Partida Rol por web

La planta 16, un piso por encima de la última planta de los laboratorios de la Torre, está caracterizada por dar cobijo a uno de los restaurantes más grandes de la ciudad en estos momentos. A esa altura se encuentra por encima de la mayoría de los edificios de su entorno y la distancia que separa a la Torre Europa del resto de rascacielos de la zona hace que casi siempre disfrute del poco sol que pueda hacer en Londres y de buenas vistas de la ciudad. En la planta se dispone todo lo que un restaurante de categoría pueda necesitar: cocinas, almacenes, cámaras refrigeradas, sala de descanso del personal, oficinas para contabilidad y dirección... y, por supuesto, el restaurante en sí.

Al llegar a ella, junto con Walter, Bigfoot y Michelle veis la primera señal inquietante: las puertas del ascensor han sido forzadas y el ascensor, medio metro por encima de la planta, está vacío y con restos de vidrio en el suelo. Han disparado a la cámara de seguridad, no han perdido el tiempo en averiarla de otro modo. Si hubo alguien en el ascensor, como sostenía Erika, ya no está ahí.

- Walter, Bigfoot, izquierda. Michelle conmigo, derecha.- Las ordenes de Mr. People son concisas y claras. Los agentes se distribuyen rápidamente, buscando alguna presencia de enemigos o algún lugar por el que podría haber huído.-

Diversas caras de confusión en el local denotan que algo ha pasado, incluso hay un hombre levantado en una mesa mirando... hacia las puertas de la cocina. Allí algo se cuece(1), porque justo acabas de oír el ruido de ollas cayendo al suelo allí mismo.

Rodeando a los clientes, ambos equipos se dirigen hacia las puertas de la cocina. Mientras Walter vigila el restaurante, Michelle y People se sitúan uno en cada lado de la puerta de la cocina. Bigfoot prepara una granada de destellos y visualiza rápidamente el interior de la cocina por la alguna apertura de la puerta (una ventana o por la rendija).

Por lo bajo, People informa a sus compañeros de la situación.

No se ve nada claro, especialmente teniendo en cuenta que tratáis de no ser detectados, pero al parecer hay alguien a quien dos muchachotes bien musculosos están llevando casi en volandas hacia un rincón de la cocina. En el interior de la cocina hay gritos y ruido de cosas metálicas cayendo al suelo, sin duda es un entorno lleno de obstáculos y el "bulto" que llevan no se lo está poniendo fácil. Al parecer no os han detectado.

A todo esto, la última vez que te has comunicado con la sala de control ha sido a través del comunicador... pero no has "sentido" a tus guardianes. Oh, porras. Aunque no has sentido dolor ni nada. Esto de tener que concentrarse en tantas cosas a la vez te tenía que pasar factura tarde o temprano. Vas a necesitar una caja de aspirinas después de esto.

-A mi señal...- susurra People a sus hombres, a la vez que alza tres dedos. Cuando el último dedo cierra la mano en un puño, Bigfoot hace honor a su mote y con una tremenda patada abre de par en par la puerta de la cocina. Automáticamente Michelle y Walter entran en la cocina cada uno por un lado y People entre de frente, apuntando los tres hacia los dos "muchachotes". Bigfoot entra el último, cubriendo a sus compañeros la retaguardia.

-¡Las manos bien a la vista, cualquier movimiento abrimos fuego!- Grita People. Brevemente envía una orden para que tres de los diez hombres que se dirigían hacia el parquing, suban lo más rápido posible a la Sala de Control.

Los dos hombres, de una corpulencia extraordinaria, se giran hacia vosotros. No parecen muy rápidos de reacción. El hombre, vestido con una bata de laboratorio, no cesa de forcejear, pero está claro que no va a poder librarse de la presa del "gorila" él solo. Se miran por un instante entre sí y el que sostiene al hombre le gruñe más que dice algo, "rgavia", a lo que el otro asiente y pone una sonrisa de lo más desagradable... extrae una jeringuilla de su bolsillo y se la inyecta a sí mismo. La situación acaba de la manera más extraña, pues el hombre se desploma al suelo entre estertores musculares.

