5. La Doncella de Hielo (Puerta Muerta)
La zona más bulliciosa de Puerta Muerta se halla en la intersección del Callejón sin salida y la Calzada de Piedra. La Doncella de Hielo fue construida en este lugar para beneficiarse del tráfico. Tiene un patio vallado para los caballos, dos plantas de dormitorios y montones de entretenimientos lúdicos. En el cartel del local, montado sobre el tejado, hay dibujada una hermosa mujer de larga cabellera negra encerradas en un bloque de hielo. El cartel es tan grande que durante el día puede verse tan pronto se entra en Puerta Muerta por el oeste. A Ambos lados de la puerta hay dos hombres vestidos de forma extraña, equipados con largas espadas curvas y botas forradas con pieles.
9. El Cementerio de la colina del Túmulo (Puera Muerta)
Los primeros días de Puerta Muerta fueron brutales y despiadados, más que hoy en día. Los enanos no permitían que nadie de Puerta Muerta fuera enterrado en las criptas de la Fortaleza de Skalf, por lo que no había lugar para inhumar a los muertos. Los cuerpos se arrastraban hasta la cima de esta colina y se arrojaban a un poco, para que se pudrieran al sol.
Hasta que un sacerdote de Morr llamado Baldred Stark llegó a Puerta Muerta, siguiendo una visión de su dios. Fundó un templo consagrado a Morr sobre el mismo lugar del pozo funerario. Se trata de un edificio cuadrado de piedra, con un techo abovedado y una cripta subterránea. Una vez terminada la construcción, Baldred trabajó duro para servir a su dios hasta que le sobrevino la muerte, que estuvo envuelta en misteriosas circunstancias. Fue enterrado en el templo, y todo el lugar se conoce ahora como la Tumba de Stark.
Los sacerdotes de Morr que la ocupan llevan a cabo lso rituales de los muertos, incluidas la preparación de los cadáveres y la inhumación en el cementerio por 3 coronas. Ser enterrado en la cripta que hay bajo el templo cuesta 10 coronas. Hay cuatro iniciados y un sacerdote en el templo; este último es un hombre de Altdorf llamado Rufus Grunewald, quien asumió el cargo hace diez años tras la muerte de Baldred.
10. Fortaleza del Clan Rorganson (El Refugio, Fortaleza de Skalf)
Los Rorganson son una familia de guerreros; aún en la actualidad la mayoría de los oficiales del ejército de la ciudad pertenecen a este clan. Su mansión tiene tres plantas y está construida en pulida piedra gris. Su símbolo es un escudo sobre el que hay un gran hacha de batalla, y se repite una y otra vez por todo el perfil del tejado del edificio.
El dirigente del clan es el capitán Kragdin Rorganson. Ocupa un puesto en el Pequeño Consejo y también controla las defensas de Karak Azgal.
La mayor parte del clan Rorganson está insatisfecha por la forma en la que se ha degenerado Karak Azgal. Preferirían que los enanos retomasen las ruinas y dejaran de vivir a costa de la valentía y el coraje de otros.
24. Cantina "Ojo de dragón" (Barrio del Oro, Fortaleza de Skalf)
En la fachada del edificio hay una placa con una cabeza de dragón quiñando un ojo a los clientes potenciales. En su interior se halla una de las cantinas más antiguas de Karak Azgal, y a su clientela se le suele exigir linaje. Pegada a la pared norte haby una larga barra, y en las demás paredes hay reservados ocultos con cortinas. Es frecuente ver nobles y demás oficiales gubernamentales de alto cargo tomando algo de beber aquí.
1. La Baya Poma (Puerta Muerta)
La taberna Baya Poma ocupaba un lugar muy destacado en Puerta Muerta, pues se situaba en la Calzada de Piedra, como la mayoría de las tabernas, y es paso obligado hacia la Fortaleza de Skalf. Tenía un cartel colgado sobre el porche que se extiende a lo largo de toda la fachada frontal del edificio, y en la que está pintada la cara y larga nariz de la fundadora de la taberna, Katella Bayapoma. Pronto se enterarían de que todos la recordaban por su larga nariz, de ahí el apodo "el bar de Kate la Narizotas". Aparte de su aspecto chabacano, la taberna Bayapoma era famosa por servir una comida excelente, una cerveza deliciosa y la posibilidad de pasar una velada muy divertida.
El interior de la taberna era el de una taberna de primera calidad con habitaciones de alquiler en el primer piso. Había una barra que ocupaba toda la pared del fondo, y el centro de la taberna estaba repleto de mesas, ahora llenos de gente comiendo y bebiendo sin cesar. Había mucho jaleo y había mucha clientela. Era un lugar muy animado. También había un escenario sobre el que actuaban cantantes y bailarinas, y junto a él una pequeña zona acordonada para los músicos. En las paredes había cabezas de animales disecados y retratos de osados héroes halfling (cazadores de grandes animales ricos en carne y agricultores con cosechas sin igual) y cocineros halfling, por no hablar de la gran salchicha de madera que colgaba sobre la barra, repleta de marcas de sustancias cuyo origen era mejor no preguntar.
En la parte trasera los halfling habían acordonado una zona donde había una diana gigante, tan grande que parecía imposible no acertar en ella, erizada de dardos, unos dardos tan grandes como una jarra. Curiosamente, también había muchas cosas extravagantes junto a la diana como un taburete de una pata, un manta, un cráneo de orco, un cubo de agua con muy mala pinta, plumas gigantes y cosas aún más increíbles.