Bueeeeno niños y niñas, aquí voy a poneros 3 post de trasfondo, el primero sobre la organización a la que perteneceríais, el segundo sobre lo que es al tecnomagia ya que estaréis rodeados de ella y sería la cosa más normal, y la tercera es la historia del Imperium, que es para el "poder en la sombra" que trabaja la organizacion... que se llama Jürgand.
Jürgand
Jürgand es el brazo ejecutor de Imperium, el ejército secreto en el que
reside su verdadero poder. Cada uno de sus componentes es un arma viva
inigualable, capaz incluso de exterminar ejércitos enteros en escasos minutos.
La organización está estructurada en varios escuadrones de agentes que se rigen
por un extraño sistema militar. La unidad básica está compuesta por grupos de
cuatro, y cada miembro posee diferentes habilidades. Los distintos escuadrones
están encabezados por Patriarcas, quienes reciben las órdenes directamente del
Círculo Interior o de Barnabas.
Al contrario que los otros agentes de Imperium, jamás se mueven libremente
por Gaïa. Como ángeles de la muerte, los miembros de Jürgand sólo descienden
al mundo para realizar misiones de búsqueda y destrucción, y por lo general,
su estancia es excepcionalmente breve. Imperium trata de que tengan la menor
relación posible con el mundo, para evitar que establezcan lazos emocionales con
sus habitantes. Por esta causa, los agentes de Jürgand se consideran muchas veces
como los únicos seres humanos verdaderos, y contemplan a los pobladores de Gaïa
casi como a animales. Comúnmente se refieren a los que viven en la superficie con
el apodo de “borregos” o “gusanos”. Creen en lo que hacen con todo el corazón y
son completamente fieles a sus ideales. De hecho, no conocen nada más.
Las raras veces en las que es encomendada una misión a Jürgand se envía tan
sólo a uno de sus agentes, salvo si el cometido es tan complejo que requiere un
grupo entero. Todas las subestaciones cuentan también con un limitado número
de ellos como medida de protección, junto a sus otros sistemas de seguridad.
No solamente están dotados ya de por sí de habilidades incomparables, sino
que además llevan consigo un adelantado equipamiento tecnomágico del más alto
nivel. Habitualmente visten unas sofisticadas exoarmaduras simbiontes llamadas
Jürgeneth, que potencian sus capacidades y les otorgan poderes místicos.
El origen de los integrantes de Jürgand puede ser muy variado. Generalmente
son chiquillos y chiquillas menores de dos o tres años, que poseen desde su
nacimiento habilidades sobrehumanas excepcionales. Si se permite a dos
agentes tener un hijo, el pequeño también formará automáticamente parte de
la organización. No obstante, la mayoría de ellos son niños probeta creados
mediante los principios de la tecnomagia, en quienes se combina ADN humano
con esencia de varias divinidades. En ningún caso se admitirá como miembro de
Jürgand a un individuo adulto por muchas habilidades que posea, ya que van a
formar directamente parte de los agentes “normales” de Imperium.
Los miembros de Jürgand residen en Jormungandr, donde son aleccionados
desde pequeños. La isla entera es en realidad una enorme academia en la que los
jóvenes aprenden todo lo que necesitan saber: historia, ciencias y cualquier tipo
de sistema de combate. Hay siete cursos que dependen del nivel de habilidad que
poseen los estudiantes. Cuánto tiempo permanecen en cada uno no se calcula por
la edad, sino gracias a las capacidades que han logrado alcanzar. Sus maestros son
agentes de alto rango, poderosas entidades místicas o incluso en algunos casos,
miembros del Círculo Interior. Siempre se trata de estimular la competitividad
entre los estudiantes y así fomentar su aprendizaje. Para empezar, están divididos
en siete casas regidas por componentes del Círculo Interior, a quienes se les llama
Demiurgos. Cada alumno compite contra las casas rivales y contra sus compañeros
por obtener las mejores puntuaciones. Estos puntos se utilizan como moneda de
cambio para adquirir cualquier equipo o prenda que los jóvenes requieran. De
este modo, sus propios instintos les impulsan a mejorar. Naturalmente, se intenta
en todo momento potenciar al máximo el campo en el que cada uno destaca.
Una vez que se encuentran en el último curso, son prácticamente agentes y se
les puede enviar a trabajos bajo la supervisión de un profesor. Para graduarse,
deben de pasar un examen final que puede consistir en una misión de campo o en
una prueba preparada para tal eventualidad. Quienes mejores notas alcancen, se
convertirán en jefes de grupo.
