Escuchó las palabras y amenazas de Oni y después el discurso de Shiroi. Ninguno de los dos quería ir a tierras Fénix, y tenían todos los motivos del mundo para no querer; la propia Tameiki estaba decidida únicamente a completar su misión. De ahí a dejar que el grupo se separara había una gran distancia, y aquella distancia era lo que le había hecho votar de aquella manera. Tan pronto como el Cangrejo se separó del grupo, la otra ronin se levantó con una determinación que sólo ella parecía poder transmitir, y así lo hizo, igualmente, Tameiki, tomando su daisho en el proceso con un gesto grácil. Los cuatro se alejaron de la hoguera donde el león, el fénix y la monje aguardaban, quién sabía si llenos de dudas. La mirada de la joven fue de la máscara que Oni portaba a los ojos funestos de Shiroi, y calmada se separó unos pasos de esta última, como si entre las dos fueran a cubrir todo el posible radio de acción de Valkai y el propio Oni.
-Jumpf... -murmuró, más como aclarando que estaba preparada que queriendo transmitir cualquier mensaje.
Mientras Oni desplegaba el pergamino y Valkai se acercaba, miró a Shiroi. Tenía que hablar con ella.
Tras haber acordado viajar primero a Kyuden Isawa, faltaba decidir qué ruta tomar. La guerra salpicaba justo las tierras por las que debían cruzar.
Evitar las tierras Grulla parece innegociable si queremos evitar problemas.
La ruta por el río del mercader ahogado como habéis dicho Shiroi-san, me parece una buena opción. Posiblemente la única que tenemos.
Y no es que me apetezca mucho un viaje en barco tras nuestra visita al lago...
Sonrió levemente.
Luego se retiró junto a Oni a una zona ligeramente apartada, donde poder leer el pergamino negro.
Era su primera experiencia con algo así, y sentía los nervios a flor de piel. La oscuridad absoluta del pergamino y sus letras en un verde resplandeciente que parecían grabarse en su mente, precedieron a la lectura de aquellos impíos versos inscritos.
Motivo: Corrupción
Dificultad: 0
Tirada (1): 9
Guardados (1): 9
Total: 9, Éxito
Motivo: Corrupción
Dificultad: 1
Tirada (1): 3
Guardados (1): 3 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)
Total: 3, Éxito
Tiro 1g1
Las palabras del pergamino se iluminaron en la tenue oscuridad del lugar y casi quemaron las pupilas del Cangrejo por el estallido luminoso. En esta ocasión el tirón del poder del Jingoku fue más poderoso y los músculos del hijo de Hida se tensaron al igual que su mandíbula, oculta tras de su máscara.
-"Ummpfff" El esfuerzo era evidente para las dos ronin que vigilaban que todo sucediera con normalidad y aunque la rodilla del gran guerrero se posó en el suelo, un halo de tranquilidad apareció de repente en su rostro, como si alguien desde la distancia protegiera la integridad de los Truenos.
Cuando la oscuridad parecía ser más densa la mano, caliente de un ser conocido se posó en el hombro del Cangrejo. Era una mano de pura luz, la mano de un anciano poderoso y sabio, la mano de Hiroaki-sama. El Cangrejo creyó poder escuchar las palabras de su boca mientras trataba de aguantar el dolor de la corrupción del pergamino, recordó la calma que sintió en el primero momento de encontrarse con el que se convirtió en su último Sensei y toda la tensión terminó con unas palabras suaves como un susurro.
-"Arigato gozaimasu Hiroaki-sama..."
Por mucho que pareciera que la Dragón ignoraba la situación, sus ojos se clavaban afilados sobre los dos Truenos que iban a leer los Pergaminos. Estaría atenta a cualquier signo de Corrupción, a la Mancha misma, y si por salvar sus almas debía arrebatarles la vida que así fuera. Discreta, en un segundo plano, pero sin perder de vista jamás a sus compañeros
Sólo un dedo oculto, detrás de sus brazos cruzados y que golpeaba como un tic-tac su propio codo, podía evidenciar un atisbo de impaciencia ante la lectura del Pergamino Negro. En cualquier caso, aguardó paciente a que ambos samuráis hablasen...
