Su salvador casi había alcanzado la puerta cuando recibió la respuesta afirmativa, y un tanto jocosa, por parte del músico, el cual dejó que sus ojos se posaran en la herida que Mike había recibido.
A simple vista no parecía excesivamente grave, aunque muy posiblemente le impediría tocar la batería durante un par de semanas.
La sangre comenzaba a extenderse y le pegaba la camiseta al cuerpo. - Creo que puedo ayudarte con lo de la herida. Al igual que tenemos nuestros abogados también tenemos nuestros propios médicos que se encargan de asuntos como ese.
Le asombraba que el hombre se hubiera tomado de esa forma el ataque. Puede que se encontrara en estado de shock, o simplemente que estaba un poco loco, pero desde luego era mucho mejor que tener que aguantar a un llorica que se quejara por todo.
Desvió la mirada para observar los cuerpos. Si alguien los encontraba Mike tendría difícil el poder volver a su vida anterior sin tener que responder a muchas preguntas, y teniendo en cuenta que ya existían cargos contra él...lo tenía jodido, muy jodido.
Tal vez el músico no se había dado cuenta todavía, pero sus opciones se habían reducido drásticamente.
Creo que deberías ponerte algo encima para no llamar demasiado la atención...y si quieres recoger algo a lo que le tengas cariño, yo lo haría ahora y no esperaría a una ocasión futura. - esperaba que entendiera lo que quería decir con aquella frase, aunque si no era así tampoco le importaba demasiado. Al fin y al cabo no era su madre.
Claro dáme un momento, dijo rápidamente Mike.
Se acercó al baño y se quitó su camiseta ensangrentada con algo de dificultad, ya que la herida seguía abierta, cogió un par de paños limpios y los apretó fuertemente mientras con la otra mano usaba algo que precintara el paño al cuerpo, al menos eso frenaría el que se desangrara por el camino.
Cogió de su habitación una camiseta limpia, su cazadora preferida, y el cd que le había reportado la fama con su banda, muchos años atrás, ése sería el único recuerdo tangible que domstrara lo que una vez llegó a ser, ya que ahora le esperaba la clandestinidad.
Estoy listo, vámonos. murmuraba con una voz totalmente fría y libre de sentimientos.
Jeff esperó pacientemente junto a la puerta, observando de vez en cuando el pasillo para comprobar que los ruidos, derivados de la pelea que casi le había costado la vida a Mike, no habían llamado lo suficiente la atención como para que algún curioso se asomara para enterarse de lo que ocurría.
O todo había quedado relegado al interior del apartamento o, lo que seguramente sucedía, los vecinos del músico habían decidido que era mejor no entrometerse en lo que estuviese pasando y que el lugar más seguro era el interior de sus propias casas.
Démonos prisa. - indicó Jeff haciéndole un rápido gesto con la mano - No creo que tengamos más problemas, pero siempre existe la posibilidad de que esos dos no estuvieran solos.
Se dirigieron rápidamente al ascensor, cuyas puertas se encontraban bloqueadas por una barra de hierro, la cual retiró Jeff antes de entrar. No cabía duda de que el hombre era previsor, pero también afortunado, ya que nadie había intentado utilizar el elevador desde ese piso, cosa nada extraña debido a las horas intespestivas en las que se encontraban.
Pulsó el botón colocado en la parte inferior y el ascensor comenzó a descender directo a la planta baja, lo que les permitiría la salida del edificio.
Cuando salieron a la calle, el rostro de Jeff se tornó más serio aún, observando detenidamente hacia ambos lados al tiempo que le señalaba un vehículo que se encontraba aparcado en las inmediaciones.
Se introdujeron en su interior, dejando a Mike el asiento del copiloto, y arrancó el motor, dejando que el coche vibrara con un ronroneo que casi podría decirse que era relajante.
Sin embargo no puso el vehículo en movimiento, sino que le tendió una tela bastante ancha - Lo siento, pero no debes ver a donde vamos, así que, si no te importa, te pido que te vendes los ojos.
Mike siguió de cerca al que habís sido su salvador minutos atrás, vio que tenía toda la ruta de escape planeada, y eso le condujo a preguntarse a si mismo, en cuántas ocasiones había tenido que hacer cosas así, pero era mejor mantener el silencio y la calma.
En cuánto bajaron y entraron en el coche, Mike cogió una de las vendas que había en la guantera del coche, y se la puso sin rechistar.
