EL Fénix observó con detenimiento los documentos que Shouchiro ofrecía a cada una de sus peticiones. -"Es muy amable Kitsuki-sama, aquí se encuentra toda la información escrita que necesitamos".
La conversación se tornó tensa con la intervención del Tonbo y tratando de ser diplomático, Daiki retomó las preguntas. -"Interesante, así que el punto de inflexión según vuestra impresión es la muerte de su sucesor y la búsqueda de otro. Sin embargo, sabemos por palabras de Mirumoto Masayuki-sama, que posee más familiares con cargos de confianza, como Mirumoto Hikari-sama que se ocupa de los temas civiles de la zona o de Mirumoto Hoshi-sama, yoriki del territorio. ¿Qué podéis decirnos de ellos? Sabemos que ayudaron a Kaiu Junichi-sama en la construcción de la presa, pero poco o nada sabemos de ese Cangrejo. ¿Sabéis si se encuentra en el castillo de Mirumoto Masayuki-sama?¿Podemos hablar con él?"
El Fénix dejó unos instantes para que el Karo contestase a sus preguntas, antes de continuar. -"Además quisiéramos saber acerca del segundo al mando de las guarniciones de Hagashidani Mura, Agasha Isao-sama. Sabemos que posee a una centena de samuráis y que ocupa el puesto que ocupaba el difunto hijo de Mirumoto Kobo-sama. ¿Qué podéis decirnos de él?"
El Fénix ofreció una media reverencia mientras pronunciaba sus última palabras. -"Reconozco que os estoy pidiendo mucho, pero todo cuanto conozcamos de antemano, nos ayudará a poder reconstruir los hechos y poder traer pruebas tangibles a Mirumoto Masayuki-sama sobre lo sucedido en Hagashidani Mura, os doy las gracias de antemano".
El Kitsuki sonríe, satisfecho de poder lucir sus conocimientos - Hikari-san procede del clan de la Libélula. Debido a la ausencia de lazos con los kami su familia consiguió que fuese educada por los cortesanos Kasuga. Es una administradora notable con muy buena cabeza para los números - ahora adopta un tomo más conspirativo acercándose a Daiki y a Yuya - Personalmente creo que la idea de la presa partió originalmente de ella - se yergue , carraspea y sigue recogiendo pergaminos - Por desgracia la muerte de Kenzo-sama la ha dejado destrozada. Tanto es así que después de guardar los treinta y cinco días de luto correspondiente sigue vistiendo de negro y no ha hecho ni el intento buscar un nuevo pretendiente. Ojalá Benten se apiade de ella.
Tuerce el gesto al hablar de Hoshi - No, no, Shiba-san. Estás confundido. Hoshi no es un Mirumoto. Ni siquiera es samurái. Solamente es un heimin que ya dirigía la aldea antes de que Kobo-sama se instalara en las tierras. Es un hombre ya muy anciano, tiene casi cincuenta años. Los samurái que han tratado con él lo definen como un hombre honesto, trabajador y que ha adquirido una tosca sabiduría con los años - Suspira y menea la cabeza - No seguiré hablando de él. Es muy posible que Kobo-sama le haya hecho ejecutar después de este desastre y no quiero atraer a su espíritu perturbado - Hace un gesto de protección con las manos y reflexiona antes de hablar de la última persona por la que ha preguntado Daiki.
Agasha Isao-san es una persona... interesante. Tras su gempukku ingresó en la orden de Togashi, pero según sus maestros era demasiado indisciplinado e impaciente. Su maestro, que antes de la Guerra de los Clanes tenía contactos con los Hida, consiguió que Isao-san fuese entrenado con los bushi de la Muralla Kaiu, sirviendo con distinción durante cuatro años, hasta el punto de que llegó a ganarse el título honorífico de "dragón blindado". Acudió con los Cangrejo a defender Otosan Uchi durante el Segundo Día del Trueno. No ha hablado nunca de lo que le ocurrió allí, pero cuando el Noveno Kami fue nuevamente desterrado Isao-san tenía el pelo blanco y su ardor guerrero había cambiado por una extraña calma melancólica. Es de los pocos soldados que han pedido quedarse en Higashidani Shiro de forma permanente, y hasta que Kobo-sama le nombró su lugarteniente sus planes eran ingresar en la Orden de Shinsei lo más pronto posible.
Una criada entra en la en la estancia y se arrodilla inclinándose hasta tocar el suelo con la frente - Soichiro-sama, hemos dispuesto la selección de tés que nos ha pedido en el salón del ala norte - dice cuando él le da permiso para hablar.
Excelente, Yuko-chan. Ahora voy. - tras despedir a la criada el Kitsuki hace una reverencia de despedida - Ha sido una conversación muy agradable, pero ahora debo dejaros. No olvidéis que necesitamos esa información lo antes posible. Que Koshin os sea propicio en vuestro viaje...
Domo arigato, Doheki. Traeré una piedra de Higashidani Mura, por supuesto. Es posible que necesite tus sabios consejos alguna vez más en este viaje, pero eso no tiene sentido hablarlo ahora, ya nos preocuparemos de nuestras conversaciones futuras cuando lleguen. Espero que sean igual de agradables que esta.
Cuando la conversación con el kami termina Saiki se dirige a sus aposentos a preparar el viaje, no sabe cuáles van a ser los planes de sus compañeros, pero ahora tiene su misión un poco más clara y no le importan demasiado los detalles.
Saiki ya está preparada para partir, prepararé mi caballito, que obviamente es un caballo de montaña, más apto para tierras dragón que unicornio ;) (si tengo que mover piedras pues igual me viene bien), se irá a descansar y se levantará temprano para los rezos propios de un shugenja, y para pedir ayuda ante la misión que les viene. Me es un poco igual por donde haya decidido ir el grupo, así que por mi ya podemos partir cuando sea.