El Moto terminó de leer el pergamino. Era como si alguien le hubiera agarrado y zarandeado durante un buen rato.
Se sentía mareado y exhausto, y le costaba respirar. Incluso le dolían los ojos tras leer aquellos Kanji impíos.
Pero ya había terminado.
Suspiró aliviado, y apenas se giró vió a su espalda a las tres mujeres del grupo... No sabía muy bien qué hacían ahí, pero imaginaba que controlaban que todo había salido bien.
Estoy... bien...
Por decir algo, pues no es que lo estuviera mucho, pero trató de tranquilizarlas.
Oni-san, ¿todo bien?
Preguntó, antes de alejarse de la zona y anhelando ir a descansar.
El Cangrejo finalmente asintió y ofreció un suspiro a sus espectadores. -"Tranquilas estoy bien, el poder del enemigo es cada vez más intenso, pero Hiroaki-sama me enseñó bien a mantener la calma y la pureza de mi espíritu". Su frente estaba empapada de sudor por el esfuerzo pero su mirada era la misma que antes de abrir el pergamino y leer sus malditas líneas.
-"El contenido del pergamino es una oda a un lago maldito, puede que se trate del mismo lugar que acabamos de abandonar, pero no estoy seguro, puesto que habla de un lugar solitario de negras rocas y altos árboles. Hace referencia al un lago de olas venenosas en cuyo golfo se encuentra una tumba y un gran tesoro escondido". (1)
El Cangrejo se quedó pensativo como tratando de recordar algo. -"¿A vosotros os suena algún lugar que cumpla con esas características?
Motivo: Conicimiento Tierras Sombrías/inteligencia
Dificultad: 15
Tirada (6): 5, 3, 10, 1, 2, 1
Guardados (4): 10, 8, 5, 3, 2 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)
Total: 28, Éxito
(1) Tiro conocimiento de tierras sombrías, pongo NO básica y si necesitase más aplícala como creas. NO 28
Motivo: Conocimiento: TS (vacío)
Dificultad: 15
Tirada (5): 7, 4, 4, 1, 1
Guardados (4): 7, 4, 4, 1
Total: 16, Éxito
Dejo tirada hecha by the way.
Lentamente, a medida que Oni Negro hablaba, los dedos de Shiroi abandonaron la empuñadura de espada y su postura se relajó hasta recuperar la normalidad. Sin embargo, su expresión siguió siendo seria al escuchar el contenido del segundo Pergamino. Asintió a las palabras de ambos bushi sobre su estado, y contestó a la pregunta del Cangrejo. -No conozco un lugar como el que mencionas, al menos no en las zonas civilizadas del Imperio. -Dijo finalmente, después de meditar unos momentos. Durante su vida, Ronin había viajado mucho a lo largo de Rokugan, pero un lago de aguas venenosas era sin duda inusual. -Mi instinto me sugiere que podría encontrarse en el interior de las tierras sombrías. Tal vez los Kuni o los Hiruma podrían saber más acerca de ello. Aunque... también he llegado a oír rumores sobre una ciénaga manchada en el interior del Shimonen. Podría estar relacionado. Tras dejar unos momentos para ver si alguno de los otros Truenos tenía algo que añadir, la ronin devolvió el tema al de la ruta a seguir. -Pero tendremos tiempo de reflexionar sobre ello. No debo recordaros que se ha decidido que la prioridad de nuestro grupo es cruzar el Imperio para acudir raudos hasta Kyuuden Isawa. Y para ello, hay tres vías. -La vía más corta es volver sobre nuestros pasos y cruzar las montañas para después tratar de atravesar las líneas de batalla entre los Matsu y los Grulla. Creo que es un riesgo inaceptable, y no es la opción que yo escogería. -La vía más tranquila sería rodear las montañas del espinazo del mundo por su parte sur, dejando atrás el paso Beiden, y cruzándolas a la altura de tierras Kitsu, o incluso más al norte, lejos de la guerra. desde ese punto solo tendríamos que recorrer el río del mercader abogado hasta las provincias Fénix. No obstante ... Este camino nos haría pasar justo frente a las Torres Yogo, y me parecería un error no perder una o dos jornadas allí. -Por lo cual, y dado que aparentemente no queremos ir allí, la solución es viajar hacia la costa. Con suerte, la guerra no habrá llegado hasta Kyuuden Doji. Desde allí no nos debería costar demasiado embarcar rumbo al norte. -Y deberíamos tener clara la decisión antes de dormir esta noche. Mañana será el primer día de nuestro viaje. - Sentenció, dejando la palabra al resto de Truenos.