-¡¡IZQUIERDA!!.- Grita People, a lo que Walter y Michele apuntan y disparan al gorila que permanece de pie.

People a su vez, dispara indiscriminadamente a las rodillas del que se acaba de inyectar la jeringuilla. No hace falta ser muy inteligente para entender que no puede ser nada bueno que alguien que está siendo apuntado por tres subfusiles decide inyectarse algo como salida al problema. Así que, se convierta en lo que se convierta, al menos que lo haga sin rodillas.

Bigfoot mantiene la vigilancia en la retaguardia.

Mientras dispara, informa a base de gritos brevemente por el comunicador, al escuchar las preguntas de Kjetil.- NEGATIVO. OCUPADO.-

Disparos y más disparos, todos tratando de evitar dar al rehén, pero poco más. En un instante la sangre lo salpica todo, los gritos curiosamente resonando más a vuestro alrededor que por parte de los impactados por las balas. Observas la sangre en el puño del inyectado antes de que acabe de caer al suelo, tal vez él mismo fue el que destrozó las cámaras a su paso con sus propios puños. Desde luego parece lo suficientemente alto, fuerte y bruto para hacerlo.

Cuando al fin cesa el estruendo de las armas de fuego sólo se oye el sollozo del rehén, que cae al suelo junto con su captor, indemne pero absolutamente acojonado (no así el gorila, que escupe sangre gracias a un par de impactos en su voluminoso pecho), un cocinero chillando como una niña y algunos cacharros metálicos de cocina todavía resonando después de todo el movimiento causado por los trabajadores de la cocina al ponerse a cubierto.

El resultado: un gorila tosiendo sangre, sin fuerzas, desplomado en el suelo junto al montacargas al que trataba de acceder, y otro todavía con estertores, salpicado de sangre y con las rodillas ensangrentadas, pero ni abiertas ni nada de nada. NO, repito, NO ha sido incapacitado. Puedes ver que desde el suelo se está incorporando y se dispone a atacar, acaba de cogerse a una mesa metálica de la cocina, que rechina con su agarre. Sus músculos se han hinchado como globos, las venas se le han hinchado también y su tono de piel es ahora verdoso.

-¡DISPERSIÓN Y FUEGO A DISCRECIÓN!.- Grita la orden Mr. People. Inmediatamente todos (incluido Bigfoot) se separan formando un semicirculo alrededor del matón que arranca mesas, abriendo fuego desde todas las direcciones y evitando a la vez caer en fuego cruzado.

Michelle, más ágil que sus compañeros, se lanza sobre una de las mesas, rodando por encima y aterrizando en el lado opuesto, no sin causar todo un estropicio entre la cubertería de cerámica carísima. Inmediatamente se desplaza sobre su izquierda y descarga el arma al que lanza la mesa. Por su parte Walter, poco más puede que agacharse a fin que la mesa pase volando sobre su cabeza. El problema viene cuando la mesa le impacta de rascada en el lado derecho de su casco, haciéndolo voltear y lanzándolo hacia atrás, con la suerte que cae sobre unos sacos de arroz que amortiguan el impacto, aunque queda aturdido.

Bigfoot, el último en llegar en escena, dispone del tiempo suficiente como para ver la mesa volar hacia ellos. Afortunadamente, al estar tan retrasado y junto a la puerta, dispone del tiempo suficiente como para dar un paso hacia atrás para parapetarse tras de la pared que separa con el restaurante. Con el arma preparada, espera ver pasar la mesa y acto seguido vuelve a entrar en la cocina para abrir fuego contra el mismo blanco que su compañera Michelle.

