Partida Rol por web

En cuanto las primeras figuras aparecen en el camino invoco la ayuda de los espiritus para distinguir su verdadera naturaleza*

El primero al que observo es al gnomo, porque va primero y por la ambigua información que Girolamo nos dio sobre el, es sin duda un personaje sospechoso.

A continuación observo a sus acompañantes, y mi sorpresa es grande al ver que se trata de elfos, nunca había visto a estos seres y me quedo mirandolos con la misma sorpresa que a las fatas.

Pero de inmediato me doy cuenta de que podemos encontrarnos en un problema, el gnomo habla en lengua de comercio, prefiero que Gror no tenga muchas mas razones para enfadarse así que empiezo a traducirle en voz baja lo que va diciendo

-el es Rendel Vendaval, el mercader gnomo al que esperabamos. Con el van unos emisarios distinguidos de un bosque del Oeste. Rhiann, heraldo de la reina de Erethor, Bayal Dethirinn y Eirinn Alluon. Ellos son el paquete que hemos de escoltar a la roca- susurro en enano antiguo

Pel interviene en una lengua que desconozco, elfo supongo y yo quedo en segundo plano por lo que pueda necesitarse de mi

Cuando Pel y Uffern trajeron pescado para la comida, me alegré. Me trajo recuerdos de mi infancia, cuando disfrutaba con mis padres pescando en el mar de Pelluria y comíamos pescado fresco recién cogido por nuestras redes.

Comí, y saboree el pescado, agradeciendo a Pel por poder disfrutar de esa comida.

Cuando me disponía a dar una vuelta por el centro comercial, más tranquilo, fue cuando, de repente, aparecieron. Allí estaba Rendel, cumpliendo su promesa de traer allí al paquete que, por otro lado, ya sabíamos que se iba a tratar de unos elfos. No entendía bien el desagrado de Gror ante la idea. Cada vez me desconcertaba más el enano.

Esperé pacientemente a que se adelantaran los enanos, que como siempre, se pensaban el centro del mundo. ¿Habían pensado que quizás fuera más acertado que alguien más diestro en el uso de las palabras fuera al encuentro de otro como yo? No. Era mejor adelantarse con las armas preparadas. Eran tiempos oscuros los que nos habían tocado vivir, y a mí en estos momentos. Llegaría el momento que se giraran hacia mí para pedir ayuda, y ese sería mi momento de continuar tranquilamente sin hacer nada.

Todavía suspicaz con el gnomo, me acerqué a Wendell, que le veía también vigilante amigo mío ¿ves algo? estate atento, pues la palabra de Rendel era traer aquí al paquete, pero nada le impedía venderlos por otro lado y, una vez entregado, que venga una patrulla orca para destruirnos a todos. le comento dándole un par de palmadas en la espalda mientras me acercaba a Rendel

Bien hallado, camarada. Yo soy Girolamo Savonarola, pobre comerciante en estos tiempo oscuros. Saludo al gnomo con una pequeña reverencia veo que vuestra reputación os precede, cumpliendo siempre vuestra palabra le digo sonriendo pues difícil misión os había sido encomendada. Son tiempos revueltos y la sombra acecha en cada esquina. No habrá sido fácil evadir las patrullas con nuestros queridos amigos señalo con la cabeza a los elfos ¿cómo están las cosas por el oeste? ¿habéis encontrado mucha actividad?

La sorpresa de Adam ante los elfos fue casi igual que la mayoría del grupo, aunque parecía que algunos ya lo sabían. No así el lider de la expedición, lo cual sin duda alguna no ayudaría al caracter del mismo.

No tenía ni idea de por qué estaban allí unos elfos, o por qué se iban a reunir con un lider enano. Pero le gustaría que fuera para algo que tuviese que ver con la guerra contra la sombra.

Adam era un simple humano, un granjero convertido en guerrero por las circunstancias. Por lo que no tenía cabida en eventos trancendentales para estas tierras en estos tiempos oscuros. Así que simplemente se dedicaría a cumplir su cometido que no era otro que escoltar a aquella gente, el paquete, a la Roca de Durgis.
Que gente más sabía e importante que él se encargara de los temas trascendentales.

