-¿Mr. People? Al habla Jerome Chevalier –dice alguien entrado en años en un inglés impecable aunque un tanto melodioso- líder de SHIELD Europa. No cuelgue, por favor, tengo algo importante que decirle. No tengo ni que comentarle que la presencia de robots asesinos en una estación de Rotterdam me preocupa, pero si le digo que colaboraban con Maggia en un intento de secuestro de un genio ruso de la robótica que acababa de llegar, supongo que le despertaré la curiosidad... Verá, llevamos tiempo conociendo de sus actividades y tolerándolas, no puedo evitar tener cierto sentimiento justiciero romántico, pero me presionan para tomar medidas. Ya que se ha visto implicado en los incidentes de la estación y que imagino que se siente movido a actuar al respecto (o de lo contrario no habría entregado esas tarjetas a los otros héroes de la estación –ey, ha dicho otros, a ti también te ha considerado... y es algo que suena bastante bien-, he creído oportuno contactar con usted para ofrecerle un pacto: su colaboración en este asunto a cambio de un indulto. Tiene mi palabra de que mientras sea director de SHIELD Europa, respetaremos sus actividades, siempre que éstas no afecten a la buena marcha de ninguno de sus países, claro está. ¿Qué me dice, le interesa?
Te quedas un rato por la zona evaluando la situación. La verdad es que has salido bastante bien parado dadas las circunstancias, no te puedes quejar, pero la estación es otro asunto, particularmente la zona de obras, que ahora precisa una reconstrucción evidente.
Puedes observar la llegada de un helicóptero hospitalario, así como la llegada de un pequeño ejército de policías holandeses, pero también algunos coches negros claramente pertenecientes al gobierno. En circunstancias normales esa sería sin duda esa tu señal para desaparecer de allí, pero movido por la curiosidad, todavía remoloneas tratando de averiguar algo de esos otros héroes de la estación: la chica de la tablet es atendida y transportada al helicóptero, la diosa al cabo de un minuto ya puede valerse de sus propias voluptuosas piernas para moverse, el mago ya iba camuflado y seguro que ha desaparecido sin dejar rastro (no se ve al mochilero por ninguna parte)... No queda mucho más que hacer por ahí. Entonces ves que la diosa va a abandonar la zona en taxi, pero justo antes un “policía” adopta una apariencia anodina completamente diferente y le entrega una tarjeta... De lo más curioso.
Sigo teniendo recursos en la recámara para engancharte por otro lado, pero como veo tu interés en los otros PJs, dejo que seas tú el que decida qué haces.
Lo de los robots era curioso, sin duda, pero bueno, yo iba a pasar un poco de todo aquello, les daría mis conclusiones y adiós muy buenas. Y me iba a molestar en escribir algo porque era interesante y yo era un poco gilipollas que incluso cuando me habían dado un balazo aún pensaba en ayudar a alguien con aquello.
A duras penas conseguía andar a un paso normal, pero al menos, había conseguido que el médico me diera el alta, eso sí, pensaba ir a tumbarme en el sofá y comer chocolate hasta que se me saliera por las orejas. Estaba hasta medio deprimida. Encima ni las ratas habían ido a visitarme aquellos días y yo ahí muerta del asco. Una cosa era que no quisiera que me molestaran mientras estaba trabajando y otra muy distinta que no quisiera que me hicieran compañía mientras estaba convaleciente. Yo al menos les habría mandado un mail o algo...
Apenas había dado dos pasos resoplando cuando apareció aquel tío en mi puerta y ni siquiera me dio tiempo a abrir la boca, y casi mejor, porque me iba a acordar de toda su familia.
Y de ahí vi a un hombre por videoconferencia que no se dignó ni en respirar mientras hablaba como si le fueran a cobrar los segundos que estuviera abriendo la boca. Esperé un rato allí quieta esperando a que se dignara en dejarme abrir la boca.
- No se ofenda, pero no soy inmune a las balas y sigo teniendo un agujero cosido, así que tanto como recuperada... - La mueca que puse imaginaba que le diría el resto.
Claro que había escuchado el resto de la conversación y aunque aquel podía ser el trabajo de mi vida, seguía bastante cabreada con el mundo en general.
