- Mamá, ¿cómo se te ocurre pensar eso? Si no estuviese aquí con vosotros me estaría muriendo de la preocupación allá afuera, sin saber si estábais bien. Calla, calla. Me alegro de haber venido. Además, como dice papá, seguro que acaban arreglando lo que sea. Y sí, mañana iré a esa reunión. Luego voy a ir al hospital, andan cortos de personal y me he ofrecido a ayudar en lo que pueda mientras dure esta situación.
La reacción de mamá era muy propia de ella, pero aun así, me había pillado por sorpresa. Papá en cambio seguía siendo el de siempre a pesar de la enfermedad. Sereno, con confianza. Ojalá pudiese venir conmigo mañana y hacer algo...notaba que él estaba pensando lo mismo, pero se resignaba...Uff, realmente me alegraba de estar allí con ellos en estos momentos.
Tu madre trató de explicarse, estaba claro que su punto de vista era distinto. La de una madre que sólo quiere el bien para sus hijos y que eso es más importante que su propia integridad - Ya, pero estarías segura ahí afuera... - Te dijo con voz baja y luego te dedicó una triste sonrisa.
La preocupación de su rostro poco a poco se fue borrando de su cara – Eso está muy bien, esa en mi hija, siempre intentando ayudar.
La cena ya estaba llegando a su fin y aunque no había televisión para entretenerse vuestra conversación lo estaba compensando con creces.
Terminamos de cenar e insistí en lavar yo los platos, mientras mamá ayudaba a papá a ir a la cama. Hoy no había tele, y tampoco era plan de malgastar mucha electricidad, así que lo mejor sería acostarnos pronto y levantarnos con el sol, como se hacía antiguamente. Le dí a mi padre un beso de buenas noches. Mamá seguro que volvía antes de que yo me acostara. Salí un rato al porche, a observar las estrellas. Al no haber prácticamente luz artificial en kilómetros a la redonda, se verían mejor que nunca.
Ahorrar luz eléctrica no era mala idea, así que por extensión lo de acostarse temprano. A estas horas ya tendrías que tener la maleta hecha y partirías mañana temprano, pero no iba a ser así, aquí te ibas a quedar en tu pueblo natal.
Tus padres se retiraron a dormir y tú saliste un momento al porche. Miraste al cielo, Se veían muchas estrellas, pero te diste cuenta de algo raro, no se veían con nitidez, cada punto de luz se veía como un pequeño borroncito, al igual que la luna, se la veía casi normal, pero no se veían los cráteres con la habitual claridad. A lo lejos en dirección a donde hubo el accidente de la avioneta, te pareció ver unos focos que se alzaban al cielo. Ya era tarde y el cansancio había hecho mella en ti, habría que coger fuerfas pues mañana podría ser un día duro.
Me froté los ojos. ¿Veía borroso? Pero no, ciertamente, las estrellas no se veían bien. ¿Qué demonios? Otra cosa rara en el día más extraño de mi vida...¿Sería la dichosa barrera? ¿Llegaría tan alto? Esperaba tener alguna respuesta en la reunión de mañana...Decidí irme a la cama, esperando no tener pesadillas después de lo acontecido hoy.
y ...fundido hasta mañana.