Partida Rol por web

Aprovechando su cercanía con Lou, bajó un poco la voz y le susurró algo, con la intención de no distraer a Elisa y a Rodrigo, que parecían bastante más concentrados en su pequeña pelea personal. A esa distancia, y dado que Frederick apenas alzó la voz, solo Lou podría saber lo que decía.

-¿Te apetece que al terminar les digamos de ir a comer todos juntos a Elis ay Rodrigo? Así compensamos el otro día que no pudiste venir.- Y aunque conservando su posición sin ceder ni un solo centimetro, Frederick le dedicó una leve sonrisa.

Demasiados trucos de alguien que sabe jugar al baloncesto contra dos chicas que... bueno, habrán jugado alguna que otra vez por las risas y poco más. Elisa intenta arrebatárselo rápidamente y es esquivada, y Louise se trata de echar encima al mismo tiempo pero tampoco es capaz de alcanzarle. Rodrigo simplemente es invencible salvo que tengan algún golpe de suerte. 

Él tendrá muchos truquitos con la pelota, pero...

Elisa siente de nuevo una perturbación en el aire cuando Rodrigo se separa de ellas. Un movimiento en la magia que estaba esperando desde el momento que le provocó la primera vez. Sabe que el truco no le funcionará en una segunda ocasión, pero está claro que ha merecido la pena. Cuando la magia empieza a recorrer el cuerpo de Rodrigo, Elisa extiende el brazo y chasquea los dedos, cancelando su intento de acabar de una vez por todas con el partido. Gira la cabeza dramáticamente y le dedica un guiño, sacando la punta de la lengua de la comisura de la boca algo juguetona. Como a la que se le ha escapado un pedete.

¡Pero aún la jugada no ha acabado para ninguno de los dos equipos! Elisa aprovechando que aún tiene Refuerzo activo se trata de posicionar delante suya para hacer tapón a su disparo y quitarle la pelota. De un par de zancadas le alcanza, salta con toda la potencia que sus piernas -y su magia- le permiten yyyyyy...

Louise corre muy muy rápidamente junto a Elisa, pero ve como un Frederick se le pone delante y le para total y absolutamente el sprint. La calidad de parada de Frederick y de cubrir a Rodrigo en este momento podrían ser comparadas como cierto mago de cierta película. Elisa por su parte continua su ataque, sin embargo, los reflejos de Rodrigo parecen estar a la par de su gran y genuino carisma, evitando una vez más a la chica que no para por todos los medios de intentar quitarle la pelota. Lo peor es que el cabrón de alguna forma lo consigue, y esta vez no se la juega a intentar echarse una vez más el refuerzo.

Cuando se la ha quitado de encima y logra tener un hueco, simplemente tira a canasta. Yyyyyyy... la pelota rueda un poco por el aro, con la mirada expectante de todo el grupo, para finalmente encestar de nuevo a favor del grupo de Frederick y Rodrigo.

Este último se echa de culo en el suelo, sudando tela y respirando muy muy rápidamente. Sonríe y levanta el pulgar a Frederick. -Bien hecho compañero.- ¿De verdad piensa que Frederick ha hecho algo? Si ni ha tocado la pelota en esta jugada. Louise mira a Elisa y encoge los hombros también sudorosa.

Al ver como Rodrigo marcaba en la canasta de Elisa y Lou, Frederick se relajó y abandonó su posición defensiva. Miró una última vez a Lou sonriendo y se acercó hacia su compañero y Elisa. Cuando hubo llegado más o menos a su altura, se tiró al suelo, sentándose también en el suelo. Desde luego, parecía reventado, incluso con algo de mala cara. De vez en cuando, cuando hacía algún movimiento más o menos brusco, una mueca de dolor se dibujaba en su rostro.-¡Ay! Esta magia me deja reventado...-Miró a Rodrigo.-Supongo que ha sido un buen trabajo...¡Pero te has llevado tú toda la atención! La próxima vez seré yo el que destaque, tenlo por seguro.-Y tras eso, le ofreció su brofist, para que este lo chocara.