Volvió a su puesto a vigilar. No fuese que les hubiesen seguido peses a las precauciones que hayan podido tener.

El cambio en la dieta pareció aligerar los animos de todos, haciendo que incluso la espera se convirtiera en una misión más agradable. Keg disfrutó de la comida junto al resto, sin parar de hacer preguntas a Pel y Ulfrin sobre sus experiencias como pescadores. La tarde se adivinaba apacible, y la ereña se pensaba sobre la posibilidad de darse un chapuzón en aquellas frías aguas en algún momento antes del anochecer, más aquello pareció que no ocurriría al ver como unas figuras se acercaban.

Keg se mantuvo atenta a la comitiva que se acercaba y al grupo de enanos que fue a recibirlos, de momento parecía que se trataba de ser el gnomo y el paquete que estaban esperando. Al escuchar las maneras de hablar de aquel gnomo, la ereña no pudo evitar soltar una carcajada. -Ja, un bosque pequeñito. Que manera tan sutil de decir que se trata de gente importante y no precisamente de un bosque chico.- Dijo entre risas, meneando la cabeza. Le gustaba la forma de hablar de aquel gnomo, pero no le gustaba el aspecto de la elfa. Incluso cuando no sabía demasiado de los elfos, aquellos ojos eran escalofriantes.

Tarde del 19° de Obares (El arco del Otoño) del año 101 de la edad oscura   [Turno 4]

Rhiann no se sorprendió ante lo dicho por Pel, aunque le sostuvo la mirada, como si le examinara por dentro a detalle, ya antes había visto a hombres hablar su lengua, y la mayoría no eran confiables. Y muchos de los que se habían topado en su camino, ella misma los había destruido. –Soy Rhiann, avatar de la reina del gran bosque de Erethor, el único reino que aún lucha en verdad contra la sombra – respondió la elfa a Pel en la lengua antigua de los elfos – el único pueblo que aún se mantiene puro y que puede dar esperanza a todo Eredane. Los elfos no son amigos de nadie que no haya probado ser su amigo – continuó.

La elfa sacó entonces un pergamino de entre su túnica – he traído un mensaje para el rey, tal como él lo ha solicitado, debemos encontrarnos con él cuanto antes. Ya nos hemos retrasado demasiado – expresó sin cambiar su lengua al élfico, aunque era claro que entendía la lengua del comercio pues habría ya hablado antes con el gnomo Rendel y habría entendido todo lo que éste le decía. Sus palabras habían sido dirigidas directamente a Gror, quien se entendía era el líder, aunque por la expresión de éste, era claro que no entendía lo que se le decía. La elfa miró a los presentes, buscando entre ellos a aquellos que tuviesen la inteligencia para pensar detenidamente, y luego miró a Rendel, esperando que esté le tradujese el mensaje al enano. Todo esto sin soltar el pergamino que portaba el mensaje para el Dorith, el cual ya el mismo Rendel había intentado coger, quizá por curiosidad.

Rendel no tardó en reaccionar – su majestad, la reina de Erethor trae un mensaje para el Dorith Woden de la Roca de Durgis – dijo al enano al mando, sorprendiéndose de que tampoco le entendiese en la lengua del comercio. Por tanto, repitió el mensaje en el antiguo lenguaje de los enanos. – Los enviados por la reina desean partir pronto, mañana a primera hora. Ya hemos perdido demasiado en el camino, antes éramos más – exclamó el gnomo, sabiendo que la elfa no entendería la lengua de los enanos, o al menos eso esperaba. – Algunos han partido y otros han muerto. Al menos nadie nos sigue. Pero igualmente debemos partir, hemos visto muchas fuerzas moverse por la zona, no es seguro estar aquí y el camino aún es largo – exclamó, dando a entender que conocía, al menos vagamente, el camino hacia la Roca.

Continuando sus palabras ahora en la lengua del comercio – Rendel, viejo camarada – dijo extendiendo la mano a Girolamo – como decía, los caminos son oscuros, hay muchas fuerzas de la sombra moviéndose por los alrededores; orcos y goblins principalmente. No es seguro estar aquí, pero igual necesitamos descansar, hemos recorrido una dura jornada para llegar aquí. Ya sabes, no podía fallar a mi prestigio. La puntualidad lo es todo para un comerciante como yo – exclamó sonriendo exageradamente. Luego mirando a Keg, quien había captado gratamente sus comentarios, siguió hablando – son gente muy importante si, y muy seria, no esperen muchas palabras de ellos. Pero eso sí, cuando sea la hora de repartir flechas, serán de gran ayuda – resaltó sonriente.