No se conoce el número actual de agentes de Jürgand.
La tecnomagia
Todos los poderes en la sombra dominan ciencias que escapan a
nuestro conocimiento. De un modo increíble, han conseguido combinar
poderes sobrenaturales con tecnología y biología, creando un arte al
que denominan tecnomagia. Cada uno de ellos está ligeramente más
especializado en un campo y sus construcciones difieren un poco de las
de los demás. Aun así los tres tienen conocimientos parecidos, aunque su
aplicación sea bastante distinta.
La tecnología que utiliza Imperium no se parece en nada a la que
tenemos hoy en día. Las máquinas emplean como generador magia o
energía espiritual y, aunque en apariencia podrían parecer anticuadas,
los resultados que consiguen son increíblemente efectivos. Sus creaciones
tienen todo tipo de finalidades, desde controlar los fenómenos naturales
hasta borrar los recuerdos a las personas. También poseen extensas bases
de datos almacenadas en diminutos cristales psíquicos.
La maquinaria no es el único campo que combinan con la magia; sus
conocimientos de biología, incorporados al dominio de lo sobrenatural, son
también extraordinarios. Han creado diversas sustancias químicas capaces de
curar enfermedades y sanar prácticamente cualquier tipo de herida, aunque
donde verdaderamente destacan es en la ingeniería genética. Mediante la
manipulación y combinación del ADN, pueden alterar las capacidades físicas
y anímicas de cualquier ser vivo. Su creación más increíble en este campo ha
sido las “Damas”. Se trata de verdaderas computadoras vivientes que utilizan
para coordinar y controlar las subestaciones y mantener el mundo bajo
vigilancia. Tienen la apariencia de mujeres enlazadas, mediante conexiones
y cables, a la estancia central de cada base. Originariamente humanas, las
Damas han sido reconfiguradas desde su embrión para tener un intelecto
y una capacidad de raciocinio sobrenaturales, y reciben decenas de
implantes para conectarse a los sistemas de Imperium.
Casi todos los adelantos son muy aplicados en usos bélicos. La
organización ha ideado todo tipo de instrumentos para sus agentes,
como armas vivas capaces de alterar su apariencia a voluntad, o de
proyectar devastadoras descargas de energía a distancia. Del mismo
modo, existen numerosos implantes que les permiten mejorar sus
habilidades, como extremidades metamórficas.
Otro de sus mayores adelantos es la fabricación de golems. Estas creaciones
están casi vivas y pueden ejercer funciones muy diversas, dependiendo del
objetivo de su construcción. Los “muñecos” son las creaciones más básicas,
cuya labores habituales suelen ser el trabajo manual y el mantenimiento de las
subestaciones. Pueden adoptar diversas formas o tamaños según la naturaleza
de su cometido, aunque por lo general son humanoides. La segunda categoría
son las llamadas “marionetas”, que tienen inteligencia y a veces incluso
personalidad. Imperium las reserva para los cometidos más complejos, aunque
por lo general son “marionetas de guerra”, fuertemente armadas y preparadas
para cualquier contingencia. Algunas pueden tener aspecto humano y nadie
sería capaz de distinguirlas de un verdadero ser vivo.
Aun hoy, Imperium sigue investigando en todos estos campos para lograr
nuevos adelantos tecnomágicos, al igual que hacen los otros poderes en la sombra.
Imperium
Imperium es el más poderoso de los tres poderes en la sombra. Es la organización
de los hombres, que desde la separación del mundo se ocupa de vigilarnos sin
que nosotros nos demos cuenta. Su principal finalidad es velar por la existencia
del ser humano. Cuidan de nosotros, orientándonos del modo que consideran
más apropiado. En cierta manera, son nuestros ángeles guardianes, aunque para
ello deban convertirse también en carceleros y mantenernos en la ignorancia.
Fue el primero de los tres poderes en la sombra en aparecer. Su verdadero
origen es un enigma, aunque existen muchas teorías acerca de su creación. La más
extendida entre aquellos que los conocen es que fue formada por un reducido
grupo de seres humanos que alcanzaron poderes casi divinos tras la Guerra de
la Oscuridad, quienes tomaron la decisión de vigilar la evolución de Gaïa. No
obstante, las entidades más antiguas tienen una hipótesis mucho más sombría.