-¿Vosotras qué tal estáis? ¿Muy cansadas?-No lo decía de manera irónica, pero la verdad es que no era la mejor pregunta para la situación en la que se encontraban.-¡Ha sido increíble como te movías tan rápido Elisa! Viéndote a simple vista nadie diría que manejases la magia de refuerzo. Supongo que tendré que andarme con más cuidado de no enfadarte. Tehehe.- Después, y para no dejarla marginada tampoco, se dirigió hacia Lou-Parece que esta vez no hemos sido capaces de hacer mucho. ¡La próxima vez más y mejor!-

Frederick miró durante un segundo a Brunhilde, esperando que esta les dijese algo al respecto de lo que acaba de ver. O si seguían jugando o algo. Mientras esperaban por nuevas directrices, añadió;-¿Tenéis hambre? ¡Porque hacer tanto ejercicio a mi me ha abierto el apetito a base de bien! ¿Os apetece ir a comer los cuatro a algún lado? Así podemos compensar cuando Lou no vino a lo de la paella.- Y tras eso, se dejó caer al suelo de cuerpo completo, apoyando la espalda y la cabeza en el mismo.

-Tiiiio, estoy muertisimo.-

Efectivamente el tapón de Elisa no llega a tiempo. Antes de que pueda siquiera alcanzar la pelota, Rodrigo tira a canasta en unos instantes que se hacen a cámara lenta para Elisa. Realmente no es tan así, pero se lo imagina de esa forma en su cabeza para darle un poco más de dramatismo. Deja escapar un '¡Ah!' ahogado para luego apretar los dientes, quizás esperando un grave NOOO en slowmo de Louise que nunca llega. 

Finalmente, la pelota da un par de giros de expectación en los que Elisa niega despacio como pidiéndole a la pelota usando telequinesis que no entre. Pero la pelota es desobediente y va y se mete la muy maldita. Cansada, cierra los ojos y deja escapar un suspiro suave de cansancio, para luego sonreír a sus contrincantes.

-Habéis vencido. No creo que quede tiempo para meteros dos tantos... No después del terrible error que he cometido.- Se gira entonces a Louise y la toma de una mano, cerrando los ojos y llevándose el dorso de la otra a la frente, poniéndose melodramática. -Oh, Loui, confiabas en mi y te he fallado con ese tropezón. Qué vergüenza.- La verdad es que parece estar tomándoselo un poco a risa, porque luego sonríe tan tranquila al tiempo que vuelve a tomar la pelota. -Pero no queda otra que intentarlo, hasta que oiga el silbato.

-¡Así que no estamos para responder preguntas ahora, Federico!- Bota de nuevo la pelota a punto de ponerse de nuevo en marcha. Se la ve cansada, pero hasta que no oiga el silbato va a seguir jugando... ¡y más cuando aún le queda Refuerzo por gastar! Mira un momento hacia Brunhilde esperando una respuesta, de reojo.

Louise mira hacia sus compañeros suspirando un poco. Se sienta también en el suelo tomando algo de aire y sudando bastante.- No sé si deberíamos pensar aún en comer nada, llevamos poco tiempo aquí y no sé que planea Brunhilde.- Comenta la chica de su grupo con una leve sonrisa, dándole palmadas en la espalda a Elisa si se le acerca.- Yo tampoco he estado muy bien Lisa, no te preocupes. La nueva estrella es sin duda Rodrigo.- Dice mientras deja escapar una larga risotada.

Rodrigo también está ahí tirado, respirando muy muy rápidamente. Está más colorao que una gamba a la plancha.- Bien hecho chicas, pero soy un hombre que cumple sus promesas, y dije que os daríamos pal pelo, lo siento.- Y se parte de risa tras chocar el puño con Frederick.- Podemos ir después de esto a comer algo, claro, pero creo que todavía no hemos acabado.