"¿esta es la reina de Erethor?" pienso sorprendida observando a la elfa. Sin duda el gnomo ha traducido mal algo* y la situación ya se aclarará

En un momento dado susurro a Gror en antiguo enano -no están manchados por el mal-

Aunque siendo tan altivos tal vez tengamos problemas igualmente claro. Voy a tener que mantenerme atenta y cerca de Gror

Luego me dirijo a Dainn, también en antiguo enano

-tal vez deberias mencionarles los planes para acampar. Puede que quieran opinar-

Pel creyó que la traducción literal de las palabras de Rhiann podría traer más mal que bien, así que asintió a las palabras del gnomo llamado Rendel cuando las pronunció, al menos hasta que empezó a hablar en Enano, si bien prestó atención a los sonidos, ya que se encontraba en el difícil impasse de aprender el idioma.

Sí que se permitió sacudir la cabeza con una sonrisa algo amargada, no sin antes dedicar una educada inclinación de cabeza hacia la mujer ¿avatar? de la Reina Bruja. Estaba claro que si los Enanos eran cabezotas y desconfiados, a los Elfos les ocurría una buena parte de lo mismo. Estas cosas eran las que hacían que se encontraran en la situación en la que estaban, una en la que un paciente e inmortal enemigo había buscado y ahondado de manera infatigable en las grietas culturales que dividían a las razas a lo largo de los siglos, para alzarse con la victoria finalmente. Luego se dirigió al resto en la lengua del comercio.

- Parece que nuestro "paquete" trae otro "paquete" en forma de mensaje de la propia Señora de Erethor para el padre de Gror. Supongo que nuestra labor será la de escolta. Seamos amables, parece que estos elfos han visto y sufrido bastante en su viaje y la desconfianza que desprenden es casi palpable. Espero que les guste el pescado. -

Pel dedicó un par de mudos saludos a los otros dos Elfos, tratando de ver si su coraza emocional era tan firme como la de la mujer elfa que los guiaba, y se dirigió finalmente al elfo del bosque, el llamado Eirinn.

- Saludos, me preguntaba qué tal había sido vuestro viaje y si tenéis la sospecha de que os puedan haber seguido. Esperamos que podamos compartir historias en la cena. No sé si habláis la lengua del comercio, ya que en nuestro grupo es la manera que solemos usar salvo excepciones para comunicarnos. Me temo que el élfico no sea un idioma extendido.* -

El montaraz esperaba que Gror dejara a parte la agria bienvenida y diera paso a los recién llegados al lugar donde ardía la hoguera y se encontraban las viandas.

A la distancia, sin entender más el lenguaje corporal, estaba claro que los recién llegados habían causado sentimientos encontrados entre sus compañeros. La desconocida que había hablado con Gror parecía tan orgullosa como lo era el enano y eso no era algo que presagiara una buena convivencia.

El defensor movió la cabeza apesadumbrado. A lo largo de los últimos días parecía que el cabezota del enano había comenzado a portarse algo mejor con sus compañeros pero lo que estaba viendo, le hizo suponer que esa mejoría pronto desaparecería - Como si nos faltaran problemas - no pudo menos que murmurar mientras seguía oteando en la distancia, reacio a abandonar su posición mientras existiera la posibilidad de alguien hubiera seguido a los desconocidos.

La elfa habla pero lo hace en un idioma que no sé hablar, uno que de seguro debe ser el de su propio pueblo, aunque escucho como Pel le responde con soltura. Se produce un pequeño intercambio de palabras entre ellos pero no me queda absolutamente nada en claro de lo que se dicen.

Pero entonces traducen parte de sus palabras y así sabemos quienes son y que su misión es llevar una carta al Dorith de la Roca. Asiento a ello y guardo mis hachuelas sabiendo que no hay peligro inmediato como se me había ocurrido que podría ser, sobre todo después de que Michani confirma que no están manchados por la Sombra, algo que de seguro ha averiguado a través de su poder mágico.

