La Muerte mira hacia Pisaverde.
- "¿Cuál será tu destino? ¿Regresarás a la vida en el cuerpo de un enano o seguirás aguardando en el Inframundo?" -
"Aguardaré..., un poco más. Estoy algo harto de que me insulten continuamente por ser 'distinto'. De todos modos, creo que falta poco para mi vuelta", contesta algo arisco y desganado.
ANGEL:
- Tengo tu nueva ficha a medio hacer. Falta que decidas los Atributos y elijas las habilidades entrenadas.
- Para un brujo feérico (uno que obtiene su poder de las fuerzas primordiales, salvajes y caóticas, y a menudo oscuras, de la naturaleza) lo fundamental es la Inteligencia y el Carisma.
- Sin embargo, este personaje he pensado que tenga algo de guerrero, por lo que su Destreza y Fuerza debería de ser normal a media.
- Su punto débil podría ser tal vez la Sabiduría (motivo tal vez por el que siempre parezca estar en el peor sitio en el peor momento).
- Me gustaría hablar un poco contigo para perfilar su historia, o incluso que la crees tú en base a las pocas pistas que yo te pueda ir dando.
- "Bien, parece que el segundo en hablar renuncia. Eso deja sólo al tercero en hablar." - Dice la Muerte observando a Dientes.
No cabía duda. Era mi destino. respondió el alma de Dientes, avanzando para ser reencarnado. La destrucción del Imperio humano se acerca, y esta vez, vendrá desde dentro.
Estoy listo.
- "Bien, en ese caso tan pronto la conjunción del Destino sea correcta comenzaremos la transmisión de almas. Recordad que no se transmite la totalidad de vuestra alma y que no conservaréis ninguno de vuestros recuerdos de vuestra anterior encarnación." -
La Muerte deja de hablar con vosotros y mira hacia las nieblas, donde una difusa figura femenina fantasmal ha aparecido, apenas discernible...
Quizá en vida fuera una mujer, tal vez una humana, aunque ahora es dificil de asegurar.
Otro espíritu muerto asoma entre las nieblas que cubren perennemente este resguardado rincón del Inframundo.
Intranquilo y acechante, con demasiadas cuentas pendientes en el otro mundo, con demasiado odio por purgar, vaga errante por la desolación de la muertes esperando, siempre esperando, una nueva oportunidad.
La Muerte parece preocupada.
- "Esto no me gusta, no deberían de estar aquí, su presencia no se detecta con claridad y su identidad parece haber sido olvidada. Pueden no ser más que espíritus intrascendentes, atraídos por las recientes vivencias de vuestras muertes, o pueden ser algo peor...
Permaneced alerta. Aunque este rincón del Inframundo debería de ser seguro, el robo de almas entre divinidades y sus sirvientes no es algo del todo inusual..." -
La muerte extiende sus esqueléticas manos y tanto Alma en Pena como Muerto Sin Reposo se ven rechazados.
Después se vuelve con su mirada de cuencas vacías hacia Dientes:
- "¿Estás ya preparado para volver a vivir?" -
El Muerto Sin Reposo miró fijamente las dos cuencas vacías de la muerte y tras escucharla por fín encontró un atisbo de esperanza. Sí,volver a la vida es mi única ansia y obsesión. Conseguir tal fin es lo que me atormenta y no me deja descansar. Por que aún no es mi tiempo aquí... haré cualquier cosa para volver a la vida, cualquiera.
Aparta, alma perdida, pues esta es mi ocasión de conseguir venganza,y no tuya. dijo friamente la esencia que antes fuera Dientes cuando el muerto sin reposo intentó arrebatarle lo que le correspondía por derecho.
Una vez ahuyentado el espectro por la Muerte, Dientes respondió a su requerimiento:
Sí, estoy listo. Condúceme hacia mi nueva vida...
La Muerte de este rincón del Inframundo mira durante largo tiempo a Muerto Sin Reposo, como decidiendo si destruir al espíritu o permitirle aguardar aquí. Finalmente dice:
- "Si tu deseo es volver al mundo de los vivos deberás aguardar tu momento como estas otras almas. Mas sólo podrás hacerlo si en vida fuiste un alma heroica.
Si, por contra, no eres más que el esbirro de uno de los señores tenebrosos de las tinieblas, enviado aquí para robar almas, sabe que sólo encontrarás tu aniquilación, pues mi poder supera en cien veces exactas al tuyo." -
La Muerte vuelve de nuevo a centrar su atención en Dientes:
- "El momento ha llegado, el Destino te es propicio en este instante. Deja atrás esa encarnación y todos sus tristes recuerdos y regresa a una nueva vida..." -
Un remolino grisáceo se forma y el alma de Dientes comienza a estirarse y a deformarse, como si fuera a rasgarse, y finalmente una gran parte es arrojada a través del remolino. De vuelta al mundo de los vivos.
Solo cuando escucha hablar a la muerte el alma errante se da cuenta de su graso error, pero este conocimiento desaparece al momento embargado por la ansiedad y el deseo de recuperar lo que perdió. Así pues tras el encuentro el muerto sin reposo sigue caminando por aquel valle de perdición y espera eterna.
Quizás la próxima, quizás la próxima...
Tras la desaparición de Dientes en su tránsito hacia la siguiente reencarnación, la Muerte se vuelve hacia el espíritu del elfo.
- "Vaya, había pensado enviarte a ti el siguiente, pero parece que no queda suficiente energía. Tendrás que seguir esperando." -
Alma en Pena se adelanta en ese momento a toda velocidad y salta a través del Vórtice, forzando su acceso a la siguiente Reencarnación.
- "¡Maldición!" - La Muerte parece muy disgustada por el suceso y rápidamente cierra el vórtice entre la tierra de los vivos y de los muertos.
El muerto sin reposo llega al lugar del vórtice apenas unos momentos después que el alma en pena, estira sus dedos para poder aferrarse a el y cruzar pero se cierra en ese momento, cercenando varios de sus dedos.
Grita, más no por dolor, pues allí donde habita todo es dolor. Grita por otra oportunidad perdida, grita por no saber cuando se repetirá la ocasión... os si realmente abrá otra oportunidad.