Partida Rol por web

Louise asiente ante las palabras de Elisa.- Esto es un combate contra un Sirviente, os aconsejo a todos manteneos en la retaguardia. Puede ser muy peligroso. ¡Ve Berserker!-Y Berserker con su gran hacha va corriendo en la dirección contraria a la de Frederick. El va hacia las columnas de la derecha del fondo. De un gran salto cae en el suelo, resquebrajándolo con su fuerza de impacto. Instantáneamente el golpe que lo sigue destroza la estructura objetivo, deshaciéndose los trozos de madera en medio del aire. Louise se mantiene en la retaguardia, esperando cualquier tipo de ataque o necesidad de curación.

-Así que un Servant español. Podríamos haber sido hasta colegas si me hubieras tocado. Pero... ¡Tengo una bella mujer en tu lugar! ¡Adelante Lancer!- Lancer hace más fina su arma de mano, para que sea adaptable como una lanza normal de combate. La mujer se adelanta junto a Edmon y el supuesto Tomás de Torquemada, cubriendo con un ataque de su lanza la distancia entre ambos servants. Una sucesión rápida de golpes y esquivas se suceden, acabando Tomás con un par de heridas menores. En velocidad Lancer le supera por bastante.
 

Torquemada suelta una carcajada socarrona y grave al escuchar sobre su nombre.- ¡Saber mi nombre no te hará más fuerte, chica! ¡No somos un servant! ¡Somos muchos! ¡Somos un movimiento! ¡SOMOS EL JUICIO DE DIOS!- Se gira jadeando bastante sonoramente hacia Frederick.- Frederick, tu mayor pecado ha sido invocar un espíritu oscuro a este mundo. Es por ello que debes ser juzgado por... ¡Las llamas de la purificación! ¡Rodrigo, Louise, Sakata Gintoki! ¡Sois los siguientes en mi lista de pecadores! - El hombre levanta la mano y de las cruces salen cuatro columnas de fuego, dirigiéndose dos a Edmon y una a Frederick.
 

Finalmente dos ángeles se suman al combate. Con una cara totalmente apacible y en tranquilidad observan a Rider y Lancer mientras bajan. El que va a por Lancer se para en mitad del aire, como si estuviera sorprendido por la criatura a la que iba a atacar. Rider no tiene tanta suerte. De las manos del ángel salen disparadas cadenas cuya "punta" son un par de grilletes con pinchos. Una especie de damas de hierro para los brazos. Atrapa de lleno el brazo de Rider, que suelta un quejido por no poder haberlo esquivado bien. Estaba algo ocupada intentando encerrar en su mente a un tío sin apenas pensamientos ahora mismo.

El fuego purificador cae sobre Edmon y Frederick. Es una sensación muy fea ser parcialmente quemado vivo. Pero al menos esas llamas no cuajan, y no dura mucho esa inmolación temporal. Por suerte. Edmon acaba levantándose con cara de pocos amigos. El peso en la espalda de Frederick se intensifica y se hace mucho más molesto tras el ataque del fuego.

El escenario se torna de repente en algo caótico; luz, fuego, destrucción, ángeles, coros eclesiásticos... Elisa siente que están enfrentándose a algo mucho más duro esta vez, por lo que cualquier fallo podría suponer la ruina de todos. Debe de centrarse en cada acción al milímetro, comportarse como una verdadera hechicera, o mejor dicho, una agente.

Ver partirse la cruz la hace asentir un momento con la cabeza a la vez que vuelve a tomar el teléfono NOVA para echar un vistazo tanto a los sectarios como a las propias cruces. Empieza a analizar el entorno mientras la escena se desarrolla, observando durante un momento a Lancer y al enemigo pelear. ¡Lancer tiene ventaja! Eso les será muy útil.

-¡Fred! ¡Avenger!- Suelta un grito al ver lo que les ocurre... ¿pero por qué Frederick siempre se come semejantes hostias? La verdad es que empieza a pensar que el chico nació con una diana espiritual o algo así. -Loui, Fred te necesita ahí...- Le dice a su amiga al tiempo que observa cómo Rider no logra quitarle la venda. Debe seguir intentándolo... ¡con la venda fuera, Rider podrá hacer de las suyas!

De hecho...

Escuchar el quejido de dolor de Rider le hace desviar la vista hacia ella. ¿Pero qué se cree esa paloma endiablada que hace? ¿Encadenar a su Rider...? Elisa mira un momento hacia el enemigo con una sonrisa suave de perfil. -¿De verdad crees que puedes encadenar a Rider...?

Así que está siendo agarrada por los brazos... Bien, ese ángel va a lamentar lo que está haciendo. Elisa levanta una mano con intención de dar su siguiente instrucción a su Servant. -Por desgracia es ella la que pone las cadenas. Hora de eliminar el sello, Rider. Libérate de ellas.- ¿El sello? Ah, ha de ser esa cosa de cuero que tapa su visión... Lo cierto es que algo mágico tiene, ¿pero el qué? Elisa confía mucho en el buen hacer de la mujer de cabellos violeta...

El análisis del escáner NOVA termina. Elisa arquea ambas cejas muy sorprendida y rápidamente decide hacer un apresurado cambio de planes. -¡Louise! ¡Dile a Berserker que deje las cruces, que enseñe a Tomás de Torquemada que él puede ser más GOLDEN que el mismísimo fuego sagrado! Esos cultistas... ¡son civiles controlados por su ataque, y lo refuerzan! ¡Centraos en el Servant! Tengo un plan.

Ella mientras se ocupará de mermar el ataque de su enemigo. Y de salvar unas cuantas vidas, ya de paso... ¿Así que Tomás está usando a civiles para reforzar su ataque? Siempre pueden matarlos, pero Elisa es algo menos ortodoxa en ese sentido. Empieza a concentrar algo de magia, analizando las corrientes mágicas que conforman el ataque por el que están pasando... Si, definitivamente puede hacer algo con esos cultistas.

Todo se había vuelto un puto caos, angeles, cruces, un pavo que decía ser inquisidor y parecía más sectario que otra cosa, el pan de cada día vaya. Y ahí estaba Frederick, en medio de todo el fregao como de costumbre. Miró como su servant aún era retenido por el supuesto Tomás de Torquemada, pero pudo respirar tranquilo durante un segundo cuando vio que Lancer había ido en su ayuda, al menos eso les daría algo de tiempo. ALGO QUE NO DURÓ MUCHO TIEMPO, puesto que acto seguido el grandullón en cuestión comenzó a gritar cosas sin sentido y de la nada surgieron unos pilares de fuego que tenían muy mala pinta.

Obviamente, Frederick supo con certeza lo que iba a pasar, esos pilares le iban a dar a él, sí o sí, no era cuestión de azar, es que iba a ser así, era el destino, o la voluntad nefasta de algún ente superior a todo aquello que siempre fijaba a Frederick como su objetivo. El caso era que no se esperaba que aquello fuese a doler tanto, durante un segundo pudo experimentar lo más parecido a ser quemado en la hoguera de la inquisición y definitivamente no le gustaba nada de nada. Por suerte para él aquello solo duró unos instantes, pero las quemaduras, el dolor y el mal trago no se lo quitaba nadie, aunque para bien o para mal se estaba acostumbrando cada vez más a casi morir durante sus misiones. Pese al daño que le habían hecho aún tenía fuerzas para replicar;-¡¿Que mi pecado es haber invocado a este?! ¡Tienes que estar de coña! ¡Tienes a un pavo crucificado detrás de ti! ¡¿Y el pecador soy yo?!- Aquello sorprendentemente había enfadado a Fred más de lo que se esperaba, pero se aguantó su mala hostia hasta que llegó junto a Lou para recibir como mínimo algo de atención médica mágica.