"Me parece una buena facultad. Muy útil en esta época."

Pero lo importante es que dicen debemos partir cuanto antes, lo que me parece muy bien pues mientras más tiempo estamos en esta misión, más probabilidades hay de que algo salga mal y el "paquete" sea asesinado por los agentes de Izrador antes de cumplir con su cometido.

Tras una ligera bienvenida, los tres grupos se reunieron para comer y planificar su viaje. Gror y sus guardaespaldas se mostraban incomodos, al menos Gror y Fuhrin. Los héroes por su parte tenían en gran medida curiosidad; sobre todo gente como Pel, quien ya tenía cierto conocimiento de los elfos. Los elfos por su parte, parecían recelosos de hablar de si mismo o de por que estaban allí, y aunque en ningún momento se apartaron de los demás, realmente solo hablaban cuando era estrictamente necesario y Pel tenía que traducir casi siempre pues gustaban de hablar en élfico.

Dunkan comentó sobre el tema de donde montar el campamento, narrando las propuestas que tenían ahora, a lo cual el avatar de la reina bruja exclamó que para ellos las alturas serían de gran ventaja en un combate, pero que no venían allí a combatir si no que su plan era llegar hasta Roca de Durgis. La elfa consideraba que allí arriba podrían quedarse atrapados, sobre todo si la escolta era tan grande. Si es capaban, a través de las montañas su andar sería más errático y no tendrían otra opción que internarse más y más, alejándose del camino que Rendel les había contado. Para los elfos el tiempo era primordial, al parecer tenían una gran urgencia por llegar hasta la Roca y regresar.

El grupo no llegó a nada concluyente, aunque los elfos se ofrecieron a montar un centinela en lo alto para dar apoyo a la distancia si era necesario. Considerando que ellos podrían bajar rápido si era necesario. La tarde transcurría y el tiempo se acortaba.

Finalmente la cosa se relajó. Bueno, al menos no había peligro inmediato. Porque la actitud de los elfos parecía algo soberbía. El hecho de que Adam no entendiese ni una palabra, y que los orejas largas no hablaran más que en su idioma avalaba esa opinión.

Eramos pocos...

En cuanto quedó claro que acamparían y no partirían de inmediato ahora que el paquete estaba allí empezó otro problema. El tema de las guardias y donde.
Al defensor no le hacía ninguna gracia el sitio elevado, en caso de ataque no podrían huir. Prefería estar en tierra firme y si hacía falta ya se abriría paso a tortas para salir. Pero lo peor fue cuando se enteró que Gror quería guardias de cinco personas.

Esto no va a salir bien. No somos suficientes para guardias tan grandes. A menos que nuestro paquete ayude en la tarea. Y aún así. No vamos a estar todos bien descansados, y a la vuelta necesitamos estar en la mejor forma posible por si encontramos problemas. Los orcos han estado demasiado cerca la última vez.

Luego se encogió de hombros.

Pero bueno. Habrá que hacer lo que diga el lider. Simplemente decidme cuando me toca hacer guardia y listo. No tenemos más opción tampoco.

Finalmente, al ver que nadie seguía a los desconocidos, Wendell descendió de su punto de observación y se acercó lentamente, descubriendo los extraños rasgos de los extraños y su aún más extraña manera de hablar.

Al enterarse de la idea de Gror respecto a las guardias "cinco personas por cada una?" estuvo a punto de discutirlo, pero finalmente se encogió de hombros. Aunque no le gustase,  Gror era el jefe del grupo y estaba claro que deberían hacerle caso "Y yo que pensé que estaba comenzando a actuar en forma racional" no pudo menos que plantearse para sus adentros.

- Cumpliré el turno que me toque - comunicó al resto, evitando los comentarios respecto a lo poco inteligente que le parecía la decisión, antes de dirigirse, nuevamente hacia las cataratas. Si el grueso del grupo acamparía en las ruinas, tener preparada una salida de escape le pareció cuanto menos prudente - Pero sabiendo que no es seguro que muchas personas crucen el puente, prefiero dejar preparada una segunda salida -se explicó mientras lo hacía.

