Partida Rol por web

-Paso-

Ignorando al sujeto, percibiendo sus miradas y su mal olor, sintiendo un poco el hambre y la sed, pero algo que superaba todo eso es la satisfacción de haber llegado al lugar del examen, caminando entre la multitud buscó un lugar donde sentarse y descansar un poco

-Cielos, si que apesta aquí, jajajaja, bueno solo me queda esperar a ver que ocurre- sacó un segundo la navaja de su bolsillo para verla con mas detalle, pensó en la foto, y la volvió a guardar -se la devolveré a tu hija, te lo prometo-.

Aquel hombre fornido se encogió de hombros y le dio un trago a su bebida, se acercó a un grupo que formaba una ronda y se puso a comer con ellos de lo que te había ofrecido. Al parecer no era venenoso ni nada...

El ambiente era algo tenso, por desgracia, y no había nadie que se acercara a ti. Los primeros 20 minutos fueron simples, no había nada que hacer más que mirar como ese grupo comía y bebía hasta el cansancio y el resto de personas se alejaba un poco de tu mal olor. Te sentías sediento y hambriento, te faltaban las fuerzas y los músculos se te habían enfriado... Ahora estaban tensos y doloridos por el sobre esfuerzo nocturno.

A la media hora de estar ahí CASI te quedas dormido, pero la examinadora llegó entonces para comenzar el examen

La examinadora era una jovencita esbelta que portaba una impresionante bestia, un León, bello e imponente por donde lo mires

Las puertas de ingreso al examen se cerraron entonces, quedando afuera un par de personas que a duras penas llegaron al lugar... Deberán probar suerte el siguiente año...

[color=#DF01D7]-Bienvenidos Aspirantes! Es hora de comenzar el examen!-[/color] Dijo señalando a una pared. Al hacerlo, el león corrió y la derribó con sus poderosas patas, dejando entrar un halo de luz por el agujero que quedó en la pared.

Al acercarse, un bello paisaje se veía al fondo, un bosque, uno extenso y lleno de verde

[color=#DF01D7]-El examen consiste en que deberán sobrevivir cinco días en el bosque!! Suerte con eso!! Quien vuelva antes del día cinco, será devorado por Patas-[/color] Dijo entonces con una maliciosa sonrisa mientras señalaba a su león, el cual soltó un poderoso Rugido al oír su nombre. Algunos aspirantes comenzaron a correr hacia el bosque, otros se quedaron atrás, pues no se creían capaces de pasar el examen y esperaban que les dejaran salir de allí

-Suena interesante, siempre hay tiempo para aprender a sobrevivir, después de todo, es la vida que eleji- sintiendo la emoción, el rugido del león solo le motivo a seguir

-Buscare un río o algo para tomar un pequeño baño- 

Estar solo nunca le importó mucho, ni el hambre, ni la sed, había aprendido a soportar las inclemencias, y desconfiar de todo el mundo, sin importar que tan buenas sean sus intenciones, fue lo que  aprendió de su mentor, unos años antes

-Sobrevivir, debo sobrevivir- Algo parecido a la felicidad le imbadia, no le importaba ni el hombreton ni el grupo de con el que compartió la comida, ni la chica, ni el león, ni la amenaza -Seré un cazador, aun que me cueste la vida- sonrió para si mismo

Darius comenzó entonces a caminar entonces, tratando de encontrar un poco de alimento y un lugar donde bañarse, y sin pensarlo mucho siguió un rastro de sangre que pensó, le guiaría hasta algún animal herido. Cegado por el hambre continuó su camino hasta llegar a su destino

El rastro de sangre daba a 5 cadáveres humanos, el 5to murió frente a tus ojos siendo levantado como si no pesara nada por las enormes patas de una bestia bípeda mientras con sus fauces desgarraba su cuello hasta matarlo.

Alrededor suyo habían lobos con motas de color en su pelaje, algunos tenían motas rojas, estos al morder quemaban la carne de la que se alimentaban... Otros tenían motas amarillas, ellos comían aparte ya que con cada mordida liberaban una corriente eléctrica. La bestia bípeda, era un lobo negro, bastante más grande que el resto de su manada.

Los lobos al notar tu presencia gruñeron ofuscados mientras te miraban con ira, sin embargo, cuando comenzaron a caminar hacia tu persona, el lobo negro, la bestia bípeda, el alfa de la manada... los detuvo con un gruñido.

-Mas humanos... Tu serás mi siguiente presa, humano!- Dijo entonces posicionándose para atacar

-Al demonio el hambre, no estoy en condiciones de pelear, mejor me voy de aquí-

La adrenalina se apoderó de su ser, y empezó a correr a toda marcha

-tengo que sobrevivir para poder devolver esta navaja a su dueña- pensando con desesperación mientras escapaba

Darius, intentando escapar se dio media vuelta para correr, pero el lobo era más rápido y con un salto, llegó hasta Darius, quien recibió un violento zarpazo en la espalda, un corte profundo que provocaba un dolor punzante. Quedó entonces en el piso, envuelto en tierra mientras la bestia se acercaba lentamente mientras relamía sus fauces.