Para cuando se encontraba al lado de su compañera comenzó nuevamente a hablar.-¡Ni siquiera fue elección mía! Tsk...- Durante un segundo miró a su compañero, a su propio servant tirado en el suelo (?) debido al tremendo golpe que había recibido momentos antes, bastante peor que el suyo propio.-¿Pero sabes qué? ¡Prefiero mil veces a este espíritu maligno que a un soplapollas como tú!- Como si su rabia se hubiera apoderado de él, soltó un grito al aire que retumbó entre los muros de la catedral:

-¡¿Cuanto tiempo más te vas a quedar en el suelo haciéndome gastar energía?!-

-¡Levántate de una vez y enséñale a este gilipollas quién es más fuerte!-

Tal fue el impacto de la palabras de Frederick que hasta él mismo sacó su pistola, que llevaba escondida en el interior de su chaqueta, apuntó al servant enemigo y disparó sin pensárselo dos veces, tratando de darle a la cabeza, o al menos rozar la venda de los ojos que llevaba. ¿Iba a morir? Pues se llevaría a ese cabrón consigo, total, ya le estaba pillando el gusto a eso.

La pelea cada vez se vuelve más peligrosa y encarnizada. Al lado de Tomás, Avenger se va levantando renqueante tras los gritos de Frederick. Sin embargo, el Ex-Inquisidor General no le da cuartel, golpeándole con la vara en el pecho y tirándolo contra una columna. Da un golpe fuerte contra la misma, para volver a caer al suelo de nuevo. Tomás sonríe con júbilo mientras alza las manos ante el resto de infieles que tiene delante.

-Louise Dupont, no mereces existir en este mundo. Tu mera existencia es una afrenta al orden natural de las cosas. ¡MUERE!- Una columna de fuego sale hacia ella. Sin embargo, un rápido Berserker que estaba retrocediendo la agarra en mitad de un salto y la pone a cubierto.

-¡Sakata Gintoki! ¡Ser impuro y malvado! ¡Te enamoraste de quien no debías! Proteger y amar de forma lujuriosa a tal ser merece un castigo ejemplar.- Y otra columna sale del techo en dirección hacia él. Sonríe dándose un par de golpes con el hacha en el hombro, dando otro pedazo de salto hacia él, cortando el fuego por la mitad con su hacha de rayos y cayendo finalmente sobre un Tomás que no se esperaba algo así. El corte es profundo, obligándole a apoyarse en su bastón y retroceder.

Pese a todo, vuelve a levantar el arma hacia Rodrigo. Frunce mucho los labios, dejando que poco a poco la ira le consuma.-¡Rodrigo Fernandez! ¡La lujuria, tu cuerpo de demonio y pérfida lengua te han procurado un asiento en el Infierno! ¡Yo soy el encargado de llevarte a él!- Tercera columna de fuego que sale disparada hacia alguien. Esta vez sale de su bastón. Lancer se pone con parsimona en medio, levantando su lanza y bloqueando la magia con la misma. Tras ello toma posición y carga hacia él, perforando en la misma herida que acaba de hacer Berserker.

Louise desde su posición levanta su mano, curando desde cierta distancia a Frederick. Rider por su parte ve como un ángel se petrifica y cae al lado de ella, justo a tiempo para que el otro le lance una de sus cadenas a la otra mano. Maldita sea su mala suerte.

Tomás retrocede una vez más, escupiendo algo de sangre mientras se sujeta las heridas sangrantes en su pecho. Tiene un buen corte abierto que deja ver su interior. Una vez más levanta la voz.- ¡Elisa Hummel! ¡La lujuria y la pereza marcan tu vida! ¿Siempre dejarás con tu desidia que los que te importan mueran?¡Fue tu culpa! ¡Arde maldita meretriz!- ¿Cuarta columna? que manda en la misma racha. Rider al ver eso chasquea la lengua, haciendo fuerza interior y dando un movimiento doloroso de cadena, poniendo en medio del chorro de fuego en el aire el ángel petrificado, bloqueando el golpe que iba hacia Elisa.

-¡MEDUSA!¡Espíritu demoníaco de las leyendas! ¡Sólo tu mirada denota la maldad que aflora en tu corazón de comedora de hombres! ARDE.- Y un quinto chorro va hacia ella. Sin embargo, se aparta a lo justo como puede, dificultada por las cadenas. Al menos en medio de su anterior acción se ha quitado la del ángel petrificado.

Y mientras nadie miraba... una figura muy muy rencorosa tiene un aura oscura muy grande a su alrededor. Avenger está totalmente de pie, casi que medio flotando en oscuridad, cargando una bola de puro resentimiento y odio hacia su objetivo. Segundos después, un rayo de oscuridad golpea en el pecho a Tomás, que ante tanto golpe cae de rodillas. Encima Frederick le disparó y tal, pero casi que ha pasado desapercibido. Pobre Frederick.

Tomás empieza a reirse de forma maníaca mientras se desangra, levantando las manos y mirando al techo. -¡Dios! ¡Ángeles! ¡Acudid a mi llamado! ¡Por favor! ¡Ayudadme y libradme de todo mal que me aflije!- Cuatro ángeles salen del cuadro del techo, como si cobrasen vida apartir del fresco. Bajan lentamente alrededor de él.

Mientras canaliza su energía, Elisa esboza una sonrisa confiada al ver a Rider tan empoderada. Librarse de sus ataduras imponiendo las cadenas de la piedra a su enemigo demuestra que sus palabras no iban en vano; ¿encadenarla? ¡Ja! Mientras el inquisidor general reparte los juicios entre sus compañeros, ella termina de analizar el blanco de su hechizo. 

Con un contrahechizo sencillo podría liberar a ese pobre hombre de la influencia del Servant enemigo. Quizás mientras pronuncia esas palabras se sorprende un poco sobretodo al oírle la tirria ante Louise... ¿ser antinatural? ¿de qué está hablando ese fanático?

Sin embargo, Elisa no esperaba que el efecto de esas acusaciones fuera tan grave. De repente siente una fuerte presión en el pecho y observa incrédula ante el hombre... ¿cómo sabe él sobre aquello? Enmudece, casi no tiene fuerzas para continuar con el hechizo. Agacha la cabeza con la mirada ensombrecida al tiempo  que la estatua de piedra bloquea el fuego purificador...

-Desidia...-

Está llorando. Siempre tan optimista, tan tranquila... y lo que ha hecho el Servant enemigo la ha hecho derramar lágrimas... y algo más. Repentinamente levanta la cabeza y observa al enemigo con furiosa frialdad, sacando un último suspiro de concentración para deshacer el hechizo sobre uno de los sectarios. -Eso es lo que no voy a mostrar ante ti, maldito fanático...

Al oír el juicio de Rider, Elisa levanta la voz furiosa. -¡¿Quién eres tú para hablar así de ella?! Vamos a enviarte al infierno, Tomás de Torquemada. El único sitio al que perteneces si fuiste así en vida, demonio... ¡RIDER! ¡Deshazte de tus ataduras una vez más!- Hace una pausa señalando hacia el ángel que ahora la aprisiona una vez más. Luego señala al propio Tomás. -¡Y luego MATÉMOSLE!-

Ante la orden de Elisa, Rider desvía la mirada hacia el ángel que le queda para repetir el proceso; que sus ojos místicos acaben con su agresor. Luego debe librarse de las cadenas. Esta vez Elisa vuelve a concentrar algo de magia para deshacer del influjo de Torquemada a otro sectario.