Elfos… *¿Oh Dorith, no podías mejor pedirle atacar un batallón orco con las manos desnudas o algo así? +pensó Dainn mientras mesaba su sien.  Ahora entendía mejor el secretismo con el que hasta a él le habían tenido  envueltos respecto al objetivo del viaje. Detrás de su frente calva, las preocupaciones del montaraz no hicieron sino aumentar. El líder del grupo ni siquiera había logrado entenderse con sus propios hombres… y ahora debía sobrellevar también esta carga.

-Al llegar temprano hoy, descansamos bastante. Debemos dejar que los viajeros tengan también un reposo, antes de emprender la marcha de regreso. Asi que haremos guardias  de 4 horas y nos iremos a descansar antes de lo que hicimos en el camino, para compensar. +dijo al grupo en general, hablando la lengua de comercio. Rápidamente los dividió en grupos aprovechando lo que ya tenían experiencia trabajando juntos*. Obviamente, faltaba uno para completar los 15 necesarios. + La primer guardia será de 4 personas. Pero Barich y Adam vendrán cada tanto a revisar el lugar, hasta que llegue el cambio. Son las horas menos problemáticas y la mayoría recién se habrá dormido, así que podemos correr ese riesgo.

Y era verdad, porque las horas turbias realmente venían en la medianoche. Pero no se extendió al respecto. Lo que le preocupaba era el lugar; al final la mayoría parecía no tener opinión y dejarse llevar por la conveniencia. Claro que el mercado era  más accesible y comodo que una fría cornisa, pero aquel no era un viaje de paseo; debían esperar lo peor.  

-Si hay un enemigo siguiéndolos, es mejor que sean ellos los que se expongan atravesando ese frágil puente o el resbaloso camino de la cascada si acaso lo conocen.  Por eso, si ponemos el campamento de ese lado tendremos la ventaja de que el enemigo solo pueda venir por dos lados. Y si les da miedo trepar, bien pueden dormir en el suelo, contra las rocas.

La conversación entre los recién llegados, el traductor, y el resto del grupo se convirtió en un intercambio cultural a tres bandas donde era difícil entender gran parte de lo que se estaba hablando. Pel parecía estar haciendo grandes intentos de crear una buena comunicación entre todos, pero tal parecía que ni los elfos tenían intención de socializar, ni el líder del grupo de intentarlo. Keg terminó por encogerse de hombros: mientras eso no afectara el viaje de regreso, podría convivir con elfos y enanos ceñudos y silenciosos.

La propuesta del enano Dainn sobre dormir en las alturas le parecía buena idea, ayudaría a reducir el número de guardias en caso que el enemigo decidiera atacar. Supuso, sin embargo, que se haría lo que Gror quisiera hacer, tal como había sido hasta entonces, aún cuando Dainn y Michani parecían capaces de hacerlo considerar otras opciones. Sonrió ampliamente al saber que haría las guardias con Cuhrin y la enana, siendo ella prácticamente la guía espiritual del futuro Dorith no habían podido compartir mucho, aún siendo las únicas féminas del grupo hasta el momento. Se le acercó animada, poniendo una mano en el hombro de ella. -Puede que no se me de tan bien enseñar el idioma como a Pel, pero estoy dispuesta a intentarlo. Igual siempre es bueno escuchar otras pronunciaciones del idioma en otras bocas, ¿eh?- Le dijo animada.

No hacían falta grandes pruebas para afirmar que Gror no solo estaba molesto, si no que a su vez estaba incomodo y confundido. Primeramente, no era el tipo de misión que él esperaba, Gror sentía que aquello se habría podido encargar a otros. Luego estaba el hecho de que todos hablaban en lenguas que él entendía poco o bien que no entendía nada, y le era muy molesto tener que preguntar a cada momento. Finalmente estaba lo peor, su inexperiencia, la cual no quería aceptar, pero la política y la estrategia le estaban quemando el cerebro.

Sin más, el corpulento enano tuvo que preguntar sobre los planes a Michani, la cual le explicó sin problema, para luego pedirle consejo tanto a ella como a Dunkan, lo cual ya era raro, pues en todo el viaje no había consultado para nada a Dunkan, he incluso parecía tener una cierta enemistad con él. Claramente sus dudas eran grandes como para tener que doblegar sus emociones – ¿Que opinan ustedes? – les preguntó, – ¿en lo alto o en la torre?, ¿hay alguna otra opción? – exclamó esperando encontrar algo de luz en todo aquello.