Tras su pequeño discurso, Shiroi se giró discretamente hacia Tameiki, y le hizo un casi imperceptible gesto de asentimiento antes de alejarse un par de pasos de la hoguera, la distancia suficiente para poder cruzar alguna palabra discretamente sin llegar a abandonar la conversación principal.
Conversación en la que, de todos modos, aún debían intervenir otros antes de que ella volviera a hacerlo.
El antiguo León soportó estoico y en completo silencio las aceradas miradas que algunos de sus camaradas le dedicaron durante la discusión, sin que su semblante perdiera ni por un momento aquella inmutable serenidad que había encontrado recientemente.
El tono de las palabras había sido duro, y el Akodo incluso había creído descubrir algún dejo de amargura en algunas de ellas. Pero estaba claro que trataba con samurai intachables, cuyo Honor y dedicación a la causa que tenían por delante era incuestionable. Y eso alimentaba la fe que tenía en sus compañeros. Estaba seguro de que todos ellos tomarían las decisiones correctas, movidos únicamente por su sentido del deber y sin dejar que cuestiones personales o caprichos enturbiaran sus miradas.
Así que podía confiar en que escucharían los dictados de la razón. Al menos de momento. Mientras la Mancha de la Oscuridad no se extendía demasiado en sus espíritus... tal como él mismo había podido aprender, de la manera más vergonzosa.
Sin embargo, cuando la decisión estuvo tomada, el León guardó silencio. Los ánimos estaban demasiado caldeados para internarse en un nuevo debate acerca de la ruta más conveniente. Era mejor dejar que los corazones se apagaran un poco, y que todos se concentraran en el pergamino maldito que acababan de conseguir.
- Estoy de acuerdo con SHIROI-sama. - dijo finalmente, luego de un prolongado y pensativo silencio, cuando el Cangrejo y los demás volvieron a acercarse a la hoguera para comentar sus descubrimientos. A HIDENAGA no le sonaba para nada un lugar como el que describían. Y ello aún cuando estaba seguro que, de haber escuchado alguna vez sobre un destino semejante, muy probablemente lo recordaría.
- Creo que la ruta más rápida es por la costa. Podemos conseguir un kobune y dirigirnos directo a tierras Isawa. Rodear por tierras Kitsu puede llevarnos una eternidad. Y tampoco es una ruta exenta de peligros.
- El mar... bueno, siempre será el mar. Pero con las bendiciones que hemos conseguido... particularmente, la que le han obsequiado a nuestra camarada SHIROI-sama, creo que tendremos una buena oportunidad.
Observó con el ceño fruncido a Oni y Valkai. ¿Estaban bien realmente? No dejó de estar en tensión hasta que comenzó la conversación y la actitud del enorme cangrejo le resultó más normal. Fue entonces cuando Shiroi volvió a tomar la palabra, describiendo de nuevo las rutas dichas con anterioridad. Posteriormente, Hidenaga secundó la propuesta de Shiroi de ir por mar...
