La noche llega y todos os vai a dormir con esperanza y alegría en vuestrps corazones.
Esperemos que mañana todo vaya bien.
Después de la cogorza de la taberna voy tambaleándome hacia mi pequeña y rustica casita. No puedo evitar sentir cierta inquietud cuando camino por las solitarias calles del pueblo, antaño lleno de gente y vida y hoy en día con apenas habitantes. Alguna luz de un candil lejano tililante y el aroma a leña en algunos sitios son los únicos indicios de gente en mi camino.
Una vez acomodado en casa y con un buen fuego decido echarme algo a la boca mientras espero allí sentado a que llegue el nuevo día junto a la chimenea.
Me despedí de todos aquella noche y finalmente decidí ir a casa a dormir o lo que fuera, porque seguía teniendo dudas pero no muchas. La soledad era terrible, ni los sirvientes de mi padre estaban cerca ya; muchos muertos y muchos habían huido, una verdadera lastima y cada vez éramos menos. La comida empezaría a escasear... Claro, sin nadie que la cosechara.
-Silencio... Demasiado silencio...
Estaba parada en la entrada de nuestra casa mirando a la calle, era simplemente desastroso.
Me despedí de todos aquella noche y finalmente decidí ir a casa a dormir o lo que fuera, porque seguía teniendo dudas pero no muchas. La soledad era terrible, ni los sirvientes de mi padre estaban cerca ya; muchos muertos y muchos habían huido, una verdadera lastima y cada vez éramos menos. La comida empezaría a escasear... Claro, sin nadie que la cosechara.
-Silencio... Demasiado silencio...
Estaba parada en la entrada de nuestra casa mirando a la calle, era simplemente desastroso.
Volví a casa algo más feliz de lo que lo había estado en mucho tiempo. No recordaba la última vez que había dormido tranquila y sin pesadillas. Esperaba que por fin hubiera terminado todo el horror que había convertido a nuestro pequeño pueblo, un lugar tranquilo en el que nunca pasaba nada, en un caos.
Se hizo de noche, y la gente empezaron a marcharse a sus casa, y ante de ser la ultima en irse decidir irme también a casa, me despedí de la gente diciendo:
Bueno yo me voy a mi casa, creo que ya es hora que me vaya a dormí a mi casa, si no cogeré un dolor de espalda que no podre ni moverme, bueno mañana si todo sigue igual espero que nos veamos y podamos estar en paz, Adiós.
Me dirigí hacia la puerta y me fui, pase por la plaza como de costumbre , en ese momento me acorde del viejo loco que siempre rondaba por esta plaza.
El camino se me hizo corto y un poco pensativo, algo dentro de mi, me decía que esto solo era un descanso por la parte del asesino.
Ya estaba cerca de mi casa, entre como siempre y vi que todo estaba en orden, como siempre hice mi ritual e la vela para poder dormí tranquilamente, me cambie de ropa y me fui a dormí.
Aunque feliz y descansado, no puedo evitar quedarme despierto esa noche, vigilando la posada y atento a cualquier cosa. Sera verdad tanta belleza? la gente de este pueblo es muy confiada, quien garantiza que el asesino no siga por aca? Solo espero que esta noche en verdad no pase nada.
Y asi pensando, doy mi consabida ronda por el pueblo, con la espada pronta a cualquier ataque. Quien me viera diria que soy un paranoico
Hoy William se quedaba en la posada, no podia irse a dormir, no porque pensaba que el asesino estaba suelto sino que podia saber al otro dia quien no estaba... El mismo se daba cuenta que lo que se hizo fue un receso y nada mas...
Sheila se dirije a su casa.
-Menos mal que por fin ha terminado todo, por fin-piensa mientras se mete en su casa con la felicidad de quien sabe que por fin podrá dormir tranquila.