-¡Que caigan esos ángeles, Rodrigo, Frederick! ¡Louise, que Berserker lo destroce con su golpe más áureo!-

Esos son sus superconsejitos por el momento. Lo de seguir curando a Frederick suena como que muy obvio durante esos momentos.

Parecía que por fin su servant había decidido levantarse de su pequeño sueño más fuerte que nunca. El aura de oscuridad a su alrededor parecía más densa y profunda que nunca ¿Sería causa de la rabia que sentía contra aquel hombre? ¿Estaría motivada también por los propios sentimientos de ira de Frederick? El caso era que ahora estaba de pie y preparado para pelear una vez más, aquella idea había motivado incluso una ráfaga de fuego procedente de la incrementada aura oscura.

A su vez, Frederick se sentía algo mejor después de la curación que había recibido de su compañera, notaba como sus heridas se cerraban poco a poco, aunque con más lentitud de la que esperaba. Pensó durante un segundo en utilizar su magia, eso aceleraría un poco la curación natural de su cuerpo, pero sus reservas de maná estaban bajo mínimos después de la serie de golpes que había recibido Avenger, por lo que aquello quedaba descartado por el momento.

Las palabras de Torquemada retumbaban por toda la catedral, casi como si fuera parte de la misma, como si todo lo que les rodeaba estuviera conectado a él, y en cierto modo lo estaba, después de todo estaban dentro de su reality-marble. Cada trapo sucio que soltaba parecía abrir una brecha en el corazón de sus compañeros, que quedaba descubierta al resto. Aunque a decir verdad no entendiera apenas las palabras de su enemigo, sentía que todo lo que escuchaba era bastante personal y confidencial, todos guardaban sus propios demonios, y soltarlos en presencia de sus allegados no era precisamente lo mejor. ¿Lou? ¿Rodrigo? ¿Elisa? Esta última incluso había derramado alguna que otra lágrima. ¡ESO NO LO PODÍA PUTO PERMITIR! El código de honor de Frederick impedía que cualquier hombre que hiciera llorar a una mujer saliera impune de ello.

-¡Acaba con los ángeles! ¡No dejes ni uno solo en pie!-

Dejando todo lo demás de lado, pensó durante un segundo que era bastante triste que el único pecado digno de mencionar fuera convocar a su servant. Puta vida, le dio la impresión de que había vivido sin correr ningún riesgo desmesurado ni hacer travesuras de ningún tipo. Aún esperaba por la atención médica de su compañera, pero tampoco quería ni podía dejar pasar el hecho de que Elisa hubiera sufrido daño de las palabras de ese indeseable.-No te preocupes por lo que diga, solo intenta provocarnos para que perdamos la razón. Mientras conservemos la calma...¡Podremos cargarnos a ese hijo de puta!-

Avenger por su parte, que había dejado de pseudo-flotar, se posó en el suelo aún cubierto por una oscuridad ingente y avanzó lentamente hasta su enemigo, con una sonrisa inquietante en su rostro, acompañando su paso con un tarareo bastante frío y espeluznante incluso para él.

Una vez estuvo lo suficientemente cerca de los ángeles, sus puños se prendieron en un fuego tan oscuro que apenas se podían llegar a ver los guantes blancos que llevaba debajo, y una sucesión de golpes ocurrieron. Primero golpeó a uno con todas sus fuerzas, haciendo crepitar sus llamas en la cara de blanco marfil del mismo, solo para realizar otra floritura y terminar endiñando otro golpe al más próximo de los ángeles, a parte del que ya había pegado. Fue entonces cuando aún esgrimiendo una sonrisa su voz grave y suave se abrió paso frente a todo lo demás;

-Los hombres de dios siempre os habéis dejado llevar por una pretensión sin límites. Has de saber, amigo mio, que hoy has conocido a la horma de tu zapato.-

Tomás la verdad es que poco puede hacer para evitar los golpes de los miembros del equipo. Berserker se le echa encima y le propina otro corte en su pecho, como si estuviera totalmente hecho de mantequilla. El grandote dorado se echa el arma al hombro, sonriendo mientras le tienta a pegarle con la mirada, en plan: "No tienes huevos a tocarme"

El Inquisidor escupe sangre una vez más y cae de rodillas a medio camino del altar.-M-Malditos herejes... no podéis... con el poder de la Inquisición... Mis leales siervos me ayudarán... Will, Antonio, Marulo, a-ayudadme...- Y con ese último aliento cae al suelo. Los golpes de Avenger hacen volar y quemarse en oscuridad a dos de los ángeles, mientras que Rider petrifica al último ángel que le daba por culo, quitándose la cadena que le quedaba.

Los dos ángeles que quedan dando vueltas caen al suelo de repente, como si les hubiera dado algo chungo. La estabilidad del sitio empieza cada vez a hacerse más endeble, empezando a volverse algunos sitios algo transparentes. Los acólitos que toca Elisa caen directamente al suelo inconscientes, mientras que el resto se agarra la cabeza de dolor. El cristo abre los ojos y empieza a gritar con fuerza.- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!

De repente una de las cristaleras estalla en pedazos, una figura cae en medio de la refriega, justo al lado de un Tomás que está tirado en el suelo balbuceando sobre su propia sangre. La figura levanta lentamente el arma mientras se va reincorporando.

Este último invitado levanta el arma hacia vosotros, mientras las uniones de su armadura empiezan a teñirse de color rojo.-No lo has hecho lo suficientemente bien Tomás. Pero no podemos permitirnos perderte. Por favor, únete a mí una vez más y lucha en esta guerra conocida como la vida.- Exhala oscuridad por su aliento, y ese aliento va en forma de columna de humo hacia el cuerpo de Tomás. El humo penetra por los ojos y la boca de Torquemada dentro de su ser, produciendo espasmos y crujidos de hueso. El cristo cada vez grita con más fuerza y más fuerza, inchándosele la garganta de tanto gritar, hasta que finalmente el pecho le explota de forma totalmente horrible, cubriendo en sangre tanto al recién llegado como a Tomás.

Si ven a su alrededor... no es el único que ha sufrido ese destino. El resto de acólitos tras llevarse las manos a la cabeza acaban con el pecho o la cabeza destrozada, salpicando todo en sangre. El rojo tiñe la Iglesia que una vez más está estable.

Detrás de la figura con armadura empieza a levantarse un ser más oscuro. Un ser que en cuanto tiene fuerzas para moverse ataca a Berserker. Su cuerpo está mucho más grande, pero a su vez tiene un tono pálido en el cuerpo y unos zarcillos negros que constringen sus propias extremidades. Le ha dado tal puñetazo a Berserker en la cara que lo ha mandado volando contra varios bancos, arrastrándolos y partiéndolos en el impacto.

La sangre de las víctimas empieza a arremolinarse por toda la Iglesia. El tipo de la armadura esquelética está levantando su espada mientras la sangre gira en torno a él en círculos perfectamente concéntricos. A distintas distancias. la sangre por alguna razón hace daño al contacto, quemando y cortando al ser tocados. Es imposible esquivar todos los ríos de sangre del lugar, por lo que daña en área a todos.

Louise se queja al ver el estado de Berserker, parpadeando mucho al ver que esto aún no ha acabado. ¿Qué cojones está pasando de repente? Rodrigo señala a Tomás, mandando a Lancer a por él. En un abrir y cerrar de ojos Lancer se encuentra junto a él, dándole un primer golpe con el reverso de la lanza en la barbilla, levantándole el cuerpo y dejando su pecho al descubierto. En medio de la maniobra clava su lanza en el pecho de Tomás, perforándole con tanta fuerza que lo hace retroceder incluso habiéndolo empalado en el pecho. Esa lanza no quiere ni tocarlo.

