Saint Louis es un pequeño pueblo inglés con una población alrededor de 350 habitantes. Clasificado por The Times como el número 2 en los 30 pueblos embrujados más famosos del mundo. Además, destaca por su belleza y sus edificios, incluyendo la iglesia medieval.
Originada en el medievo, surgió a modo de asentamiento de todos aquellos mineros que venían desde grandes distancias a trabajar en las minas de la zona. Poco a poco, la pequeña aldea se fue enriqueciendo y con el paso de los siglos se convirtió en un referente como zona minera y como denominación de origen de su producto estrella: el carbón.
La famosa roca sedimentaria hizo grande a Saint Louis al mismo tiempo que tiempo que hizo crecer a Inglaterra y construyó el mundo moderno. Convirtió al país en uno de los tres grandes imperios del carbón junto con China y EEUU. Sin embargo, la suerte de Saint Louis no siguió a la del resto del país, cuando una serie de crímenes afectaron a la población local y el gran magnate de la zona se derrumbó.
A día de hoy, el pueblo dejó de vivir de unas minas (la mayoría agotadas) malditas, y vive mayoritariamente del turismo. Muchos son los curiosos que, debido a su fama, gustan de pasear por sus calles y visitar sus rincones.
Leyenda Negra
No es oro todo lo que reluce, y Saint Louis es el mejor ejemplo de ello. Detrás de la apariencia de aldeita pacífica, se esconde una terrible leyenda negra de la que hoy en día solo quedan los recuerdos.
El 28 de diciembre de 1895, el hijo único de Maximillion Sartorius desapareció mientas jugaba con su trineo en la nieve de los alrededores del palacete familiar, pegado al bosque. Cuando calló la noche, del niño solo se encontró el trineo y nada más. Los días de búsqueda pasaron a semanas, y las semanas dieron paso a los meses, sin resultado. Medio año después, el niño fue finalmente dado por muerto. El afligido padre nunca tuvo una tumba donde poder llorar a su hijo.
Pero no quedó la cosa ahí. Meses después, el 15 de febrero de 1896 el hijo de un pastor desapareció mientras vigilaba el rebaño que pastaba en el bosque. Para agravar la situación, el 8 de marzo de ese mismo año, el niño limpiabotas del pueblo dejó de ser visto y nunca más se le volveria a ver el pelo. Finalmente, el 29 de abril, el primogénito del panadero fue visto por última vez por la lindes del camino adyacente al bosque que conducía de la casa familiar al centro del pueblo.
Las continuas relaciones con el bosque, hicieron que el rumor de que los niños habían sido tragados por él. Uno pocos lo achacaron a un lobo, y los más racionales señalaron como causante de los crímenes a un joven ermitaño al que todos daban por loco. El joven, de nombre Dorian, fue arrestado el 1 de junio de 1896. Vio la muerte en una horca.
No obstante, se comenzó a crear un aura negra entorno al bosque y muchos abandonaron el pueblo por miedo a que sus hijos sufrieran el mismo destino. Ahora se le conoce como "el bosque de la muerte".