De hecho, justo suena el silbato de Brunhilda para reuniros delante de ella.- Venid chicos. Os he visto a todos con muchas ganas. Así que ahora haremos otros entrenamientos. Quiero que entrenéis vuestra coordinación, trabajo en grupo y reflejos. Las muertes súbitas son muy usuales, así que quiero prepararos para ello. Uno de cada grupo tomará la pelota y empezaréis a pasárosla en orden, hasta llegar al último y que este se la lance de nuevo al primero. Tenéis que hacerlo corriendo hasta la canasta. Si se le cae a alguno debéis empezar de nuevo desde aquí. Venga, adelante.- Sonríe mirando a todos y dándole de nuevo al silbato.

Una vez oye el silbato, Elisa toma la pelota y deja de hacerla rebotar para tomarla con ambas manos, acercándose al corrillo. Lo cierto es que se alegra un poco de no tener que seguir el partido de baloncesto para no seguir siendo pisoteadas por Rodrigo. ¡Algo bueno tenía que tener perder de una vez! -Se planeará lo de comer. Pero tras una ducha a ser posible, ¿eh?- Responde de forma amistosa, dejando escapar un resoplido para luego estirarse. Una vez llega a Brunhilde escucha con atención.

-Oh, bueno. Puede ser entretenido esto del trabajo en equipo. Entonces comienzo yo la carrera, lanzo a Frederick y ahí empezamos a hacer el recorrido... Uh, bueno. Espero que salga bien, claro.- Cierra los ojos y asiente frunciendo un poco los labios. Entonces tienen que pasarse la pelota... y empieza ella. Quizás eso haga evidente lo cansada que está o lo torpe que es al respecto. Aunque bueno, 'puede ser entretenido esto del trabajo en equipo'.

Post data: No.

En la primera carrera la pelota rueda muy bajo porque le ha vuelto a dar un tirón en la misma pierna, teniendo que empezar una vez de nuevo. En el segundo la lanza muy baja para Frederick y le endiña un pelotazo en el estómago no muy fuerte pero suficiente para quitarle el aire. El tercer intento se desarrolla cuando ella intenta lanzar y se le va la pelota hacia atrás, lanzando prácticamente nada...

¡Pero al cuarto lo consigue!

Satisfecha pero con una sonrisita avergonzada decide avanzar la carrera hasta que siga su turno. Deja escapar un silbido y mira a Louise como diciendo 'madre mía, hoy estoy fina de narices'.

Frederick escuchó las propuestas de sus compañeros con la mente abierta. Como había dicho Elisa, la idea de una ducha no le parecía para nada mala. Una propuesta que sonaba cada vez mejor en los pensamientos del joven. Para cuando habían conseguido por fin descansar un poco, la rubia oppai se había acercado una vez más.

-Seguro que todo va bien, además, esto fijo nos ayuda a mejorar el trabajo en equipo. ¡A por ello!- Frederick parecía entusiasmado, al menos hasta que el reino del fuego atacó Elisa comenzó a intentar pasarle la pelota. Con cada tiro el miedo del chaval aumentaba, a ese paso terminaría golpeandole en la cabeza con la pelota. Las suposiciones de Frederick no andaban demasiado lejos, dado que al segundo intento, esta le golpea en el estomago.-Hehe...¡N-No te preocupes! Se-Seguro que en nada lo consigues.- Obviamente hablaba de forma entrecortada debido al pelotazo.

Al cuarto intento, los cielos se abrieron y Frederick recibió el pase de su amiga como si de un milagro se tratase. ¡¡Por fin!! Ahora solo tenía que pasarsela de una manera más o menos aceptable a Louise.