Tomás derrapa agarrándose con las garras enzarcilladas al suelo, frenándose a sí mismo para no chocarse contra nada más. Ruge con rabia. La verdad es que los Master a estas alturas no podéis meteros sin pensarlo antes, de otra forma puede que muráis muy rápidamente.

Sin embargo, el esqueleto no es tonto. Marcha a paso lento hacia el grupo de maestros, sólo protegidos por Medusa ahora mismo. Va tan tranquilamente hacia su objetivo designado: Louise. Levanta el arma, para bajarla en un corte rápido y eficaz. De la misma forma que con los acólitos su sangre tiñe a todos los cercanos, explotando de forma más exagerada de lo normal. Cuando dejáis de apartar la mirada para ver su estado... casi que la ha cortado por la mitad. Tiene el hombro medio colgándole del pecho, con la mirada perdida hacia el esqueleto que absorbe la sangre que le ha manchado. Ha sido muy rápido, demasiado. Berserker no estaba para protegerla.

Apenas tienen tiempo de celebrar la caída de Tomás de Torquemada. Quizás empezaban a dibujar sonrisas al ver que iban a completar con éxito su primera misión de ranco C. Todo habría salido de perlas si no hubiera aparecido esa figura calavérica salida de sus peores pesadillas. 

Elisa en cuanto le ve le enchufa con el teléfono para saber a qué se están enfrentando, en un coro de explosiones, gritos de agonía y sangre. -¿Qué...? ¿Entidad desconocida? ¿Nivel A de peligrosidad con un margen de error del 60%...?- Que Tomás de Torquemada se esté levantando mientras hace el análisis la hace sudar frío... ¿tienen que enfrentarse ahora a dos enemigos al mismo tiempo? Eso no estaba previsto en la misión, ¿por qué?

Por si fuera poco el enemigo se levanta empoderado, y aunque ahora sean menos rivales a los que enfrentarse... estos parecen tener las cosas muy claras. Elisa se queda anonadada de ver como Tomás manda volando al gigantón de Berserker de un solo golpe. Ahora, el hombre de la armadura se dirige hacia el grupo...

 ¿Siempre dejarás con tu desidia que los que te importan mueran? ¡Fue tu culpa!

Desidia...

_{¿los que te importan mueran...?}

 Repentinamente Rider se gira al oír a su espalda cómo su maestra corre a la desesperada hacia otra posición. Durante un momento no puede creerse lo que está haciendo, pero Elisa sabe perfectamente que no puede ser de otra manera. El caballero calavera se postra frente a Louise y la cercena de un potente tajo de su espada. 

Pero no es Louise la afectada.

Elisa corrió hacia ella para darle un fuerte empujón y así apartarla de la trayectoria del golpe. Impactada por el mismo, un látigo de roja sangre cruza desde su pecho hasta su hombro, trastabilleando la chica hacia atrás entre temblores. Su sangre salpica en un área alrededor suya, pero ella no puede evitar dejar escapar una sonrisilla entre dientes apretados.

-N-no siempre...-

Antes de poder volver a ser alcanzada por otro golpe, su Servant corre hacia ella haciendo algo bastante extraño; gira una de sus dagas y se apuñala el cuello, formando una especie de sello con su sangre que luego desaparece. En el camino, casi en un furioso vendaval de plumas, una divina criatura aparece con Rider sobre ella.

-Eres imprudente cuando quieres, maestra.- A una velocidad casi imperceptible, el corcel alado recoge a Elisa que ahora está apoyada sobre la jinete, Rider. La chica no tiene muy buen aspecto, pero no se ve que vaya a estirar la pata todavía. Se mueve y se ve que lucha un poco por sobrevivir. El corcel sale volando para tomar una distancia prudencial a las hélices de sangre que recorren el lugar, quizás aprovechando el espacio ahora roto de la cristalera.

Mientras tanto, Elisa se aprieta la ropa en algunos puntos. No puede practicarse primeros auxilios desde ahí arriba, pero sí que puede anudársela bien para detener levemente la hemorragia. Sin dudarlo ni un instante, empieza a pulsar el botón ayuda de su móvil mandando un mensaje a NOVA. -Ha aparecido un enemigo desconocido... que ha interferido en la misión... envío datos, solicitamos refuerzos ya...-

Rider levanta la voz desde los aires para comunicar algo al grupo. -Mi maestra os pide que corráis de ese ser, jóvenes maestros. Os recuerda que si completamos la misión podréis marchar.- Elisa al ver que el enemigo está mucho más centrado habla un poco en código... ¿completar la misión? ¡AH! ¡Matar a Torquemada! -Torquemada intentará apartar a los sirvientes para que el nuevo enemigo os ataque. Evitadlo.- ¿Quizás haciendo que alguno agarre a Tomás? ¡Pero eso dejaría a un maestro también indefenso! La solución es huir de ese tío tan chungo...

Elisa no debe estar en muy buenas condiciones si está pidiéndole a Rider que le transmita lo que quiere decirles.

La situación se había vuelto más caótica si cabía, todo el revuelo anterior, los ángeles consumidos en llamas, Torquemada asediado por los incesantes ataques de los tres servants y un mas de sangre que comenzaba a cubrirlo todo. ¿Qué estaba pasando? Todo aquello parecía un escenario sacado de los siete círculos del infierno de Dante, encima, y pese a todo lo que había sufrido, su enemigo se había levantado una vez más, acompañado esta vez por un aliado con bastante mala pinta.

Todo sucedió demasiado deprisa, Berserker había sido mandado a volar lejos de un solo puñetazo, la fuerza de aquella cosa anteriormente conocida como Tomás de Torquemada era apabullante, las piernas de Frederick temblaron ante la sola idea de recibir uno de sus puñetazos, la tensión de la situación empeoró cuando la sangre comenzó a fluir de tal forma que solo rozarla cortaba la carne y el señor esqueleto caminó lenta, pero decididamente hacia Lou. Cuando este alzó su espada, el estomago de Frederick se contrajo ante la imposibilidad de llegar a tiempo, pero para sorpresa de todos, no fue a Lou a quien alcanzó. En cambio, fue Elisa quien sufrió el tajo demoledor de aquella cosa, aunque para suerte suya, Rider se había encargado de invocar una especie de pegaso y alejarla de todo el marrón.

Decir que aquello pulsó un interruptor en el joven Frederick probablemente hubiera sido quedarse corto. Una mirada de absoluto desprecio se reflejaba en sus ojos, que se movían desde el señor esqueleto hasta Torquemada. El muchacho se irguió pese a sus heridas, se colocó donde podía ver directamente a sus dos enemigos y comenzó. ¿Qué era lo que tenía en mente?

-Ese ha sido vuestro último error.-

¿A qué se refería Frederick? ¿Le había enfadado que Elisa recibiera aquella toña? En primera instancia eso era lo que parecía. Sin el menor rastro de burla o cachondeo, sino con una seriedad bastante impropia del joven, desvió un poco la mirada hacia Rodrigo y luego hacia Lou.-Rodrigo, Lou, que Lancer y Berserk nos defiendan a Avenger y a mi, usad lo que sea necesario, después de esto no habrá vuelta atrás.- Como si de un acto solemne se tratase, levantó su puño por encima de su cabeza, mostrando el dorso de su mano hacia sus enemigos. Un brillo rojizo comenzó a cubrir su mano, así como el estigma que en ella se dibujaba.