- Les pasaré todos los datos que recogí de ellos y las conclusiones también si las quieren, incluso alguna que otra conjetura, pero para empezar.. - bufé. - Aún no soy capaz de andar derecha y ya me estáis pidiendo ayuda.. Además, que me parece que un balazo una vez en la vida ya es suficiente.
Negué con la cabeza.
- Sí, ya sé... Vi rayitos y demás cosas así que creo que ya van sobrados en cuanto a seguridad, pero aquí el tiro se lo llevó la tonta del bote de la tablet. Gracias, pero creo que paso. Además, no puedo ayudar a nadie si la próxima vez me matan.
Aquí la gente se pensaba que a una la daban un tiro y no se acojonaba. Yo no era una especie de coleccionista de heridas de guerra y tampoco me iba a morir de hambre, aunque tuviera que dedicarme a diseñar despertadores, así que se podían meter el trabajo y las balas por donde ellos viesen.
-Entiendo sus reticencias, señorita Sullivan, pero me veo obligado a insistir: la vida de miles de ciudadanos corre peligro. Esta vez ha sido un incidente aislado, pero me temo que si logran dar el siguiente paso, en la Torre Europa, la situación pueda descontrolarse. Todo el piso superior del rascacielos es un inmenso complejo automatizado, *robotizado*. En la estación transformaron una máquina excavadora en un enorme y muy peligroso robot. Supongo que no hace falta que le diga qué podría salir de la Torre Europa, ¿verdad? Y todo ello en Londres, nada menos. ¿De dónde dijo que era su familia? Por supuesto, usted impone las condiciones de seguridad, diga qué podemos hacer para que se sienta más segura mientras colabora con nosotros y lo haremos. Piénseselo, pero no deje pasar mucho tiempo, vamos contra reloj. Gracias por su atención.
Ante aquella insistencia me puse en la situación que me estaba queriendo mostrar aquel hombre y fruncí el ceño porque no me gustaba nada eso de tener conciencia.
- Puta mierda de... - Prácticamente gruñí, mostrando que no me gustaba nada ni su insistencia ni la decisión que estaba empezando a tomar.
- Como vuelvan a dispararme... - Dije antes de decir nada, aunque no terminé la frase.
Me tocaba mucho las narices tener que decir que sí, pero no podía dejar que un robot tipo Gozilla se paseara por toda una ciudad llena de gente.
- Está bien... - Prácticamente lo gruñí como hice con el resto. Este sería el peor trabajo de mi vida. - Pero estaría genial que así de primeras me dieran al menos una muleta para andar...
Ahora iba a tener que trabajar para una panda de listos y mi humor, distaba mucho de ser bueno. Normalmente, siempre gruñía bastante o era irónica hasta matar, pero vamos, ahora seguro que se les quitaba las ganas de tenerme cerca.
Siempre podían tener suerte y cuando volviera al trabajo estar un poco menos irascible, aunque viendo que no iba a poder moverme demasiado, lo creía poco probable.
Mi curiosidad parece vencer a mi prudencia. Examino la zona, parte de las cámaras han quedado destruidas y tengo a tiro a cierto morfo. Es mi oportunidad.Oculto mis rasgos entre la capucha y la braga que llevo al cuello para que no pueda verme bien. Además debido al frío imperante es normal que alguien vaya abrigado. Me teletransporto al lado del que acaba de entregar la tarjeta y le digo a modo de pregunta en inglés con acento neerlandés:
- No sabía yo que la policía entregara tarjetas...
Me mantengo a distancia ya que si ese morfo intenta atraparme desapareceré. Vigilo a mi alrededor porque comprobé las capacidades de este extraño personaje. Parece tener la capacidad de duplicarse además de modificar su aspecto. Me intriga saber para quién trabaja ya que es posible que sea una organización afín a la que está detrás de Hanna y de mí.
INCISO ASINCRÓNICO
Aún no se ha despejado el "campo de batalla" cuando comienzas a despedirte de los héroes que han participado en la contienda con los robots y los que más tarde sabrás sicarios de Maggia. Despedirte, claro, a tu manera, es decir, a través de la entrega de las tarjetas de WTP y dejando claro tu condición de mutante polimórfico para dar pie a posteriores encuentros, cuando alguien se planta a tu lado. No ha llegado caminando hasta ti, te habrías dado cuenta (¿verdad?). Es el hombre de la lucha acrobática, el que comenzó la lucha como una sombra y que luego comenzó a danzar en torno al gigante de hierro azuzándole con golpes de sus propias manos.