Conjeturan que la organización nació a partir de un reducido grupo de hombres
a los que los creadores devolvieron parte de sus conocimientos perdidos como
experimento, mezclando además estos limitados recuerdos con vastas habilidades
sobrenaturales. De cualquier modo, sólo se trata de hipótesis, ya que la verdad es
conocida únicamente por unos pocos miembros del Círculo Interior.
Incluso ahora, debilitado tras el incidente de Eljared, su poder es ligeramente
superior al que poseen la Tecnocracia o los Illuminati. Ninguna criatura, por
fuerte que sea, puede enfrentarse a Imperium, lo que incluye a entidades que
los seres humanos considerarían dioses. Únicamente los Shajads o las Beryls
representan una potencia a la que son incapaces de hacer frente.
Su base central se encuentra en una isla voladora llamada Jormungandr. Está
situada en la zona inferior de la estratosfera y posee la capacidad de trasladarse
de un lugar a otro. Tienen también algunas grandes subestaciones, la mayoría
de las cuales son ciudadelas aéreas, aunque hay algunas excepciones construidas
bajo grandes ciudades.
La organización está dividida en distintos estratos con diferentes atribuciones.
El cuerpo central son sus agentes, los encargados de moverse por el mundo y
realizar todo el trabajo de campo. Son individuos excepcionalmente complejos
y cada uno de ellos es poseedor de habilidades totalmente distintas, que se
adecuan perfectamente al tipo de misión que se les encomienda. Sus funciones
son muy diversas, como la infiltración, el espionaje o el encubrimiento de la
verdad. Siempre trabajan solos y no permanecen mucho tiempo en el mismo
lugar, aunque a veces pueden ocupar puestos de importancia junto a personas
poderosas para influir en sus decisiones. La gran mayoría son reclutados entre
individuos dotados con las habilidades que Imperium necesita, aunque a veces
son creados mediante la combinación de ingeniería genética y magia. Los agentes
de mayor rango que se encuentran bajo las órdenes directas de la cúpula directiva
reciben el título de “supervisores”, y son quienes coordinan las acciones de los
demás. Nadie abandona nunca Imperium, pero a veces se les permite perder la
memoria y reemprender una vida normal sin sus capacidades especiales.
El segundo estrato está compuesto por las células de investigación y desarrollo,
que se ocupan de realizar experimentos sociales y de crear adelantos tecnomágicos.
Por lo general trabajan en las distintas subestaciones, aunque hay un reducido
cuerpo de elite que compone el equipamiento de Jürgand en Jormungandr. A veces,
pueden bajar a Gaïa para tomar los datos que necesitan de primera mano.
Finalmente, la cúpula directiva de Imperium es conocida como el Círculo
Interior, y son quienes toman todas y cada una de las decisiones importantes que se
llevan a cabo. Ellos mueven los hilos y estipulan el destino del mundo. Sus identidades
son descocidas, ya que ninguno se encuentra sobre la superficie de Gaïa. Residen
siempre en Jormungandr y sólo descienden al mundo en muy contadas ocasiones.
En su mayoría son (o fueron) humanos, aunque probablemente recibieron implantes
sobrenaturales o nacieron a partir de los principios de la tecnomagia. Sin embargo,
aún hay otro poder por encima del Círculo. Un solo hombre les dirige y sus
órdenes son siempre obedecidas de inmediato. Se dice que fue el miembro
fundador y que, a lo largo de los miles de años de historia de la organización,
siempre ha sido él quien ha estado a la cabeza. Pero lo más sorprendente
de todo es el hecho de saber que se trata de un simple humano, que
ha detenido su envejecimiento gracias a los medios de los que dispone.
Nadie sabe lo que debe de cruzar por su insondable mente, ni siquiera los
miembros más antiguos del Círculo Interior, que ya le conocen desde hace
varios milenios. Lo único que se sabe de él es que, cuando se presentó ante
los Shajads y las Beryls, lo hizo con el nombre de “Barnabas”.
A lo largo de los últimos siete siglos, la principal tarea de Imperium
ha sido mantener en secreto su presencia, así como la existencia de
otros mundos, a los que llaman Infierno. Controlan toda la información
al respecto, procurando que nadie pueda obtener el más mínimo indicio
de la verdad. También impiden que las personas sean capaces de cruzar
la barrera, dando caza a los visitantes que vienen desde fuera.
