Partida Rol por web

- Miente, acaba con él - le digo a Amyra.

...Y cayó el hacha.
Tan sólo oir la orden de Ricard, con un movimiento rápido:
con una mano le tapo la boca y la mano que sujeta la daga:
la hundo con todas mis fuerzas a la par que con un movimiento seco y rápido la hago correr de lado a lado de su garganta, para conseguir la mayor profundidad en el corte, para que salga todas las vísceras posibles.
...Muere perro como casi nos liquidas a nosotros, y encima hemos sido más benévolos con una escoria como tú, ya que será rápido.
Sólo pienso en venganza, creo que este empieza a ser mi credo. Todo eso me pasa por la cabeza. Notar su fluído vital corriendo por mi mano hace que me llene una sensación de poder y satisfacción.
Que así sea
Digo después.

La daga de Amyra raja la carne del orco con facilidad, y este, en un último intento de agarrarse a la vida, abre los ojos mientras alza sus manos como queriendo detener la hemorragia, pero son tan solo unos instantes, los necesarios y justo para que el cuerpo se convulsione por varias veces antes de que su alma lo abandone definitivamente...

Con el orco muerto os permitís unos instantes para terminar de revisar la habitación, la cual, sin lugar a dudas, sirve a efectos de lo que parece un despacho. A parte de lo visto, desviáis vuestra mirada a la izquierda, donde divisáis lo que os faltaba por ver, una librería más o menos llena de libros, y un armario, de apenas un metro de alto. A vuestra espalda, confirmáis la existencia de una puerta de madera, justo donde ahora está Haldor.

Ahora que parece que hemos acabado con un posible testigo me acerco hacia la ventana

-Creo que la mejor salida es por aqui-

Compruebo que no haya nadie vigilando la ventana

Reviso el cadaver del orco a ver si encuentro algo relevante.

- Haldor, estamos en casa de Greirk, no desaprovechemos esta oportunidad. Tal y como yo lo veo .... es mediodía, quedémonos aquí, si tenemos suerte y aparece Greirk para ver a su lugarteniente, pues fenomenal, nos lo cargamos y ya está... y si no esperamos a la noche y nos lo cargamos mientras duerme.

- En cualquier caso estaría bien preparar una vía de escape - digo dirigiendo mi vista hacia la ventana.

Continuando limpiandome las manchas de sangre y una sonrisa en los labios le digo a Ricard>
..Eso estaría muy bién siempre y cuando viniera sólo, pero no creo que un pez gordo como ese vaya a ir sólo ni al retrete. De todas maneras podemos cercenarle la cabeza a este sucio Orco, como muestra de que por lo menos hemos estado aquí...

Miro con cara de asombro a mis compañeros

-Asi que esperais que aparezca Greirk solo por aqui para ver como esta este orco,no?-

Miro a la puerta para despues volver a mirar a los dos locos

-No os parece un poco complicado,creo que deberiamos irnos-

Una sonrisa se dibuja en mi cara ante el comentario de Haldor.

ME dirijo hacia la ventana para ver en que piso estamos, si hay alguien abajo, si es posible subir , etc.... evaluando si merece la pena salir por la ventana o la puerta.

Mientras habláis, decidiendo que hacer, Ricard se acerca a la ventana junto a Haldor, y ambos miran por ella, mientras que Amyra rebusca en el escritorio y la biblioteca.

En varias ocasiones, creéis escuchar pasos que se acercan a la puerta, pero estos, en el ultimo instante, no terminan de acercarse, por lo que de momento, parece que disfrutáis de una ligera suerte...

Cuando alcanzas a Haldor, y te asomas a la ventana, no tardas más que un instante en comprobar que os halláis en una planta baja, y sin lugar a dudas, en el pueblo de Orrkast. De vez en cuando, divisas alguna figura, seguramente de algún ciudadano, pero nada más que llame tu atención...

Mientras tus compañeros divisan por la ventana, centras tu atención en la biblioteca, donde tras rebuscar entre los volúmenes allí amontonados, no descubres más que libros de lo que parece contabilidad, así como algunos otros dedicados a Aelyn. Decepcionada, pues quizás habría algo más interesante, desvías tu mirada hacia el escritorio, donde entre un buen puñado de papeles, crees ver uno que te llama especialmente la atención, pues se trata de una orden de búsqueda, y tu rostro, junto al de tus compañeros, aparece en él bastante bien dibujados.

Bajo las caras, puedes leer lo siguiente:

Asesinos de una sierva de nuestra todo poderosa Aelyn, estos sujetos, de peligrosa e indefendible actitud, son reclamados por las sacerdotisas para que sufran el castigo divino por sus sacrílegos actos. También las autoridades, por el intento de asesinato del señor Greik, solicitan su encarcelamiento para su posterior y justa pena, la muerte.
Aquel que logre capturarlos o matarlos, será recompensado con la gracia de nuestra diosa, así como con 500 piezas de oro por cabeza.

Ante la certeza de que no estamos solo en el edificio a Haldor le empiezan a entrar ganas de irse cuanto antes de esta casa.

Asi que mira por la ventana para asegurarse de que no hay nadie que les pueda ver y cual es el mejor camino para salir de alli y esconderse

 ¡¡¡ Orrkast !!! estamos otra vez en Orrkast, malditos sean Solkan, Aelyn y todo este juego diabólico.

Si no veo nadie abro la ventana y de un salto salgo al exterior poniéndome a andar tranquilamente como si estuviese de paseo. ME dirijo a la posada de Jena.

- Ya que estamos aquí, creo que cierta posadera tiene muchas cosas que explicar - digo mientras camino tranquilamente (intuyo que Haldor y Amyra me han seguido)

Cojo el papel y me lo guardo. Luego voy detrás de Ricard rapidamente con la mayor discreción posible mirando a todas partes.

Supongo que no hay ningun peligro y les sigo

En cuanto veis que nadie aparece a la vista, abrís la ventana y de forma ágil y rápida, salís al exterior del edificio, donde, de forma disimilada, camináis hacia vuestra derecha, pues desde vuestra posición divisáis la plaza de Orrkast.

Durante unos pocos minutos, camináis solos, sin cruzaros con nadie, pero la plaza parece estar mucho más poblada, y cuando os adentráis en ella, no podéis evitar sentiros observados. La mayoría de los presente, ciudadanos de Orrkast, cuchichean entre ellos al veros, y alguno de ellos sale de la plaza a la carrera.

La entrada a la posada está justo en el lado opuesto al que habéis entrado en la plaza...

ups a saber que ocurre

Viendo que la gente reacciona ante nuestra presencia decido acelerar un poco el paso, pero sin correr para llegar a la posada lo antes posible