-No sabía yo que la policía entregara tarjetas... -dice en inglés con acento neerlandés.
Lleva los rasgos ocultos por capucha y braga, lo que en otra época podría resultar sospechoso, pero que dado el frío imperante no resulta tan extraño. Se mantiene prudentemente a cierta distancia, pero lo suficientemente cerca como para no haber tenido que levantar el tono de voz. Su pose te dice que más que estar a punto de saltar hacia ti, más bien se mantiene a la defensiva, su prudencia vencida por su curiosidad.
Puedes postear un mensaje sólo para vosotros dos directamente, sin necesidad de utilizarme de intermediario, aunque estoy a tu disposición para posibles aclaraciones.
Tras el ajetreo de fin de año, tu manager te ha “concedido” unos días de descanso, lo que te viene que ni al pelo teniendo en cuenta los incidentes de la estación. No es que hayas acabado físicamente destrozada, eso no te pasa nunca, pero el terrible golpe, el estrés de entrar en combate con algo más allá de lo humano, te tenían un tanto trastocada. No ha pasado ni un día desde entonces cuando alguien llama a la puerta de la habitación donde te encuentras descansando (fuera hace un día horrible y frío, cosas de la zona y la época, inevitable pero no por ello más agradable). No es tu cámara (tiene un par de días libres) y no has pedido nada nuevo al hotel, así que no puede ser el servicio de habitaciones.
Cuando abres la puerta ante ti hay un señor trajeado con más bien poco estilo, lo que vendría a ser un traje de trabajo “estándar”, si eso es posible. Se identifica como Alfons Truffaut, agente de SHIELD Europa, lo que significa más bien poco para ti. Prosigue con la presentación, indicando que su organización se dedica a la seguridad europea, como la lucha anti-terrorismo, una suerte de inteligencia supra-estatal. En cualquier caso, su jefe ha visto los videos de las cámaras de seguridad de la estación y quisiera hablar un momento contigo, si no es inconveniente... Tomando tu momento de silencio como un asentimiento, el tipo entra en tu habitación y coloca el maletín que llevaba bajo el brazo encima de tu cama, lo abre y resulta ser un ordenador portátil de última generación. Unos pocos clics más tarde aparece la imagen de un hombre en la pantalla.
-Buenos días, mademoiselle Ishtar, es un verdadero placer poder conversar con usted. Mi nombre es Jerome Chevalier, director de SHIELD Europa. No he podido evitar reparar en su magnífica figura y la espectacularidad de los rayos que ha puesto de manifiesto en la actuación de ayer en la estación. Me alegro de que se encuentre bien, recibió un golpe que pareció de lo más desagradable. En cualquier caso, no deseo interrumpir su descanso, seré breve: durante el enfrentamiento en la estación usted abatió con un rayo a un villano que se hace llamar Herloger, una suerte de mecánico que animó tanto a los pequeños robots como al gigantesco. Cayó, pero no encontramos rastro alguno de él cuando acabó la batalla. Ese hombre, si es que lo es, nos tiene tremendamente preocupados, parece capaz de animar cualquier máquina transformándola en robots y por lo que hemos averiguado recientemente pronto va a actuar de nuevo, esta vez en la Torre Europa(1), en Londres. Eso podría ser un desastre. Hasta el momento no habíamos tenido más que escaramuzas contra sus creaciones, pero sus capacidades se nos escapan de las manos y querríamos contar con su colaboración para detenerlo. Ya hemos considerado las molestias que le ocasionaríamos a nivel profesional, así que hemos considerado que a modo de compensación le costearíamos una actuación en lo más alto de la capital británica, filmándola desde todos los ángulos posibles y le ofreceríamos todo el material aprovechable para que pueda utilizarlo con fines promocionales o como crea más oportuno. Seguramente preferiría usted consultarlo con sus agentes, pero por desgracia esta información no puede llegar al dominio público, así que tendrá que decidir usted sola... ¿qué me dice?
