Partida Rol por web

Caminaba calmada hacia el ultimo lobo cuando Akemi empezo a dar patadas al ultimo lobo que quedaba. Cuando vi que este caía muerto o inconsciente al suelo di un bufido. Eche un vistazo a Nakamura y donde había impactado la bala. Mi mirada era de desprecio o panico, nadie lo sabia. Tenia mis propios pensamientos pero al grito de Kairen no dude, efectivamente lo mejor por el momento era escapar con los cuerpos que ya teníamos. Corrí hacia el lobo mas alejado y clave el cuchillo en su cuello para lanzármelo al hombro.

- Vámonos, no hay nada mas que hacer.- Grite mientras señalaba hacia Kairen.-  Si os separáis ir hacia la examinadora, nos encontraremos allí.- Dije mientras empezaba a correr con el resto.

Mi carrera no duro mucho, iba cargada, era obvio que no podría mantener mucho el ritmo con un lobo y el rifle pero aquello era parte de mi plan. En cuanto mis compañeros se me adelantaron gire bruscamente y cambie de dirección buscando rastros de alguien que tenia muy presente desde hacia poco tiempo. Tenia mis propios planes, me había inscrito en el examen de cazador por el dinero, pero había algo con lo que podría conseguirlo en vez de la propia acreditación de cazador.

El vendado... la momia... 484, por el momento le habían puesto muchos nombres pero yo sabia que probablemente era el mas poderoso de los que había allí. Fuerza, fuerza para hacer lo correcto o simplemente para hacer lo que quisiera, eso era realmente lo que buscaba. Lo habia comprendido al ver mi muerte venir durante su propio ataque. Seria un desquiciado pero era fuerte.

Si no me fallaban las deducciones los lobos lo evitaban y después de que desaparecieran sus vendas no tenia poder para enfrentarnos. Suponía que podría cazar un lobo, pero si no se acercaban a el iba a ser difícil. Era simple, si recobraba poder esperaría para quitárselo a otro grupo. Terminaría antes si le llevaba yo este pequeño presente. Pensé mientras movía mi hombro en el cual llevaba apoyado el lobo. Siempre había estado bajo ordenes militares, gente mas poderosa que yo mandaba, fuera esta buena persona o maligna yo obedecía porque sabia que obtenía conocimientos gracias a ello.

Aquel lugar no era diferente. Me había unido al grupo de Ginnei porque había visto en el un posible líder, pero después de verlo con aquella trasformación y ser herido mi manera de pensar había cambiado. Podía tener buenos ideales, pero si no era fuerte no estaba en mis prioridades.

Despues de todo, habia alguien que aun queria matar y ese disparo a Nakamura me lo habia recordado.

Con una gran sonrisa en mi cara, le voy a lanzar una patada al lobo azul, cuando Akemi tomó al lobo inconsciente y me toma del brazo antes de arrastrarme a correr. Miro decepcionado como el lobo azul no nos persigue pues estaba entretenido en esa lucha.

Veo que Akemi se resiente un poco por el peso del lobo, por lo que se lo quito y lo cargo sobre mi hombro para que corramos. El peso de ese animal no es nada para mi cuerpo, que ya ha hecho mucho ejercicio durante mis años de vida:

 - "Deja que yo lo lleve, tú guía con Kairen, que nos perderemos si nos separamos y somos un equipo. Debemos estar juntos."

Espero a que el resto reaccione para que corramos todos juntos, sin perdernos de vista los unos a los otros. Si alguno queda perdido, no estoy seguro de que sea capaz de encontrar el camino de vuelta a la examinadora, por lo que lo mejor es estar juntos. No pienso dejar a nadie atrás.

Quiebre.

Probablemente se le había gastado su [Modo] o algo así pero estaba en shock, porque desde que se lanzó a por la loba para salvarla deteniendo a Hiroki/Niño, creía exitosamente, era que entendía un hecho sencillo: Odiaba jugar con idiotas poco cooperativos. No es que fuesen malos, no es que no fuesen buenos elementos del tablero, es que no sabían participar correctamente y por eso era un fiasco, además el acto de jugar como simultáneo maestro del tablero, líder (que no era) y a su vez participante resultaba un completo fiasco, tanto o casi tan malo como estar con estos completos inertes cerebrales. En particular miraba con detestación a uno por sobre otros, pero luego le llegó lo que vendría en un flash y produciría ese quiebre que mencionó al comienzo de la narrativa esta.