Darius soltó un grito de dolor ante el violento golpe de la bestia bípeda para, casi gateando, salir de allí, hasta poder pararse y correr como si fuera un niño pequeño escapando de la oscuridad... Una oscuridad con garras y colmillos

-Jejejeje, me gusta cuando corren... Me parece bien! Corre Humano!- Dijo la voz del lobo negro mientras corrías

-Dios, no voy a permitir que me mate, bajo ninguna circunstancia moriré- ignoró el dolor en su pierna y siguió corriendo 

-Te prometo lobo, que si sobrevivo a esto, volveré y te mataré- se juró así mismo con una mirada que despertaría miedo en cualquier mortal

Podías escuchar entre el follaje, las poderosas patas de la bestia pisando la tierra. Te seguía, y parecía acercarse cada vez más, sin embargo, el denso follaje del bosque le entorpecía el andar y así de rápido como logró alcanzarte, te perdió...

Pasaron unos dos o tres minutos para que Darius se diera cuenta y se frenara. Dos o tres minutos que parecían días para el ya cansado Darius. Teniendo tres días para llegar, correr como loco durante la noche sin descansar no fue la mejor de las ideas...

No comer nada con otras personas cuando estaba muriendo de hambre tampoco lo fue...

Si bien estaba en este momento y lugar debido a un cúmulo de malas decisiones, seguía vivo y su voluntad era fuerte. Estaba dispuesto a vengarse, y a convertirse en cazador!

Su mente solo se centraba en encontrar un lugar donde descansar un tiempo, para calmar su cuerpo cansado, caminaba un poco con dificultad pero decidió seguir y buscar un lugar donde guarecerse

Tras unos 20 minutos de intensa búsqueda, quizás un poco más calmado que hace unos momentos, Darius encontró un rastro de sangre. Eran gotas simplemente, no como la última vez. Lo siguió entonces hasta llegar a una zona cerrada del bosque con árboles frondosos por donde lo mires.

En medio de esa área, un cadáver humano. Tenía marcas de moridas y quemaduras en el cuello. Llevaba consigo una bolsa de comida, idéntica a la que el Grandote te ofreció en su momento. Por otro lado, en el suelo, junto al cadáver, había un lobo blanco con motas rojas en su pelaje. Estaba muerto con la daga del humano atravesándole la yugular.

-Dios, es una pena- toma la bolsa de comida del cuerpo del muchacho y observa con atención al muchacho muerto a sus pies, hurga en busca de algo que aya sido valioso para el en vida, mientras toma un poco de alimento de la bolsa para engañar el hambre 

-Fuiste muy valiente muchacho, seria una descortesía si no te devolviera tu arma- se acercó al lobo y sacó la daga con la mano izquierda mientras que en la derecha sostenía un pastelito con deliciosa crema de menta

Guarda la daga en un bolsillo de la ropa del cadáver, y coloca una mano sobre la espalda, reza una oración en su cabeza mientras termina el pastelito, y limpia su rastro para asegurarse de que no lo sigan

-Bien, mas para comer, ahora buscare un logar donde dormir-

Darius continuó camino entonces, comiendo de la bolsa que contenía una pequeña vianda y unos pastelitos a modo de postre. También llevaba una botella de agua. Para su suerte la comida era de su agrado, aunque si no lo fuera, con el hambre que tenía la comería de todos modos.

Contrariamente a lo que pensó cuando el grandote le dio comida, no estaba envenenada. Era deliciosa y le había caído bien a su estómago.

Caminó un trecho más hasta encontrar una cueva, una cueva vacía. Para su suerte no había absolutamente nadie, ni siquiera huellas de animales por los alrededores. Quizás aquí podría descansar un poco hasta reponerse siendo que llevaba casi 48 horas sin dormir.

Juntó algunos leños y preparó una pequeña fogata, terminó de de comer, se limpió un poco con el agua que le quedaba y se echó a descansar, con el estómago lleno y relativamente bañado, descansó tranquilo esa noche, un sueño apacible, y luego la misma pesadilla de siempre, despertar con sudor frío en la frente para luego volver a dormir

Muchas personas, cuando tratan de pasar desapercibidas en entornos boscosos, no encienden fogatas, porque saben que el humo y la luz que esta desprende por las noches, es un imán para los indeseables... Pese a todo, es buena para espantar animales.

Su pesadilla llegó pronto, y pese a despertar sudado, no escuchó los pasos y murmullos a su alrededor, sino que como siempre, volvió a dormir. Estaba en plena tarde, durmiendo bajo la sombra de los árboles, pero estaba bien iluminado.

A su alrededor, un grupo de personas estaban rodeándoles, hablaban entre sí, se movían revisando que no hubieran trampas en las cercanías y revisaban las pertenencias de Darius para ver si llevaba algún objeto de valor o algo por el estilo.