El hombre del traje entra en la habitación, y luego despliega una especie de espejo mágico sobre la cama; en seguida, un hombre mayor aparece en la superficie y empieza a hablar acerca de robots, (así es como llaman en la televisión a los autómatas con los que luché), y de un tal Herloger, que parece ser su creador.
Mis gustos están más cerca de asistir a fiestas de sociedad y visitar tiendas de moda que de perseguir a maleantes por toda Europa, pero cuando empieza a hablar de las posibilidades promocionales ya me empiezan a brillar los ojos. Además, en Londres hace menos frío que en este lugar, y aquí ya no tengo nada que hacer después de la cancelación del programa.
Con mi sonrisa cien mil veces ensayada ante el espejo, me encaro al espejo mágico. "Pueden contar conmigo, ¿cuando salgo hacia Londres?".
NOTA-RECORDATORI: holaaaaaaa.
CONVERSACIÓN ASINCRÓNICA
A la pregunta implícita del joven, el policía emplieza a rejuvenecer, cambiandole el color del cabello, así como la forma y textura de la ropa, adquiriendo la apariencia de un vulgar estudiante universitario. - A veces no todo es lo que parece.- Mirando los destrozos ocasionados por el monstruo metálico, comenta. - Veo que es usted un joven más que capaz. Si en alguna ocasión necesita ayuda, por favor, no dude en llamarnos. Digamos que somos una organización que sabe apreciar los talentos "ocultos". En el domicilio que le he indicado puede encontrar cobijo y discreción. La decisión es suya, pero me gustaría que entendiera que el trabajo en equipo siempre es más eficiente.-
Dicho esto, el "joven estudiante" le hace un gesto de saludo, contestando el móvil que suena en ese justo momento. - Voy para allá- dice. Mirando de nuevo al joven que tenía delante, y tapando con una mano el auricular del móvil, añade. - Piénseselo, por favor.- Guiñándo un ojo, se da la vuelta y se marcha del lugar.
Perdón por el retraso en contestar, pero es que el DJ me ha dicho que te diga que cuando tu me has dicho lo que has dicho, yo tenía que decirte algo....
Pues eso. Queda dicho. ;-)
PD: para más información sobre la "organización" mira el historial del PJ.
- Oh, no! ¿Porqué precisamente ellos?.- Es el primer pensamiento que le llega a la mente. Lo del "indulto" sonaba bien. Ya se las había visto con las tropas de élite de los EEUU en aquel feo asunto "Wiki", y aunque había sobrevivido, le había costado la mitad de sus "otros yo", un terrible dolor de cabeza y infinidad de horas para reorganizarlo todo. No quería repetir con SHIELD. Ya había probado sus métodos con el asunto "Far Enought", y si bien tenía dudas que pudieran llegar a "eliminarlo" totalmente (y SHIELD lo sabía), sí podrían hacerle suficiente daño como para dejarlo fuera de juego. Pero aceptar dicho trato era como entregarle las llaves de tu coche nuevo al diablo y pedirle que te acompañara a casa mientras echabas una cabezadita en el asiento trasero.
- Ya. Un indulto...- Reflexionó en voz alta. - No se ofenda, Sr. Chevalier, pero tanto usted como nosotros, sabemos que el "indulto" no podría llegar a salvar todas las actividades que llevamos a cabo, puesto que muchas de ellas implican habitualmente atacar estruturas de estados, y SHIELD bien lo sabe. No obstante... - continuó Mr. People.- ... supongo que un "no" sería de muy mala educación, así que mejor dejémoslo en que SHIELD y WTP tienen "confluencia temporal de intereses comunes".-
Mirando por la ventana del despacho, el ir y venir de los coches, de la gente, en su vida anodina y normal, pensó en la repentina aparición del monstruo metálico en la estación y el daño que podría haber causado de no estar allí alguién para detenerlo. Maggia. Algo había oído hablar, pero ahora no podía precisarlo.