Para desgracia de todo, las fuerzas de la física confabulan para que esto no suceda, haciendo que la pelota se vaya un poco a tomar por culo, casi golpeando a los miembros de otro grupo. ¿Habrá sido el balonazo en el estomago? Fuera lo que fuese...AHORA TENÍAN QUE EMPEZAR DE NUEVO!!!!!!

Lo de Elisa ya es de traca. Es verdad que está cansada, pero a la chica ya se le ve una torpeza y una mala puntería evidentes. Ha tenido que fallar ya más de una decena de lanzamientos seguidos sin despeinarse, algunos de las formas más ridículas posibles. Al menos tiene la buena voluntad de no echarse a llorar de la vergüenza que le está dando, tomándoselo con bastante calma.

Frederick tiene que ser ya un amalgama de cardenales por balonazo. Posiblemente lo que le falla a Elisa es la fuerza y la puntería, ya que a la chica se la ve bastante delgada y poca cosa. Lo gracioso es que tras varios intentos más LOGRA LANZARLE bien el balón a Frederick. ¡Y Frederick lo devuelve! Lo peor del asunto es que, bueno... Cuando Rodrigo se la lanza, ella está tan cansada que el balón le golpea en la cara, haciéndola trastabillear hacia atrás y caer de culo.

-Uff... visiones de agujetas...- Se soba la nariz y vuelve de nuevo a la salida. Otra vez a empezar...

Después de el enésimo intento por parte de Elisa de lanzar de una manera medianamente decente el balón, Frederick consigue atrapas la pelota. ¡MILAGRO! ¡MILAGRO! Y rezando para hacerlo esta vez bien, le pasó el balón a Lou, esperando, por su padre, por el de Lou, por el de Lisa e incluso por el de Rodrigo, que esta la atrapase, era lo único que pedía.

El miedo a los cañonazos de Elisa, aumentaba con cada intento...

Tras varios intentos... ¡Elisa va y lo hace bien! Increíble, sensacional. Varios intentos significa que a la cuarta vuelve a ser la vencida, pero eso le sube el ánimo aunque sea un poco, oye. Un lanzamiento ya más acostumbrado, sin fisuras. 

En esta ocasión envía la pelota -más o menos- grácilmente a los brazos de Frederick para que él la tome. ¡Y al menos se pone atenta una vez más para no tener que repetir el dichoso ejercicio!

Frederick acabó taan hasta la polla de tanto intento, que para un tiro bueno que le venía perdió el control de sus manos y lo dejó caer al suelo. Puta vida, otra vez a empezar de nuevo. ¿Qué le iban a hacer? Fuera como fuere, lo único que podía hacer Frederick era devolverle el balón a Elisa y rezar porque la siguiente vez fuera mejor.

Puta vida tete

Todo ocurre muy rápido. Elisa nota que es el último intento, que el destino acaba de decidir su sentencia sobre su equipo. Ella es el inicio y el fin de todo, y tiene las manos que acabarán con el entrenamiento. Bota la pelota y cierra los ojos, mucho más acostumbrada a esos fallos que han abierto cicatrices durísimas en su psique. Esas cicatrices de moral mermada que han convertido cada error en un suplicio, en un sufrimiento del que aprender tramo a tramo.

Pero ella no tiene miedo. Es libre. Libre para hacer rebotar esa pelota una vez más.

-¡Federico!- Exclama lanzándole la pelota con la mejor de sus intenciones. En ese lanzamiento recuerda a Steve y su determinación a la hora de pintar cuadros. Esos gritos de ánimo y júbilo rellenan su alma de la más absoluta determinación, capaz de hacer llegar el balón a buen sino. ¡Y él lo recibe!

Frederick lo lanza. Y Elisa corre, galopa como un caballo salvaje en las llanuras MONGOLAS, mueve sus piernas con el brío de una manada de gacelas, impulsada por el espíritu de la juventud. Un rayo de esperanza se enciende en sus ojos cuando sus compañeros pasan la pelota uno detrás de otro en absoluta coordinación. Frederick a Louise, Louise a Rodrigo, y finalmente...

