Partida Rol por web

Asiento ante las palabras del conjurador y le contesto.Vete pasando la  voz a los demas de lo hemos visto y lo que sospechamos.Uniendo el gesto a la palabra y acercandome uno por uno voy advirtiendoles de que tengan cuidado y de la existencia de los tatuajes en cada uno de los habitantes.

Veo como uno de los nuevos, lleno de manchas de sangre, sudor y  armas, de metal se detiene para dirigirse hasta mí.  

Demostrando la poca cortesía que tiene, es directo en la pregunta si ni siquiera presentarse. Bien comenzamos,  pue. Pienso

-Buenas tenga caballero, mi nombre es Pecler soy los ojos de nuestra amada Mariscal y pongo orden en pequeñas disputas cotidianas, Por lo que se podria decir que soy un agente de la autoridad. - Me detengo mirando su rostro, para ver si le   ha quedado claro mi cometido en el lugar, - Ademas de que soy uno de los primeros sacerdotes que saldrá a divulgar al resto de la tierra sobre los increíbles dones de nuestra amada Señora. En cuanto a tu pregunta me parece - digo rascándome la barbilla con curiosidad - me parece que te refieres nada menos que a nuestra Mariscal que en unos momentos veras, digo señalando la casa de pueblo con la puerta cerrada y sin ventanas. 

Farin ve a mucha gente, y razas distintas se fija entre la multitud en un enano, este esta de espaldas y marcha hacia el mercado. 

Pues en este lugar como se comento conviven muchas razas distintas. 

Lycyn va avisando de que los habitantes del lugar coinciden en que tienen en distintos lugares, tatuajes. 

Y Nomdil el conjurador comienza a tener ganas de ver a la Mariscal 

Cojo el brazo del joven, que brazos más duros y fuertes tiene, mi hermana se queda mirando celosilla. 

- Sabed, que  tenemos una cabaña amplia y unos campos mirando al lago si os dejais de buscar aventuras, podrías quedarte con nosotras, ¿que mejor aventura que ver como crece  los campos labrados  por uno día a día?. -Le miro dejando mi melena libre al viento- Pero no nos alejemos, que la mariscal os va a recibir  en cualquier momento.  

Estamos mi gente y yo esperando ante la puerta, deseosos de ver a a la Señora de este lugar y ver que tiene que decirnos, nuestros niños sin embargo comienzan a jugar con los del lugar, lo juventud es la juventud. 

LLego ante la puerta y Toco dos veces con la palma de mi mano, me aparto de esta y espero. 

-MIRAR la puerta comienza abrirse. Por fin escucharemos a nuestra Señora, desde luego hoy hemos salido de la rutina. 

Elerent sonríe.- Es una Aventura interesante , no cabe duda mi dulce dama, quizás pueda vivirla con vos cuando resuelva unos asuntos, más no os preocupéis, si os place y el tiempo esta de nuestro favor, siempre podemos hacer una "prueba" de como sería esa aventura Diaria...- Dice con un tono pícaro y provocador, es entonces cuando ve que las Puertas se abren, parece que la Matriarca va a salir.-Vaya...Hay esta...Quedaros conmigo Nylia, cuando terminemos de tratar con la Líder podemos seguir nuestra conversación.- Dijo con sonrisa segura y a la vez amable.

La puerta se abre sin ruidos extraños, es gruesa y pesada pero la abren con mucha facilidad, con pasos muy silenciosos,  sale de esta,  la joven de cabellos Pelirrojos, y  una brisa cálida  mueve sus melenas, (como si fuera a cámara lenta) 

deja detrás la puerta  esta como si tuviese un muelle se cierra poco a poco.

Mira a su gente con gran orgullo y luego de tiene la mirada no a los campesinos que vienen con vosotros sino a cada uno de los miembros de la Hermandad. 

Permanece en silencio sin decir nada. 

Me quedo al lado del joven mientras veo salir a la Mariscal. 

Miro a los que han venido con armas a mi reino, viendo que han conseguido gracias a mis indicaciones llegar hasta este refugio,  por desgracia estoy rodeada de la oscuridad,   pero en esa media hora que les ha costado llegar hasta aquí muchas cosas les ha podido pasar. 

Me siento tranquila en cuanto comiencen hablar sus  corazones me dirán la verdad.  

- Mehtara, han llegado estos forasteros, al parecer en busca de refugio para estos campesinos, pero nada me han dicho de ellos. - digo  acercandome a la joven, me gusta mucho su olor a brisa calidad. 

- Oh, es usted la dama que vimos en el charco acidosos y nos enseño el sendero para pasar. por lo visto nos tiene que volver a ayudar. 

Clavo la mirada en la pelirroja sin saber a que atenerme por una lado nos salvo pero por otra parte algo es muy raro aquí.Hago una ligera inclinacion de cabeza a modo de saludo y espero a ver que pasa.

Con 18 en obsrvar: 

te das cuenta enseguida que no lleva nada que contenga grandes cantidades  de metal

lleva en su espalda colgado un pequeño escudo de madera,  tal vez con dos simple ataques se le rompería, 

Un Mangual de madera y cuero diseño enano, pero si se usa mal seguramente se rompería.

en la cintura tiene un canuto de dardos echo de caña 

Lleva tres pergaminos pequeños de piel de animal podrían ser runas. 

Un amuleto tipo Toquen como el que vosotros teneis y otros tres más pequeños que podrian ser mágicos. 

va vestida muy ligera como en la foto pero aunque parece que sea metal lo que lleva es decir sus cortas prendas, si te fijas no son más que una imitación 

Llegamos a la casa de la mujer de los cabellos como el fuego y al poco tiempo se abrió saliendo de aquel lugar la dama que habíamos visto anteriormente y nos había conducido hasta aquí.

Tenía ganas de desenmascarar esta farsa, pero espere a ver que os decía, debíamos andar con mucho cuidado, sin duda era muy peligrosa.

Elerent observa a la mujer de cabellos rojos que sale al encuentro de todos. El joven le dedico una reverencia respetuosa.-Sois Vos...No había duda, en vuestro rostro se veía que teníais una gran responsabilidad a vuestro cargo, vuestro pueblo es muy hermoso, os felicito por ser capaz de darles a toda estas razas una oportunidad de tener una buena vida, es algo que os honra, y sobre todo, gracias por cedernos el honor de ver este hermoso lugar, quizás nuestra gente tenga una oportunidad aquí junto a vosotros.- Hablaba de forma respetuosa y cordial, a la vez que esbozaba una sonrisa.