Sus ojos se abrieron de lleno y quedó con los brazos a los lados, mirándose. Fue un disparo al borde del estómago, no, a un costado o a una pierna o algo así. Mierda, ¿¡acaso alguien herido por una puta bala iba a saber exactamente donde!? ¡Realismo, por favor! Pero el sentimiento era, obviamente, de dolor intenso y de shock, porque había protegido a la loba de manera vehemente, su voluntad actuando en contra por jugar al que manejaba las piezas como una pieza, prácticamente hacer trampa en un juego sin reglas que era el mundo real. Al mirar a la rubia a lo lejos su gesto fue de entendimiento, no sabría si decirle tan noble o pulcramente empatía, pero sí era de comprender: Antes puso a la mujer en peligro por su sugerencia ante el putazo ese de las vendas y podría haberla realistamente matado, pero ahora, pum, el favor estaba cumplido y vaya que sí.

_{- No te debo nad-ahh... ¡Agh!}

Tosió sangre, tal cual, mirando como Akemi actuó del modo que le pidió y Hiroki también, así como Kairen a lo lejos. Les miró y entonces pensó en el plan que tenía guardado para hacer todo este show e impedir que les mataren. Miró al lobo azul al cual apeló con su acto, el cual debía tener clavado y congelado su dardo. Seguramente no podría tomarlo tras haber perdido el turno quedado shockeado, de modo que ahí se quedaba. Se sacó la chaqueta que obtuvo de uno de los cuerpos y la depositó en el piso sin poder, como deseaba originalmente, darles aunque sea un tributo digno, por breve que fuese, a los muertos aquí. Miró con disgusto y entendió la situación. Tenía que ser la cabeza y los ojos de este grupo acéfalo, aún siendo un perfecto desastre y joder que esperaba no tener que pasar la siguiente prueba con este grupo o ninguno que no fuese Kairen/Akemi y quizá Niño como extra, nunca más, gracias.

Tambaleándose, buscó la mochila donde la dejó tal cual porque la había dejado en otro lado, recogiéndola entonces cuidadoso de donde había sido rajada o al menos mordida por el lobo antes, siguiendo a sus compañeros y las ideas de Kairen, por supuesto. Los demás por él se podían, a excepción de nuevo, de Hiroki, irse al diablo o a ese enfermo mental obsesionado con la muerte que se creía Shinigami, seguro. Como fuese, no dijo palabra (notablemente) y siguió a sus dos asociados, Kairen y Akemi que tenían a la loba inconsciente y la clave, por supuesto. Tenían que volver o llegarían los lobos de trueno y de roca y quién sabe qué más. Ese sí que sería un automático [Game Over].

No podía ser así, no todavía. Se despidió en su mente de su dardo y le pidió disculpas, yéndose.

Al notar aquello, decido no permitirlo impune. Si es que tengo un smartphone o algo y si está todavía funcional después de todo el jaleo (si bien la mochila solo recibió un mordisco y luego fue dejada ahí por la totalidad de la pelea) entonces decido tomarlo, aún herido y con el mejor sigilo propio posible, filmarla, directamente yendo hacia el lobo y buscando llevárselo por su cuenta, tal cual, para luego guardar el móvil tras confirmar que filmé apropiadamente y seguir con mis compañeros, llevando el móvil en un bolsillo constantemente y fingiendo que tengo la mano puesta en el lado donde me llegó la bala por dentro del bolsillo sujetándome la pierna para caminar por ese costado a medida que sigo mi camino como si nada.

Sin notar que Nakamura logró verla, Mary corrió en la dirección opuesta, pensando que su sigilo sumado a la caótica situación era perfecto para escabullirse bajo la sombra de la noche. Entró a un arbusto y giró. Podía escuchar a sus antiguos compañeros huyendo, pero ya no los veía. Eso significaba que tampoco la veían a ella!

Seguir las huellas del 484 sería difícil, pero más difícil sería volver a encontrar el camino a casa desde aquí. No sería imposible, es cuestión de seguir sus propias huellas, pero sería duro hacerlo mientras el 484 te quiera cazar. Sería genial que se lo tome para bien y no intente nada estúpido, lo peor sería quedarse sin lobo, sola, y perdida en el bosque...

