Partida Rol por web

Los Otros Elegidos de Aelyn

Capitulo 8: La decisión está tomada

Cargando editor
07/05/2010, 13:17
Director

Cuando, abrumado por lo sucedido, tu mente reacciona, enfocando nuevamente la sala, los dos cadáveres así como a la mujer por la que sientes algo más que cariño, una voz parece hablar en tu mente, y aunque suena lejana, logras alcanzar a entender parte de lo que dice...

Maldita sea, éste sigue todo enchochado con la humana... ¡MÁTALA TYR, MÁTALA, ES TU ÚNICA OPORTUNIDAD DE VENIR CON NOSOTROS!

Cargando editor
07/05/2010, 14:13
Ricard "El perdonado"
Sólo para el director

El desconcierto gobierna al explorador en un primer momento para instantes despues tomar el control de mis pensamientos y finalmente ... Ricard ve a Aelyn como lo que es .... una DIOSA, su DIOSA, que lejos de mostrarle su ira le ofrece, le da la oportunidad de elegir su camino .... y le habla de enemigos ... ¿que enemigos puede tener Aelyn? ... hasta ahora había creído que todo era un capricho para su diversión ... quizás esto sea algo mas serio de lo que había pensado en un primer momento.

Y Ricard sintió orgullo ... orgullo de su DIOSA.

- Elijo luchar a tu lado. -  con estas simples palabras Ricard quería dar a entender que derramaría hasta la última gota de sangre por Ella, que por primera vez en mucho tiempo se sentía en paz y sentía que hacía lo correcto.

Cargando editor
07/05/2010, 14:27
Director

Y entonces abres los ojos...

Notas de juego

Preparando escena.

Cargando editor
07/05/2010, 17:49
Tyriael

Al entrar en contacto las espadas me preparo para lo que es el fin, acomodo mi mente para la descarga que está por venir; pero las aguas se retiran y esta no llega; el cuerpo del explorador se eleva y se calcina ante nosotros; le miro dirigiéndole una última muestra de desprecio; necio! querías matarnos; que Aelyn te maldiga por toda la eternidad.

Ya más tranquilo miro a la clériga; abro la boca para hablarle pero una voz irrumpe en mi mente interrumpiéndome, desenfundo mi espadón sujetándolo con ambas manos preparado para golpear; entonces sonrío reconociendo la forma de expresarse, así no! debe ser libre de elegir; ese no es el camino y guiño un ojo al vacío.

Notas de juego

Continuo el posteo.

Cargando editor
07/05/2010, 17:57
Tyriael

Bajo el arma y abrazo a Amyra por la cintura poniendo mis labios en contacto con los suyos; al momento la miro fijamente y sonrío; así se hace; los lanzados al vacío se los lleva el viento, luego encamino mis pasos a la fuente.

Te recomiendo que hagas como Shyn, ella nos dio la clave para salir; es lo que probaba a deciros; la fuente es la salida; ella nos dirá que hacer, y miro a su interior.

Cargando editor
07/05/2010, 19:54
Director

Una vez observas te acercas a la fuente, la cual está a punto de ser rebosada por el agua que cubre el suelo, te inclinas sobre ella y centras tu atención en los grabados que abundan en el fondo de esta, y los cuales, han variado con respecto a la última vez:

"Solo junto a mi podréis salvar vuestra vida. Venid a mi, ofrecedme, dadme, cada uno, lo más valioso que atesoráis y yo os liberaré y acogeré. No lo hagáis, defraudadme, y entonces el dolor será eterno."

Cargando editor
07/05/2010, 19:56
Tyriael

Tras observar unos segundos el agua; deposito mi espadón y mi armadura entra las estatuas mirando apenado como se hunden en el agua.

Me arrodillo ante ellas en señal de humillación; mi Señora; poco tengo que ofrecerte pero acepta mi arma y mi armadura pues sin ellos no soy nada y acógeme en tu seno, alzo la vista a las estatuas tras mi breve oración esperando la muerte que está por llegar.