People desgraciadamente estaba justo enfrente del animal que lanza mesas. Cuando ve la mesa dirigirse hacia él, rápidamente dobla las rodillas tumbándose de espaldas, pasándole la mesa volando a pocos centímetros de la cara. Dicha posición le permite no obstante mantener el blanco que tenía inicialmente, así que sin pensárselo, levanta el arma y vuelve a disparar casi a bocajarro sobre el mismo.

Una lluvia de plomo se abate sobre la ahora verdosa masa de músculos. Pese a que sólo parece una bestia de carne y hueso, su musculatura hiper-desarrollada le permite absorber buena parte de los impactos y se diría que el daño en sí ya no lo siente, o al menos no como una persona normal... pero su cuerpo sufre un shock masivo por la acumulación de daños. Su ropa está ensangrentada y su cuerpo es lanzado hacia atrás hasta que golpea contra la pared a su espalda. Superado su umbral del dolor, el mastodonte verdoso desfallece, cerrando los ojos.

Milagrosamente, o tal vez fruto del "entrenamiento" y coordinación, la lluvia de balas se ha concentrado considerablemente, ningún disparo derivando de unos palmos, tal vez un metro. Como consecuencia, al acabar el tiroteo el rehén sigue de una pieza y sin más metal en su cuerpo que al comenzar el mismo. Gimotea, eso sí, cubierto en sangre del grandullón abatido.

Michelle, moviéndose rápidamente, se dirige hacia el otro grandullón y con la culata lo noquea. Acto seguido empieza registrarlo. Por su parte Bigfoot agarra por el chaleco a Walter y lo ayuda a incorporarse, poniéndose ambos en posición de proteger a sus compañeros y vigilando el entorno.

People no se lo piensa dos veces. Levantándose se acerca a grandes zancadas hasta el rehén. Sin bajar el arma, y apuntándolo.- Buenos días. ¿Podría decirme qué relación tiene usted con ellos y porqué pretendían llevárselo? Le advierto que el arma está cargada y ahora mismo la adrenalina controla mi cuerpo, por si piensa hacer alguna tontería.- Le dice educadamente.

-¿¡Eh!? ¿¡Qué!? ¡No, no tengo ninguna relación con estos, estos... monstruos! -exclama el atribulado científico. Es un científico, no cabe duda, con su bata de trabajo cubierta de sangre, pero impoluta antes de la situación. Manos suaves como el culo de un bebé, mente incapaz de asumir la realidad de un mundo violento fuera de las pantallas de los cines... sí, seguro que es un friki -Soy el jefe de un proyecto de robótica unas plantas más abajo, yo, ¡yo sólo venía a por mi café, joder! -añade, al borde de las lágrimas.

Y así se hubiera acabado la tensión de la situación, con una anécdota sobre un científico cagón, si no fuera por el hecho de que las comunicaciones de repente se cortan. Sólo se oyen chasquidos por los auriculares. Parece que al final sí han conseguido cortar las comunicaciones por radio...

-¡Mierda!.- Exclama People.- A la sala de control, con la cerebrito.- Ordena. Dicho esto, el grupo entero se moviliza de vuelta a la sala de control a fin de averiguar qué demonios ha pasado.

El trayecto que os separa de la sala de control es tan sólo de 6 plantas. 6 plantas con todo el equipo a cuestas y prisa. Afortunadamente tu gente es gente en forma, así que sólo es cuestión de tiempo, y no demasiado, llegar hasta allí. Manos a la obra... o pies, en este caso. Inutilizados como están los ascensores, no queda más remedio que usar las escaleras.

Planta 15. Planta 14. Planta 13. Planta 12. Planta 11. Planta... ¿eso es ruido de impactos y explosiones? Sí, definitivamente sí. Esa debe ser la planta correcta.

-Posiciones.- Ordena People a sus agentes, situándose dos en cada lado de la puerta, echa un vistazo rápidamente por entre la puerta, escondiendo inmediatamente la cabeza.