Partida Rol por web

Fornax corta limpiamente la cabeza del Kobold que tiene delante, que sale despedida varios metros hacia atrás, Alfan continua acosando al solitario, pero su flecha se clava a los pies del Kobold.

Hurin 24

Kobold solo 16

Arraman 16

Freith y Kharen 12

Arqueros 10

Fornax 7

Alfan 5

C&c 3

http://pyromancers.com/media/view/main.swf?round_id=218021

Al poco de recibir el impacto de la flecha siento cómo los músculos se me entumecen, señal inequívoca de que la punta estaba impregnada en algún tipo de veneno. Por lo que haciendo un gran esfuerzo, tensé el arco y volví a disparar otras dos flechas, haciéndole pagar la herida que acababa de provocarme.

El Kobold recibe dos duros impactos en el pecho, pero sigue en pie y lanza un proyectil contra Hurin, pero se ve que las heridas pasan factura y no acierta.

Hurin 24

Kobold solo 16

Arraman 16

Freith y Kharen 12

Arqueros 10

Fornax 7

Alfan 5

C&c 3

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Arraman, parapetado tras el árbol, apuntó al enemigo de fornax y disparó su ballesta pero el virote salió zumbando a unos dos metros, desviado.

Freith dispara y no logra impactar, el Kobold arquero intenta dar a Fornax y el forjado balancea su hacha y desequilibra el arco del reptiliano.

Hurin 24

Kobold solo 16

Arraman 16

Freith y Kharen 12

Arqueros 10

Fornax 7

Alfan 5

C&c 3

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Animado por su éxito, Fornax dio un paso lateral^[1] para quedarse frente al siguiente kobold en su lista de prioridades. El forjado golpeó con fuerza viendo como su enorme hacha destrozaba el arco que la criatura ponía inútilmente en su camino y hundía profundamente la hoja hasta casi la mitad del cuerpo del que salió la viscosa sangre oscura como si llevara tiempo deseando salir de ahí^[2].

Sin tiempo para la tregua, Fornax colocó su pie en el pecho de la criatura y lo empujó con fuerza para liberar el arma aprisionada. Acto seguido, levantó la cabeza buscando su siguiente víctima y se lanzó sin pensar a por él ante la aterrorizada mirada de la criatura que veía la vida pasar ante sus ojos^[3].

El Kobold solitario al ver el percal arroja sus armas y pone los brazos en alto, sus lagartos están dormidos o muertos y no merece la pena morir por ello.

El forjado se lanzaba ya directo contra el siguiente kobold cuando vio que levantaba los brazos, en señal de derrota. Rabioso, Fornax lanzó un gruñido mientras apretaba el mango del hacha ante la mirada aterrorizada de la criatura que ya no estaba tan segura de que abandonar su arma hubiera sido muy inteligente.

No obstante, aunque los forjados están diseñados para la guerra, entienden de honor y del código guerrero y jamás acabarían con un enemigo indefenso que pide clemencia salvo por una orden clara y directa.

Así, Fornax enfundó el arma y esperó a que sus compañeros se encargaran de todo lo que no es combate y que, por tanto, no era asunto suyo.

Arraman se acercó con la ballesta cargada al primero de los kobolds y le apuntó a bocajarro  a la cabeza.

-Yo digo que acabemos con ellos. Pueden ser un peligro para el próximo que aparezca por aquí.

Con que ligereza dictaba muerte el mago, más aún cuando se habían rendido, aunque podía sentir las ganas de venganza llamando a las puertas de mi corazón.

- Es una opción, o podrían devolvernos el favor de perdonarles la vida, sirviéndonos de mercenarios.

Pronuncio lo suficientemente alto como para que el jefe pudiera oirlo, pues con el veneno recorriéndome las venas, em lo único que pensaba era en descansar algo.

- ¿Que opina Alfan? ¿Se puede confiar en que estos kobolds cumplan su palabra?

Pregunto a nuestro guía en busca de asesoramiento.

Alfan piensa un rato antes de responder.