- Ni a usted ni a mi le apetece recoger cadáveres de inocentes aplastados en estaciones de tren.- Puso el altavoz en el teléfono y se dirigió a su ordenador, empezando a teclear. -Le propongo un nuevo trato, Jerome, que evitará "incomodidades" tanto para SHIELD como para WTP.- dijo, finalmente. -Si vamos a colaborar debe ser recíproco. Sí, haré el trabajo "sucio", e intentaré detener a Maggia, pero a cambio quiero acceso a la información que tenga SHIELD sobre el tema. TODA la información. -Continuó tecleando.- Ahora mismo estoy creando accesos a través de un paraíso informático con servidores en Laos, de manera que SHIELD y WTP podrán "hablar" sin tener que dar explicaciones a nadie.-
Añadió.- Usted no tendrá que "disimular" ante sus superiores nuestras actividades, y nosotros seguiremos haciendo... - sonrió para si mismo- ... lo que hemos estado haciendo siempre. Pero ambos estaremos "colaborando" en un mismo objetivo. ¿Estamos de acuerdo?-
-No se preocupe, lo que me ofendería la inteligencia es que me hubiera aceptado sin más. Una tregua entonces -el hombre hace una señal con la cabeza a alguien que no está en pantalla y puedes ver como la transferencia de datos, tanto de entrada como de salida, comienza- Sería conveniente que mañana por la noche se encontrara usted o alguien de su organización hospedado en el hotel. Hemos reservado habitaciones, cena y sala de conferencias para el grupo de héroes de la estación. Apreciaría que la próxima ocasión fueran un grupo en vez de un montón de individuos actuando sin orden ni concierto... -"Transferencia completada" se oye de fondo en la videoconferencia- Encantado de haber tenido este tête à tête con usted. No se meta en líos.
La pantalla tiene un fundido a negro característico y tras teclear por cerca de un minuto, compruebas que los informáticos de SHIELD Europa son *buenos*, han cortado toda posibilidad de rastrearles, no han dejado más huella de su paso que el hecho de que tus servidores han sido accedidos y la fecha de creación de los archivos, pero sabes que esos archivos son comprometidos, y que sería más prudente deshacerse de ellos. Pero antes la curiosidad te pide a gritos echarles un vistazo...
Los archivos hablan de Maggia, la famosa organización criminal de origen italiano metida en todos los negocios sucios imaginables, en especial la extorsión, blanqueo de dinero, juego y drogas. Tienen fuerte presencia en Italia, pero también en Estados Unidos y sus diferentes familias marcan territorios, que luego se disputan con otras mafias de diferentes nacionalidades [en definitiva, la versión marveliana de la mafia italiana].
La familia de Maggia que se ha visto implicada en los incidentes de la estación es la familia Zambuto, que normalmente opera en la zona de Amsterdam-Londres-París. Una familia importante y bien provista, pero generalmente bastante discreta, no es dada a grandes exhibiciones. Su especialidad es el espionaje industrial y los chantajes. Tras la "batalla" sobrevivieron dos de sus miembros y se les pudo interrogar, gracias a lo cual se supo que se planea un ataque a la torre Europa esta misma semana. Lo que no sabían era el objetivo real del ataque, pues se estaba orquestando para Herloger.
¿Y quién es ese tal Herloger? Pues el creador de esos engendros mecánicos. Parece una especie de cyborg, aunque no están seguros ni de esa parte. En cualquier caso una gran parte de su cuerpo es mecánica, si es que no es directamente un androide. Herloger quiere decir "relojero" y creen que sus capacidades son puramente mecánicas, no es capaz de controlar ordenadores (por fortuna), así que en eso le aventajáis. Creen también que todo el berenjenal que montaron en la estación era sólo como distracción para secuestrar a un genio de la robótica proviniente de Rusia, y que venía protegido por dos agentes de SHIELD. De ellos sólo ha sobrevivido uno, y ése sólo gracias a la intervención de Svyatoslav Vorobiov, uno de los héroes de la estación. Los Zambuto no se andan con chiquitas y Herloger se diría que mata moscas a cañonazos, sí. Por lo que parece Herloger es capaz de reconvertir máquinas en engendros robóticos, aunque con limitaciones que todavía no tienen muy claras los de SHIELD.
También hay unas fichas sobre los otros integrantes del grupo:
-Erika Sullivan: científica y empresaria extremadamente brillante. Si se hubiera dedicado a la armamentística podría haber sido una Stark a la europea. Ha tomado la vía de los ordenadores.
-Gabriel Corvinus: discípulo del mismísmo Doctor Extraño. Sus poderes no hacen sombra a su maestro, pero se le puede considerar un mago hecho y derecho. Tiene lazos con Latveria todavía por acabar de aclarar.