"Utiliza toda mi energía y la tuya. Desata tu verdadero poder y destruye de una vez a nuestro enemigo. Reserva algo para no desvanecerte."

-¡Avenger! ¡Haz que este sagrado inquisidor caído en desgracia, arda entre las llamas de la depravación!-

Aquella declaración parecía sacudir la propia catedral, el brillo del comand spell cada vez se intensificaba más, a la par que alrededor de Avenger un aura cada vez más negruzca se arremolinaba y su sonrisa se ensanchaba hasta límites insospechados. Y una vez más, fue la voz de Avenger la que se abrió paso entre todo el caos que reinaba en la iglesia.

-Parece que entramos en el acto final. Ha llegado la hora de que la obra termine y el telón baje definitivamente. Prepárate para ser juzgado, inquisidor, pues el conde dictará sentencia.-

-Parece que entramos en el acto final. Ha llegado la hora de que la obra termine y el telón baje definitivamente. Prepárate para ser juzgado, inquisidor, pues el conde dictará sentencia.-

Durante unos instantes las llamas negras cubren totalmente al conde de Montecristo, volviéndose una amalgama de total oscuridad. Tras unos segundos sale de ella una figura muy rápida, dejando una estela de su recorrido en la que aparecen varios más como él, todos empiezan a hablar lentamente, en contraposición a su velocidad.- Enfer Château d'If...-El primero marca las órdenes y los otros tres las siguen. Realmente es cómo si el Conde fuera todos a la vez, moviéndose tan rápido que hace las acciones de tres "yos" independientes en un mismo momento.-... Tyger, Tyger...- Los tres corren sin parar por la catedral para colocarse alrededor de Tomás, para finalmente pararse en seco cada uno en una posición, mano levantada hacia el monstruo.-... ¡Burning Bright!

Tres rayos oscuros atraviesan y golpean al exinquisidor, que se queja en gritos horribles mientras su piel se quema ante los rayos destructores del mago.- ¡GHHHHHAAAAAAAAA!- El ataque apenas dura unos segundos, pero hace brillar toda la sala con la potencia y magnitud de la magia utilizada. Tras él, Edmon vuelve a ser sólo uno, cayendo de rodillas e intentando aguantarse para no desaparecer.

Tomás está en el suelo inmóvil y bastante quemado. No obstante, lentamente apoya la mano en el suelo para levantarse. Ya no tiene cara, le falta medio rostro en lo que ahora es una bola pulsante negra de carne, su otro ojo está medio saltado, mirando hacia el techo. Da muy mal rollo.

Y de repente un aura dorada en un gran salto aparece sobre él, clavando su hacha en esa cabeza tan destrozada que tiene, partiéndola por la mitad y haciendo que explote en un haz de rayos. Berserker está totalmente rojo, con músculos enormes y muy marcados. Jadea encima de lo que ahora sí que parece el cadáver del Servant enemigo.- Nunca le des la espalda a tu verdadero rival, maldito piltrafa absolutely not GOLDEN! Elisa por su parte está encima del pegaso, flotando ve a Louise por debajo de ella con la cara consternada y lagrimeando un poco, negando con la cabeza. Parece que le está diciendo algo, pero con tanto ruido y lo poco cerca de este mundo que está ahora mismo no consigue escucharla. Poco a poco empieza a sentir que sus heridas se curan, gracias a una Louise que canaliza las pocas energías que le quedan hacia ella.

Rodrigo ha escuchado la plegaria de su amigo. En un brillo carmesí el también remarca las palabras hacia su servant.- ¡Lancer! ¡Céntrate en cubrirnos a nosotros, los Masters!- Lancer en ese momento se retira, con una velocidad vertiginosa, parando de lleno un golpe que el hombre calavera iba a hacerla a Louise. El hombre calavera retrocede de un salto al ver su plan truncado y a Tomás muerto. Se acerca a él y mete su mano dentro del cuerpo que se está desvaneciendo poco a poco. De él saca una bola negra, que casi parece que se le fuera a deshacer en la mano. Poco a poco toma la forma como de una copa, de la que acaba bebiendo mientras todos lo observan.

Tira los restos de la copa, que se vuelven sangre en el suelo. Sus ojos empiezan a brillar en un tono rojo intenso, a la vez que proclama.- Pagaréis la afrenta hacia mi compañero. Es la hora de la verdad. Es la hora del final. Ven a mí, mi fiel corcel.- El hombre levanta su espada, y de la cristalera que ha roto baja a gran velocidad un caballo armado. Él da un salto y se monta en medio del aire, quedándose flotando encima del caballo que también vuela. Es un magnífico corcel con una armadura roja que estremecería hasta el mayor de los infiernos.

La sangre que se ha vertido en el combate empieza a arremolinarse en su espada alzada y en su caballo. El caballo se la traga, la espada la absorbe.- ¡Por nuestro objetivo! ¡Mortales que no conocen su lugar! ¡Él debe enseñarnos el camino! No deberíais haber intervenido en su obra, Su Santo grial en la Tierra. Pues él debe concedernos la reestructuración prometida.- Y una nova enorme de sangre con pinchos inunda la sala desde todos los frentes. Es... ¿El final?

-Heh. Qué hombre más problemático hemos ido a encontrar.-

Y la nova es parada por una barrera que cubre la misma nova, rompiéndose ambas en un estallido de flores y pétalos carmesíes. Todo empieza a cambiar. Lo que antes era suelo de mármol ahora empieza a convertirse en un campo hermoso de flores rosas y rojas. El reality Marble que quedaba de Tomás no sólo está desvaneciéndose por su muerte, sino que otro lo está empezando a cubrir en su lugar.

Tu aspecto era bastante poderoso, querido rival. Pero no es competidor para...
...Garden Of Avalon.

Un gentil y cálido ambiente recubre la colina de flores sobre la que estáis ahora. El olor de las flores, el viento que trae los pétalos os hace sentiros mucho mejor. Os sentís energizados y en gran parte recuperados. Heridas que antes dolían ya no son tan dolorosas, y el aura que desprende ese lugar tan mágico os hace notar que todo está totalmente embadurnado en mana, llenando vuestros pulmones de energías renovadas. El recién llegado está flotando también en medio del aire, sentado en la nada cruzado de piernas. Saluda al grupo que tiene a sus espaldas.- Ey. Soy vuestro backup chicos. Siento haber llegado medio minuto tarde. Uno tiene mujeres que atender en tiempos de necesidad. ¿Es este hombre el objetivo o es esa mancha abyecta que amenaza con corromper algunas de las flores de mi jardín?- Señala lo que antes era el cuerpo de Tomás, medio a deshacer en humo negro y sangre oscura, que efectivamente parece corromper las flores que toca.

Elisa entrecierra los ojos sobre el pegaso de Rider. Respira lento e intenta guardar la mayor cantidad posible de energías para prolongar su vida. Si vuelven antes de que muera, podrán seguir diciendo que son un equipo sin bajas, su idílico sueño. Para ella, las sensaciones fúnebres son efímeras y difíciles de repetir. Por alguna razón desea guardarse esa sensación de muerte en su mente; el olfato y gusto ocupados por el aroma a sangre, la vista borrosa y difuminada, casi creyendo que ve cosas y recuerdos que no están realmente ahí. ¿El oído? Ecos, sonidos huecos y borrosos...