Si en algún caso se filtra información o alguien hace averiguaciones
excepcionalmente preocupantes, utilizan alguno de sus agentes para
borrar los recuerdos de las personas o las criaturas implicadas que
puedan saber algo. Es posible incluso que alteren completamente la
memoria de pueblos o ciudades enteras para mantener el secreto.
Por lo general, tratan de evitar matar a nadie, ya que cuentan con
los medios suficientes para hacer lo que quieran sin la necesidad de
que haya muertes. En la situación de que un individuo especialmente
poderoso descubra demasiado, se ponen en contacto con él y le
ofrecen un puesto en la organización. Sólo si no acepta y resulta
un peligro, se ordena su eliminación.
Imperium deja en paz a cualquier criatura sobrenatural
por poderosa que sea, siempre que no ponga en peligro el
secreto del Infierno. Por muchas masacres o destrucción
que provoque, la ignorará completamente esperando que
Tol Rauko o la Inquisición se ocupen de ella. Únicamente
intervendrán si uno o varios seres de enorme fuerza ponen
en peligro a toda la raza humana en su conjunto, en cuyo caso
emplearían agentes de Jürgand para acabar con la amenaza.
Aun así, durante los primeros años que siguieron a la
formación de la barrera, Imperium persiguió a ciertas entidades
especialmente poderosas que se habían percatado de la
separación del mundo. Muchas de ellas fueron absorbidas por
la organización y otras resultaron destruidas, mientras que las
más ancestrales se ocultaron en la Vigilia para evitar la purga. Sólo
en casos muy concretos se les otorgó a algunos seres permiso
para permanecer en esta parte de Gaïa (principalmente por
sus relaciones de favor con Shajads o Beryls). Hoy en día no les
importa en absoluto si alguien entra o sale de la Vigilia, siempre
y cuando no sea una amenaza para su secreto.
A veces, sus células de investigación realizan extraños experimentos, como
trasladar poblaciones enteras de un lugar a otro para analizar las consecuencias
sociales, o liberan a alguna de sus nuevas creaciones, enviando desde alguna fuente
externa un aviso a la Inquisición y a Tol Rauko, para medir así sus capacidades.
Imperium tiene muchos contactos en todos los principados y organizaciones de
Gaïa, aunque donde mayor influencia posee es entre los templarios de Tol Rauko.
Durante los últimos siglos, los ha manejado para lograr muchos de sus fines, como
recuperar objetos peligrosos o reclutar a nuevos miembros para la organización. De
hecho, el mariscal Malakias Graft colabora abiertamente con ellos, aunque no tiene
ni idea del verdadero alcance de su poder.
La serie de sucesos provocados por Eljared han disminuido parcialmente
la capacidad de Imperium de influir sutilmente en el mundo, en especial por
la desaparición del sistema Auspicio. El Auspicio consistía en una especie de
minúsculo parásito simbionte que se introducía por la nariz o los oídos de una
persona, fusionándose con el cerebro. Cada uno de ellos estaba conectado a
una red psíquica bajo el control de la organización, que les permitía predisponer
a las personas a hacer cualquier cosa que quisieran sin llegar a controlarlas
completamente. De este modo, evitaban los problemas más graves del Imperio sin
coartar completamente el libre albedrío que habían pactado con C´iel y Gaira.
En la actualidad, cuentan sólo con sus agentes para mantener la estabilidad en
ambos continentes, pero su control ya no es tan absoluto como antes. De todos
modos, el Círculo Interior no se preocupa demasiado por ello. Es consciente de
que se aproxima una época de cambios, y pretende observar con detenimiento
los acontecimientos antes de tomar la decisión de volver a intervenir.
Una de sus principales preocupaciones es la de recuperar los treinta
fragmentos de metal negro de Sólomon, los cuales contienen un conocimiento
demasiado peligroso. También están preocupados por el descubrimiento del libro
de los muertos por parte de una facción de Sol Negro, pero de momento,
siguiendo su política de no intervención, pretenden dejarles en paz. Pero
estos no son los únicos objetivos de Imperium. El Círculo Interior guarda
en el más absoluto secreto un plan muchísimo más complejo, uno que
lleva germinando desde hace milenios... Pretenden destruir a C´iel y
a Gaira, librándose definitivamente de su presencia, puesto que los
consideran demasiado poderosos para existir. Barnabas sabe que hoy
en día algo así escapa a sus posibilidades, pero a lo largo de sus cientos
de miles de años ha aprendido a esperar el momento adecuado...