La pelota vuela hacia ella. Elisa esta vez está atenta, esta vez ha corrido lo suficiente para alcanzar el lugar que Rodrigo le asigna. Salta casi flexionando las rodillas, en completa unión con la naturaleza, en un salto cargado de la voluntad de muchos. Recibe el ánimo espiritual de sus compañeros y allegados, de sus amigos de la infancia, del periquito que tenía de pequeña y murió por una insolación accidental, ¡e incluso del vecino que le caía mal! 

¡Y LA TIENE! ¡ELISA LA TIENE!

Ya está, ya está hecho. Ha recibido la pelota y está energizada por esa enorme cantidad de sensaciones pasionales que llenan su psique de una energía cálida y espectacular. Con la pelota en la mano ella echa el brazo hacia atrás... ¡dispuesta a hacer un lanzamiento! Sus ojos brillan una vez más, en ecos de victoria futura...

-¡Plus... ultraaaaaa!

Y si fuera una serie deportiva, se vería el lanzamiento de Elisa ser repetido en dos o tres puntos de vista diferente con un efecto de sonido demoledor, como si hubiera quebrado la mismísima barrera del sonido. Pero la realidad es otra; Elisa ha lanzado el balón bien... pero con tanta potencia que rebota en la madera de la canasta, luego en el aro, y finalmente en su frente.

Elisa cae al suelo. Primero le tiembla un párpado por la estupidez que acaba de hacer. Y luego se pone a reírse, llevándose la mano a la frente y con una lagrimilla tras ser el segundo o tercer impacto de pelota que se lleva en la cara. Pero al menos se lo toma bastante bien. -Uy... la verdad es que he sido bastante pretenciosa. Lo siento, chicos... me vine arriba.

Esperaba un juicio justo.

Ya, como si el destino se estuviese riendo de ellos, todos apenas tenían ganas de continuar, pese a ello, y en como si fuera cosa de un milagro, Frederick consiguió NUEVAMENTE atrapar la pelota y lanzarla adecuadamente a Lou. ¡POR FIN! Gracias a dios, y si dios quiere, todo acabaría bien. Pero si no...

FREDERICK SE ALEGRARÍA A MUERTE DE HABER ACABADO PARA BIEN O MAL

Brunhilda pita finalmente, parando las actividades que se estén llevando a cabo. La verdad es que se han llevado ahí un buen rato. Les da la enhorabuena a aquellos grupos que lo hayan hecho especialmente bien sonriendo y levantando pulgares de buena fortuna. Sin embargo, cuando llega al grupo de Elisa y Frederick no puede evitar cruzarse de brazos y negar con la cabeza.- Ay chicos. Os he puesto esta prueba para ver vuestra compenetración, puntería y reflejos. Tenéis que SENTIR a vuestro compañero y sin mirar saber que la pelota va a llegar a vuestras manos detrás vuestra. Todo de seguido.- Da un par de palmadas, llamando la atención de todos los que hablen.

-Vamos a ver chicos. Sé que muchos apenas haréis deporte y todo eso normalmente. Pero una mente sana vive en un cuerpo sano, así que debéis limpiaros de impurezas sudando y entrenando vuestro cuerpo. Para la semana que viene quiero que practiquéis puntería y reflejos de alguna forma, aparte de vuestro estado físico. Venir al gimnasio a menudo es bastante bueno. Apartir de hoy quedaremos todos los jueves a hacer sesión física, y espero que la semana que viene algunos déis mejores resultados. ¿Vale?- Y vuelve a sonreir, cerrando los ojos en el proceso.- Podéis iros todos ya, algo más temprano. Practicad, ¿Bien? Señor Frederick y señorita Elisa, vosotros dos creo que necesitáis un poco más de ejercicio, así que no os váis de aquí hasta que consigáis encestar a canasta, recojer la pelota rápidamente y meter otra pelota. Venga.- Y da un pitido de silbato. El resto se va mientras observan a los castigados de la clase... Algunos preguntándose si lo han hecho tan mal verdaderamente. Rodrigo y Louise se sientan aparte, para esperar a sus compañeros de clase. Se ponen a hablar.

