Partida Rol por web

Gurne rugió con furia, de no haberle entregado el cuchillo a la reina lo habría lanzado contra ese malnacido mientras caía. Volvio sobre sus pasos, tan rápido como le permitía moverse la maleza, la reina tenia un arma, con algo de suerte habría herido a su asaltante y habría un rastro que seguir.

También debía de ver cuantos de sus hombres seguían con vida, aunque si habían llegado hasta la reina seguramente estarían todos muertos.

La furia comenzaba a crecer en el interior del príncipe.

¿Y quien demonios era Shura? El nombre le sonaba de algo... ¿No había llegado hace poco una esclava al palacio con ese nombre?

Al volver viste a tus hombres moverse. El liquido no era veneno, era algo que los habia dormido momentaneamente. Gerel estaba en pie pegando gritos para que todos se levantaran. Le costaba mantenerse en pie y consciente, tenia una herida en el brazo de poca importancia.

- Se han llevado a la reina señor... Estoy preparando una batida, no puede estar... no puede...- Gerel cayo al suelo como a plomo. La sustancia aun seguia en su organismo y aturdia a los hombres. Todos mostraban el mismo aspecto lamentable, incluso los caballos parecian afectados.

En el interior encontraste el cuchillo, sin rastro de sangre, posiblemente tambien se llevaran a la reina dormilada por alguna pocion o hechizo.

Maldijo una y otra vez para sus adentros y para esos norteños secuestradores. Tras comprobar que sus hombres tan solo habían sido drogados, recupero su cuchillo, no había rastros de sangre y su especialidad no era el rastreo, eso lo complicaba todo.

-¡Vamos en pie, atajo de inútiles! 

Gurne se esforzó por buscar algún rastro o señal que indicara por donde habían huido, si esperaba a que sus hombres se espabilaran podía ser demasiado tarde.

Los secuestradores parecian saber lo que hacian, todos los restros eran falsos. Pasasteis horas de incansable busqueda por los bosques sin encontrar una pista aceptable. En ese momento echaste de menos a tu hermano Rowan, seguramente el habria dado rapidamente con el rastro...

- Señor, debemos volver al castillo, avisar al rey y toda la guardia.- dijo Gerel. Se sentia estupido por haber sido puesto de juego tan facilmente, como un niño.

La rabia iba dejando paso a la impotencia, aquello era una tomadura de pelo, sabia que no podía culpar a sus hombres, esos secuestradores sabían lo que hacían.

-No, una noticia así puede ser letal para la salud de mi padre, el rey sera informado cuando haya algo de lo que informarle. -sentenció- Esas alimañas solo quieren un intercambio, podían haberos matado y no lo han hecho, no buscan hostilidad otra cosa les mueve, buscan a una tal... Shura. Debe estar relacionada de alguna forma con palacio, no tiene sentido que nos asaltaran si no...

Miro de reojo a Niebla, si sus hombres ya habían comenzado a espabilarse, su corcel ya debía estar a pleno rendimiento.

-Comenzad a buscar, quemad el bosque si es necesario, ir al pueblo y ofrecer 3 meses sin diezmos a cualquiera que pueda dar una pista fiable sobre la tal Shura o sobre gente del norte extraña. Yo volveré a palacio, veamos si hemos adquirido alguna esclava norteña últimamente.

Asi se hara, señor.- dijo y supiste que acataria tu orden con la mayor severidad, por la rey, por su honor y por la lealtad hacia ti.

Subiste a tu caballo de vuelta en direccion al castillo.

Sin perder mas tiempo se monto sobre Niebla, lo soltó y comenzó a cabalgar. Sabia que podía confiar en Gerel y en todos los que venían en esta misión darían la vida por el, y el por ellos.

Hizo cálculos mentalmente, habían tenido suerte que esto ocurriera tan pronto. Habían tarda casi un día en llegar hasta aquí, pero el solo y sin hacer paradas... Calculo que llegaría a palacio antes del amanecer si todo marchaba bien.

Por cada rasguño que tenga Marian les arracaré una extremidad... Pueden encomendarse a sus dioses.