-Ishtar: superheroína mediática que dice ser una deidad antigua. La evidencia no parece ir en su contra. Capacidades de vuelo, regeneración y ataque con relámpagos. Tiene una llamativa carencia de capacidades tácticas.
-Kjetil Rekdal: mutante recién descubierto por SHIELD, sus datos son alto secreto y no los pueden desvelar, pero sus capacidades son ataques a distancia a través de bolas de fuego, notables capacidades de movimiento, amplios conocimientos de artes marciales.
Todos han sido reclutados con éxito (con más o menos reticencias) por el señor Chevalier...
Tras los incidentes de la estación, las cosas parecen volver a la normalidad... pero no es así. Aunque tienes una habilidad casi innata (o que al menos no sabes muy bien de dónde viene, cosas de ser un amnésico), de desaparecer del mapa, hay cosas que se te escapan, como la tecnología. No se puede controlar todo lo que hay: cámaras de tráfico, cámaras en los cajeros, lectores de tarjetas de crédito, móviles... Y por ahí es por donde te atacan en esta ocasión, aunque dadas las circunstancias, parece que podría haber sido mucho peor: 3 días después de la "batalla" de Rotterdam Centraal, suena tu teléfono móvil.
-Soy Jerome Chevalier, por favor, no cuelgue, tengo algo importante que decirle. Dirijo la organización de SHIELD en este continente y nos ha sorprendido su participación en los incidentes de la estación, positivamente. El destino ha tenido a bien hacer coincidir a una serie de grandes individualidades allí y ahora yo estoy tratando de reunirlas de nuevo, conscientemente, pues la situación lo requiere. Esta semana habrá un ataque contra la torre Europa, el emblemático rascacielos de Londres(1) y el responsable será el mismo que estaba tras los robots de la estación: Herloger. Sólo que en esta ocasión, si logra su objetivo, lo que correrá peligro no será una estación de trenes, sino toda una ciudad. Su actuación, la de usted, puede considerarse como la más eficiente de los que estaban allí, así que no voy a dudar en ofrecerle una amnistía si colabora en esto con nosotros. Para usted y su pareja. ¿Qué me dice?
(1) edificio ficticio de más de 150 plantas de alto, proyectado para alcanzar las 200 y para convertirse en un referente mundial y símbolo de Europa.
Cuando una organización llamada SHIELD me ofrece este trato por teléfono pienso primero en Hanna. Ella es mi prioridad y una amnistía la pondría a salvo y protegida. No tengo mucho tiempo para pensar pero necesito aclarar algunas dudas que me surgen.
Lo primero que pregunto es:
- ¿Son ustedes los que van detrás nuestra, los que quieren matarnos? ¿El Abuelo trabaja para ustedes? ¿Son los que me adiestraron?
Si los que intentan matarnos son los que van detrás nuestra no podré aceptar, además dispongo de otra organización que se mostró interesada en mis servicios y de momento no me han pedido nada.
- ¿Qué clase de amnistía?...porque lo único que recuerdo es eliminar a los que enviaron a matarnos...Hanna es una prioridad, no puede pasarle nada de nada...
A veces tengo vagos recuerdos de otros enfrentamientos, fragmentos incoherentes...palabras en otros idiomas que resuenan en mi cabeza. Sé que hice cosas muy malas pero no soy capaz de recordarlas.
-Vaya, parece que los informes eran correctos... No, no y no. Nuestra organización, en ningún caso, persigue el asesinato como objetivo, aunque no negaré que pueden haber bajas. Tengo cierta edad, pero no soy abuelo, fisiológica o metafóricamente.Y no, definitivamente nosotros no adiestraríamos a alguien para hacer lo que usted hizo. No entremos en detalles, creo que eso le haría más mal que bien. Tiene mi palabra de que Hanna no sólo será amnistiada, sino protegida, si accede a ello. Lo único que queremos es su colaboración. Si está de acuerdo dígame dónde podemos localizarla y nos haremos cargo de su seguridad. A cambio, deberá estar usted mañana en el hotel de la torre Europa, Londres y colaborar con el grupo de héroes de la estación en frustrar un nuevo ataque de los robots. ¿Trato hecho?