Partida Rol por web

Mirando a su alrededor y haciendo caso a la sabiduria de su abuelo, empezo a llenar la mochila, sin dejar de prestar atencion a todo lo que sucedia a su alrededor.
-Tomad todo lo que podais cargar, luego lo repartiremos -volvio a mira a su alrededor en busca que algo no fuera normal, para despues continiar

Y encontró algo que no fue normal. Escudriñando en la pared, vio un breve fogonazo y un humo blanco. Thorin dio la alerta a los demás, que rápidamente iluminaron la pared con las antorchas y prepararon sus armas. Había un enano apoyado en el suelo, fumando de pipa mientras les observaba. Su musculatura, sus tatuajes y anillos y su cresta naranja le delataban como un buscador de redención. Abundaban en Karak Azgal, seguros de poder encontrar criaturas terribles en las profundidades del mundo, como la legendaria bestia del Caos. Al fin y al cabo, Karak Azgal era un lugar de peregrinaje para los matadores, pues aquí fundó una ciudad el único matador que fue perdonado por los dioses por no existir en el mundo una criatura capaz de vencerle.

El enano seguía muy quieto, fumando de su pipa y observando a los compañeros de caverna.

Cuando de dio cuenta de la presencia del Matador se acerco a él.
-Buenas -y extendio la mano para saludarle -mi nombre es Thorin II, aprendiz herrero runico -las expresion de la cara de Thorin II reflejaba tranquilidad, no sabia en que estado podia estar el matador, no solian estar muy cuerdos la mayoria de ellos, o por lo menos los que el se ha encontrado.
-¿Como va por estos lugares?

Hola, aprendiz de herrero -contestó.

Siguió fumando de pipa, pero no olía a tabaco lo que fumaba, era un tipo de hierba más fuerte, más embriagadora. Se incorporó del suelo mientras recogía con la mano libre un hacha de gran artesanía.

Hay poca cosa aquí abajo, sólo ratas y ladrones de tumbas...

Con el escudo en la mano, rie ante las palabras del matador.
-Si te sirve de consuelo, nosotros solo hemos encontrado unos goblis, aunque nuestro objetivo, si que se a visto cumplido. -da unas palmaditas a su libro con la mano que tiene libre.
-Y ahora andamos en busca de la salida y nuestro camino nos ha llevado aqui, ¿Va usted a la salida señor ....? -dandole a entender que todavia no le habia dicho su nombre.

No, yo voy abajo -dijo mientras guardaba su pipa en una pesada bolsa que se colgaba a la espalda- pero la salida está muy cerca. 

Y sin más palabras descendió por la galería minera, perdiéndose en la oscuridad del mundo antiguo.

Que tipo mas extgagno, los matadoges son una peculiag fogma de vida.

Pero no es una forma de vida que ellos escogieron, se les impuso -dijo Thorin I- Salgamos de las ruinas, no importa si no conseguimos carbón de Krag Vogstor.

No tardaron mucho en llegar a las secciones más conocidas de Karak Izril, y las más transitadas. Espantaron a un pequeño grupo de snotlings, se encontraron con un grupo de aventureros humanos y vieron a los valientes mineros del clan Norgunson aventurarse un día más en las minas para extraer gemas, lo que significaba que eran cerca de las cinco de la mañana, y el sol estaba ascendiendo en el Paso de la Cabeza del Dragón.

Pronto llegarían a la salida de las minas, sólo había que encontrar el camino correcto en los corredores. De eso se encargó el rompeescudos, les guió a través de antiguas casas hace tiempo saqueadas hasta la salida de las minas, pero no era la salida del Pozo de Zambor, sino la de El Palacio de los Muertos, en Puerta Muerta.

Después de recoger todo lo pudo de los buenos materiales que por aquella galería rondaban, tomo camino hacia la salida.

-Ya lo iremos a buscar otro día, de momento podemos estudiar lo que hemos obtenido. -mantuvieron una conversación tranquila hasta llegar a los túneles de salida donde el rompe escudos les guió hasta la salida.

No fue difícil hallar la salida, una vez alcanzas el primer nivel las galerías son rectas, de buena construcción, y muchas conducen a donde quieres. Ascendieron por la escalera de piedra hacia la luz de las antorchas donde tres legisladores enanos les recibieron. La norma era registrar a todos los que se internaban en las profundidades de Karak Izril, pero el herrero rúnico mostró el pase especial emitido por el Pequeño Consejo de Karak Azgal, que le eximía de todo registro en las entradas a las ruinas.

Portamos valiosas ofrendas a Grungni, las entregaremos al Templo de los Ancestros, para que sigan honrando a los dioses. Mi nieto lo hará por mí. Doy mi palabra.

Pero necesito que me enseñéis lo que habéis encontrado. Si no tenéis un albarán firmado con los hallazgos en las ruinas no podréis vender en la Plaza de Piedra los objetos, y se os confiscarán de hacerlo.

-Necesita ver todo los bienes materiales que hemos encontrado verdad? [I]-Los conocimientos de las runas aprendidas no es necesario.

En ese momento tomo su mochila y le mostro a el legislador todo el material -Esto es todo lo que hemos encontrado, por lo menos por mi parte.

El enano revisó las joyas, y las anotó en un papel que luego selló.

El portador de este documento ha extraído objetos legalmente de Karak Izril, y puede vender los siguientes objetos en la Plaza de Piedra (siempre que pague las tarifas pertinentes):

Una ágata
Una esmeralda
Un lapislázuli 

Con este documento podrás montar un puesto en la Plaza de Piedra y obtener beneficios. Eso es todo.