Entiendo, su Majestad. Iremos con los guardas, pues. Hago una nueva reverencia a modo de despedida, y me preparo para marchar. A pesar de todo sigo incómodo y curioso por lo secreto del asunto...
Yo ya estoy ^^
Vuelvo ha hacer una reverencia nuevamente. – Intentaremos no defraudar la confianza que depositáis en nosotros.
Permanezco atento a los soldados que nos han escoltado.
Aquí el sargento no nos lo indicara a gritos y daríamos una imagen muy pobre ante el Rey.