No te preocupes, creo que ni siquiera quiero saber a donde vamos, sólo quiero salir de aqui.
Era raro lo sencillo que resultaba desprenderse de toda una vida pasada y encaminarse, ciego, hacia un futuro que se presentaba totalmente impredecible.
Mike así lo hizo, sin poner pega alguna ante la petición, fuera de lo común, que le había hecho Jeff. En realidad su pasado seguiría junto a él, en su memoria, pero su casa, sus amigos, todo quedaba atrás ahora, incluso su fama. Bueno, la fama era algo que ya había quedado atrás hacía mucho tiempo, excepto para algunos fans que gustaban de revivir glorias del pasado.
Durante unos primeros momentos intentó, más que nada por no aburrirse, adivinar la dirección del vehículo analizando los movimientos. Una curva aquí a la derecha, otra a la izquierda, vuelta a la derecha otra vez...pero al cabo de unos minutos ya se encontraba completamente desorientado.
No sabía si todos aquellos giros eran realmente necesarios o si Jeff estaba dando vueltas precisamente para evitar que la memoria de Mike pudiera almacenar toda la información.
El trayecto duró una media hora, pero era completamente imposible saber la distancia que habían recorrido desde su apartamento.
Lo último que notó fué que el coche descendía por una suave pendiente y que el sonido del motor era devuelto por una especie de eco, lo que indicaba que se encontraban en algún recinto cerrado, como un garaje o algo similar.
Hemos llegado. - le indicó Jeff - Ya puedes quitarte la venda.
Efectivamente, cuando sus ojos se adaptaron a la nueva iluminación, el músico pudo comprobar que se encontraban en el interior de alguna edificación, puesto que ya no podía verse la iluminación exterior de la cúpula, la cual había sido sustituída por unos cuantos focos distribuídos a distancia simétrica unos de otros.
El coche circulaba lentamente por entre diversas columnas que sujetaban la construcción que debía encontrarse encima.
Había más coches aparcados allí y Jeff llevó su coche hasta un lugar libre que se encontraba a unos excasos diez metros de una puerta metálica.
Ahora buscaremos a alguien que pueda hacer algo con esa herida. - comentó - No queremos que te desangres ¿verdad?
Mike se quitó la venda de la cabeza, la luz le hacía algo de daño en los ojos, un buen rato de trayecto, oscuridad total, y la mente revoluciónada, no ayudaban precisamente a estar demasiado tranquio durante el viaje, y aunque se sentía debil, y con ganas de dar alguna cabezada, había resistido hasta llegar finalemente a su destino.
Con los ojos entrecerrados, empezó a distinguir la estructura del almacen en el que estaban.
Se supone que éste sitio no aparece en el mapa no? asi que supongo que sería una perdida de tiempo preguntar donde estámos, y cómo supongo que tampoco lo responderías, no voy a preguntar.
En cuánto a lo del medico, creo que será una buena idea, protegí bien la herida antes, pero creó que necesitaré unos cúantos puntos. Tu amigos y tu deberíais hacer una porra a ver cuántos me caen, ajajja, y si ganas e invitas a algo, tranquilo, intentaré que ganes jaja.
Por cierto, éste sitio es seguro? me refiero a ...ya sabes, aquí no me podrán encontrar cierto?
Depende del mapa que mires. - respondió sonriente al bajarse del coche y esperar que Mike hiciera lo mismo, aunque a este le costó un poco más debido a la pérdida de sangre y la desorientación que le dominaba en aquel instante. - Digamos que no encontrarás ninguno en la superficie.
Con aquella simple frase ya le había dado una pista al músico. Aquel lugar, estuviese donde estuviese, se encontraba bajo la ciudad que conocía y que había recorrido incontables veces, sin imaginar siquiera que algo así pudiera existir bajo sus propios pies.
Para colmo, por lo que podía ver, aquella era una mínima parte de lo que debía esconderse en el subsuelo, o eso suponía.
Ven, es por aquí. - le indicó señalando la puerta metálica que se encontraba en las inmediaciones del lugar donde habían aparcado - No te sorprendas mucho por lo que veas. Los Hijos del Sol no estamos tan desorganizados como queremos hacer creer. Es mucho más fácil moverse e intentar hacer que escuchen nuestra voz si no nos consideran otra cosa que un simple grupo de exaltados.
