Hubiera sido fantástico saber a quien había regañado el Sr. Zhang. Pero solía ser inútil hablar con él o con cualquiera de los otros profesores, así que me di prisa en salir y mirar en el pasillo aunque cuando llegué, ya no pude ver a nadie. Aún así, me intenté hacer el simpático con él: ¿Quién sabe si podría sacarle algo?
-¡Vaya, Sr. Zhang! No sabe como lo sentimos: Hubo un fuerte golpe de viento que cerró todas las ventanas. Nos sobresaltó un montón... Yo creo que fue culpa del portazo cuando cerraron la puerta. Por cierto ¿A quién estaba regañando? Nos encerró aquí a todos para gastarnos una broma... Y consiguió asustar mucho a las chicas...
Ya estaba bien de llamar la atencion asi que con todo lo que habia pasado me retire a la esquina mas lejana para salir luego a mi cuarto. Queria matar a Carter por dejarme sola y a Bill por ... no sabia porque.
Pero al menos estaba hablando con el director, ojala esta vez si lograra conseguir informacion.
- Averíguelo por usted mismo, señor Skarsgard, va a su misma clase. - El señor Zhang pensaba que le estaban tomando el pelo o algo por el estilo, por lo que no le hizo mucho caso. - Vamos, váyanse de aquí. No tengo tiempo para sus tonterías.
No se los pondré tan fácil :)
Era de esperar que el Sr. Zhang no fuera de demasiada ayuda, por lo que su respuesta no me sorprendió en absoluto.
Salí de nuevo al pasillo intentando ver algo que me fuera de ayuda, pero estaba claro que la pista fundamental, se iba a quedar en el cerebro de aquel imbécil integral.
...Me lo esperaba, ¡por supuesto! Jajajaja. Si Zhang hubiera hablado, se habría cargado todo el suspense de la partida.
-Esto es de muy mal gusto.- exclamo Brad a una potencia de voz que haría quedarse sorda a una hormiga que viviese en el cuello de su camisa. Vamos lo de siempre, que lo musito para él.
Estaba indignadísimo por esta broma de mal gusto que daba alas a un montón de tonterías referentes al más allá y toda esa clase de supercherías absurdas. Por no hablar del detalle de la notita. Una clara referencia a los hechos ocurridos el año pasado. Esto era morbosidad y mal gusto. Una broma indignante. Se levantó. –No me voy ni a molestar en ver como habéis hecho lo de la luz, pero no me voy a creer nada de todo esto.
Se fue a su cuarto a prepararse. Quizá estaba enfadado consigo mismo porque justo en el momento de oscuridad había tenido miedo y por un momento su cabeza se había abierto a miedos irracionales y supercherías sobrenaturales.