Partida Rol por web

Cita:

- No puedo estar más de acuero con Paul. Señores, eso es un delito y además sobre una de las personas que mejor se ha comportado con el NYPD. - unos momentos más tarde, un tanto más calmado - Se que las palabras de Philippe salen de la frustración, pero no pienso participar en un allanamiento de morada, quiero dejar este punto muy claro - remarca sus últimas palabras dando golpecitos con el indice en la mesa.

Creo que puede ser buena idea volver mas tarde a Nueva York con las pruebas de que quizás su hermano sigue vivo. Seguro que así nos tomará mas en serio y sea mas proclive a ayudarnos. Pero comprendo a la srta Carlyle: su hermano murió hace 6 años y ella no va a creernos solo por tener unas pocas notas manuscritas de Jackson, a quién ni siquiera ella conocía.

Estamos de acuerdo entonces, ¿Partimos hacia Inglaterra? ¿ Y cuándo? ¿cómo preparamos el viaje? ¿ Y debemos ir todos?

El barbudo de Boston os mira uno a uno cuando le devolvéis una mirada, sin duda algo sorpresiva cuando pregunta si es necesario que todos los miembros de la hermandad oscura partana tan peligrosa empresa.

Quizás no es conveniente que nos embarquemos todos. Quizás alguien debería quedarse en América. Alguien puede canalizar información y recibir informes y documentos y cuando fuera necesario enviar cualquier cosa que se pueda necesitar desde los EEUU hacia Nairobi, o a El cairo o a Shanghai

Sentada apesadumbrada en un rincón de la mesa, revolviendo con la cucharilla el café humeante, negó con la cabeza ante las preguntas de sus compañeros acerca de su charla con Erica. Charla que lamentablemente y a pesar de todos sus esfuerzos y los de Paul no llegó a tan buen puerto como ella esperaba, quizás ingenuamente.

Erica es una mujer pragmática y todo esto no lo entiende. Además de bastante fría. Lo puedo entender, es una mujer de negocios envuelta en un mundo masculino y acostumbrada a que todo el que se le acerca quiera algo de ella. Y la muerte de su hermano no es un tema para hablar con unos desconocidos como nosotros, por mucho que se haya informado sobre mí o que yo haya podido convencer a su abogado que no somos unos charlatanes.

Nos dijo que los libros que leía su hermano, que ella describió como "espantosos libros antiguos que narraban enfermizas locuras", no están en la casa. Ella supone que su hermano los debió llevar a Egipto o Kenia y allí se perdieron. Quizá entiende por "casa" su biblioteca y no la caja fuerte, pero se cerró en banda y no quiso hablar más. Es realmente una mujer muy poco accesible y creo que incluso tuvimos suerte que accediera a estar esos minutos con nosotros en lugar de llamar a algún fornido guardaespaldas para que nos echara...

En cambio nos dijo que la sacerdotisa de color, M'Weru, la que salía en el informe de Houston, el psicoanalista de la expedicion, fue la que motivó la obsesión de Roger. Su hermano decía que era la sacerdotisa de un importante culto africano. Hemos de suponer que el de la Lengua Sangrienta, creo. Empezó a tener sueños extraños de los que no quería ni hablar y a veces desaparecía durante días para regresar desencajado y taciturno, con la mirada perdida. Sólo admitió que había ido a Harlem. Seguramente a la casa que vosotros conocéis. Entonces Erica le envió al doctor Houston, su psicoanalista. Leugo empezó a leer esos libros y planeó su viaje a Egipto. En un principio Erica lo alentó porque creía que se daría cuenta que la chica de la que estaba enamorado u obsesionado era un fraude y la abandonaría. Según ella Houston le siguió con la expedición para continuar el tratamiento.

En cuanto a volver a hablar con ella, no lo creo conveniente. Dejemos pasar unos días mientras organizamos el viaje a Londres y yo copio las notas de Elias para que haya más de una persona con toda la información de la investigación. Y leer y resumir algún libro de Elias para no tener que cargarlos en la maleta.

Y no quiero ni oír hablar de colarnos en su casa como si fuéramos unos ladrones. Organicemos el viaje a Londres y cuando estemos a punto de marcharnos podemos hacer un último intento. Pero nada más.

Nos enteramos de los horarios y los precios de los barcos hacia Inglaterra, Portsmouth supongo, y de allí de los trenes a Londres. Y a buscar un hotel allí. Y si puede ser cerca de la estación Victoria perfecto.

En cuanto tengamos la fecha de salida podemos hacer un último intento de hablar con Erica y si no al menos nos despedimos.

Y en cuanto a lo que has dicho, Tomás, yo preferiría que nos embarquemos todos. Pero esto como tú prefieras. Nadie está obligado a venir. Si prefieres ser tú esa persona que nos ayude desde Nueva York con más información de la que nosostros podríamos acceder desde otro país no hay problema por mi parte. Al fin y al cabo esta empresa será larga. 

¿Volvemos a Boston? responde Tomas. No está seguro si puede o si quiere apuntarse a esta espectacular campaña con horribles y crueles sectas como enemigos.
Yo no creo que pueda subvencionarme un billete hasta Inglaterra. ¡Si hasta tengo pánico de la factura que nos presentarán en este magnífico hotel!

Cada minuto que pasemos en Nueva York nos acerca un pasito mas hacia nuestra tumba con un pequeño souvenir grabado en nuestra frente. ¿Cuánto pueden tardar en localizarnos y descubrir que hemos vuelto?

Lindsey negó con la cabeza mientras apuraba su café.

No, al menos de momento. Podemos comprar los billetes hoy mismo para dentro de dos o tres días. En cuanto los tengamos quizá cada uno puede ir a su casa a reorganizar equipajes. Los libros que no pueda leer en estos dias me los llevaré. Y cogeré la ropa que pueda necesitar, aunque tampoco mucha. Ya me las apañaré para lavarla yo misma. Y el último día hacer un último intento de hablar con Erica y hacer énfasi en la palabra "caja fuerte" y no "biblioteca". Y tendré que decirle al editor de Próspero donde vamos, claro.

Y no te preocupes por la factura: la Hermandad paga, aunque aún no seas de ella. No te iríamos a dejar en la estacada sin blanca.