-PJ, yo tampoco creo que lo podamos debilitar, y entiendo lo que dice Pat de comenzar antes de que la criatura esa sepa que hemos paralizado a sus bichos.
Vio a su hermana mirar desde la ventana del interior de la casa y pensó en lo mucho que quería mantenerla a salvo.
-Comencemos entonces... debemos prepararnos para hacer frente a ese ser. Somos poderosos, aunque seamos también novatos.
Se situó en el círculo, dándole una mano a Pat y otra a PJ. Empezó a recitar el encantamiento, o invocación, en cuanto ellos hicieron otro tanto. Cerró sus ojos al hacerlo para poder enfocarse mejor en el resultado del hechizo.
Tirada oculta
Motivo: Convocar
Tirada: 1d100
Resultado: 23(-5)=18
Tirada oculta
Motivo: Conjuro
Dificultad: 0
Habilidad: 1+9
Tirada: 7 8 10
Total: 8 +1 +9 = 18 Éxito
Las palabras surtieron efecto. El conjuro había sido efectivo. Después de cada uno de los primos dijese las palabras, una serie de libélulas de color carmesí comenzaron a revolotear sobre un mismo punto. El zumbido se hizo cada vez más intenso, y la cantidad de los insectos aumentaba de forma exponencial. El enjambre iba tomando lentamente la forma de un ser humano, aunque realmente era un demonio. Y entonces ahí estaba. El demonio contra el que se habían enfrentado Henry y Penny hacía no mucho tiempo.
Era el momento de actuar, aún estaba ligeramente desorientado. Y si seguían el plan no pasaría nada, pero si fallaban o tardaban demasiado, entonces, lo lamentarían.
Todavía estaba preguntándose si el conjuro había sido efectivo cuando las libélulas se comenzaron a concentrar en un punto, Pat no se lo pensó, sus reflejos actuaron por su cuenta. Tomó algo de distancia, apuntó mentalmente a su objetivo concentrándose en lo que quería hacer y sacudió las manos en su dirección.
-¿Dónde está la chica que raptaste en el callejón? -directa y concisa, lo mejor para llamar la atención.
Esperaba que Henry hiciese su parte rápidamente pues la última vez que se habían enfrentado al demonio había perdido la visión. Tenía alguna que otra cuenta pendiente con el tipo pero sabía que cuando el rival era superior había que seguir el plan, no pensaba hacer de sparring.
Tirada oculta
Motivo: Acelerar materia
Tirada: 1d100
Resultado: 90
Los dos Henrys se pusieron en zonas opuestas del círculo con sus primos. Era fundamental, pues así uno apresaría al demonio y el otro se acercaría para cortarle el trozo de carne. En realidad, la idea en sí le daba mucho asco, pero prefería no pensar en ello y centrarse en la finalidad del asunto: Podría librar a aquella inocente y el mundo sería un lugar más seguro para todos.
En cuanto apareció, ambos Henrys se pusieron a la carga. El del cuchillo llamó la atención del demonio a la par que Pat intentaba hablar con él. El otro Henry se acercó por detrás para apresarlo. Si conseguía sujetarlo, el primer Henry le iría a cortar un poquito de chicha
Tirada oculta
Motivo: A. Cuerpo
Dificultad: 0
Habilidad: 3+7
Tirada: 1 4 8
Total: 4 +3 +7 = 14 Éxito
Tirada oculta
Motivo: A. Cuerpo
Dificultad: 0
Habilidad: 3+7
Tirada: 2 3 6
Total: 3 +3 +7 = 13 Éxito
No se muy bien qué tiradas realizar, así que dejo dos de ataque cuerpo a cuerpo
Cuando vio materializarse la daga que servía contra los demonios en manos del chico, sonrió. El plan comenzaba a tomar forma. Por si fuera poco, el conjuro, pronunciado por sus primos y hermano ya fuera de la casa, también había funcionado. Todo era perfecto salvo porque quien estaba a cargo de cortarle un cacho de carne al demonio era su hermano. Bueno, técnicamente su copia. Pero aún con todo, Tam no podía dejar de sentir aquel nudo en el estómago, aquella preocupación que le reconcomía por dentro.
No le había dado tiempo a protestar acerca de la decisión pero tampoco había querido salir afuera, puesto que su misión en aquel instante era cuidar de las pociones y asegurarse junto a los restantes miembros de su familia de que llegaban a su término.
- Vamos, Henry, tú puedes...- murmuró, dedicándole unas palabras de apoyo a su hermano al cual veía acorralar al demonio a través de la ventana. No estaba segura de que la distracción de Pat fuese a funcionar. Por si algo salía mal, decidió acercarse a la puerta y concentrar su energía, dispuesta a liberarla desde ahí en caso de ser necesario.
Sin volver la vista, se dirigió hacia su prima Mel, que estaba de pie junto a ella. - Deberíamos ir pensando el conjuro de contención. Hay que mantener alejadas a las libélulas cuando vengan el resto con la carne. Tenemos que ganar tiempo para que la poción funcione. ¿Se te ocurre algún conjuro?
El plan casi había salido a pedir de boca. En cuanto el demonio se materializó, los dos Henrys se colocaron justo en el lugar donde lo hizo. Uno lo agarró rápidamente por la espalda, mientras que el otro cercenó un trozo de su cuerpo.
Entonces Pat lanzó su ataque, que por culpa de los nervios golpeó a la copia de Henry y la desvaneció. Su primo se quedó solo ante el peligro, había tenido que soltar al demonio y el trozo de carne había caído al suelo.
El demonio estaba intentando comprender qué es lo que estaba pasando. Cuando decidió lanzar la infinidad de libélulas contra Pat y Henry. Afortunadamente Chris logró orbitar el trozo de carne cercenado y dejarlo en las manos de Tam. Era cuestión de tiempo que crearan la poción, ahora estaba en sus manos el liquidar a ese demonio. Pero mientras, tendrían que hacer frente a él y no morir entre los ataques de los enjambres creados.
Todo parecía ir bien hasta que la onda de energía que emitió Pat impactó en la copia de Henry.
-Tu puta madre. -se quejó la joven de lo acaecido con un murmullo mientras veía como el trozo de carne iba a parar al suelo.
Por suerte Chris estuvo rápido y el ingrediente llegó a su destino, ahora sólo tenían que distraer al demonio un poco más.
-¡Aparta Henry! -avisó al chico antes de volver a usar el poder de su prima.
Tirada oculta
Motivo: Poder, ahora sí que sí
Tirada: 1d100
Resultado: 26
No me digas que otra vez pifia v____v
La avalancha de acontecimientos llegó mucho antes de que su prima pudiera contestar. Casi le dio un ataque de nervios cuando vio el hechizo de Pat impactar sobre su hermano. - ¡Henry! - gritó, mientras veía desvanecerse al chico frente a sus ojos. Espera. ¿Ha desaparecido? ¿Tan fuerte era... En ese momento se dio cuenta de que a quien había golpeado verdaderamente el hechizo era a la copia de Henry. Soltó un suspiro de alivio.
Pero el alivio duró poco, pues justo en ese instante el demonio lanzó al grueso de su ejercito insectil contra su hermano (esta vez el verdadero) y su prima. Tam estaba a punto de lanzar su poder contra ellos cuando, de repente, apareció en su mano, tras ser orbitado por Chris, el último ingrediente de la poción: la carne del demonio. Era hora de terminar con todo aquello. Intentando apartar de su mente el enfrentamiento que estaba teniendo lugar a sus espaldas en el exterior de la casa, Tam se dispusó a añadir la carne a la poción y remover con toda la concentración de la que disponía. - Mel, Kat, Penny- su mirada se alternaba de una mujer a otra- si se acercan esos bichos, distraedlos, por lo que más queráis.
Tirada oculta
Motivo: Pociones
Dificultad: 0
Habilidad: 7+5
Tirada: 5 6 8
Total: 8 +7 +5 = 20 Éxito
Tirada oculta
Motivo: Advertir/Notar
Dificultad: 0
Habilidad: 7+3
Tirada: 5 7 8
Total: 7 +7 +3 = 17 Éxito
Tiro pociones y también advertir/notar por si falta algo en la poción o hay algún fallo del que no nos hayamos dado cuenta.
Ante toda aquella acción, P.J se quedó algo aturdida y no supo reaccionar, hasta que vio a las libélulas ser una verdadera amenaza para Henry y Pat. También deduce que si los bichos comienzan a atacar a los que están dentro de la casa, realizar la poción podía ser tarea imposible, así que sólo se le ocurre una idea: divide y vencerás.
- ¡Eh, oye! - Dice mientras empuja a Henry con intención de que se aleje. - A ver si eres capaz de cogernos a todos.
Entonces, sale corriendo en una dirección diferente a Henry y a Pat, para alejar la atención del demonio de ésta durante su ataque, o al menos, dividir a las libélulas.
- ¡Corre en otra dirección, Henry!
Cuando su doble desapareció, Henry no comprendió nada y, sin darse cuenta, dejó libre al demonio. ¿Qué ha pasado? empezó a preguntarse, pero entonces vio a su prima con las manos en alzo, y lo entendió. Gajes del oficio.
Pero el demonio no les iba a dar otra oportunidad. Miró a Henry y éste le sonrió estúpidamente. Seguramente un ataque directo podría evitarlo, o no, a saber... Pero ese tipo jugaba en otra liga, y el zumbido de las libélulas le dieron la razón.
Las palabras de sus primas sirvieron para darle el impulso que necesitaba para salir de allí a toda leche. Sabía que por mucho que corriera, las libélulas terminarían por alcanzarle, pero si podía distraer al demonio mientras terminaban la poción, sería un buen trabajo.
Tirada oculta
Motivo: Atletismo
Dificultad: 0
Habilidad: 2+7
Tirada: 2 5 6
Total: 5 +2 +7 = 14 Éxito
No se si tengo que hacer una tirada de atletismo, pero la dejo por si acaso.
El demonio había conjurado infinidad de libélulas para enfrentarse a los primos Halliwell, por eso cuando PJ y Henry se dividieron no supuso ningún problema para ellas. A continuación otro grupo se lanzó hacia Pat que esta vez con algo más de precisión iba logrando explotar parte del enjambre.
La herida del demonio se cubrió rápidamente de los insectos que empezaron a succionarle la sangre. Era una imagen algo desagradable, pero lo cierto era que fuese lo que fuese lo que estaban haciendo funcionaba y el demonio se estaba recuperando.
Por fin Tam logró lanzar el trozo de carne dentro de la poción, y no le dio tiempo a comprobar si todo estaba en orden. Una fuerte explosión sacudió la cabaña por dentro. Los otros dos calderos cayeron al suelo y se derramaron. Mientras que Tam era lanzada varios metros hacia atrás con el rostro tiznado por culpa de lo sucedido.
Ahora ya solo quedaba coger un poco de la poción y lanzársela al demonio y confiar con que fuese suficiente para lograrlo.
Las libélulas eran demasiadas y se dispersaron en dos grupos tranquilamente. Henry corría como nunca lo había hecho, lamentando no hacer más veces ejercicios, como se proponía todos los fines de semana. La situación le estaba llevando al límite físico, y no sabía cuánto tiempo podría aguantar el ritmo.
Pero no se podía alejar demasiado. Había escuchado una explosión, y podían estar enfrentándose al demonio. Hizo un giró de 90 grados y después otro nuevamente, para acercarse hasta la posición.
Como estaba previsto, las libélulas comenzaron a multiplicarse por arte del demonio y los primos que estaban fuera de la cabaña se encontraron en serio peligro si los de dentro no actuaban rápido. Pat iba a increparlos cuando el sonido de una explosión la preocupó sobremanera, volvió a atacar a los bichos que intentaban llegar hasta su piel y gritó en dirección al interior.
-¿TODOS BIEN? ¡QUE ALGUIEN HAGA ALGO!
Tirada oculta
Motivo: Explota-explotame-explo!
Tirada: 1d100
Resultado: 68
Cambiando la estrategia, P.J comenzó a correr en dirección a Pat.
- ¡Henry, tengo una idea, ven hacia aquí! ¡Juntémonos!
Tam se llevó la mano a la cabeza, presionando la palma contra su frente en un intento de parar el agudo dolor provocado por la explosión. Bajando la mano por su cara, se limpió la ceniza de los ojos y miró a su alrededor con os propósitos: el primero, comprobar que su hermana y sus primas no habían sufrido ningún daño. El segundo, encontrar un recipiente o un bote de algún tipo en el que introducir la poción para lanzársela al demonio.
- ESTAMOS BIEN- gritó ante la pregunta de su prima, a la vez que buscaba de manera frenética un recipiente, antes de que el demonio se diese cuenta de lo que acababan de lograr.
Tirada oculta
Motivo: Buscar
Dificultad: 0
Habilidad: 3+7
Tirada: 1 3 7
Total: 3 +3 +7 = 13 Éxito
Y Tamara fue quien puso el broche final al encuentro. Consiguió tomar un frasco para llenarlo con la poción y rápidamente la lanzó contra el demonio. Una fuerte explosión se volvió a escuchar. Esta vez fuera de la casa y como epicentro el demonio. Las libélulas que habían estado acosando a todos los Halliwell se desvanecieron y el demonio se convirtió en polvo. ¡Habían logrado derrotarle!
Después todo empezó a girar sobre ellos mismos. Se movió a gran velocidad y segundos después el magnífico edén en el que se encontraban ya no existía. Ahora se encontraban en una especie de sótano. Un lugar frío y oscuro. Y las camas ya no eran de tres tamaños diferentes, si no que eran exactamente iguales. Allí había tres mujeres de cabellos rubios. Henry y Penny identificaron a una de ellas como la que el demonio había secuestrado. Las otras dos seguramente fueran víctimas anteriores. Habían logrado su objetivo, derrotar al demonio y rescatar a las chicas. Pronto les explicaron la situación vivida y todo lo que había ocurrido.
A las chicas les costó comprenderlo, pero le prometieron que le guardarían el secreto. Habían logrado su objetivo y pronto todos regresaron a sus casas terriblemente agotados.
Al día siguiente todos se reunieron de nuevo. Lo habían pasado francamente mal. No podían comprender como Wyatt era capaz de encargarse de todo eso. Ellos eran 8 y a penas lo habían conseguido. Por eso, muchos de ellos decidieron abandonar. Otros en cambio decidieron seguir luchando por su cuenta. Pero, lo que sí que tenían claro es que pronto tendrían que entrenarse porque ahora no se sentían capaces de enfrentarse a todo lo que se les venía encima como herederos de las embrujadas. Debían entrenar. Seguir luchando y sobre todo prepararse. Pero aún no. Aún era pronto. Muy pronto.