Tu nombre se estaba volviendo demasiado conocido por las ciudades principales de Unour, y aunque no crees que exista nadie capaz de derrotarte, no era mala idea alejarse una temporada de esa zona y buscar "trabajo" en otro lugar.
Eso te ha llevado a las Tierras Sombrías, dicen que nadie en su sano juicio iría allí pero hace ya mucho tiempo que ignoras las habladurías de la gente. Se trata de un lugar muy peligroso, horribles seres habitan en cada esquina y hay zonas a las que sería un suicidio ir. Sin embargo hay varias zonas habitables, una de ellas "el Torreón cruel", un antiguo castillo en ruinas de las que solo queda en buenas condiciones uno de sus torreones. En el Torreón Cruel conviven los mercenarios mas sanguinarios y crueles de todo Unour y es uno de los lugares donde se consiguen los mejores trabajos, sino tienes ningún tipo de escrupulos.
Ahora te encuentras en la sala principal del Torreón, delante del líder del lugar. Un tipo llamado Kjanzor, de su cuello cuelga un colgante con una hermosa piedra blanca que todos parecen codiciar, pero nadie se atreve a enfrentarse a su líder. A ti no te llama en absoluto la atención esa piedra, te fascina mas ese tal Kjanzor pues parece un digno rival para ti. Pero no estás aquí para eso, sino buscando un nuevo trabajo...
Saludos, forastero.
Se que vienes buscando trabajo, pero no es algo que otorgue a cualquiera. Dime quien eres y que puedes ofrecerme y entonces yo actuaré en consecuencia.
Decidido a partir, me desvanezco en las nieblas de la distancia y los mitos, adentrándome en las Tierras Sombrías. El camino fue complicado, pero los que se cruzaron en mi camino murieron bajo los letales cortes de mi espada, o estrangulados mientras dormían. "El odio será mi bandera" solía pensar a menudo, mientras entrangulaba, mataba, asaltaba o simplemente asustaba a los pueblerinos o a los jinetes solitarios de caminos olvidados. Tras varios meses llegué al enclave conocido como torreón Cruel y me presenté ante el señor de esa "fortaleza", ante el cual me encontraba ahora. Era un hombre fuerte y un digno rival, pero no había acudido a matarle -Saludos Kjanzor - hago una leve reverencia, manteniendo en el rostro una leve sonrisa -Encontraras muy pocos hombres o demonios tan despiadados y valientes como yo, además de que no muestro piedad ni redaños…no importa si se trata de torturar, matar, violar o saquear…soy el guerrero perfecto para extender cualquier clase de caos por la tierra
Tienes agallas, muchacho. Creo que podré darte una misión de prueba. Si lo haces bien, no te faltará trabajo, te lo aseguro.
Cerca de aquí, vive un tipo llamado Tlein, con sus secuaces. Quiere proclamarse el "jefe" de la zona pero no es mas que un idiota. Si eres tan bueno como pareces afirmar, no serán un problema para ti.
¿Algo mas que decir o hacer o partes ya? Se supone que Kjanzor te indica como llegar, no está lejos de aquí.
Si partes ya, hazme una tirada de Orientación a Dificultad 7.
Antes de salir me entretengo buscando un saco de arpillera y luego parto, veloz y determinado a cumplir mi misión.
Motivo: Orientarse
Tirada: 1d10
Dificultad: 7+
Resultado: 4(+2)=6 (Fracaso)
Pareces andar un poco desorientado e intentas volver al camino correcto para llegar hasta el hogar de Tlein, cuando dos hombres salen a tu paso. Ambos llevan una espada en la mano.
-¿Te has perdido, muchachito? - te pregunta uno, mientras el otro emite una risita escalofriante - Danos todo lo que lleves encima y quizás no te hagamos mucho daño.
¿Que vas a hacer?
Desenvaino mi espada, mirando directamente al que habla
-Os aconsejo que déis la vuelta y os marchéis, o que os pongáis a bien con vuestro dios, porque pienso mandaros a su lado
Me lanzo al ataque con rapidez, dando un grito de batalla estremecedor.
Hazme una tirada de Ataque a Dificultad 7 (Fuerza+Espada+1d10)
Y también una tirada de Esquivar a Dificultad 7 (Destreza+Esquivar+1d10)
Motivo: Ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 7+
Resultado: 4(+8)=12 (Exito)
Motivo: Esquivar
Tirada: 1d10
Dificultad: 7+
Resultado: 10(+5)=15 (Exito)
Con gran rapidez atacas a uno de los hombres, haciéndole un feo corte en el pecho, mientras otro intenta atacarte con su espada, pero esquivas el golpe con increíble destreza contratacando y propinándole una patada en el rostro, saltándole varios dientes.
El hombre del corte echa a correr, gritando, mientras el otro se queda sentado en el suelo, lloriqueando, y pide clemencia:
-Por favor... no me mates...
Le lanzo un corte al que queda en el suelo, en la rodilla derecha para que no pueda correr y persigo al que huye.
¿Tiro algo?
Si, una tirada de CONSTITUCIÓN a Dificultad 7
Corro detrás del hombre, con una sonrisa en la cara y la espada en la mano, casi escuchando como la espada me grita, pidiendo derramar sangre.
"Justo como aquella vez", pierdo algo la sonrisa, al recordar la noche de mi partida al mundo, después del asesinato de mi padre y de mis paisanos, por mis propias manos. Noto un cosquilleo en las palmas y casi me parece sentir el calor de la villa ardiendo, y la maldición sonando en mi cerebro.
Motivo: Constitución
Tirada: 1d10
Dificultad: 7+
Resultado: 5(+3)=8 (Exito)
Alcanzas al hombre con facilidad, que se detiene, se tira al suelo y empieza a gritar:
-¡Piedad, piedad! Por favor, se piadoso...
¿Que harás con el? Y de paso coméntame que harás con el otro ¿Vas a volver para interrogarle o similares o seguirás tu camino?