Elisa suspira derrotada al oír la evaluación de su senior. ¿Pero de verdad es tan importante mejorar su puntería? Entiende el mejorar sus reflejos y su forma física, pero... no termina de entender mucho el por qué de tanta insistencia a la hora de hacer algo que nunca se le ha dado del todo bien. -Ah, pero...- Resopla un poco, con un ojo cerrado al responderla. -Pero si deporte hago... pero no de pelota.- La verdad es que en eso no se equivoca... ¡es alguien variada, y eso incluye deportista! Para una cosa que no ha puesto en práctica y va y causa esa malísima impresión el primer día de prácticas...

Al escuchar sobre su castigo Elisa parpadea sin entender nada. Pero... ¿por qué tanta maldad? Es decir, quiere pensar que de verdad lo necesitará en su adiestramiento, pero... ¿es realmente necesario ponerla a hacer el ridículo delante de todos sus compañeros? ¿y por si fuera poco lastrar a su grupo? El ánimo se le va un poco, y vuelve a botar la pelota para hacer un ejercicio más.

Y de nuevo empieza. Frederick acaba con el problema rápidamente; desde el primer entrenamiento había sido visible que el chico tenía buena puntería. Con ella no se cumple lo mismo, en absoluto. Elisa lanza una y otra vez sin descanso, apenas teniendo la oportunidad de recoger la pelota una vez es lanzada. Simplemente no sabe lanzar bien; el balón se va fuera una y otra vez, y eso le hace fruncir los labios con evidente frustración.

Saber que sus compañeros están allí esperando a que acabe de hacer el ridículo le encoge un poco el corazón en el pecho. Posiblemente quieran irse y estén siendo lastrados por ella y por su incompetencia. ¿Por qué tenía que ocurrir eso el primer día? Ella tiene muchas virtudes... ¿tenía que encontrarle justo un defecto y explotarlo de esa forma? 

Una y otra vez falla y erra. La mayoría de estudiantes se han ido ya, notando en su nuca las miradas de sus compañeros que posiblemente estén pensando 'a ver cuándo coño esta tía encesta ya'. De reflejos no va mal, pero el cansancio la tiene hecha una ruina tras tanto lanzamiento, y de ánimo tampoco está bien. 'Supongo que esto es combustible para poesía' Suspira autocompadeciéndose un poco. La cosa no está tan mal; podría estar muchísimo peor.

Tras incontables intentos, Elisa acaba cumpliendo el ejercicio. Lanza, encesta, toma la pelota y rápidamente vuelve a encestar. Todo eso posiblemente debido a un brote de suerte. Cierra los ojos y se marcha a tomar su bolsa deportiva, volviendo con sus compañeros algo apagada. Les dedica una sonrisa de perfil suave. -Lo lamento. Deberíais haberos ido a comer algo ya en lugar de esperar. Creo que iré a casa; aún hay arroz de anoche.

Sin decir mucho, empieza a caminar para irse. -Gracias por la práctica, Brownie.- Dice de espaldas sin muchas ganas de quedarse allí. Cierto es que perdió hace tiempo el sentido de la vergüenza... ¡para algo es una artista! Pero... ahora mismo tiene ganas de comer y luego hacerse un ovillo y no pensar mucho, agotada. Hace un cabeceo a su Servant para informarla de que ya se van. Quizás frente a ella si que le ha dado algo de vergüenza todo el espectáculo.