Cargando editor
07/05/2010, 19:57
Amyra

Cada vez tengo menos dudas sobre lo que nos pide Aelyn.

"No mi Diosa .... no es posible" pienso mientras las lágrimas asoman a mis ojos. Con la mirada vidriosa observo el brillo cristalino de la daga que momentos antes sujetaba en mis manos.

Lentamente me agacho y la recojo y como si todo transcurriera en cámara lenta y a sabiendas que Aelyn nos pide que sacrifiquemos lo que mas queremos en el mundo miro con tristeza a Tyr ...

"Adios, mi guerrero, nunca te expresé mi amor, pero sabías que estaba ahí"

Y con el rostro inundado en lágrimas clavo la daga en el cuello del guerrero,...

para posteriomenet abrazarle mientras su cuerpo se queda sin vida.

Notas de juego

El post es puramente poético. Si el guerrero se opone con fuerza o el master se niega pues nada....Lo siento Tyr, es que te amo demasiado...jijiji

Cargando editor
07/05/2010, 20:02
Tyriael

Notas de juego

Xddddddddd, va a ser que si puedes siempre y cuando lo hagas mientras estoy arrodillado y me permitas el beso que te di :)

Cargando editor
07/05/2010, 20:03
Director

Tras el fogoso beso, correspondido por la clérigo en un intenso pero silencioso instante, el guerrero da varios pasos al frente, y atravesando las cada vez más profundas aguas que lo rodean, alcanza las estatuas, ante las cuales se detiene, dispuesto a depositar tanto su espada como su armadura, ambos los únicos objetos que posee. Tras él, y aún sumida en el mismo mutismo, aunque en esta ocasión acompañado de lágrimas, Amyra lo observa avanzar y despojarse de aquello que tan fieramente a defendido desde crío. Él no lo sabe, pero también ella a decidido.

La situación es tensa y aunque nada excepto el agua rompe el silencio, el ruido es suficientemente alto como para ensordecer los acelerados latidos de ambos enamorados, los cuales, y cada uno a su manera, se preparan para ofrecer aquello que más valoran.

El guerrero, su orgullo, pues este es derrotado en el mismo instante en que sus rodillas se adentran en el agua, humillándose sinceramente, y su vida, la cual cede gustosamente. Ambos, secundados con su espada y armadura, y aunque estos no son más que objetos, parecen concordar perfectamente con lo que cree y siente. Su espada, el arma con la que demuestra y esgrime su valia, es decir, su orgullo, su ego, su hombría, aquello que lo mantiene en pie, y la cota, lo único que ha salvado su vida en un centenar de ocasiones.

Amyra la vida del hombre al que ama. La sangre de aquel por el que su corazón late con más fuerza. El alma que sin duda complementaria a la suya. La clériga, olvidado su ansiado deseo de poder, pausado su ardiente deseo de hallar a su hermana y, por un instante, en segundo plano su ferviente pasión y adoración por Aelyn, sumerge una de sus manos en el agua, y mientras las saladas lágrimas se entremezclan con el cristalino y divino líquido, su mano aferra la empuñadura de la daga, la empuñadura del arma con el que ofrecerá aquello que más quiere.

Y decidida, avanza hacia Tyr, el cual a cerrado los ojos mientras pronuncia sus últimas palabras. La daga en su cuello logra que su frase acabe con un "no soy nada" y el resto palabras se convierten en balbuceos sin sentido ocasionados por la sangre en su boca. Los brazos de Amyra, cargados con todo el dolor de su corazón, rodean entonces el cuerpo sin vida del guerrero, evitando que este se sumerja en el agua, pero tan solo por unos segundos, los suficientes como para que la espada de la estatua que hay ante ella realice un feroz y perfecto arco. Entonces, es su cuello del que mana la snagre, y ambos, guerreo y clériga, amante y amada, se funden en un abrazo de sangre antes de perderse bajo las transparente y mágicas aguas de la sala...