Oír el grito del alto inquisidor le hace esbozar una sonrisa ligera, al tiempo que tose débilmente. El enemigo ha caído; con un poco de suerte estarán a salvo en casa, muy pronto. De un momento a otro oye una voz que intenta decirle algo, pero el eco apenas la deja oír. Es una voz femenina, delicada y suplicante... ¿Louise? Baja la mirada hacia ella y la observa, notando como sus energías poco a poco son restauradas.

Por un momento no puede evitar sentir que ese momento ha sido muy dulce. Va a mirar el teléfono cuando de repente el enemigo extrae un grial del caído y bebe de él... ¿un grial? ¿es quizás...? No puede ser. Sería excepcionalmente duro enfrentarse a algo así en una misión de rango C. El enemigo por si fuera poco empieza a emplear su verdadera fuerza de un momento a otro...

-¡Abajo, Rider!- Dice Elisa al ver que alguien conocido detiene el ataque que claramente iba a hacerlos pedazos a todos. La chica está sonriente y bastante contenta por alguna razón, como si hubiera recuperado la esperanza de un momento a otro. Rider obedece y deja a Elisa en el suelo esperando más instrucciones con respecto al nuevo enemigo.

-Dichosos sean los ojos, maestro.- Responde esbozando una sonrisilla divertida. Una vez baja se estira un poco para comprobar su estado de salud y deja escapar un 'au'. Algo se le ha quedado, eso está claro. -Nuestro enemigo era el que ahora está desapareciendo. Recibió ayuda en cuanto acabamos con él... Una ayuda bastante más poderosa. ¿Cree que podemos encargarnos? Acaba de extraer un grial del cuerpo de su compañero y ha bebido de él. ¿Puede tratarse de...?

En cualquier caso decide que no es el mejor momento para seguir haciendo preguntas. Si van a prepararse para el combate han de hacerlo en condiciones. -Rider, atrápalo con fuerza y conviértelo en una ecuestre. Veamos como se las apaña en tu terreno.- Sin decir nada, Rider asiente con la cabeza quizás esbozando una sonrisa suave al ver que Elisa está a salvo. Rider y Pegaso mantienen una distancia con el objetivo, al tiempo que la gorgona lanza una de sus dagas para intentar enrollar con sus cadenas al enemigo. En cuanto el jinete mire hacia Rider al recibir ese ataque, caerá en el influjo de sus ojos místicos al menos.

Mientras tanto, Elisa apunta de nuevo con su teléfono para realizar un escáner utilizando los datos de batalla que está viendo -y los que va a ver-. Quizás eso haya mejorado un poco el análisis del sistema de ayuda -y de paso haya calculado mejor su nivel al beber el grial-. Ahora, Elisa mira a Louise con una sonrisa cálida de las suyas.

-Límpiate esas lágrimas, Loui. ¿Ves? Tan solo era otro de esos planes locos. Estoy en buena racha. Si tenías algo bonito que decirme, hazlo al oído, anda... Zerker es bueno, pero hace mucho ruido.- Le guiña un ojo para darle a entender que está perfectamente radiante. Lo primero es tranquilizar a la waifu, hombre.

Su otro plan es que al caballero calavera le de por cerrar los ojos para evitar a Medusa. Que se guíe por el oído... Si hace eso, quizás pueda impresionar a Merlín con alguno de sus trucos familiares.

El golpe de Avenger les había dejado a los dos exhaustos, no les quedaba nada de energía, ni lo más mínimo. Recibir un ataque en esa situación habría sido terrible, y en efecto era el miedo más inmediato de Frederick, sin contar el hecho de que Avenger podía desaparecer en cualquier momento de no haber guardado suficiente energía. ¿Como iban a salir de esa situación? La verdad era que ver como Rodrigo gastaba su comand spell en ordenar su defensa le tranquilizaba levemente. Las piernas le temblaban y fallaban por el cansancio, sin poder evitarlo más, cayó al suelo respirando de forma entrecortada.

Durante todo esto pasaba, el servant restante se recomponía, recogiendo algo del cuerpo de su antiguo compañero, ahora muerto. ¿La pelea aún no había terminado? ¿Cuanto más tendrían que aguantar? La realidad era que todo estaba en su contra, Elisa malherida, él y Avenger sin energía, todo quedaba en manos de Lou, Rodrigo y sus servants. Pese a todo parecía que la situación sí podía ir a peor, un caballo gigantesco sale de la cristalera y el señor calavera se preparaba para esparcir lo que parecía un sinfín de pinchos sangrientos. Un suspiro pesado llena la boca de Frederick, quien ya se resigna a morir y reaparecer en dios sabe donde.

¿Cuanto me cobrarán por revivir?

En mitad de aquel pensamiento, lo inimaginable pasó. El ataque desapareció y un número ingente de flores se abrió paso a sus pies. ¿Qué era aquello? ¿Quien era el responsable de todo ese paraíso instantáneo? No tardó mucho en aparecer el responsable, un tipo que flotaba en mitad de la nada y sonreía bastante confiado. El cansancio de Frederick le impedía sorprenderse, pero esa sensación fue desapareciendo con cada brisa de aquel viento refrescante. ¿Sería el noble phantasm de ese servant?-No digas que has llegado tarde. Yo diría que has llegado justo a tiempo.- Se levantó lentamente a medida que recuperaba las energías, parecía que Avenger también le acompañaba en ese sentido.-Como dice nuestra resurgida compañera, la mancha negruzca era nuestro objetivo. Este nuevo adversario es un objetivo extra, o algo similar.- Mientras hablaba, se acercó a Rodrigo y le dio un suave golpe en el hombro a modo de agradecimiento por la cobertura de antes. En general recuperó su personalidad habitual, y una sonrisa asomaba resplandeciente mientras respiraba profundamente disfrutando el olor de las flores.

-¡Por cierto! Mi nombre es Frederick, encantado.- Que buen momento para una presentación, casi que te podías olvidar del esqueleto que amenazaba con matarlos a todos.-Avenger, calculo que tu también habrás recuperado bastante energía ¿No? Hazle una demostración de cuanto pueden llegar a quemar tus llamas.- Tras aquella pequeña orden se acercó a Lou y a Elisa, apoyando ambas manos en el hombro de cada una.-Me alegro de que ambas esteis bien chicas.- Sonrió de nuevo.- Menos mal que nuestro nuevo y no tan nuevo amigo ha venido a sacarnos las castañas del fuego.- 

Mientras su master se tomaba un momento de tranquilidad para disfrutar de la frágil sensación de seguridad que había construido aquel hombre, Avenger avanzó a paso lento hacia el esqueleto sin llegar a pegarse demasiado mientras su cuerpo se envolvía nuevamente en llamas negras. Levantó la palma de su mano hacia su enemigo y dejó que todo su odio fluyera hacia él.-Me estoy empezando a cansar de todo esto, lo mejor será que acabemos antes de que mi maestro se ponga sentimental de nuevo.-

Fantástico espectáculo. Espero que estéis preparados. Ahora empieza y termina la batalla.

El hombre calavera levanta la mano ante la espectación de todos los presentes. Merlín parece estar manteniendo su hechizo. El caballero calavera tampoco hace nada, simplemente quedándose quieto mientras se mantiene flotando en el aire con la espada alzada. El primero de los golpes le viene desde el aire. Es Rider atacándole con las cadenas, que atrapan uno de sus brazos, concretamente el que no tiene en el aire. Durante un segundo una especie de brazo espectral rojo sale del brazo que tiene extendido, cortando la cadena que le había agarrado. Levanta la mirada al Servant que le ha atacado, brillando con más intensidad.