Jeff se acercó a la puerta y la abrió, dejando que Mike la traspasara primero para hacerlo él justo despues.
Ahora se encontraban en un pasillo muy bien iluminado que se extendía hasta donde alcanzaba su vista, provocando así que pareciera mucho más estrecho de lo que en realidad era, pues debía tener unos tres metros de anchura aproximadamente.
A lo largo de toda su extensión, diversas puertas se situaban a ambos lados, así como otros pasillos que desembocaban en este.
No se equivocaría mucho si lo hubiese definido como un laberito, cosa que también debieron pensar otros con anterioridad, puesto que diversas líneas de distintos colores recorrían, de forma paralela, el suelo, girando alguna en un pasillo, otra en otro más alejado y algunas más siguiendo en línea recta.
No te apartes de mi. No es buena idea que te vean caminando solo por este lugar...al menos de momento. - el hombre lo había expresado de forma seria, queriendo dejar claro que podría resultar peligroso para la salud de Mike.
Continuaron avanzando, y la hacerlo, el músico pudo comprobar que no todo el pasillo estaba conformado por paredes opacas, sino que en ciertos puntos, existían cristales que permitían ver lo que existía al otro lado.
Algunas estancias parecían salas de reuniones, mientras que otras mostraban un muy bien abastecido laboratorio.
Allí se abarcaban todos los campos que pudieran servirles en la lucha que libraban contra la clase dirigente, y más concretamente contra el presidente de Hoffnung.
Claro, respondió Mike a la "sugerencia" de Jeff, sabía que estaba en un terriotorio desconocido, incluso para los magnates de Hoffnung, los altos cargos e incluso los más avezados cazarrecompensas de la ciudad. Ahora mismo Mike no estaba en posición de llevarle la contaria, es más, no estaba en ninguna posición, ya que todavía estaba herido, y su siguiente destino eran las manos de un medico. Por lo que Mike pudo averiguar tras rápidos vistazos, a lo largo de las instalaciónes, los Hijos del Sol distaban mucho de ser los desorganizados que todo el mundo creía que eran, Jeff se lo había explicado en parte, pero la prueba feaciente de ello, eran sus sofisticadas instalaciónes, y el hecho de mantener tan amplio complejo en secreto no era fácil. Mike no sabía que es lo que los Hijos del sol estaban tramando, pero les debía ya dos favores, sacarle de la comisaría, y el que Jeff le hubiera salvado la vida. Eran 2 favores que antes o despues tendría que pagar, le gustara o no el fin con el que se había asociado, y de momento esa parecía la actitud de Mike.
Tras un par de minutos, Miek empezó a respirar algo entrecortado, cansado, debil. Sus sintomas eran fáciles de ver desde lejos, piel más blanca de lo normal, agotamiento extremo, una sed incontrolable, a Mike no le quedaba mucho tiempo.
Espero que no tardemos mucho en ver a ese médico Jeff, creo que no voy a aguantar mucho más de pie, y consciente, me parece que he perdido demasiada sangre.
Mike, frente a todo pronóstico, sorprendió a Jeff con una amplia sonrisa.
jaja, parece que sólo soy una carga eh? jajaaj
El hombre que le acompañaba le miró con gesto preocupado, obviando la sonrisa que Mike le había lanzado con el último comentario.
Puede que la pérdida de sangre le hubiese afectado más de lo que había creído en un primer momento. A Jeff no le había parecido una herida demasiado grave. Necesitaba cuidados médicos, de acuerdo, pero ¿realmente era tan grave?
Podía haberse equivocado en su evaluación, pero tambien debía reconocer que ni era médico ni le había pedido al músico que dejara que inspeccionase su herida.
Tranquilo, - respondió - te he traído por el lugar más cercano a la enfermería de la que disponemos. Está justo aquí.
Y como si sus palabras la hubiesen conjurado, a la derecha podía verse ahora, tras los últimos pasos que habían dado, una puerta que mostraba claramente un rótulo, con grandes letras blancas sobre fondo negro, en el que se indicaba que allí se encontraba la enfermería.
Jeff abrió la puerta sin llamar y franqueó el paso a Mike, que se introdujo por el hueco para encontrarse con una pequeña sala cuya decoración contrastaba ampliamente con los blancos pasillos que habían recorrido.
A su derecha se encontraban un par de sillones de aspecto cómodo, tapizados en color amarillo claro, que encajaban a la perfección con el fondo azul pálido de las paredes.
