía a mi peluchito. Sí sí... Cómo lo veis, Don Cascabel se encarga de las presentaciones ¡¡Por eso es mi mejor amigo!!.- Soy el mejor amigo de Nonoko. Y Nonoko es.... Ella.-Guardé la manita avergonzada y abracé a mi peluchito, pero después recordé que aún no había terminado, por lo que volví a asomar mi peluchito.- Ehm.... Me gusta hablar, hablar mucho... Y Don Cascabel.... Y también... Ayudar a la Abu en la huerta....-Sin darme cuenta había salido de mi escondite, aunque seguía sujeta a la ropita del otro nene.- Hana Banana que es mi hermana... Dice que nací de un repollo enooooorme y muy gordo, aunque yo no le creo porque soy pequeña... Seguro mamá y papá se olvidaron de regarme y ponerme al sol ¡Al menos es lo que hace Abu con los repollos de su huerta! Yo espero que de esos repollos no salgan más nenes ¡¡Porque son cómo muchos nenes!! -Abracé a Don cascabel con mis dos bracitos, soltándome entonces y escondí la carita avergonzada. Y es que... Cuando digo que me gusta hablar ¡¡Es porque me gusta hablar muuuucho!!

Notas de juego

Don Cascabel: