Partida Rol por web

“Si permitimos que la Buena Gente nos rodee, estamos muertos. Risa, lleva a tus hombres al sur ¡Ahora! Nuestras tropas necesitan refuerzos antes de que esos bastardos penetren en nuestras filas”

Te criaste entre las filas de los Lobos Hambrientos (Una reputada compañía mercenaria) y siempre soñaste con convertirte en un famoso y rico capitán mercenario. Tu habilidad marcial y tus brillantes tácticas te permitieron hacer realidad ese sueño. Ascendiste rápidamente de la infantería a la caballería hasta ser considerado el más leal de los lugartenientes del capitán. Cuando las tropas bajo tu mando consiguieron salvar a la compañía entera, el capitán supo que había encontrado un digno sucesor y te entregó el mando de los Lobos Hambrientos. Durante quince años conseguiste muchas victorias y ganancias, convirtiendo a los Lobos Hambrientos en una de las más famosas compañías de mercenarios de las Tierras de los Ríos. Sin embargo, a medida que comenzaste a sentirte viejo, no pudiste soportar la idea de retirarte dejando las batallas a otros soldados más jóvenes. Recibiste la Exaltación justo antes de que los estragos de la edad te condujesen a morir en combate o a un retiro no deseado.

Pero la Exaltación se cobró un alto precio, forzándote a abandonar el liderazgo de los Lobos Hambrientos. Al ser consciente de que muchos de tus hombres te consideraban ahora un peligroso monstruo, decidiste dejar el mando en manos de uno de tus más competentes lugartenientes y abandonar la compañía llevándote contigo a una docena de hombres que te seguirían hasta la muerte. Esperando convertir a aquellos hombres en el núcleo de una nueva compañía de mercenarios, les llevaste a la ciudad de Nexus, dónde ofreciste tus servicios al Consejo de las Entidades a cambio de la promesa de protegeros de la Partida Salvaje.

Estás decidido a dar lo mejor en esta nueva vida, a utilizar tu fuerza y tus habilidades para cambiar el mundo. Cada día es una nueva victoria en tu vida. A pesar de todo, tus hombres son lo primero, y cada plan que no tenga en cuenta su bienestar resultará inaceptable. Tus hombres saben esto, y esa es la principal razón por la que te seguirán a cualquier parte y arriesgarán su vida por ti.

Es un hombre alto y fuerte que ronda los 40 años de edad. Lleva la cabeza afeitada y en su barba se pueden ver abundantes canas. Tiene unos penetrantes ojos azules, que decoran su tosco y curtido rostro. Cuando no está en batalla viste pantalones sencillos y la camisa que suele llevar bajo la armadura. Su única concesión a su condición de Exaltado es un par de joyas doradas que lleva con orgullo.

“El mundo puede volver a purificarse por completo, y el proceso comienza aquí y ahora”

Te criaste en Nexus, nunca conociste a tu padre y tu madre murió cuando eras un niño. Tuviste que robar para sobrevivir hasta que fuiste capturado y vendido a un comerciante de gladiadores. Peleaste contra hombres y bestias, armado y desarmado… Has luchado en tantas batallas que hace mucho que perdiste la cuenta. Hace poco ganaste tu libertad, aunque para ello debiste pagar el precio en sangre y muerte. Sin embargo, una vez libre, le diste la espalda al mundo que te esperaba para volver a entrar en la arena, el único mundo que realmente habías conocido.

Como gladiador libre conseguiste muchas victorias, te llenaste los bolsillos de dinero y te hartaste de vino y mujeres, pero en tu interior no sentías otra cosa que un profundo sentimiento de vacío. Cuando recibiste la Exaltación fue como si despertases de un largo letargo, como si tu vida hasta ese momento no tuviera importancia y no fuera más que un sueño borroso. De repente estabas más vivo que nunca y el sentimiento de vacío se desvaneció. Era una señal, una señal que indicaba que debías salir y explorar el mundo sin temor a las consecuencias. Reuniste sólo lo necesario y te adentraste en el bosque, bajo la atenta guía y protección del Sol Invicto. Allí, rodeado del silencio de la naturaleza, fue la primera y última vez que te cuestionaste por qué habías sido elegido. Tras una dura reflexión diste con la respuesta: habías sido elegido porque durante toda tu vida habías buscado un propósito, un objetivo que perseguir. El Sol Invicto te había revelado ese propósito, sabías exactamente lo que había que hacer, en tus manos quedaba hacerlo realidad.

Has experimentando lo mejor y lo peor que la vida puede ofrecer y ahora sabes que la pureza de los Solares es la pureza del trabajo duro, la pureza del sudor que purga el veneno del cuerpo. Estás totalmente convencido de nuevo propósito, te has adentrado en el mundo decido a convertirlo en un lugar justo y nunca, nunca, has vuelto la vista atrás. Si debes ser un ejemplo de honestidad para el mundo, será por tus actos y no por tus palabras. Piensas que los Vástagos del Dragón no tienen porqué ser vuestros enemigos pues la verdadera amenaza proviene del Kaos (los bárbaros, la Buena Gente y los Lunares corrompidos). Estas dispuesto a perdonar siglos de matanza indiscriminada si realmente sirve para cambiar las cosas. Eres un guerrero y así fuiste entrenado, pero serás el diplomático que el mundo necesita si el destino así lo quiere.

Es más grande y más fuerte que casi cualquier otro hombre, es su herencia de tantos años dedicado al combate de gladiadores, pero a pesar de ello es capaz de moverse con la gracilidad de un felino. Es un hombre austero, no lleva más que sus armas y la ropa que lleva puesta, pues su mayor tesoro no es algo que se puede perder o te puedan robar. Para recordar siempre su bien más preciado decidió tatuarse al Sol Invicto en el pecho, así lo llevaría siempre cerca del corazón.

“Este poder es una herramienta que el Sol Invicto nos ha dado… y pienso utilizarlo”

Una vez fuiste la ayudante del bibliotecario en una gran biblioteca en el Umbral Norte. Tímida como un ratón, hacías todo lo que te ordenaban, limpiando y colocando libros en sus estantes durante todo el día, con la esperanza de traspasar la barrera impuesta por el hecho de ser mujer. Durante la noche concentrabas tus esfuerzos en la lectura, devorando un libro tras otro en busca del conocimiento que pudiera granjearte el ansiado reconocimiento. Pero por mucho que te esforzaras, seguías siendo una mujer, lo que te hacía imposible alcanzar tus objetivos… hasta que alcanzaste la Exaltación, pues el Sol Invicto y sus hijos no entienden de géneros.

Los textos olvidados de la biblioteca se convirtieron en tu tesoro oculto. Los tomos de magia y hechicería, libros que los Vástagos del Dragón buscaban para sus propios fines y que resultaban inútiles para cualquiera no Exaltado, fueron tus guías y tutores y descubriste reinos del conocimiento que sobrepasaban a los de cualquier sabio erudito. Todos los que se habían burlado de tu por ser una servil ayudante del bibliotecario jamás habrían podido imaginar toda aquella magia que estaba ahora a tu alcance.

Pero, aunque trataste de esconderlo, tus poderes se hicieron más y más grandes, hasta convertirte en un foco de esencia que atrajo hacia ti a la Partida Salvaje. Conseguiste escapar de ellos a duras penas y aún conservas un recuerdo de aquel encuentro: una cicatriz que te cruza la cara. Ahora viajas sin rumbo fijo, permaneciendo poco tiempo en el mismo lugar y buscando incrementar tu conocimiento y poder.  

Finalmente has conseguido el poder y el reconocimiento que siempre habías querido, aunque eso implica que haya tras tus pasos tratando de darte caza para matarte. Eres bastante sensible con tu cicatriz, un recuerdo de la Partida Salvaje, y por eso sueles llevar un pañuelo para ocultar tu rostro de miradas indiscretas. Escapar de la muerte te ha hecho convencerte a ti misma de que nunca más volverás a ser tan débil. Cuando te cobres tu venganza, será sólo por razones personales, y disfrutarás cada gota de sangre derramada para conseguirlo.

Arianna es una mujer alta y delgada de unos 30 años de edad. Acostumbra a llevar su hermoso pelo blanco recogido en una trenza, y a menudo se tapa la cara con un pañuelo para ocultar su cicatriz. Lleva siempre cómodas túnicas y, escondidos en su cinto, lleva siempre un sorprendente número de cuchillos arrojadizos.

“No digo que yo lo sepa todo acerca de tu ciudad, pero sé lo que puede hacerse y lo que no. Lo que me pides puede hacerse, pero todo tiene un precio.”

Fuiste entregada a un orfanato al nacer y con apenas una semana de vida te vendieron como esclava a los que serían tus amos por muchos años. Aprendiste a usar un arco antes que a andar, aprendiste a moverte sin ser vista antes que a alimentarte por ti misma. Las palizas eran brutales y frecuentes cuando cometías errores, por lo que nunca cometiste el mismo error dos veces. Fuiste poco a poco transformada en una asesina implacable al servicio de los Yozis y las tierras del Sur eran tu zona de caza. Dedicaste tu infancia y adolescencia a acabar con los enemigos de los Yozis y de todo aquel que les pagase por contratar tus servicios. Nunca dudaste de tu habilidad ni de los objetivos de tus amos, hasta el día en el que tu objetivo estaba mucho más protegido de lo que esperabas. Tuviste que escapar de los guardias antes de estar lo suficientemente cerca del objetivo como para matarlo, y tu huída no habría sido posible si no hubieses recibido la Exaltación en ese momento.

Regresaste con tus amos, esperando que fueran capaces de ayudarte a entender lo que te había ocurrido.  Pero en lugar de alegrarse por tus nuevas habilidades, te consideraron un hereje, un traidor al culto de los Yozis, y trataron de eliminarte. Pero tus poderes eran mayores de lo que ellos esperaban y conseguiste abrirte paso hacia la libertad.

Ahora sigues matando por dinero, es el único trato que conoces y sabes que además es muy beneficioso. Pero más allá de eso, buscas entender lo que eres ahora y, quizás, compensar de algún modo tus actos perpetrados en nombre de tus malvados amos.

Eres una asesina implacable, pero la ausencia de una infancia normal hace que seas terriblemente ingenua cuando te relacionas con otras personas, simplemente no sabes cómo actuar. Incluso las cosas más simples a veces te resultan alucinantes y otras, profundamente confusas. Aún te queda mucho por aprender en ese aspecto, pero estás dispuesta a esforzar para intentar conocer a alguien a quién puedas llamar amigo.

Jade Armonioso es una joven enigmática, con cuerpo de atleta y un hermoso rostro. Su pelo está recogido en rastas adornadas con ornamentos de colores y suele ir vestida de negro, aunque no esté involucrada en ninguna misión. Es callada y silenciosa en sus movimientos, nunca muestra sus sentimientos, pues esa sería una muestra de debilidad. Sin embargo, las muestras de afecto le dejan completamente indefensa, pues no deja de ser una niña cuya infancia le fue arrebatada.