Unos cuantos cuadros completaban aquella zona de espera. Mike era artista, pero no llegaba a entender esos lienzos donde las figuras geométricas se enlazan unas con otras sin ningún orden. Quedaban bien a la vista, pero eran dibujos que podría hacer casi cualquiera.
Frente a la puerta se encontraba un pequeño mostrador, tras el que se encontraba una mujer joven que sonrió al verlos entrar, levantándose del asiento donde se encontraba hasta el momento.
Sin embargo, cuando vió la sangre que se filtraba a través de la camiseta del músico, sus rasgos mudaron para dar paso a cierta preocupación.
No hubo preguntas, como sin duda hubiese pasado en cualquier hospital al que se hubiese acercado Mike. Debía estar acostumbrada a realizar su trabajo sin mostrar demasiada curiosidad...era una de las características de ejercer la enfermería en una sociedad al margen de la ley.
Se apresuró a hacerle pasar al interior de un pequeño cuarto, indicándole que se sentara en una camilla que dominaba el centro de la habitación, mientras que las paredes se encontraban repletas de armarios con multitud de cajones.
Esperó a que el músico se quitara la camiseta para dejar visible la herida producida por el filo de aquel que había intentado matarle.
Entonces se permitió sonreir nuevamente la muchacha - Te quedará un bonito recuerdo, pero parece bastante superficial, así que con unos cuantos puntos estarás como nuevo...y algo de descanso, claro está.
Jejej, un bonito recuerdo de una noche inolvidable eh? suena bien, aunque prefiero eso del descanso, hoy ha sido un dia demasiado largo.
Tras un rápido reconocimiento, unas bendas y unos puntos, la mujer que había hecho las veces de doctor y cirujano, acompañó a Mike a una cama, para vigilarle durante la noche, y que no hubiera sorpresas,
Gracias por todo, dijo agradecidamente el músico, mientras hacia una breve pausa.
y a ti Jeff, te debo una
Eso si, no vengas muy pronto a despertarme, que estoy destrozado despues del concierto y de lo de mi casa...
Mike se metió de lleno en la cama que tenía preparada, y tras beber un largo trago de agua, no tuvo ninguna dificultad para conciliar el sueño. Inconscientemente, por la mente de Mike, recordaba, en sueños, el gran concierto que había dado esa noche, cada nota, cada acorde, los solos de guitarra y teclado armonizados ahasta la perfección, una calidad extrema, el calor, el olor a sudor y a tabaco, los finales de las canciónes, como, poco a poco veía terminar una de las que ha sido de las mejors y más largas etapas de su vida, le dió la fama, el dinero y el poder, que transformó en agonía, traición y desesperación para los que tenía cerca, Sin duda una vida plena y llena de altibajos, hasta que sólo una imagen se quedó centrada en su cabeza. Una imagen oscura, pero nítida, el hombre que había asaltado su casa, blandiendo un enorme cuchillo, mientras Mike se defendía como podía. Ni siquiera podía recordar la cara del otro hombre, quizás, no llegó a verla, ya que Jeff, había reducido rápidamente el peligro. Con una pistola....yo también habria podido.....habría podido? sería capaz de disparar a alguien y tirar a matar?
Mike había cometido muchos errores en su vida, pero nunca se había visto forzado a matar, de repente, la forma de una bala, tomó el 100% de la atención de la mente de Mike, pensando una y otra vez, en situaciónes en las que podría disparar o no, simplemente, no le gustaba la idea, aunque en el fondo, se veía capaz. Una y otra vez la misma imagen se repetía, pero Mike, nunca conseguía apretar el gatillo, será por principios? no es miedo.....no es miedo....no? Donde Mike buscaba una noche de relajante sueño, sólo conseguía angustia, y cada vez que intentaba girarse para cambiar de posición, y acomodarse mejor, un dolor tremendo le hacía recordar donde estaba y en qué condiciónes. Tras un par de macabras imagenes en las que jugaba con un arma, Mike despertó empapado en sudor. No sabía que hora era, sólo que tenía gans de intentar dormir, pero de verdad, nada de quebraderos de cabeza, cogió otra vez un largo trago de agua, y finalmente, pudo descansar algo, al fin y al cabo, el dolor seguía ahí.