-Si realmente debemos ir rápido... -se giró hacia Kyoshiro- Tal vez si que debamos pasar por tierras Yogo... es la única opción que sabemos que permanecerá igual en los días venideros -expuso, con una sonrisa de medio lado- Y además, es la solución intermedia, ¿no es así? -argumentó.
Siguió a Shiroi unos pasos e inclinó levemente la cabeza a modo de saludo. Seguidamente le miró directamente a los ojos antes de rodarlo y pasarse una mano descuidada por el cabello.
-Lamento la actitud de antes, Shiroi-sama... sé la importancia de la misión, pero... el grupo tiene que prevalecer -comentó, tratando de excusarse- Antes me habéis dado una idea que ahora ha tomado forma... si atravesamos tierras Yogo... creo que podré tomar el pergamino -expuso.
Uno tras de otro fueron dando su opinión sobre la propuesta que había puesto sobre la mesa... unos a favor, otros en contra, la decisión se tomó en pos de ir a tierras Fénix. Todos cargaban parte de verdad, sobre todo Shiroi, si era cierto que se sentía en deuda con la Maestra de Vacío, pero eso no cambiaría su deber, su entrenamiento desde que entrabas en el dojo Shiba era proteger a quien estuviese a su cargo, en todo momento y de quien fuese... incluso si el adversario perteneciese al Fénix y ahora su deber era proteger a ese variopinto grupo.
Su rostro cambió cuando hablo el cangrejo. Escucho las palabras que salían de su boca incluso las amenazas en absoluto silencio, su puño apretaba con fuerza el eda de su naginata. Oni Negro no le asustaba en absoluto, media vida había pasado como yojimbo y se había encontrado con samurais como el en multitud de ocasiones y por el momento aun seguía aquí. Se relajo lentamente escuchando el ultimo aporte de Shiroi, esto le dio el tiempo suficiente para sonar relajado... si le hubiesen hecho hablar antes quizás de su boca hubiese salido alguna descortesía y seguramente no sentase bien.
- Creen que no me hubiese callado si no sospechase que el mensaje de Isawa kaede-uesama no tiene que ver con nuestra misión, como bien ha dicho Hidenaga-san acaso yo soy la mejor opción en esa misión, seguramente en el clan existan multitud de samurais mas experimentados que yo mismo, pero la Maestra de Vacío confió en mi... como yo he confiado en ustedes al contarles algo tan delicado.
Me levante del sitio que ocupaba junto al fuego.
- Oni Negro-sama, queréis saber cuales fueron las ultimas palabras que me dijo Isawa Kaede-uesama antes de partir al encuentro con Hiroaki-sama.... Ya no protegerás a tu superior, ni cumplirás los mandatos del Fénix en el momento en que Hiroaki-sama te encuentre. Y creo recordar que el monje nos encontró a todos en la ciudad Imperial y nos dio una misión que cumplir. Le pido que nunca vuelva a hablarme de fallar a mi deber, si alguna vez ocurriese seguiría el destino de los yojimbo que fallan al proteger a sus superiores y no vería otro amanecer... hablando así solo consigue ponerse usted en evidencia.
Me coloque la naginata al hombro, necesitaba estar solo un momento.
- Si me disculpan iré a comprobar que nadie se ha acercado por los alrededores.
Pensaba que nada llegaría a afectarme de esa forma, pero que tus propios compañeros duden de ti. Me senté bajo un árbol cerca del campamento, desde donde podía ver lo que hacían pero lejos de la luz de la hoguera.... lo cierto es que no habían tenido casi tiempo de conocerse, Tameiki había sido la única con la que había hablado realmente. No debería reprocharle nada al cangrejo... pero lo hacía.
En el silencio de la noche las voces de los seis truenos se oían en la distancia perfectamente, por lo que pudo seguir la conversación desde donde estaba. Y en silencio asistió a la apertura del nuevo pergamino. Cuando parecía que nada les había sucedido ni al cangrejo, ni al unicornio. Regreso lentamente, no tenia interés en seguir una discusión con ninguno de ellos. Escucho la explicación del contenido del pergamino negro, pero ante el desconocimiento de que podía estar hablando no dijo nada. Ahora entendía la sabiduría que encerraba el silencio de Togashi Kaori.