Pero la desición estaba tomada hace tiempo... Y así, Mary caminó, dispuesta a dejar su vida en manos de un loco. Sin embargo, las apuestas más arriesgadas, son las que mejor nos premian.

Tras andar sola por la noche, llegó hasta  un árbol cercano, donde el 484 yacía. Estaba de espaldas, tu sigilo era perfecto, pero por lo visto te detectó

-Ohhh, planeabas asesinarme por la espalda?? ♥- Dijo. Estaba sin vendas, podías verlo normalmente.

Entonces giró su cabeza y vio que te acercabas a él desarmada y con un lobo verde en tus hombros -ohhh~ que interesante ♪ llegaste a mí por accidente?? o tienes algo en mente?? ♥- Soltó finalmente

-Tadashi, agarrá al lobo muerto y vámonos ya, yo te cubro-le gritó Mugen al rubio. Mientras levantaba al lobo muerto estaría a merced de algún ataque de su compañero por lo que el malandra debía protegerlo. La muerte de estos animales debido a su naturaleza cooperativa atraería seguramente más de ellos, no podían correr ese riesgo, además, el vendado, cansado o no, seguía por ahí y era un peligro aún mayor. Terminar cuanto antes el examen era prioridad

-Tadashi, agarrá al lobo muerto y vámonos ya, yo te cubro-le gritó Mugen al rubio. Mientras levantaba al lobo muerto estaría a merced de algún ataque de su compañero por lo que el malandra debía protegerlo. La muerte de estos animales debido a su naturaleza cooperativa atraería seguramente más de ellos, no podían correr ese riesgo, además, el vendado, cansado o no, seguía por ahí y era un peligro aún mayor. Terminar cuanto antes el examen era prioridad.

El combate había terminado y la gente comenzaba a acercarse a recoger los cadáveres de los lobos abatidos. Pensé que el combate seguiría y no estaba seguro de aguantar, pero los lobos azules ya no querían combatir al parecer. Yo, por mi parte, apoyé la espada en la tierra. Era un gesto muy impropio para un guerrero, en verdad, aunque quedase muy vistoso en las series, pero en mi caso no era la pose. Se notaba que estaba lánguido, mi cara ahora estaba pálida de nuevo, pero no una palidez como la de Hades, sino más enfermiza. Es entonces cuando toso, expulsando un líquido oscuro (presumiblemente sangre) con cada tos. El cuerpo me temblaba y prácticamente cada movimiento era horroroso.

- Tú... Nakamura, ¿verdad? -dije, señalándole- Gracias por lo que has hecho por Nero... Te compraré una bolsa cuando pueda. Siento no haber sido más rápido al principio. -añadí.

La "jugada" me había salido más cara de lo esperado. Si hubiese aguardado y peleado sólo junto a mi grupo, puede que nos hubiese ido mejor, al no habernos arriesgado contra 484. Ahora yo estaba jodido, Nero también, y me había visto obligado a poner mis cartas sobre la mesa, mostrando la peor cara de mí mismo. Aunque quizás "de mí mismo" era mucho decir, pero qué más daba.

- Luego te reviso esa herida de bala, si quieres... -añado antes de empezar a correr tras el grupo, ayudando a Nero si era necesario, aunque no es que yo estuviese en un estado como para tirar cohetes, pero no estaba dispuesto a dejarlo tirado, de ninguna manera.

Clavo una fría mirada en Akemi al interponerse en mi objetivo, me lo había pedido, ¡ese jodido lobo verde era mío! Poco me falta para dejarme llevar por la ira y saltar sobre la chica de los ojos rojos, me da igual sus poderes, le atacaría ahora mismo de no estar en esta situación tan comprometida. Pero huir de los lobos que pueden venir es la prioridad, que esta vez pueden ser bastante más que un pequeño grupo, y unos pocos se pueden controlar, no una manada, ese podría ser un gran problema.

Siguiendo las palabras de Muguen cargo con el lobo verde restante, demostrando así que confío en él para protegerme, del grupo en el que estoy es él de los pocos con los que haría eso. Con el animal cargada en mis hombros comienzo a correr siguiendo al grupo, me doy toda la prisa que puedo, cuanto antes lleguemos con la examinadora mejor, toca moverse rápido.