En general habría hecho caso a Dainn, pero en esta ocasión Dainn había tomado una decisión muy radical, que si bien le parecía sensata, los elfos parecía no la tomarían y no habría forma de obligarlos. A su vez, solo Keg parecía apoyar la idea del viejo enano montaraz.

Dainn ordena unas guardias, aunque pienso que es mucha gente para cada una, lo que volverá una jornada agotadora esta noche y no sé si eso nos permitirá marchar a buen ritmo mañana, de vuelta a la Roca de Durgis. Entiendo que lo más importante es volver luego, sobre todo después de mirar la expresión en el rostro de Gror, quien estoy seguro no desea dilatar esta situación más de lo estrictamente necesario.

"A mí también me es un poco incómodo tener al gruñón de Gror cerca de los estirados elfos. Siento que en cualquier momento se escupirán y comenzará la pelea."

Pido a mis ancestros porque eso no suceda y pronto nos veamos relevados de esta obligación.

Acerca de donde acampar, me muestro de acuerdo con dormir en el mercado, asintiendo con la cabeza y en silencio a esa opinión pues prefiero un lugar más amplio donde movernos y no encerrarnos como aves sin alas. Pero más allá de eso no me importa el resto y mi guardia la haré sin ninguna protesta.

No hace falta ser muy observadora para darse cuenta de cuanto incomoda todo esto a Gror, y de que su decisión de las guardias de cinco tampoco ha gustado mucho al grupo. Es difici mantener la moral en estas circunstancias,  pero la alternativa es muy oscura.

Así que cuando Dainn me introduce en las guardias asiento animada

-Yo ayuda en guardias. Estoy descansada y lo importante es la seguridad. - digo en comercial para todos, bastante satisfecha por mi fluidez en el idioma que ha mejorado bastante últimamente

El acercamiento de Keg también me alegra, la verdad es que no he llegado a hablar mucho con el resto del grupo, casi siempre lo hago con Pel y algunas cosas con Girolamo. Está bien conocer un poco mejor a los demás.

-Para mejorar idioma solo necesita buena habla.. digo conversación. Y gusta conocerte un poco mas, se poco de Erenland y tu gente-

Es cuando estoy hablando con Keg que Gror se acerca a preguntar mi opinión. Solo con verle se qu eesto está resultando muy duro para el y no se bien como ayudarle.

*-Los elfos dicen que ahí arriba no tendremos via de escape y creo que tienen razón. Si llega una gran cantidad de orcos y nos atrapan ahí estaremos perdidos- la expresión de Gror cuando menciono la huida es muy clara, y me apresuro a señalar -Morir matando orcos puede ser válido para un guerrero, pero no para un lider, y menos para un lider con una misión. Esta es una misión muy importante y tu padre ha confiado en ti. Tu también debes confiar en ti, podras hacer lo necesario para cumplirla-

No sabía bien por qué, pero no me acababa de fiar de Rendel. Si tenía esa fama sería por algo, y el poder traicionar a los elfos, y más concretamente, al mismísimo avatar de la reina bruja, le podría acarrerar muchas riquezas. Me extrañaría mucho que no intentara buscar provecho

-Si hay un enemigo siguiéndolos, es mejor que sean ellos los que se expongan atravesando ese frágil puente o el resbaloso camino de la cascada si acaso lo conocen.  Por eso, si ponemos el campamento de ese lado tendremos la ventaja de que el enemigo solo pueda venir por dos lados. Y si les da miedo trepar, bien pueden dormir en el suelo, contra las rocas.

¿Y si no le estaban siguiendo sino que sabían todo de primera mano? dije sin contestar a Dainn directametne, pero lanzando la pregunta al aire. 

Si alguien estaba al corriente de todo esto, es seguro que estarán preparados para atacarnos al anochecer, cuando los orcos son más fuertes y peligrosos. 

Si fuera yo, comenzaría la marcha de regreso para intentar poner tierra de por medio cuando antes.