Escucho las propuestas de viaje para regresar a Kyuden Isawa y solo respondió ante la afirmación de Tameiki.
- Tanto las tierras Grulla, como las León ahora existe el riesgo de cruzar por ellas. Lo de ir por mar no me parece mala idea, pero nunca alcanzaríamos las tierras Isawa sin la bendición de la guardia del mar, aunque llegaríamos cerca... posiblemente nos llevase menos tiempo como dice Tameiki-san atravesar tierras Yogo.
Tras constatar que ambos estaban bien, Shiroi planteó la pregunta de qué ruta tomar para llegar a Tierras Fénix.
La opción más directa, cruzar Tierras Grulla parecía descartada.
Quedaba ir por mar o cruzar Tierras Escorpión.
En ese caso era obvio que ignorar el pergamino que tenían a su alcance en las Torres Yogo era absurdo.
El Moto dudó un instante en qué responder, pero finalmente encontró una respuesta que creyó adecuada.
Sinceramente, tal y como está Rokugan hoy en día hay peligro de que nos salpique la guerra pasemos por donde pasemos.
Y en Tierras Grulla nadie puede asegurarnos de que se prestarán a llevarnos en uno de sus barcos.
Así que pasar por el camino que cruza tierras Yogo es mi opción favorita.
Incluso podríamos averiguar algo sobre el pergamino que supuestamente ya hay allí y no tener que volver en el futuro...
Sugirió el Moto, pensando de la manera más pragmática.
Shiroi asintió levemente a las palabras de los demás Truenos, y finalmente pareció tomar una decisión después de las palabras de Kyoshiro y Valkai. A pesar de que ella misma se había ofrecido como partidaria de la opción marítima, si el propio Fénix aceptaba la ruta del norte, no sería ella la que pusiese más trabas a lo que había sido su primera opción.
-Creo que una vez más, estamos de acuerdo. Mañana continuaremos nuestro camino hacia el norte, bajo la sombra de las montañas, hasta que podamos cruzarlas en tierras más tranquilas lejos de la guerra.
-Sin embargo, y dado que nuestro camino cruzará precisamente por las tierras Yogo, sería muy poco sabio por nuestra parte no dedicar al menos un poco de nuestro tiempo en averiguar qué ha sucedido en ellas. -Alzó una mano, como si quisiera acallar una protesta que no llegó a producirse. -No obstante, sabemos que nuestro destino final es Kyuuden Isawa. No nos demoraremos en las antiguas tierras de Junzo más de lo necesario, ni menos de lo imprescindible. Si las Fortunas están de nuestra parte, seremos como yoreis atravesando la noche, y nuestra marcha continuará sin llegar a haberse detenido.
-Pero ahora... -Añadió, con voz más suave. -Debemos descansar. Mañana nos espera una larga jornada de viaje. Me encargaré de la primera guardia con quien desee acompañarme. Oni Negro-san, Valkai-san, vosotros descansad. Hoy vuestra carga ha sido más pesada que la de ningún otro, concedednos el poder paliarla al menos con algo más de sueño.
-Comprendo los motivos detrás de tus acciones, Tameiki-san. -Respondió Shiroi con tranquilidad, y luego dejó escapar un suave suspiro. -Sólo me preocupa que no todos hayan conseguido romper sus lazos con el pasado... Sé que no es fácil. Yo también hubiera deseado poder permanecer al lado de mi hermano defendiendo mi hogar.
-Pero ya veremos qué es lo que sucede finalmente. -Añadió, sonriendo levemente, en un susurro. -Quién sabe si el destino acabará arrastrándonos en la misma dirección a la que nos negamos a ir.
Post breve, pero ando sin tiempo. Gomeeeeeen, Tameiki-chaaaan
Abro escena nueva:
4.- Hacia tierras Fénix