-Le agradezco sus palabras, señor Mallard- dice, y sonríe, agradecida. Desde luego, es sorprendente encontrar a una mujer como ella en un pueblo de mala muerte, destacando casi al instante que tiene un nivel cultural y una educación bastante por encima de lo que os esperábais encontrar allí- Si bien es cierto que estoy satisfecha de lo que ofrezco por tan escaso precio, no hay muchas visitas más que clientes de paso, pues este pueblo nada tiene ya que ofrecer a los turistas. En cuanto a los sitios de interés...- parece dudar por unos instantes- Debo reconocer que poca cosa tenemos para ver por estos lares. No obstante, quizás el reverendo Winthorp pueda ayudaros en algo con respecto al hombre que buscáis. Es, junto a una servidora, la única otra persona por estos lares que sabe hacer una O con un canuto, si me perdonan la falta de respeto hacia mis vecinos.
Apaga el cigarrillo en un cenicero de la mesa, y comienza a recoger los platos y las tazas de quienes ya han terminado, apilándolos con parsimonia para llevárselos a la cocina. Mientras termina, vuelve a hablar.
-Bueno, ya digo, quizás el bueno de Winthorp pueda ayudarlos. Lo encontrarán en la iglesia. Es la persona más encantadora que hay en el pueblo, y si puede echarles un cable, lo hará. Y sitios que ver... A lo lejos se ven unas colinas verdes, francamente bellas. Sobre el resto, nada de nada. Si por haber, casi no tenemos ni tiendas.
Mary sale de la sala y regresa al momento, con un papel y pluma. Comienza a dibujar unas líneas que simulan el mapa del pueblo.
-Estamos a la entrada del pueblo. En el centro está la iglesia, yendo por esta misma carretera, ¿ven?- va trazando líneas con presteza, ya que no con muy buen pulso ni mucho talento- Justo delante, la carretera se divide en dos, bordeando el pueblo. Es la únic carretera que hay en Yokelville, así que es imposible perderse. Hacia la izquierda hay casas, casas y más casas. Bueno, y la tienda de comestibles, que es la única que tenemos. Hacia la derecha, tenemos un bar, que también es el único que tenemos. Y por supuesto, desperdigadas, están el resto de las casas. No hay mucho más que ver, ciertamente, motivo por el cual esta posada está casi siempre vacía. Luego hay algunos senderos que llevan a las colinas, pero están practicamente impracticables, valga la redundancia, ya que por allí sólo van de vez en cuando algunos cazadores, nada más. Como ven, poco hay que ofrecer. Por eso me extraña que no haya oído hablar de ese tal Mallard. Aquí una visita no pasa desaprecibida.
Escucho atentamente toda la valiosa información que nos esta regalando la señora Stone. Procure no hablar demasiado y estar atento a cada uno de los comentarios de mis compañeros aun cuando unos eran mas afortunados que otros.
-Me parece una idea estupenda que nos muestre lugares interensates del pueblo lo creo oportuno ya que ninguno de los que nos hayamos aqui conocemos apenas el lugar.
-En cuanto al tema que a sacado muy apresuradamente el señor ¿Rowlandson? digo mirandole y luego a los demas sea lo que sea lo que estubiera investigando mi padre dudo mucho que hubiera mucha gente informada de ello y mucho menos la Señora Stone...perdón...¿o señorita Stone? ¿o quizas me equivoco?
La mujer se encoge de hombros. Nada puede saber, ya que ni conocía al hombre en cuestión. Parece sincera, además de interesada en lo que está sucediendo. No hay muchas distracciones en Yokelville, y cuando algo interesante parece estar sucediendo, Mary se agarra a ello como a un clavo ardiendo.
No son merecidas, pues lo unico que hago es obviar lo que es cierto respondo a las agradecidas palabras de Miss Stone mas bien somos nosotros los que debemos daros las gracias, tanto por vuestra hospitalidad como por la ayuda que nos estais prestando en la busqueda de mi malogrado hermano.
Termino de un sorbo lo que me restaba de cafe, me levante y cogi el mapa. Me temo, señor Rowlandson, que mi hermano no era muy dado a hablarme de sus investigaciones, asi que desconozco sobre que versaba esta. ¿A dicho el reverendo Winthorp, verdad miss Stone? Bueno pues si no les importa caballeros, me dirijo con presteza a ver a este hombre, a ver si es capaz de dar luz alli donde solo vemos oscuridad. ¿Charlie sobrino, me acompañas?
Ante la pregunta de mi muy querido tio Mycroft asentiendo con confianza y aprovecho para hecharle un breve vistazo al mapa que muy prodentemente a visto oportuno traer.
-Diablos ¿por que no traje yo uno?
-Con mucho gusto tio. Le acompañare y procurare ser lo mas productivo posible.
Miro a los demas pero no llego a articular palabra si el tio no ha visto oportuno invitarles os logico que yo tampoco lo haga.
-Miss Stone, ¿donde cree usted que es mas posible la presencia del reverendo a estas horas?
