Partida Rol por web

 Adolamin mira a Brynn y su cara de asco y no puede evitar echar una carcajada.

 - Jajajaj creo que será mejor que vayamos al lago antes de que a Brynn le de una embolia por el asco que está sintiendo en estos momentos. Además, nuestro trabajo ya está hecho, ahora todo queda en manos de Ronald, él sabrá arreglárselas.

Jaelle sigue las acciones de sus amigos con interés hasta que el anillo reposa en la mano de Ronald, entonces se aleja un poco y deja salir el aire que estaba conteniendo. Bien hecho Gaelan, buen truco, elogia al mago cuando se alejan.

Unos minutos después Adolamin regresa de su actuación. Bonita canción Adolamin, deberías pensar en participar en el festival de Otoño y callarle la boca de una vez a Herb, no es justo que te ningunee como lo hace. Sé que lo más probable es que no me haga caso pero debería ser menos tímido, ¿dónde se ha visto un bardo tímido?.

Gaelan pregunta si se quedan o se van. Estoy de acuerdo con Adolamin, miro al guerrero y añado como le dé un patatús a Brynn no podemos cargarlo, no le hagamos esperar más y vamos a bañarnos. Y cuidando de quedar contra el viento con respecto a Brynn, me muevo hacia el camino.

El guerrero estaba más pálido que nunca, apoyando su ancha espalda sobre el tronco de un árbol, había estado tomando aire y recuperándose de las nauseas, se había perdido todo el show del mago y del bardo.

-¿Cómo les fue? -Preguntó con una voz más aplacada de los normal.

Se levantó de su puesto con su cejo fruncido hacia Gaelan. -¿Embolia?, que demonios es eso?, acaso estás insultándome, flacucho?..... Como vea  que es así, te ganarás un enorme ABRAZO mio Jajaja -Dijo mientras extendía los brazos y esbozaba una sonrisa afable a su compañero, en realidad no sabía que significaba la palabra pero no debería ser un insulto.

-Vamos cuanto antes al lago! ya quiero quitarme esta...... bueno, esto! -Sin decir más, emprendió su camino hacia el lago a grandes troncadas, su color volvía poco a poco.

 - Mejor guárdate tus abrazos para el próximo animal que haya que abrir en canal - Le responde Adolamin en tono burlesco.

- Todo ha salido bien así que mejor vayamos al lago para limpiarte un poco y continuar con lo que estábamos dispuestos a hacer, así podremos descansar un rato.

De acuerdo en concederles la intimidad que necesitan a Rachel y a Ronald, os retirais y retomais el camino al lago. Para cuando llegais se ha pasado sobradamente la hora de comer y el hambre aprieta. Llevais algo de pan y queso asi que comeis nada mas llegar. Aun queda tarde para disfrutar del lago segun lo que prefirais. Podeis bañaros, trepar por las rocas para zambulliros o tenderos sobre las rocas junto al lago para tomar el sol.

Después de comer me aproximo al lago, me quito el arco y el carcaj, la bolsa, las botas y la armadura, así como los pantalones y la camisa, a estos últimos les doy una agua para quitarles el olor a humo y los dejo secándose en las ramas bajas del gran cedro que hay cerca de la orilla, en el suelo amontono el resto de mis pertenencias. Cuando acabo, con la túnica interior puesta, corro el corto tramo que me separa del agua y salto en bomba. El agua está un poco fría pero se agradece el contraste, salgo a la superficie y echo mi pelo hacia atrás.

¡Está buenísima! Será mejor que os metáis si no queréis seguir con el olor metido en la nariz... Me encanta picarlos.

 Una vez he comido cojo mi guitarra y me pongo a tocarla un rato para así practicar por si tengo intención de presentarme al festival como me han dicho todos. - Aún no sé si me presentaré pero si me entran ganas iré practicando desde ya.

 Cuando Jaelle sale del agua y nos anima a todos a meternos le hago caso, dejo mi guitarra en un lugar seguro y me quito toda mi ropa y objetos que pueda llevar encima, me meto en el agua tranquilamente.

- Pues sí, está bastante bien el agua, no está muy fría y se está bastante a gusto.

 Me quedo flotando boca arriba un buen rato relajándome y aislándome del mundo sin saber qué hacen los demás...

Bueeeeeeeeno, pues otra vez para el lago… Pensaba el joven mago mientras caminaban hacia el lago. – ¿Habéis visto como levitaba el anillo hacia la mano de Ronald?, ha sido increíble… y lo he hecho yo… - Estaba feliz porque por fin sus trucos iban saliendo y podía darles uso, aunque sabía que sus compañeros no le daban el mismo mérito que se atribuía él.

Tras comer un poco a orillas del lago, tampoco demasiado ya que el pestilente olor del jabalí aun podía sentirlo en su nariz y lo había dejado sin apetito, Gaelan se sentó a la sombra de un árbol con uno de sus libros y comenzó a leer. – Ale, ale, disfrutad, que yo me quedo aquí bien sequito y tranquilo. – Murmuró entre dientes aunque en un tono que perfectamente podían escuchar sus amigos.

Al fin su deseo se hacía realidad, luego de un pequeño traspié, el lago estaba ante sus ojos.

Tenía la ropa aún con el nauseabundo olor, pero ya no le afectaba como al principio, su sentido del olfato ya se había acostumbrado al fétido olor; al llegar al lago, se adelantó al resto de sus amigos, se quitó la armadura y salió a correr en dirección al agua, aún con ropa.
Arrojó la lanza a un lado y el escudo al otro y con un gran salto se zambulló en el agua, su intención era quitarse el olor de las manos y brazos.

