Partida Rol por web

Pasó la noche y entonces se oyen unos golpes en la puerta

-Señorita Valeria, vengo a despertarla y traerle un desayuno apropiado pues tiene una hora para presentarse en la Plaza de Prácticas.
La voz metálica y monocorde de la marioneta se oía a través de la puerta

Pasó la noche y entonces se oyen unos golpes en la puerta

-Señorita Alice, vengo a despertarla y traerle un desayuno apropiado pues tiene una hora para presentarse en la Plaza de Prácticas.
La voz metálica y monocorde de la marioneta se oía a través de la puerta

Me dí la vuelta en la cama intentando seguir con mi sueño. Luego gruñí y me giré de nuevo para el otro lado. La marioneta insistió. 

- Cinco minutos más - dije mientras me tapaba la cabeza con la manta en un intento de seguir durmiendo. 

La marioneta me arrancó las mantas y yo me hice un ovillo. Luego me levantó en vilo y supe lo que venía, así que terminé por rendirme. 

- Esta bien, esta bien. Bájame para que pueda ducharme. - suspiré 

Había estado soñando que estaba en el interior de un reloj, atrapada. Podía ver los engranajes girando y arrastrándome con ellos. Saltaba de un lado a otro intentando evitar que me aplastasen, pero no había a dónde correr o huir, no había ningún lugar seguro. Pero no llegué a ese punto del sueño en el que te despiertas porque te van a aplastar. Me habían despertado antes. 

Arrastré los pies en el camino a la ducha preguntándome dónde estaría Valeria. Dejé caer la ropa, incluido el Jügerneth y me metí bajo el agua caliente. Después me volví a vestir, con algo de ropa cómoda. Había estado considerando mis opciones y había llegado a la conclusión de que no tenía nada que hacer contra una máquina. Bueno, nada que considerase aceptable. Podía intentar defenderme y, tal vez, buscar algún punto débil.

Pero con las condiciones que me habían dado, o bien conseguía controlar a... alguien que destruyese mi muñeco por mi o era imposible. Y no me gustaba la idea de controlar a nadie. Supuse que también podía intentarlo con un espíritu, pero siendo seres sentientes, no me parecía tampoco correcto. 

Miré a la marioneta. Hablando con dama me había dejado claro que no soñaban, no sentían. Pero la destrucción por la destrucción tampoco me gustaba. 

- Será mejor que vayamos ya - le dije mientras seguía meditando sobre mis alternativas. Crear una criatura falsa que atacase por mi era otra alternativa. Hacerme intangible y dejar que aquella falsa criatura lo hiciera por mi. Pero bueno, seguía siendo... desagradable. 

Era extraño, no sabía dónde estaba Valeria y se me hacía raro no verla. Tal vez la habían llevado a entrenar o, tal vez, nos tendríamos que enfrentar solas a nuestro adversario. Fuera como fuese, seguía dándole vueltas al sueño que había tenido antes. Los engranajes girando y yo atrapada en ellos. Miré de reojo a la marioneta, se parecía conceptualmente al muñeco. Un puñado de cables, circuitos, piezas de metal y plástico, con un toque de magia para animarlas. Tal vez... Pero ya se vería.

Me senté en una mesa y esperé a ver qué me traían. Imaginé que algún compuesto nutricional completamente insípido. La comida de verdad solían reservarla para... bueno, con suerte una vez al año. Pero no solía tener tanta suerte.

Era extraño, no sabía dónde estaba Valeria y se me hacía raro no verla. Tal vez la habían llevado a entrenar o, tal vez, nos tendríamos que enfrentar solas a nuestro adversario. Fuera como fuese, seguía dándole vueltas al sueño que había tenido antes. Los engranajes girando y yo atrapada en ellos. Miré de reojo a la marioneta, se parecía conceptualmente al muñeco. Un puñado de cables, circuitos, piezas de metal y plástico, con un toque de magia para animarlas. Tal vez... Pero ya se vería.

Miré el desayuno, a ver qué me habían traído. Imaginé que algún compuesto nutricional completamente insípido. La comida de verdad solían reservarla para... bueno, con suerte una vez al año. Pero no solía tener tanta suerte.

- ¿Por qué has traído el desayuno a la habitación en lugar de ir al comedor? - pregunté a la marioneta - ¿Y dónde está Valeria?

-La señorita Valeria está en su habitación que sepa, y le traemos el desayuno para que pudieran descansar más, que ayer fue un día duro -deja el desayuno sobre la mesa y se da la vuelta- tiene algo menos de una hora.