-¿Que no hay recompensa?- dijo con falsa sorpresa, abriendo los ojos -Vaya decepción se llevará más de uno, señor Mallard, lo que se murmura en todo Boston, es que hay un jugoso dineral para aquel que pueda regresar al bueno de Charles Mallard al lugar al que pertenece, ya sabe, es de esos rumores que pasan de boca en boca... crecen, y no le hacen ningún bien a nadie... espero que sea solo eso, y no que su desagrado personal esté obstruyendo toda la ayuda que podrían recibir en este caso- sonrió calando el cigarro por enésima vez. -: Claro está, sería una historia interesante, "Orgulloso hermano, impide rescate de Charles Mallard"- dijo como si mirara los encabezados. Sopló algo de humo con suavidad.
-Es usted un ángel señorita Stone, me temo que si todos en Boston fueran como usted, la vida sería un deleite, verdaderamente- y después de las zalamerías y halagos necesarios. Anota mentalmente todo lo que necesita saber. Es probable que tenga que viajar un poco con los Mallard, y luego ya decidiría que hacer.
-: Si me permite, yo les acompañaré caballeros, este asunto me intriga, y creo que cualquier ayuda es bienvenida, no es verdad? somo más y podemos hacer más por hacer que el bueno de Charles Mallard aparezca- dijo mientras miraba con diversión a Mycroft Mallard. -: De verdad espero que no rechace mis servicios por mis incómodos gustos, ya ha visto, la señorita Stone siente debilidad por el tabaco, y ella es un ángel, no veo porque no podría ser yo el salvador que pudiesen necesitar, en este nebuloso caso- su mirada está fija sobre Mycroft Mallard.
¿Esta usted insinuando acaso, que es necesaria la intervencion del dolar para que un ser humano ayude a un semejante? le pregunto al empedernido fumador mirandole con inquisidores ojos espero que no sea el caso, pues si no, auguro un oscuro futuro para la humanidad. En cuanto a su insinuacion sobre mi orgullo, sepa que soy capaz de cualquier cosa por salvar a mi querido hermano, e incluso si fuera necesario, estaria dispuesto a rebajarme a mezquindades tales como comprar el servicio de otra persona.
En cuanto a lo de sus gustos, me temo que me ha vuelto a malinterpretar caballero. En ningun momento le he prohibido que fume, pues no soy quien para vetar accion alguna a otras personas. Ademas, como usted bien a subrayado, existen en este mundo fumadores maravillosos, como la propia miss Stone. Yo lo unico que he hecho es pedirle amablemente que echase el humo en otra direccion, pero veo que no todos compartimos los mismo principios sobre urbanismo.
Y en cuanto a aceptar su ayuda, sepa usted que si su intencion es realmente la de ayudar a encontrar a mi querido Charles, es usted bienvenido, asi como cualquier otro que desee ayudar. ¿Alguno de ustedes desea venir tambien, mister Rowlandson, Jason?
Cita:
-En respuesta a su pregunta, joven, el reverendo siempre suele encontrarse en la iglesia del pueblo. Lo llamamos iglesia, pero la verdad es que es poco más que una capillita. Está bien cerca de aquí- os indica en el mapa que ha dibujado dónde encontrarla, y pese a que el esquema que ha realizado no es precisamente para enmarcar, el camino es tan sencillo que la posibilidad de perderse roza lo ridículo- A estas horas debe estar en la iglesia, enfrascado en sus labores diurnas.
Mmm vaya, yo también habia creído oir algo de una recompensa
Aciago destino nos espera sin duda con gente como nosotros
Sin embargo, si tan negro es el destino, más vale tener los bolsillos llenos
Mis métodos para recopilar información no suelen incluir la etnografia que tan de moda está ni otros métodos de investigación que requieran mi intervención directa, suelo estar más inclinado a la entrevista y recopilación de datos ya recogidos.
Pero supongo que ya estoy aquí
Me levanto colocándome mi gabardina larga, es Enero y ahí fuera debe hacer un frío glaciar
Vayamos a curiosear
Y cerrando la marcha sigo a la comitiva hacia la parroquia
Alan sonrió al mayor de los Mallard - Lo cierto es que me encuentro en medio de un año sabático. Acabo de terminar la carrera y estoy viajando por los Estados Unidos empapandome de la cultura popular americana antes de sumergirme en el mundo laboral.- Hizo una pausa para sacar un cigarrillo y encenderlo. - Cuando mi coche me dejó tirado y llegué a este pueblo pensé que me moriría de aburrimiento esperando a un mecánico que lo reparase antes de poder seguir mi camino, y ahora usted me invita a participar en la investigación de una desaparición misteriosa. Estaré encantado de ayudarles y participar en la búsqueda.- Dio una calada profunda antes de exhalar lentamente el humo y añadió. -Pero por favor, llamenme Alan.-
El pintoresco grupo, tras despedirse de miss Stone, con promesas de ser puntuales para la hora a la que sirve las comidas, sale camino de la iglesia del pueblo, que se encuentra en línea recta a no mucha distancia de la posada.
Fin de la escena 1 :)