- No creo que nos sirvan en esta situación, no van a atacar al contratante, eso sería un golpe serio a su reputación y se la toman muy serio - sopesando algo mas - puedo enviar a los portadores que los entreguen al pueblo donde hemos estado ahí pedirían un rescate por ellos.

Los Kobolds no parecen nada convencidos de las opciones que hay sobre la mesa.

Fornax se retiró bajo la sombra de un árbol y trató de limpiar la poderosa hoja de su hacha contra un arbusto cercano. La sangre de kobold era pegajosa y el olor no era agradable. Si no se trataba pronto, podía ser complicado librarse de aquella molestia durante unos días.

Entre tanto, parecía que sus compañeros dudaban acerca de qué futuro dar a los supervivientes. Rezó al dios de los forjados para que no tuviera que pasarlos a cuchillo ahora que ya había limpiado parte del arma.

-Bien, llevadlos. Por mi, como si esos lagartos se los comen para cenar!

El mago buscó una zona con sombra y hierba mullida, sacó un libro y se propuso descansar. La escaramuza no le había costado mucha energía mágica pero tanto caminar lo estaba agotando. Él no estaba acostumbrado a pasar tanto tiempo caminando y siendo devorado por mosquitos.

Las palabras del mago seguro que ayudaban a que los kobols se mostraran más receptivos.

- Suponiendo que no actúen por cuenta propia.

Señalo tomando asiento e inclinándome con ganas de vomitar. Iba a ser difícil resultar de utilidad en este estado.

Alfan dio instrucciones a los porteadores semiorcos y estos volvieron sobre sus pasos, pero antes intercambió unas frases con el Kobold líder en su chasqueante idioma, la expresión de su cara se volvió muy seria ante las respuestas del Kobold.

- Ya sé donde se encuentra vuestro noble, es cerca de aquí, son unas antiguas ruinas subtearaneas, es fácil que os embosquen allí. 

Arraman levantó el rostro al escuchar aquello.

-Por fin! ¿Ruinas subterráneas? ¿Puedes ser más concreto? ¿Un templo, una ciudad...? En cuanto a lo de la emboscada, contamos con ella, por supuesto!

- ¿Podríamos saber cuántos nos están esperando, aproximadamente?- intervino Fornax- ¿qué tipo de escolta le acompaña? Cualquier información es buena para prepararnos mejor. ¿Cómo es ese lugar? ¿Cuántas entradas tiene? ¿Existe algún paso secreto menos conocido?

El forjado se adelantó un paso en dirección a los kobolds chasqueando sus huesos.

- Si queréis puedo preguntar yo- sonrió.

Las noticias no eran precisamente malas, pero no me encontraba en condiciones de ir a por nadie en estos momentos. Incluso sentí cómo algo en mi estómago pugnaba por salir y me obligaba a escupir dejándome un mal sabor de boca.

- ¿Se sabe si se quedarán allí un tiempo?

Pregunto buscando la posibilidad de descansar y recuperarme antes de intentar capturarlos.

Alfan habla un poco más con los Kobolds ante vuestras dudas, dado que siguen vivos se muestran bastante colaboradores, y al rato el explorador llega con las novedades:

- A las ruinas se accede por unas escaleras que se adentran en la tierra, es la única entrada que conocen, del edificio no se sabe exactamente lo que era, pero es amplio y tiene varias estancias, en cuanto a la escolta del noble, me han hablado de un guerrero de metal como Fornax, otro humano que apenas habla y no lleva armas y alguien encapuchado que no saben quien és- Alfan coge aliento para recordar y sigue hablando - por lo que cuentan el sitio es sólo una parada, pretenden llegar al interior para negociar con una tribu del Sol Negro, si llegan a su ciudad Haka'torvhak no habrá que pueda tocarle, es el sitio más defendido de Q'barra y no gustan de intrusiones, son muy fanáticos con el sitio.

- Pues en marcha- rugió Fornax colocando su hacha en el arnés- no hay tiempo que perder.

El forjado empezaba a cansarse de toda aquella persecución. Olía a su presa cercana y el ansia del cazador empezaba a inyectarle adrenalina en el cuerpo.