Después de todo aquel ejercicio, Frederick estaba ya un poco cansado. La verdad era que hacer lo mismo una y otra vez no le había dejado un buen sabor de boca. Cosa que no mejoró cuando Brunhilde llegó y dejó las cosas claras sobre como habían desarrollado la actividad. Vaya...al final habían sido los únicos que no consiguieron hacerlo del todo bien...una pena. El pobre chaval andaba algo desanimado, aunque sin perder la sonrisa que llevaba siempre con orgullo. Con un suspiro quedo, trató de responder de la mejor forma posible;-No es que no haga deporte...simplemente destaco más en otras cosas. ¡Sea como sea! ¡La puntería es una de mis mejores cualidades! Solo es que he tenido algo de mala suerte tehehe.-

La actividad que les había impuesto la senior le parecía un poco injusto para con la pobre Elisa...la chica no parecía demasiado centrada en tirar cosas, era normal, si se le daba mal...¿Qué iba a hacer? La verdad es que la cara de desespero de la muchacha rompía el corazón del inocente no tanto Frederick.-No te preocupes Elisa, sin duda alguna lo conseguirás.- Y con una sonrisa alzó su pulgar hacia la chica.

Después de todo aquello, regresó a su propia actividad, la cual, acabó a la primera sin mucha dificultad. Tras encestar la segunda canasta, giró un poco la cabeza y miró a la rubia, sonriendo de manera afable.-Listo.-Tras eso, miró a Elisa nuevamente, mientras esta aún seguía a lo suyo.-No te preocupes Lisa, te esperaremos hasta que acabes, no hay ninguna prisa.- Tomando asiento en el suelo, espera pacientemente hasta que su compañera acabe.

Al final, cuando esta consiguió terminar su objetivo, Frederick aplaudió mientras sonreía.-¡Bieeeen! Lo has hecho genial.-Aunque esto a primera vista podía sonar un tanto sarcástico, lo cierto era que el tono y rostro de Frederick, denotaban todo lo contrario, lo decía en serio ¿Como era posible que después de estar ahí tirado a saber cuanto tiempo aún estuviera de tal buen humor? Un misterio de la vida sin duda alguna.

Para cuando esta viene a comentarles algo, el chaval no tarda en responder;-No es nada, tampoco nos vamos a ir a comer sin una compañera del grupo. Tehehe-  Frederick aprovecha para mirar tanto a Rodrigo como a Lou, que a saber que están haciendo.

Tras unos momentos, el chaval espera a ver si Brunhilde dice algo, y si lo dijise, esperaría a que esta acabase. De no ser así, cogería rápidamente su mochila e iría tras Elisa, verla marchar de esa forma no hacía sentir del todo bien a Frederick. A él no le gustaría que si estuviese deprimido o triste por hacer algo de manera erronea los demás le dejasen solo. ¡Eso nunca! Y corrió rápidamente junto a su amiga, sin decir nada, solo sonriendo y saludándola con la mano.

¿Qué debería comer hoy? 

¿No íbamos a comer todos juntos? Bueno ¡Otro día!

Brunhilda al ver que está Elisa tan decaída aplaude bastante cuando termina de conseguirlo. Le da un par de palmadas antes de que se vaya, intentando darle algunas palabras de ánimo.- Lo has hecho bien Elisa, el primer paso es estar dispuesta a acubrir tus debilidades y mejorar. Nos vemos la semana que viene anda, y descansa. Lo has hecho muy bien hoy, mejor que el resto.- La senior sonríe y le guiña el ojo, cogiendo ella sus cosas y marchándose también. Que obviamente se ha quedado esperándoles.

Louise y Rodrigo también estaban esperando, hablando de cosas aleatorias como videojuegos. Al ver que Elisa termina también aplauden, dispuestos para irse. El hecho de que se vaya de repente si les pilla algo de imprevisto, así que Rodrigo aprovecha para invitar a Louise a comer. A Frederick no. Hay cosas que se deben hacer solo, colega. Y dicho esto... acabaría el primer día de entrenamientos, ahora solo queda practicar. Mucho.