Cuando Botines termina de contar su historia veis aparecer a Juggernaut y Arianna al fondo de la plaza. Parece que han venido andando rápido.
-Botines... ¡Estás realmente majareta! Si esos bichos existen te aseguro que en el único sitio donde no querrías estar es donde vayan a aparecer. Para serte sincero yo me contento con proteger a mercaderes, pueblos o ciudades de bandidos u otras criaturas menos peligrosas. Dace se rió finalmente pues había utilizado un tono alegre y bromista en su respuesta. No es que no creyera que esas criaturas no existían, había visto suficientes cosas extraordinarias para pensar que era posible que si, pero realmente no quería verse frente a ninguna. Se consideraba un hombre valiente, pero había cosas que podrían hacerle plantearse cuan bravo era. Vaya, por allí vienen Arianna y Jugernnaut. Te dije que no tardarían mucho. En unos minutos estaremos en camino. Giró a Imperioso para hacer una indicación a sus compañeros de donde se encontraban esperándolos.
-Allí están. Y están los tres. Vamos, Arianna -dijo Juggernaut sin detenerse siquiera en su avance imparable. Recorrió la distancia que los separaba del resto y acabó planteándose ante ellos, brazos en jarra, las piernas separadas y una sonrisa de oreja a oreja-. Hola -dijo escuetamente a modo de saludo.
Dace sonrió a sus compañeros recién llegados y los saludó.
-Hola Arianna, hola Juggernaut. ¿Que tal ese paseo por la ciudad? Espero que os hayáis despedido de Nexus en condiciones, estaremos un tiempo fuera. ¡Tenéis que escuchar la historia que nos ha contado Botines! ¡Ha dejado a Jade sin habla! Dace se rió, en realidad Jade nunca hablaba mucho, pero no dudaba que tendría preparada alguna pregunta para su nuevo amigo. Botines, diles lo del... ¿Leviatán has dicho?
Sabía que lo había llamado de otra forma pero ahora Dace no recordaba exactamente como, pero si estaba seguro que a sus amigos les encantaría aquella historia. Incluso ellos puede que si hubieran oído hablar de alguno.
Botines saluda con la mano a los recién llegados.
- Eh... es sólo una historia de mis viajes, Dace ni siquiera termina de creérsela ¡Piensa que estoy loco! - se rie pero enseguida vuelve a la conversación.- Ya os contaré la historia por el camino... Bueno, pues ya estamos todos ¿no? Quizás lo mejor sea ponerse en marcha - echa un vistazo al cielo, observando la posición del sol.- En realidad ya se nos ha hecho un poco tarde... ¡No importa, conozco el camino!
Parece animado por la idea de volver a ponerse en marcha.
-Como queráis. Si hay que ponerse en marcha, ¡adelante! Que no sea por mí que nos quedemos atrás. Y si Dace te toma por loco... es que estás loco -dijo atronando todo con sus carcajadas-. Ya sabes, es el jefe y hay que hacerle caso. Dace, ¿ha ido todo bien? ¿O ha habido algún problema mientras estábamos ausentes?
Arianna saludó a sus compañeros al llegar junto a ellos con un escueto gesto de su cabeza y escuchó atentamente todo lo que unos y otros se dijeron.
-Si, adelante. Creo que Jug y yo eramos los últimos en llegar, cuanto antes partamos antes llegaremos a ese lugar -dijo mirando escuetamente a Botines, con cierta curiosidad en sus ojos aunque, al no estar visible su rostro no se podía saber exactamente qué estaba pasando por su cabeza.
Con todo el grupo reunido no hacía falta demorar la partida por más tiempo, así que Dace dio media vuelta con su caballo y lo encaró hacia la salida de la ciudad.
-Tenéis razón, será mejor que nos pongamos en marcha ahora mismo. Botines, adelante, tu eres el que conoce el camino. Se volvió hacia Juggernaut mientras continuaba al paso que el desconocido guía les marcaba. Ningún problema, todo está bien y el Capitán Risa y el resto de hombres nos esperan fuera. Hice que recogieran vuestras cosas, deberíais tenerlo todo en uno de los carros. Intentaremos avanzar lo más posible hasta que anochezca antes de parar a comer algo y pasar la noche. Al alba volveremos a ponernos en camino.
Botines sonríe ampliamente cuando Dace da la orden de marchar.
- ¡Estupendo! En marcha entonces - exclama y se pone a andar dirigiendo al grupo.- Como se ha hecho un poco tarde pasaremos la noche en una taberna del camino, será divertido...
Acompañados por el sonido del bastón de Botines golpeando el suelo a cada paso, franqueais la puerta principal de la ciudad, sin tener muy claro cuanto durará el viaje.
De nuevo juntos, los cuatro compañeros, acompañados por Botines y los Halcones del Destino al completo, cruzan el hermoso puente que indica el límite final de la ciudad. Embargados por un creciente sentimiento de esperanza, a cada paso se reafirman en sus decisiones.
El Destino les ha puesto en el camino correcto, pero aún queda mucho por hacer... ¿Encontrarán nuestros héroes a su compañero perdido cerca de la aldea de Spoke del Norte? ¿Será efectivamente aquel el camino correcto o les está esperando una trampa allá dónde se dirigen?
Tantas y tantas preguntas cuyas respuestas tendrán que esperar.
Mientras tanto, lo mejor será disfrutar del camino...
- FIN DEL CAPÍTULO I -