Notas de juego

Espero que os haya gustado el final. ;-)

Cargando editor
07/05/2010, 20:37
Director

Cuando al fin desciendes tu rostro, en claro signo de reverencia, de humillación bajo tu estricto código interno, y a la espera de que ocurra algo, cierras los ojos y abandonas cualquier otra intención o pensamiento, centrándote en tu ofrenda, totalmente real y sincera, tanto, que sientes, presientes que será la última vez que tus manos palpen el agua o la piedra. Es entonces, mientras pronuncias tus últimas palabras, que sientes como Amyra, (tiene que ser ella, pues no hay nadie más), se acerca a tu espalda, y lentamente, pega su cuerpo al tuyo. Entonces, algo frío y húmedo, afilado y mortal, se hunde en tu cuello malogrando tu plegaria final. Pero te da igual. Ambas, Diosa y Humana están contigo.

"Y así será, Tyriael. Desde ahora, desde este instante, puedes llamarte a ti mismo mi ELEGIDO. Yo, diosa de todo y de todos, Reina de los vivos y los muertos, y señora Suprema de Azerandos, te acojo en mi seno y te ofrezco un futuro como jamás has alcanzado a imaginar. Y a cambio, a cambio solo pido tu lealtad. Una lealtad que espero recibir por el resto de tus días, días que no tienen por que tener fin."

Tras las palabras, las cuales resuenan en la oscuridad de tu mente de forma clara y concisa, y además cargadas de lo que parece una creciente sensación de orgullo, tu mente es abordada por un sinfín de imágenes que no son más que retazos de tu vida, muestras de tus experiencias y sucesos vividos. Cuando mucho después, o quizás tan solo un segundo, las imágenes, tus recuerdos al fin y al cabo, vuelven a su lugar, el fondo de tu mente, Ella, que ha estado contigo en todo momento, sonríe abiertamente, alegre y feliz. Y sin duda, satisfecha.

Me alegra que estés aquí, conmigo. Me alegra mucho. Yo me quedaré con tu espada, necesitas, no, te mereces una mejor.

Y entonces abres los ojos...

Notas de juego

Preparando nueva escena.

Cargando editor
07/05/2010, 20:43
Director

Cuando al fin cierras los ojos, sintiendo como tu cuerpo se pega al de Tyr, sintiendo como su corazón emite sus últimos latidos, el agua parece decidida a abordarte, y junto a ella siente como algo, frio, golpea tu cuello. Es entonces, cuando ajena racionalmente a lo que ocurre, sientes como tu esencia, tu propia alma tantea, roza a otra más fuerte. Anhelante, descubres la esencia de Tyr, pero es demasiado tarde, y la oscuridad, guiada por la debilidad a causa de la perdida de sangre, te vence.

"Te entiendo y comprendo. Yo también supe y sé lo que es Amar, Amyra. Desde ahora, desde este instante, puedes llamarte a ti misma mi ELEGIDA. Yo, diosa de todo y de todos, Reina de los vivos y los muertos, y señora Suprema de Azerandos, te acojo en mi seno y te ofrezco un futuro como jamás has alcanzado a imaginar. Y te lo ofrezco junto a él. A cambio, a cambio solo pido tu lealtad. Una lealtad que espero recibir por el resto de tus días, días que no tienen por que tener fin."

Tras las palabras, las cuales resuenan en tu mente de forma clara y concisa, y además cargadas de lo que parece una creciente sensación de anhelo o quizás de envidia por ese amor, tu mente es abordada por un sinfín de imágenes que no son más que retazos de tu vida, muestras de tus experiencias y sucesos vividos. Cuando mucho después, o quizás tan solo un segundo, las imágenes, tus recuerdos al fin y al cabo, vuelven a su lugar, el fondo de tu mente, Ella, que ha estado contigo en todo momento, sonríe abiertamente, alegre y feliz. Y, sin duda, satisfecha.

Me alegra que estés aquí, conmigo. Me alegra mucho. Y estoy seguro de que a él también le agradará.

Y entonces abres los ojos...

Notas de juego

Preparando nueva escena.