No me paré demasiado hablando con el jefe, pues tampoco es que me cayera demasiado simpático, pues entre otros, fue por su culpa el que yo estuviera ahí en vez de descansando en mi cama, es decir, en mi casa, pero bueno, al menos todo había salido bien, que era lo importante.
Eso sí, cuando mi " cuidador o compañero " me encontró encerrada en el armario sonreí traviesa, como si hubiera estado jugando al escondite, pues había sido como algo parecido, sólo que para evitar interrupciones.
El día de trabajo aún fue largo, aunque yo me puse la música y me metí en mi mundo de nuevo, hasta que al fin terminé lo que tenía entre manos y me dejé acompañar hasta la habitación, cojeando algo más de la cuenta después de estar todo el día trabajando.
- Sí, creo que ya me está diciendo que me tumbe boca abajo unas horas... - Le respondí por eso de la herida. - Hasta mañana!!
No hubo muchas ceremonias más antes de que me metiera en mi habitación pues estaba cansadísima.
Una vez se había cerrado la puerta de Erika, me doy la vuelta y me largo a mi habitación a dormir un rato también, después de todo nunca estaba de más hacerlo aunque fuese un poco. Tras una ducha, duermo un par de horas y me vuelvo a vestir para ir a la reunión de la mañana.