Despues de tu charla con el noble, en tu pequeño ritual, descubriste a Dasmus viajando rumbo a un santuario perdido en el bosque, un viejo baluarte de su orden.
¿Si envío hombres, llegarían a tiempo para detenerlo antes de que llegase al Bastión?
¿Tus hombres a caballo van mas rapidos que un viejo enfermo a pie? Yo diria que si ^^
Albert se dirigió hacia las mazmorras secretas con presteza mientras la orden que había hecho llevar a Zaya se dirigía a sus mercenarios. Asesinos, ladrones, guerreros de la peor calaña. Albert los había reclutado durante los años con un sueldo desorbitado para ganarse su lealtad. Al fin y al cabo, ¿quién mejor que quien administra las arcas para desviar algo de oro? Además, esos hombres habían visto las artes oscuras que manejaba, y ninguno había osado plantarle cara jamás.
- Tengo una tarea para vosotros - dijo, mirándolo con las manos a la espalda. Alguno tenía incluso la sangre reseca de las doncellas en su jubón, y sonrió al comprobar que no les había felicitado - El viejo Dasmus ha huído en dirección Oeste, a saber con qué intenciones. No podemos dejar ese cabo suelto. Atrapadlo, matadlo y quitadle todo lo que lleve encima. Que parezca un asalto de bandoleros.
Con un gesto, sacó una voluminosa bolsa de oro y la meció ante ellos.
- Si cumplís esta tarea, tendréis dos como ésta para repartir - y diciendo esto, se marchó - Traedme todo lo que llevaba, así como su cabeza como prueba, y serán vuestras. Ahora, largo.
Tus hombres sonrieron y partieron a complir tus ordenes. Alguno le tenia ganas al viejo mago, siempre metiendo la nariz en todo.
-Asi se hara, señor.- dijo uno de ellos antes de marcharse a toda prisa.
- Señor, le complacera saber que las chicas muertas estan siendo motivo de terror en cada rincon del Asdrom, todo el mundo habla de ello.-dijo tu fiel sirvienta.-Por otro lado las invitaciones a la fiesta han sido enviadas y su hermano esta de camino al casillo... pero no vienen solos. Les acompaña un hombre que no conocemos y la reina, recien liberada. Creemos que el hombre es alguien que ayudo en el rescate de la reina y esta espera horrar su valor... pero... abrir oidos señor... La reina llega al castillo con una vida en su vientre.
- Ese hermano mío es demasiado predecible... Zaya, asegúrate de que el viejo se entera por comentarios entre doncellas cuáles son los síntomas de una embarazada. Dejaré que saque sus propias conclusiones.
Luego siguió paseando arriba y abajo, asegurándose de que sus planes encajaban como piezas de un rompecabezas. Le escamaba la aparición de ese tipo, ¿quién sería? Sería mejor atarlo corto, por si acaso. Repasó mentalmente a cada unos de sus hermanos, asegurándose de que todos tenían lo suyo:
- Rowan había perdido su principal apoyo, Dasmus, y además había defraudado al viejo, por lo que su ascenso al trono estaba vedado.
- Grifith se desposaría con una diablesa con piel humana, que acabaría con su vida con el tiempo. Además, tampoco había cumplido con su parte de la tarea.
- Gurne... su hermano había seguidola línea que él había dibujado, y se había encargado de preñar a la reina. En cuanto susurrara unas pocas palabras en el oído del viejo, ataría cabos.
- Bien, prepararé un grupo de soldados para partir. En cuanto lleguen la comitiva les haré creer que iba a salir en su busca para ayudarles pero que me he enterado tarde - dijo, dibujando una fina sonrisa en su rostro.
Lo malo es que yo sé que el recién llegado es el hijo bastardo, pero Albert no puede saberlo aún :P