Finalmente, tras algún que otro intento fallido, en el cual los recuerdos se presentaba como pesadillas que provocaban que Mike despertase, el músico consiguió conciliar un sueño reparador y ausente de cualquier tipo de imagen que intentara perturbarlo. O si las hubo no las recordaría cuando, por fin, emergiera a la realidad que le esperaba.
Cuando lo hizo tardó unos segundos en situarse, mirando desde la cama aquellas paredes que le resultaban desconocidas. ¿Dónde estaban los premios que había ganado hace años? ¿Y las fotos de las giras?
Estaba claro que aquella no era su habitación, pero si esto era así ¿dónde se encontraba?
Al girar el cuerpo, para observar el resto de la habitación, un dolor lacerante le recordó la herida que lo provocaba, y con ella vino el resto de los sucesos de la noche anterior.
¿Cuanto tiempo hacía de aquello? Con las prisas no había colocado en su muñeca nuevamente el reloj, por lo que le era imposible saber qué hora era ni cuanto tiempo había dormido.
También recordó cómo Jeff le había llevado a algún lugar subterráneo, donde le habían curado.
El mismo Jeff que ahora le observaba desde la puerta.
Al fin despiertas. - le dijo sonriente - Creí que nunca lo harías, bella durmiente. Había escuchado que los sucesos traumáticos tienen ese efecto en las personas, aunque nunca había llegado a verlo por mí mismo.
Sus palabras parecían indicar que no había sido un sueño de pocas horas, a lo que se unió su propio estómago, reclamando otra de las necesidades del cuerpo de Mike, porque no sólo de sueño vive el hombre.
El rugido fue tal que incluso Jeff pudo percibirlo con claridad.
Así que tienes hambre ¿eh? - su sonrisa se ensanchó aún más, encogiéndose de hombros - Bueno, supongo que lo demás podrá esperar, así que si quieres comer algo podremos conseguirlo cerca de aquí.
Mike se llevó inconscientemente la mano a la barriga, miró a Jeff de forma, que éste empezó a reir descontroladamente.
No se cuánto he dormido, pero si sé qu ellevo bastante sin comer, normalmente aguanto mucho, pero ésta es la primera vez que me tiene que avisar mi estómago para que le meta combustible...ajja, nunca pensé que llegaría éste dia, jaja.
Tras una buena comilona, Mike, se hartó de ingerir, y finalmente estaba listo para lo que Jeff le había preparado.
Uuff...si que tenía hambre, hací mucho qu eno comía tanto de una sentada,....bueno, y ahora, que es eso que podía esperar? me tienes intrigado..
Hagamos algo al respecto entonces. - Jeff sonreía observando cómo Mike se levantaba de la cama y se volvía a colocar la ropa con la que llegó la noche anterior. Antes o despues debería buscarle algo más apropiado para vestirse....al menos que no tuviera manchas de sangre. No habría problema, seguro que alguien tendría algo de su talla que pudiera prestarle, pero eso sería despues de alimentarle, no fuera que se desmayase a causa de la debilidad.
Le guió nuevamente por los pasillos, pero esta vez el trayecto fue bastante más corto, hasta llegar ante una puerta que permanecía cerrada incluso ante los primeros intentos de Jeff por abrirla.
Fue entonces cuando Mike se dió cuenta de que, justo a la derecha, había un panel numérico. No cabía duda, era una cerradura electrónica, a la espera de que fuese introducida la combinación.
Que raro. - comentó su anfitrión con un gesto de sorpresa en el rostro - Esta puerta nunca está cerrada.
Extendió la mano y pulsó una serie de botones, escuchándose un ligero click que indicaba que la puerta se había abierto.
Jeff empujó hacia el interior, permitiendo que ambos pudieran ver la estancia.
Se trataba de una sala acondicionada como área de descanso. Disponía de armarios tanto a derecha como a izquierda, que seguramente contenían lo necesario para poder prepararse una frugal comida.
Así mismo, también había una nevera, la cual contendría los alimentos perecederos o las bebidas.
Al fondo se encontraban ubicados un par de sofás de aspecto cómodo, utilizados normalmente por los trabajadores que debían permanecer allí más horas de las indicadas.
Justo en ese instante ambos se encontraban ocupados por un hombre y una mujer con aspecto bastante desaliñado.
Sus ropas se encontraban en bastante mal estado.
No tan rápido, que aún no has comido, jejejeje
Pasas a la escena "Un mundo diferente". Ahora te la habilito y pongo un post allí.