"Calma"- Fue lo primero que pensé nada mas que se dirigió a mi. Coloque una pequeña sonrisa y seguí acercándome cambiando hacia el.- No seria inteligente por mi parte intentar matarte por segunda vez, se donde llegan mis limites... _{de momento}- Me detuve a una decena de pasos de el.

-Te estaba buscando.- Dije mientras tiraba al lobo al suelo y este caía con el cuchillo clavado en el cuello. Inalterable puse mi mano aun ensangrentada en el hombro y rote la articulación.-Pensé que esto seria mas rápido.- No especifique exactamente a que me refería.- La examinadora hablo de grupos, pero no especifico si estos podían deshacerse.- "Por favor, que funcione" Mis pensamientos estaban nerviosos, sabía que algún fallo en lo que dijera podía desembocar mi muerte, ahora o mas tarde...

Sacudí la cabeza, esto no iba a funcionar, esta persona seguro que podría hasta saber lo que pienso.- Si te soy sincera si tengo algo en mente.- Dije ahora con un tono distinto  al que había usado antes.-De todos los participantes del examen eres el mas poderoso, yo necesito poder para cumplir mis objetivos.-Lance un suspiro.- Pensé que quizá si te traía un pequeño presente...- Dije mientras miraba al lobo en el suelo.- ... pudiéramos hablar.

Los ojos del vendado se abrieron por la sorpresa, fue solo un segundo, un flash, aún así Mary pudo verlo, al parecer sus planes rendían frutos

-Ohhh ♥ que intrépida, querida ♪- Dijo mientras caminaba alrededor tuyo. -Así que... Buscas un poco de mi poder... Verdad??...- Dijo con un tono serio -ME ENCANTA!! ♥- Soltó entonces con una pequeña risita

Miró al lobo, el cuchillo clavado en él dejó una herida abierta, una herida que aquel loco observaba con una sonrisa y una excitación perturbadoras.

-Entonces... Tu me das tu lobo y yo te doy... Poder?? ♪- Parecía un trato simple. -Jmmm... Acepto ♪- Dijo, y lanzó un golpe directo al estómago de la rubia

El golpe vino demasiado rápido, había sido descuidada dejando que se me acercara. Mis pensamientos rondaban entre la duda de si estaba haciendo bien y que el tipo sin las vendas no parecía tener tan abrumador poder, es mas, hasta era guapo.

Intente esquivar el golpe pero me impacto de lleno en el estomago. Mi respiración se quedo cortado por un momento. "Ese no era el trato, quería el poder para usarlo yo, no para que me lo infligieran a mi." Pensé mientras mi pierna derecha daba un paso atrás y mis manos iban a mi estomago.

Justo en el momento en que mi pierna retrocedió note como algo surgía de donde me había dado el puñetazo, como una corriente eléctrica empezó a recorrer mi cuerpo. Era una sensación extraña, La sensación del fuego pero sin su quemazón, un chispazo sin su entumecimiento. Pensé que era un simple puñetazo, pero por un momento tuve miedo, miedo de aquello que me había hecho. ¿Iba a matarme? Finalmente los segundos empezaron a pasar y parecía que excepto el dolor del abdomen por el puñetazo no había ninguna otra reacción negativa.

-Lo noto...-Dije en un susurro como si no lo creyera, parecia que de alguna forma si me habia dado poder.

Iba a empezar a alegrarme por el posible poder que me hubiese otorgado cuando mi vista se nublo durante un momento. La sensación que habia tenido hasta ese momento empezó a incrementarse. Como un fuego tenue que después de un momento empieza a coger llama empecé a notar como mi interior empezaba a arder.

Caí de rodillas mientras notaba como mi interior colapsaba y empezaba a toser. No una tos habitual, una tos desde lo más profundo de mi ser, esta era producida intentando expulsar algo que era extraño para mi cuerpo. Empezó tal a ser intensidad que la garganta, resentida empezó a arder de la misma forma.

Una ultima tos salió de mi interior manchando la tierra humedad de la noche de pequeñas gotitas rojas que brillaban en la oscuridad informando de que aquella no iba a ser una de mis mejoras noches. De rodillas y con las manos apoyadas en el suelo miraba con terror aquellas gotas. Finalmente mis brazos dejaron de poder sostenerme y caí contra la tierra.

“Parecía que al final no iba a ser tan fácil.” Fueron mis últimos pensamientos antes de desmayarme.