Y mientras está distraído mirando a Rider, Avenger lanza su rayo oscuro. Le impacta de lleno en el pecho de la armadura, humeando en oscuridad mientras un aura roja empieza a cubrir su cuerpo. Lancer también toma las riendas de su corcel, que aparece en luz en mitad del lugar. Su lanza se vuelve una de caballería, mientras agarra las bridas con la otra mano, empezando a flotar en una carga hacia él. Lo esquiva sin demasiado entusiasmo, llevándose del golpe una parte de la armadura de su hombro. Su cuerpo bajo la armadura es oscuridad pura, un humo negro que absorbe el alma de quien lo mira.

Su aura no deja de crecer y crecer poco a poco. Kintoki da un salto con todas sus fuerzas, arma levantada y músculos tensados. Casi parece que se quedase en medio del aire durante unos instantes frente a frente, con el arma a punto de golpear. Finalmente le da de lleno contra su espada, soltando una explosión que manda volando a Kintoki y que levanta el viento por toda la zona. Los impactos de los servants cada vez son más duros, y sus movimientos más rápidos y letales, todos seguidos uno detrás de otro. Se nota que buscan matar a su objetivo.

Lou abraza a Elisa suspirando un poco, renovada por las energías de Merlín. No dice nada, solamente observa el combate que está sucediendo en el aire. Kintoki cae derrapando de rodillas parándose con una mano en el suelo, levantando el suelo a su paso para detenerse. Lancer al haberse colocado al lado de Calavera está empezando a atacarle con su lanza, mientras él va parando los golpes y desviando sus golpes con su espada. Produciendo ondas en el aire con cada choque de armas.

Merlín está ahí de observador, mientras el aire calmante vuelve a tomar efecto. Las rosas acarician vuestras mejillas, de la misma forma que la brisa con un buen olor os llena los pulmones. Rodrigo observa desde su posición, acercándose a Frederdick y las chicas para ver su estado.

Calavera acaba encontrando una oportunidad para galopar por el cielo y apartarse de Lancer con una coz de su caballo. Vuelve a levantar el arma en actitud imperiosa. La sangre de sus heridas y el humo negro producido por ellas se arremolinan alrededor de su arma y su aura roja.

Sentid mi odio, esta es mi venganza, la sangre de mi cuerpo forjada en un único ataque.

De él salen cuatro cuerpos fantasmales rojos. Tienen su misma apariencia, pero translúcida y roja. En un abrir y cerrar de ojos cada uno de ellos está delante de cada miembro del grupo, dando un corte rojo y sesgando la carne y la vida de todos los presentes. Demasiado rápido e inesperado. Están ante un enemigo muy por encima de su nivel. Como siga haciendo esos ataques estarán muertos en muy poco tiempo.

Louise está escupiendo sangre, Rodrigo está  en el suelo también, y los servants están ya bastante tocados. Merlín parece estar bastante bien, pero el rival que está ante él está aún de pie y sin aparente cansancio o fatiga. También es que es una armadura andante, así que es difícil de saber. Al menos han conseguido algo de información acerca de su ataque.

Merlín entonces levanta su bastón y se levanta él mismo en el aire.- Eres más fuerte de lo que pensaba. Ese golpe de venganza es bastante poderoso. Pero gente tan lista como nosotros no volveremos a caer en ese ataque. ¿Era tu última baza? Manejas el daño que te hacen, incitas a la guerra y puedes usar el daño y la sangre que ha sido derramado en el campo de batalla para hacer ataques devastadores. Sin embargo, mi Garden Of Avalon ha limpiado toda la sangre derramada, y no volveremos a atacarte entre todos para que no nos hagas esa última técnica de nuevo. Quizás deberías irte antes de que mis chicos se recuperen.- Y ante todo, le dedica una sonrisa. Él desenfunda su arma. Una espada dorada y hermosa a la vista.

El hombre se queda mirándole, sopesando la situación.- Para matarlos a ellos tengo que matarte a tí, mago. Es cierto que sería una molestia alargar esto por culpa de la inefectividad de mis ataques. Habéis tenido suerte de sobrevivir mis dos golpes. He recuperado la Sagrada Fuente que habíamos dejado aquí, y aunque debería haber eliminado a los testigos, no puedo permitirme perder más tiempo por tu culpa. No voy a luchar una guerra que pueda perderse.- Da un golpe a sus riendas y levanta el vuelo. Toma bastante altura y da un golpe en el aire, partiendo la realidad y dejando ver el cielo oscuro al otro lado del reality marble. Antes de salir de gira al grupo.- La próxima vez acabaré con vosotros. No tendréis a ese mago para protegeros. Y yo terminaré el trabajo que he empezado hoy.

...Y se acaba marchando por el agujero...

Merlín resopla muy aliviado.- Fiuuuuuu. Menos mal que se ha ido. Si esto hubiera seguido puede que le hubiera ganado, pero no podría haber asegurado vuestra supervivencia mucho más tiempo. Lo siento chicos. Jaja.- Se acaricia la cabeza mientras baja hacia vosotros. El aire fresco trata poco a poco las heridas, pero de forma mucho más suave y lenta que en el momento inicial.

Elisa miraba hacia el enemigo esperando cualquier señal de debilidad que pudiera aprovechar. Ya fuera cerrar los ojos para evitar a Rider o incluso trastabillar ante alguno de los ataques combinados de los Servants. Contempla a Rider en todo su esplendor, la cual mientras se mueve a rauda velocidad sobre Pegaso hace girar sus dagas con cadena en una peligrosa espiral cortante. Es en uno de estos movimientos en los que lanza una de sus dagas para clavarla en la armadura y mantener al caballero bien enganchado... pero logra librarse de su artimaña.

Cuando Louise se abraza a Elisa ésta le pasa la mano por la cintura sin perder de vista al enemigo. Quiere que se sienta protegida o que quizás se desahogue de la desagradable escena anterior... ¡a nadie le gusta ver a su amiga caer desangrada! Quizás por eso Elisa decidió interponerse en el ataque. En cualquier caso la estrecha un poco mientras esboza una sonrisa confiada, casi en un mudo 'no te preocupes, porque yo estoy aquí'. Típico de Elisa el venirse arriba en algunos momentos.

Sin embargo, a Elisa le cambia la cara cuando el enemigo proclama su ataque. Había dejado pelear a los Servants creyendo que ahora estarían más protegidos sin Tomás de Torquemada. Craso error. Mientras apuntaba con el teléfono al nuevo enemigo, dos figuras de sangre van hacia la posición de las chicas, casi sesgando sus vidas una vez más. A Elisa de hecho empiezan a temblarle las piernas y casi cae y pierde el conocimiento si no fuera por la poderosa magia del hechicero Merlín.

Con hilos de sangre cayéndole de la boca y la cabeza agachada se mantiene oyendo la conversación entre ambos, sosteniéndose con Louise casi entre ellas para no caer. Escuchando sus palabras hace trabajar su mente, empezando a comprender a lo que se están enfrentando. Con el rabillo del ojo mira a Medusa, que también ha sido afectada por el ataque. No le preocupa tanto; sabe que es una mujer fuerte y que no ha hecho nada más que empezar... ¡pero la necesita como su maestra!

Al menos la jerga de Merlín le hace retirarse. Una vez abre un agujero en la esfera de realidad del mago y marcha, Elisa abre la boca para hablar al tiempo que observa el estado de todos sus compañeros. -Él... ya lo entiendo. Es Guerra... uno de los cuatro jinetes del apocalipsis. Posiblemente... sea un Servant de un nivel bastante alto... ¿pero quién lo ha convocado?- Ese es el pensamiento que da vueltas en su cabeza una y otra vez. Recupera el aliento gracias a la magia del mago y se separa de Louise tratando de comprobar si está bien. Ella sabe bastante sobre salvar vidas, qué menos.