Cuando quedó medianamente lavado, salió del lago y alcanzó a sus amigos en un muñon de un árbol, donde se hallaban comiendo queso y pan, fueron grandes los bocados que se metió a la boca a la vez, grotesco y desagradable, pero así era él, sus amigos ya estaban acostumbrados a su rustico comportamiento, hablaba con la boca llena y salpicaba de boronas la ropa del hechicero.

Luego, no pudo evitar su cara de idiota mientras la SemiElfa empezó a quitarse la ropa; un hechizo de hipnotizar del hechicero hubiera sido menos efectivo, a leguas se le notaba los ojos con los que veía a Jaelle. Decidió intentar impresionarla escalando el risco para lanzarse de clavado.

Se quitó la camisa pero se dejo el pantalón y empezó su ascenso -Adolamin, coje tu guitarra y toca una de esas baladas heróicas que tanto me gustan!, quizá al fin pueda llegar al penacho que se ve alla arriba -Le dijo a su amigo mientras trepaba, la verdad nunca había llegado tan alto como el un saliente en el risco, una especie de balcón natural desde el cual lanzarse significaría una aventura propia.

Las paredes eran dificiles, muy resbaladizas por el agua de la cascada, pero las fuertes manos de Brynn, junto a sus agiles pies quizá pudieran llevarlo a donde nunca antes había llegado.

Desde lo alto de las rocas, a unos veinte metros de altura, te parece distinguir algo extraño flotando en la parte Norte del gran lago. Lamentablemente no eres capaz de distibguir de que se trata. 

Todos veis como Brynn escala las rocas y os tiene con el corazon en un puño. Le lleva un buen rato pero por fin corona el risco y se yergue dispuesto a lanzarse desde casi veinte metros. Pero entonces algo parce atraer su mirada en direccion Norte, donde el lago se ensancha y se hace enorme.

Sigo los avances de Brynn, medio preocupada por una posible caída medio sonriente por su audacia, sin perderme detalle voy saliendo del agua no fuese que cayese encima mío.

¡Muy bien campeón! exclamo cuando corona la cima ¡Cuidado con la pared!

Pero por alguna razón no se tira, su mirada se eleva hacia el interior del lago, y hace pantalla con la mano para ver mejor algo. Es raro que no se haya lanzado nada más llegar, qué habrá atraído su atención...

¡¿Que pasa Brynn?!

El hombre se rascó su mojada cabellera y señaló con el dedo índice la parte norte del lago.

-ALLÍ -Gritó bien fuerte para que sus compañeros pudieran oir por encima del estruendo de la cascada. -HAY ALGO QUE NO PUEDO SABER QUE..... -Etrecerró los ojos, intentando mirar mejor, pero no cambió nada.

-HAY ALGO FLOTANDO ALLÁ.....

Normalmente hubiera saltado en un clavado y se hubiera emocionado al alcanzar una parte donde nunca antes había llegado, pero algo más había llamado su atención.

Saltó hacia las aguas del lago y se zambulló como mejor pudo.

Al volver a la superficie, hizo señas a sus amigos para que lo acompañaran a revisar que era y empezó a nadar hacia el norte, donde las aguas eran profundas y peligrosas.

Intentaba concentrarse en la lectura del nuevo libro que le había dejado Beatrix, pero los gritos de sus amigos lo hacían una tarea imposible. Alzó la vista para ver como el grandullón se subía al peñasco más alto… Típico de los animales, pavonearse delante de las hembras para lograr el apareamiento… Pensaba, pero algo parecía importunar a Brynn, y eso no era algo normal.

Se levantó de su cómodo lugar de descanso dejando el libro en una de las ramas. - ¿Qué ocurre Brynn?. – preguntó justo antes de la respuesta del guerrero. ¿Qué hay algo flotando?¿Y quieren que vaya a verlo?... Si no sé apenas mantenerme a flote ¿¿quieren que vaya a verlo?? Estos están chalaos… Pensaba mientras veía alejarse a Brynn.

- Yo os espero aquí, alguien tiene que cuidar de nuestras pertenencias, ¿no?. – Comentó aderezándolo con su cara de "esto que digo tiene sentido". Sabía que no sonaba demasiado convincente, pero el miedo al agua le imposibilitaba por completo seguirlos. – Si necesitáis algo me lo decís y voy a toda prisa. – concluyó al tiempo que miraba hacia el punto que señaló Brynn por si podía ver algo.

 Adolamin seguía totalmente ausente a todo lo que le rodeaba flotando en el agua, estaba totalmente relajado y le encantaba estar así. Ni siquiera se dio cuenta de que Brynn había subido al peñasco. Solamente volvió en sí cuando el agua que le salpicó al saltar Brynn del risco casi lo mata del susto.

 - Maldita sea, ¿Quién ha sido?

 Al ver a Brynn apurado como si acabase de ver un fantasma quiere enterarse de qué había pasado. - ¡Brynn! ¿Qué pasa? ¿Dónde vas con tanta prisa? ¡Respóndeme! - Adolamin ve a Brynn alejarse como alma que lleva el diablo, pero no le da mucha importancia, hasta que ve la cara de Jaelle, la joven parece asustada también y Adolamin se empieza a dar cuenta de que la situación empieza a ponerse seria.

 - ¿Qué ha pasado Jaelle? ¿Hacia dónde va Brynn? ¿No se da cuenta de que aquella zona es peligrosa?

El Bardo se da cuenta de que algo malo está pasando y no quiere que su amigo vaya solo, así que corre tras él. - Mierda, ¿por qué siempre me toca a mi? Piensa el joven en voz alta.

 Adolamin trata de ir lo más rápido que puede tras el Guerrero y poco a poco empieza a darle alcance, no sabe a donde va pero no puede dejar sólo a su amigo.

Solo quiero aclararos que la zona no es peñigrosa. Simplemente el lago se agranda pero las aguas estan en calma.