El piso sobre el que pisais cede.
Vigas pesadas os encierran el humo es insoportable.
Entre llamas y humo, un objeto del mismo calor del fuego comienza a revivir, es el sello que cogiste de la casa, sabes que la marca cerrando el pacto te daría mucho poder y un gran poder lleva a mucha responsabilidad
Uno de los campesinos escucha el grito de auxilio de Nürlane y se acerca tímidamente a la casa en llamas y con la mano tira unos puñados de arena sin gran resultado cuando percibe un objeto que sale disparado rozándole la cara y cayendo un poco más allá, está incandescente y tiene la forma de ¡un ojo!.
¡Arrojad esa cosa al pozo rápido, no quiero verla nunca más, todo esto es por culpa del maldito conde!
Así se deshizo Nürlane del emblema del conde enfadada por el resultado de la noche.
¡Antes muerta que esclavizada por ese imbécil!
Lo último que recordas fue lanzar el sello y perder la consciencia.
Se hizo la oscuridad.
Nos vamos a un nuevo apartado.