-Una... exhibición excelente, maestro Merlín. No podríamos haberlo conseguido solos, muchas gracias. Por suerte he logrado mandar los datos... ¿estáis todos bien?- Intenta no alzar mucho la voz al tiempo que se quita la mochila y la echa al suelo para extraer enseres de su botiquín. Respira hondo y se dispone a ayudar a sus compañeros a estabilizarse. -Avalon es precioso... Me apena no tener aquí mi material para pintar un lienzo sobre este lugar.

-Me da la sensación de que volveremos a verle...- Se ocupa ella de Frederick y quizás Louise de Rodrigo, por ejemplo. -Jajaja... Ahora que lo pienso... esto es como un poco incómodo, ¿no? Ese... Tomás de Torquemada, diciendo en voz alta nuestras intimidades... Solo se ha salvado la mujer caballero de ser nombrada.- Sonríe un poco mirando hacia Lancer para luego tomar algo de aire. -Deberíamos... organizar otra cena cuando volvamos. Creo que es necesario para todos...- Una vez termina con Frederick se levanta, quizás con ayuda de Medusa que se ha acercado a ayudar a su maestra.

-Haré el informe... cuando estemos listos para ir de vuelta. Tomás de Torquemada... tenía a todos esos inocentes bajo su control y a su maestro al borde de la muerte. Logré liberar del hechizo a uno de ellos... así que deberíamos de preguntarle qué es lo que le pasó y si recuerda algo. No me gustaría que ocurriera, pero si recuerda todo lo que ha pasado... no tendremos más remedio que limpiar la evidencia. En cualquier caso, si recuerda algo quizás podamos enterarnos sobre qué ocurrió aquí.- A Elisa se la ve seria, pero apesadumbrada ante la idea de tener que acabar con la vida de un inocente. Es parte del código de los magos que los civiles no se vean involucrados después de todo...

No obstante, también podrían acabar ampliando su informe sobre cómo se originó toda esa barbarie. Eso sería muy útil y posiblemente puntuado positivamente por el sistema NOVA. A todo hay que verle el lado bueno... -Vas a tener que ocuparte tú de hablar con él, Rod. Si no recuerda nada... intenta convencerle de que se ha pasado con la bebida, o con las drogas...

Cuando avenger suelta aquella frase mientras caminaba hacia el enemigo, Frederick no puedo evitar hacer una mueca de refunfuño. ¿Sentimental? Ni que se fuera a poner a llorar o algo, cago en todo. Al menos su servant parecía confiado y con fuerzas renovadas, algo que sin duda alguna le daba una mayor sensación de seguridad. A lo largo de toda la batalla, se había percatado del enorme poder que albergaba y del cual no sabía nada hasta ese momento ¿Qué tan fuerte podía llegar a ser su compañero? Es decir, ha intercambiado golpes con el enemigo de forma igualada, ha aguantado todo el daño que le han hecho y encima ha resurgido en mitad del combate, y por si fuera poco realizó su noble phantasm más fuerte, sin duda alguna tenía que recompensarle de alguna forma cuando volvieran, nada de pizza, comida de verdad.

Al ver que Rodrigo se había acercado a ellos, sonríe y le da una palmada en la espalda, tratando de transmitir algo de tranquilidad a su amigo entre todo aquel caos, que con suerte acabaría pronto. Decía suerte porque la imagen de aquel caballero encima de su corcel armado era una imagen que cuanto menos infundía respeto ¿De verdad serían capaces de acabar con él? Cierto era que contaban con la ayuda del señor que ahora flotaba en el medio del jardín de flores ¿Pero sería eso suficiente?

No tardó mucho en llegar la respuesta, pues cuando vislumbró como todos se desplegaban y atacaban a la par, comprendió que todos y cada uno de sus amigos, estaban acompañados por servants excepcionales.-¡Id con todo! ¡No os contengais!- Rápidamente se da cuenta de que aquello no había sido un buen consejo.

Su enemigo alzó su espada, y de él surgieron algunas copias que se abalanzaron sobre el grupo de masters. Apenas le había dado tiempo a sacar su reloj del bolsillo cuando un tajo rápido y brutal le sesgó el pecho, rajando los pocos jirones que quedaban de su camisa, dejando brotar una gran salpicadura de sangre. Todo se había detenido para él en ese instante, los sonidos, los nervios, su propia capacidad de hablar, lo único que escuchaba era el propia latir de su corazón, cada vez más débil. Por suerte, la brisa que momentos antes ya había curado sus heridas, volvía a surtir efecto, cerrando poco a poco la recién abierta brecha. 

La conversación entre Merlín y el caballero había pasado inadvertida para Frederick, que de lo único que se había coscado era de que su enemigo se había pirado.-Qui-Quitando las heridas pseudo m-mor-tales, eso ha ido bastante bien.- Le costaba hablar aún, debido a la ingente herida que tenía aún en el pecho y que poco a poco se curaba. Al ver que Elisa se acercaba para atenderle de alguna forma, se tranquilizó.-Ha-Hablad por vosotros, mi único pecado ha sido invocar a ese, menuda gracia. Una cena estaría bien, pero nada de comida española.- Frederick sonrió tratando de reincorporarse con algo de ayuda de su amiga. Una vez de pie, alzó la cabeza mirando a Merlín.-Gracias por venir, este campo de flores nos ha salvado de morder el polvo. ¿No le interesaría unirse a nuestro grupo verdad?- Se rió levemente, poniendo una mueca de dolor al hacerlo.

-Verás cuando le contemos esto a Lucius en la siguiente fiesta, se morirán de envidia.- Quizás con aquella historia consiguiera ligar algo. Aunque lo cierto es que cuando Elisa habla acerca de las victimas, Frederick se percata por primera vez de que más personas se han visto involucradas y la mayoría de ellas han muerto por la propia debilidad del grupo, su mirada se ensombrece levemente, avanzando hasta Avenger y apoyandose en su hombro.-Ci-Cierto...el informe. La verdad es que sí, lo mejor será que Rodrigo hable con él...esperemos que todo esto haya quedado como un mal sueño y nada más.- Tras eso, simplemente se limitó a esperar junto a su servant a que la hora de irse llegara.

Merlín y vuestros servants se acercan a comprobar vuestro estado una vez ha terminado todo. La verdad es que el mago es bastante confiable en situaciones como esta. Pero... no hay mucho que hablar. Todos queréis volver a casa cuanto antes. Cuando el jardín desaparece estáis todos en mitad de las ruina arenosas del anfiteatro. Rod se encarga por su parte tanto de despertar e interrogar al sectario-Que no recuerda nada- como de mandar el informe. Antes de que se den cuenta sus móviles empiezan a brillar y pitar como siempre.

-Informe recibido. El sistema NOVA considera su misión completada. Procediendo a evacuar a los cuatro agentes asignados a la misión ID 238479. Por favor, tápense la boca, los oídos y cierren los ojos durante los siguientes treinta segundos.- Y si hacen lo que dice, sienten como si empezaran a flotar, con leves sensaciones eléctricas recorriendo todo su cuerpo. Y de forma súbita, dos segundos de velocidad. Abren los ojos de forma automática, estando en las camas/cápsulas que se usan para teletransportarlos.

Bien. Esto significa que la misión está... ¡Completada!- Por favor agentes, levántense y abandonen la sala. En el tablón podrán comprobar su recompensa. Felicidades por una misión bien hecha.